Este Congreso que terminó su primer año de labores la semana pasada se creyó que sería el escenario en el que los ‘pluma blanca’ de los partidos tendrían un gran protagonismo. Sin embargo, el liderazgo tanto de Horacio Serpa, como Antonio Navarro, como Jorge Enrique Robledo e incluso José Obdulio Gaviria fue opacado por senadores más novatos. Así fue el relevo generacional que se vivió este año en el Capitolio.
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Claudia López desbancó a Antonio Navarro
La analista y ex columnista de La Silla Claudia López sorprendió en las elecciones legislativas al convertirse en la senadora más votada de su partido, aventajando a Antonio Navarro por más de 25 mil votos.
Este año, los verdes radicaron tres proyectos de ley en los que Navarro ha sido autor pero ninguno ha llegado siquiera a primer debate: la creación de regalías ambientales, la universalidad en el pago de primas para trabajadores y crear una inhabilidad de 8 años para magistrados de las Altas Cortes.
Las posturas del partido, sin embargo, sí han tenido eco en el Congreso y en el país gracias a la vocería que ha encabezado la senadora Claudia López.
López ha enfrentado directamente a pesos pesados de la política como al general de la Policía Rodolfo Palomino por las pistolas sig sauer; al Fiscal Eduardo Montealegre por, según ella, atemorizar al Congreso con posibles investigaciones; y al expresidente Uribe a quien llamó “parapolítico impune” que había huido del debate al paramilitarismo como “sanguijuela de alcantarilla”. Por este último después tuvo que pedir excusas. También lideró el debate de control político a las universidades de garaje, que luego la ministra Parody asumió como propio.
También ha denunciado a sus compañeros de las bancadas de la U y los conservadores por su ausentismo en el Congreso y a políticos guajiros por hacer parte, según ella, de la estructura criminal del ex gobernador “Kiko” Gómez y Marquitos Figueroa.
Sus polémicas frases han logrado relevancia en los medios de comunicación y sus iniciativas han tenido frutos como su defensa a favor de la eliminación de la reelección, las listas cremallera para que más mujeres entren en la política y la Comisión de Aforados. Aunque no logró todo lo que quería y muchas de sus propuestas fueron menguadas, estas tres peleas que se dio terminaron convirtiéndose en ley con la reforma al equilibrio de poderes.

Iván Cepeda se destaca sobre Jorge Enrique Robledo
La figura más relevante del Polo este año en el Congreso fue el nuevo senador Iván Cepeda, que el año pasado logró dar el brinco desde la Cámara con un poco más de 84 mil votos. El pasado 5 de agosto, casi recién estrenada la nueva legislatura, Cepeda logró su mayor triunfo cuando la comisión segunda del Senado, a la que pertenece, le aprobó mayoritariamente la posibilidad de hacer el debate de control político contra del ex presidente Álvaro Uribe, ahora Senador, por sus “potenciales vínculos” con el paramilitarismo.
Contra viento y marea, Cepeda sacó adelante el debate que no sólo recibió toda la atención de los medios sino de casi todos los senadores y figuras más relevantes del Congreso. Aunque el debate no reveló ninguna prueba reina que lograra cambiar la percepción de Uribe, sí logró armar la escandalosa foto completa del entorno mafioso que ha rodeado al ex presidente durante su carrera política.
Ese debate y su defensa del proceso de paz lo hicieron destacarse en el Congreso por encima incluso del veterano senador Jorge Enrique Robledo. Aunque Robledo fue una de las estrellas del Congreso pasado y el senador más votado del país en el 2014, en este primer año del Congreso se le ha visto dedicado mucho más a no perder la batalla por el control y el norte de su partido con Clara López, que a brillar por sus memorables debates de control político.

Jose Obdulio Gaviria sin protagonismo
Dos jóvenes senadores uribistas se han echado al lomo la defensa del ex presidente Uribe y de sus políticas y se han encargado de ejercer la oposición a este Gobierno desde la derecha en el Congreso.
Desde el ángulo político, Paloma Valencia se ha destacado no sólo por poner en la agenda del Congreso debates de control político importantes como el que organizó en la comisión primera del Senado por las irregularidades en la compra de 120 mil pistolas pistolas sig sauer de la Policía a una empresa de Felipe Jaramillo, amigo cercano de Santos. También el debate que organizó sobre los abusos de los recursos públicos de la campaña de Juan Manuel Santos y donde acusó al Presidente de haber ganado con proselitismo de las Farc.
Además se ha convertido en la primera escudera de Uribe como lo demostró en el debate del paramilitarismo que calificó de ilegal e injusto y donde reclamó que “los uribistas no somos criminales, sino gentes de bien” y hasta comparó al ex presidente con Antonio Nariño.
Mientras tanto, desde el ángulo económico, el primer alfil del uribismo en contra de las políticas de este Gobierno es el senador Iván Duque. Duque, que hasta antes de ser elegido fue jefe de la división cultural del Banco Interamericano de Desarrollo, BID, es un experto en temas económicos que no pierde oportunidad para criticar las políticas económicas de este gobierno.
Frases como que “el presupuesto es un monumento al derroche” , que en el Plan de Desarrollo no hay micos “sino orangutanes” como el artículo que buscaba las licencias exprés en el sector minero, o que al Gobierno le falta mucha creatividad para buscar recursos antes de vender Isagen, lo han vuelto una figura fundamental de la oposición uribista.
Así, han relegado a José Obdulio Gaviria, uribista 1A y ex director del Centro de Pensamiento Primero Colombia (que sentó las bases para que el uribismo tuviera su propio partido político) de quien se esperaba que cumpliera ese rol. Desde que arrancó este nuevo Congreso, José Obdulio ha perdido el talante confrontacional que lo caracterizó durante el gobierno de Uribe.

Horacio Serpa no lideró a los rojos
Los resultados del primer año demuestran que el sueño del partido Liberal de convertirse en el “papá” de la Unidad Nacional en este nueva legislatura y que puso todas sus velas en el ex senador, ex candidato presidencial, ex gobernador de Santander y cacique liberal, Horacio Serpa que encabezó la lista al senado, no se logró.
Aunque Serpa ha intervenido en debates de control político importantes en este nuevo Congreso, sus posturas han sido más bien tibias y diplomáticas y no ha tenido el liderazgo que se esperaba de él en el Congreso.
Por ejemplo, en el debate al paramilitarismo reconoció su aprecio a Uribe y que en ese partido hay gente decente, aunque defendió férreamente a Santos en las acusaciones que hicieron los uribistas del apoyo que el presidente había supuestamente recibido por parte de las Farc. Lo mismo hizo con el debate que pretendía frenar la venta de Isagen. Entonces, Serpa dijo que era amigo de este gobierno pero que vender una de las empresas más rentables del país no era buena idea.
En todo caso tampoco se ha dado entre los rojos un verdadero relevo generacional ya que Juan Manuel Galán, que estaba llamado a ocupar ese lugar después de su pelea por encabezar la lista del partido, no se destacó por nada en particular este año.
Las senadoras Sofía Gaviria y la ex fiscal, Viviane Morales abanderaron desde ese partido el debate contra la venta de Isagen y propusieron alternativas para que el gobierno no dependiera de su venta para conseguir los recursos que buscaba para las autopistas 4G.
Mientras tanto, en la Cámara, el representante liberal por Bogotá, Juan Carlos Losada se ha destacado como un líder de los nuevos representantes, sobre todo los jóvenes y un abanderado de la lucha de la causa animalista, que sabe argumentar posiciones y encarar, cuando lo considera necesario, al Gobierno. Pero desde la Cámara es difícil convertirse en un verdadero líder del partido.

El partido Conservador se renueva con David Barguil
Aunque el representante a la Cámara del partido Conservador, David Barguil no ha brillado en este nuevo Congreso como sí lo hizo en el pasado cuando se convirtió en estrella por los debates de control político que lideró en contra de los abusos del sector financiero, a sus 33 años fue elegido para reemplazar al cacique caldense Omar Yepes en la dirección azul luego de que éste presentara su renuncia. Y desde allí, Barguil sí ha encabezado un cambio generacional en el partido.
La figura del joven representante David Barguil como presidente de los azules, le ha inyectado un halo de renovación política a uno de los partidos más tradicionales del país. Además, le da representación al sector azul que no votó con la reelección de Santos y que tiene posiciones críticas contra el proceso de paz y que Barguil comparte con la ex candidata presidencial, Marta Lucía Ramírez. Ella fue una de las que lo apoyó para lograr la presidencia del partido y que, con ella, quiere que los azules recuperen “la vocación de poder”.