El viernes pasado el ex Comisionado Para la Paz de Álvaro Uribe, filósofo, psiquiatra y prófugo de la justicia Luis Carlos Restrepo habló con los periodistas de La W Radio (por una hora y media, uff).
Como sabrán algunos, Restrepo se ganó su apodo ("El Dr. Ternura") tras su libro de 1994 El derecho a la ternura. Antes de eso (mucho antes de entrar en política y de ser investigado por su presunta responsabilidad en la falsa desmovilización de casi 70 guerrilleros del bloque Cacica Gaitana de las Farc, de que se le imputaran los delitos de peculado por apropiación, concierto para delinquir, fraude procesal y tráfico, porte y fabricación de armas de uso privativo de las Fuerzas Militares, y de que José Gélvez Albarracín alias 'El Canoso' lo acusara de la falsa desmovilización de casi 400 paramilitares en el frente Tayrona de las AUC) ya había publicado otros dos libros y aparecía con cierta frecuencia en medios con columnas o ensayos sobre temas psiquiátricos y afectivos. Uno de esos ensayos es el que, en ocasión del hito periodístico de La W y el renacimiento del Dr. Restrepo en la vida pública nacional, les comparto más abajo:
(Hagan click para ver más grande).
Este ensayo fue publicado el 1 de diciembre de 1992 en la revista Apoyémonos información en Sida que fue repartida con el periódico El Espectador de ese día y que venía con un condón de regalo (y de la cual mi mamá, Alexandra Uribe, fue una de las editoras).
Lo dejo aquí para que vean, como dice el mismo Restrepo, que a veces las cosas (y las personas) son complejas.
Por ahora no es más.
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Aprovecho para agradecer a todos los lectores de este blog y para contarles que esta será mi última entrada en él. Vendrán cambios en La Silla Vacía y lo más probable es que me sigan viendo por aquí, pero en otras partes.
Mientras tanto podemos charlar de cosas en @derpoltergeist y en @latinasacountry (y quizás en @LaCatedral_, si el dios del tiempo se apiada de mí).