La familia de Angelino Garzón se metió de lleno en la campaña política. Lo curioso es que están en orillas opuestas: el ex vicepresidente tiene el aval de La U y el apoyo del santismo en la carrera por la Alcaldía de Cali, y ahora su hija Ángela está en un muy buen puesto en la lista uribista al Concejo de Bogotá.
Ayer se disiparon los rumores sobre el futuro político de Ángela, quien desde hace unos meses sonaba como nuevo fichaje del Centro Democrático a pesar de haber tenido varios cargos directivos en la campaña de la reelección. Fue secretaria de participación social del Partido Liberal, gerente nacional del Comité Social de la reelección, directora de los programas de equidad de género de los tres partidos de la Unidad Nacional e incluso sonó como candidata roja a la Cámara.
Hoy se supo que será el segundo renglón de la lista cerrada del Centro Democrático al Concejo bogotano, lo que prácticamente le garantiza una curul (dado que el uribismo sacó 318 mil votos -y el primer lugar- a la Cámara hace un año en la capital) y la importancia que le da la campaña a su figura el partido más crítico con el proceso de paz en La Habana. Lo único que se le podría atravesar es una posible inhabilidad por doble militancia, dado su reciente cargo directivo en el liberalismo.
Mientras tanto, su padre Angelino será el candidato de La U en Cali, después de un largo melodrama que terminó con un acuerdo liderado por el senador Roy Barreras y el compromiso explícito -como contó La Silla- de que el ex vicepresidente le dará “un respaldo pleno al proceso de paz y a Santos”.
Como quien dice, lo que la familia une, la política lo separa.