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“El debate obvio sería un Hora 20 Santos-Uribe”: Diana Calderón

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Diana Calderón no da las noticias, decide qué es noticia en el país.

Como directora del servicio informativo de Caracol desde 2010, ella decide qué se cubre, cómo se cubre y qué no se cubre durante las 24 horas del día en la emisora más escuchada del país, con casi dos millones de oyentes diarios. Como si eso no fuera ya suficiente, al mediodía dirige el noticiero de Caracol y por la noche lidera el programa de opinión política más influyente del país, Hora 20.

Como ya es tradición, La Silla la entrevistó sobre el año que pasó y el que viene.

Usted que da más titulares que cualquier periodista, ¿cuál sería su titular este año?

Creo que no puede haber un solo titular. Por ejemplo: la Novela de Petro; la reelección de Juan Pa, el sobrino de Doña Mechas; el año de los hackers; Uribe Senador, es una gran noticia; el marchitamiento de Ordóñez o un resurgir del Fiscal, o al contrario, lo que nos plantea una situación muy delicada porque esa paz, que es transversal a todo, terminó soltando la lengua a quienes deberían tenerla mas guardada; la caída del petróleo, porque va a tener que hacer reaccionar a Colombia frente a su tranquilidad económica; también fue un año que nos hace volver a mirar a los niños, 33 muertos en Soledad, niños abusados, niños que deben hacer pensar qué es lo que está pasando.

¿De todas estas cuál fue la que más la emocionó?

A mí me emocionó el anuncio simultáneo de Obama y Raúl Castro sobre el fin del aislamiento de Cuba. Me di cuenta que ya no tengo 20 años porque sentí mucha emoción porque era una noticia esperada pero valiente en el caso de Obama. Y una noticia que no me emocionó, pero me produjo mucho dolor, que el Ébola se volvió noticia solo cuando enfermó a un blanco.


“Creo que la gente tiene que conocer qué nos puede ofrecer la justicia transicional también en términos de castigo.”– DC

¿Cómo interpreta la Novela de Petro?

Tiene todos los integrantes de lo que ha sido este país, de lo que puede ser, de lo que no debe ser: un desmovilizado de un proceso de paz exitoso, un adalidad contra la corrupción, llega a la Alcaldía y demuestra incompetencia en el área administrativa pero es capaz de construir un discurso que responde a las verdaderas necesidades de un sector de la población que tradicionalmente no es tenido en cuenta. Luego, se da un abuso por parte de toda la institucionalidad judicial, tanto de quienes lo afectaron a él como de la forma como él responde con una tutelatón, que es un abuso del único recurso que tenemos para defender nuestros derechos.

Es un episodio que muestra cómo el país tiene que empezar a respetar los límites, porque solo con ese respeto, y solo con juicios justos es que como podemos construir democracia para las nuevas generaciones.

Es que todavía estamos con recursos pendientes en el caso de Bogotá, y se discute todos los días de temas como el metro, pero la gente está llorando en paraderos por no poder llegar a su casa. No sé si es el resultado de una pésima administración o de un acuerdo para impedir la gobernabilidad en la ciudad.

¿No considera las negociaciones de paz un titular de este año?

Siento que la paz fue transversal a todos los temas del país, sin excepción, para lo bueno y para lo malo. Al proceso de paz, y tengo que declararme partidaria de que lleguemos a un fin del conflicto por la vía negociación, le hace falta algo que si no se le introduce no va terminar positivamente. El debate no puede ser alrededor de cómo darle impunidad a los delitos cometidos, sino sobre cómo deben tener un mínimo de castigo.

Creo que la gente tiene que conocer qué nos puede ofrecer la justicia transicional no sólo en términos de reparación sino también de castigo. Las Farc tienen que ser más respetuosas de sus víctimas. Creo que el desescalamiento del conflicto es condición para la continuidad de los diálogos. Y ese cese al fuego indefinido no tiene nada de unilateral porque si lo condicionan a no ser atacados pues lo vuelve bilateral o no?

¿O sea que está de acuerdo con la propuesta de Óscar Iván Zuluaga en campaña?

No, creo que en el caso del uribismo hay una oposición per se en el tema de las Farc. Lo que pasó con el general Mendienta y con Clara Rojas me dejó mucho dolor y ahí es donde creo que debe haber mayor esfuerzo por parte de la guerrilla para que la población sienta que vale la pena lo que se está haciendo en la Habana. Este proceso plantea retos para el futuro.

¿Está pensando en uno en particular?

Por ejemplo, la conexividad política del narcotráfico. Tenemos que plantearnos lo que ocurre en las ciudades con la bacrim, la realidad de la seguridad ciudadana con el microtráfico, lo que pasa en el pacífico colombiano, todas las relaciones políticas pervertidas por el narcotráfico. Hay que tener un cuidado muy grande antes de tomar decisiones. No digo que no se haga, solo llamo la atención sobre temas de fondo relacionados con esto.

 'No solo la llegada de Uribe, también de Claudia López, Navarro, que siguiera Robledo fortalece la democracia.'

Usted dijo hace unos meses en una de sus columnas en El País que las Farc más que la paz, “está sacándole jugo al proceso mismo" en La Habana. ¿Todavía piensa lo mismo?

Claro que sí. Y cada vez más. Hasta que no se demuestre lo contrario.

La noticia de Uribe, Senador, ¿le pareció positiva o negativa?

Positiva, porque creo que un mayor número de voces posibles en un escenario como el Congreso es lo que fortalece la democracia. No solo la llegada de Uribe, también de Claudia López, Navarro, que siguiera Robledo.

¿Entonces es más positiva porque le agrega pluralismo al Senado que por lo que significa Uribe

Lo que significa es que mostró una bancada disciplinada, organizada, una forma de hacer política coherente con lo que plantea y estudiosa, sin que esté en acuerdo o desacuerdo con lo que hacen o con las formas como lo hacen.

Creo que hay un abuso permanente de las redes sociales, que a veces violan la confidencialidad de temas muy serios del país y que obligan a mirar a otro tema, y es qué ocurre con las Fuerzas Militares y quiénes la lideran.

Da la impresión que desde los medios tradicionales es difícil ser crítico de los militares. ¿Comparte esa impresión?

Tiene razón, y es que no es fácil porque cualquier critica es percibida como que uno se ubica del lado de la guerrilla o que implica validar a los guerrilleros por ese discurso del uribismo de que se estaría equiparando a los militares con los guerrilleros. Pero sería grave no hacerlo cuando hay un debate como el fuero militar, cuando en el caso de los falsos positivos hay todavía mucho por contar. No le hace bien al país el silencio en ninguna de las áreas.

Usted también ha dicho que el chantaje es una de las formas preferidas de algunos políticos. ¿Por qué lo dice?

Mas que chantaje creo que es una extorsión inciso por inciso.

¿Cómo es su evaluación del gobierno de Santos durante este año?

Santos hace muchísimas mejores cosas de las que se le reconocen. Creo que en el manejo de la economía hay cosas que aplaudir. En el tema de educación con Gina Parody hay un acierto. El Ministro de Salud mostró que por otras vías diferentes a una reforma legal había una forma de hacer algo importante con medicamentos.

Santos en el caso del general Alzate se mostró un poco apresurado y aunque hoy los resultados pueden ser positivos, puso en riesgo muchas cosas.

Santos II puede darle buenas noticias al país. Creo que también en el caso de comercio, de la infraestructura, hay avances en el país.

Decía usted que los que más hablan, como el Fiscal y el Procurador, deberían ser los que más deberían guardar silencio.

Quisiera pensar que hay buenas intenciones en ambos casos y que hay una defensa de sus posiciones ideológicas pero me resulta preocupante que el Fiscal esté dando perdones anticipados o condenas anticipadas en otros casos. Es un tema que no le conviene a él ni a la institución que respresenta. Igual el Procurador.

¿No es bueno que se ventilen las diferentes posiciones ideológicas?

Es bueno que se discutan las diferentes posiciones ideológicas pero no así porque alimentan una gran polarización que no creo que sean ellos los llamados a producirla. El unanimismo nunca es bueno pero cada uno debe darle honor a sus cargos.


Lo judicial y lo político es una deformación colombiana. Veremos si el esperado pos conflicto nos ubica en las investigaciones necesarias sobre el poder en todas sus facetas, especialmente las menos obvias: corrupción, pobreza”– DC

¿Por Hora 20 pasaron todos los debates más importantes del país. ¿Cuál es el debate que este país todavía se resiste a dar?

El obvio sería una Hora 20 Santos-Uribe. Creo que sería muy revelador hacer un debate Petro congresista vs alcalde Petro. Y con otros debates quisiera sorprender en 2015.

¿Cambiando ligeramente de tema, ¿cree que el video de Doña Mechas fue realmente espontáneo o que fue una estrategia publicitaria de la campaña?

Si eso es espontáneo sería lo máximo, pero no creo. Doña Mechas me produjo mucha felicidad y mucha tristeza, porque vi cómo no somos capaces de llevarle a una persona la información que le permita saber cómo se llaman los candidatos pero me dio mucha alegría que si alguien así existe en Colombia sea capaz de tener sus opiniones. También porque es de un humor tan increíble que yo quisiera que fuera cierto. Pero es tan mágica que no puede ser cierto. Si hay un creativo de publicidad detrás de ella que digan quién es para contratarlo.

Hay gente que cree que en Colombia solo hay dos o tres noticias, y que todas las demás son simplemente versiones de esas tres. ¿Está de acuerdo? ¿Cuáles serían esas tres?

Lo judicial y lo político es una deformación colombiana. Veremos si el esperado pos conflicto nos ubica en las investigaciones necesarias sobre el poder en todas sus facetas, especialmente las menos obvias: corrupción, pobreza

¿Es optimista frente a este año que comienza?

Soy periodista. Pero quisiera ser optimista, apostarle a que la economía se mantenga bien, que se firme la paz, que la guerrilla entienda lo que le debe a sus víctimas, que alguien atienda lo que pasa en el Pacífico colombiano.

¿O sea que cree que Colombia tiene futuro?

Claro que sí. Si en Colombia no se vuelve permisible que los actos de cualquiera, del señor de Interbolsa, de las Farc, del borracho, del abusador, sigan ocurriendo sin consecuencias. De lo contrario, tendrá un futuro pero como sociedad de fachada.

Usted que está al tanto de todo lo que pasa, ¿cree que los colombianos están bien informados?

Hacemos lo posible para que así sea pero creo que los nuevos medios, las redes, las posiciones editoriales están planteándonos la necesidad de replantearnos como le contamos las noticias a los oyentes, a los lectores, y a veces me pregunto si esas noticias que escogemos para contar son las que les interesan a los oyentes.

En Caracol, que tratamos de llegar al mayor número de oyentes, me pregunto si esas noticias son las que necesitan y si son las que el medio privilegia. O cómo hacemos para narrarles las noticias de tal forma que quieran escucharnos. Me parece que si alguien tiene un reto en Colombia es el periodismo.

En otra columna, usted dijo que las complicidades con la ilegalidad no solo ha sido de los políticos de turno sino también de periodistas, abogados y líderes de opinión que hoy se arrogan el derecho de jueces de sus propios pecados en cuerpo ajeno. ¿A qué se refería?

Me refería a quienes elevaron por ejemplo a Uribe para que fuera reelegido y ahora se rasgan las vestiduras o a quienes usan sus espacios periodísticos para impulsar a sus velados clientes de turno.

Cree, en retrospectiva, que tener a Néstor Humberto Martínez de entrevistador durante la campaña presidencial fue un error?

No. Gran panelista y ahora funcionario.

¿Qué noticia le gustaría dar el próximo año?

Usted la sabe pero no la puedo decir.


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