Los 10.108 votos que sacó el Centro Democrático en su consulta interna de la semana pasada en Bogotá le están pasando la cuenta de cobro a sus cabezas. El jueves pasado, como se sabe, Miguel Uribe Londoño presentó su renuncia al directorio distrital. Detrás de esta pelea no solo está quién tiene más y mejores puestos en la lista al Concejo, también hay acusaciones por plata.
En la reunión del directorio del jueves, en la que no estuvo Miguel Uribe porque estaba renunciando, también salió cuestionado otro de los sus 23 miembros. Se trata de Juan Gabriel Castaño, el ex gerente de la campaña al Congreso en Bogotá que ahora aspira a ser candidato al Concejo y que, como se ha denunciado dentro del partido, sería el candidato de Miguel Uribe Londoño.
En la reunión salió a flote que Castaño, que recibió en diciembre 1.398 millones de pesos por la reposición de votos de la campaña al congreso, no había entregado cuentas de esa plata. Algunos lo acusaron de comprar líderes para que sus fichas ganaran en las consultas en la localidad de Kennedy, algo que él niega.
Eso muestra que el problema del Centro Democrático no se agota con la renuncia de Uribe, que por ahora no ha sido aceptada. El ex presidente Álvaro Uribe dijo que tenía que reunirse con el presidente del partido, Óscar Iván Zuluaga, y el candidato a la alcaldía, Pacho Santos, para definir si dejan ir a Uribe o lo atornillan.
Mientras tanto la veedora del partido Zaida Barrero (quien estaba en el renglón 25 de la lista el Senado el año pasado y es esposa de Rodrigo Noguera Calderón, rector de la universidad Sergio Arboleda), recibió otras denuncias contra Uribe y contra Castaño, que ahora tendrá que tramitar por el Comité de Ética.
La rendición de cuentas del partido está agendada para esta semana, y en ella Castaño presentará el informe sobre la plata de la reposición.
Falta ver si la pelea pasa cuando se arme la lista al Concejo y se sepa quién quedó en un buen puesto y quién no, o si la fractura se profundiza.