Hoy las Farc anunciaron que a partir del 20 de julio decretarán un cese unilateral de fuego con lo cual el proceso de paz gana oxígeno para poder entrar a discutir los temas que siguen atrancando toda la negociación. Estos son los más espinosos:
Farc | El destrabe | Gobierno |
La narrativa del conflicto | ||
La guerrilla cree que ellos son el Ejército del Pueblo, que se rebeló para defender a “las pobrerías” de la opresión de un régimen injusto y criminal. En esa medida, no está dispuestas a pasar a la historia como la única, y ni siquiera la más, responsable de la violencia del país. Después del genocidio de la UP, creen que no han existido garantías reales para hacer política sin armas y creen que las reclamaciones sociales que desde su punto de vista han justificado su lucha deben ser reflejadas en el Acuerdo Final. Como la agenda de la negociación es limitada, de ahí su insistencia en una Asamblea Constituyente. | Este es uno de los puntos más intangibles de la negociación, pero la atraviesa toda y está en la raíz de la trabazón. Para destrabarla, las partes han comenzado a desmontar la idea que tienen de sí mismos. Con la Comisión Histórica de Esclarecimiento del Conflicto quedaron los insumos para que el Establecimiento entienda y acepte que la violencia no comenzó ni se agota con las Farc, que era un punto clave para la guerrilla. Con la aceptación de la Comisión de la Verdad y el Acuerdo de principios sobre las Víctimas, las Farc reconocieron que también han sido victimarios. La diferencia entre narrativas es uno de los grandes obstáculos para encontrarle solución al tema de la justicia. Por eso el acuerdo que resulte en este punto no puede partir de la humillación de las Farc pero tampoco de la de sus víctimas. | En la narrativa del Establecimiento, después de la Constitución del 91 la lucha armada no se justifica y un ejemplo de eso sería la llegada de ex guerrilleros como Antonio Navarro y Gustavo Petro a puestos de poder. Creen que en Colombia hay una democracia, que la guerrilla sí es la mayor responsible de la violencia, que el mundo ha evolucionado y que cualquier solución negociada tiene que adaptarse a los estándares internacionales. |
Cese bilateral | ||
Las Farc anunciaron que decretarán a partir del 20 de julio un cese unilateral de fuego para “generar condiciones favorables para avanzar con la contraparte en la concreción del cese al fuego bilateral y definitivo”. Para las Farc un cese bilateral no debería implicar concentrarse en lugares específicos. Tampoco es claro que contemplen suspender las hostilidades de sus milicianos frente a la población civil porque a ellos no los consideran oficialmente parte de sus fuerza, ni si suspenderán su creciente participación en la movilización social y en la conformación de organizaciones civiles en sus áreas de influencia. Lo otro es que las Farc quieren que el cese bilateral no esté condicionado a que ellos acepten responsabilidad penal. | La discusión del cese bilateral es complicada y se puede chupar toda la negociación. Por eso el gobierno inicialmente la había dejado para el final, cuando todos los temas sustanciales ya estuvieran resueltos. Para lograr el destrabe en este punto, la Comisión para el Cese Bilateral está trabajando de manera permanente con miembros de ambos lados y seguramente se llegue a una fórmula de concentración pero en muchos lugares y que –como lo propuso Álvaro Uribe- sirva para descontar el tiempo de la pena. Pero antes tendría que haberse resuelto el tema de justicia. | Según dijo Humberto de La Calle, el gobierno no está de acuerdo con un cese bilateral estilo “estatua” en el que el Ejército y las Farc se quedan quietos en sus lugares. Lo ve imposible porque las Farc no son el único grupo ilegal en el territorio (están el Eln y las bandas criminales) y por eso los militares tienen que seguir operando. Por eso para el gobierno es imprescindible que la guerrilla se concentre y que haya verificación internacional. Además, exige que suspenda todas las hostilidades incluyendo la extorsión y el narcotráfico. Por último, el gobierno ha dicho que solo aceptará el cese bilateral cuando la guerrilla haya aceptado asumir responsabilidad penal por sus crímenes. |
La estrategia en la mesa | ||
La guerrilla cree que la presión mediante hechos de fuerza le da réditos en la mesa. | La declaración de un nuevo cese unilateral por parte de la guerrilla era fundamental para crear las condiciones para que pueda haber negociación pero como es por un mes y está condicionado a que se avance en el cese bilateral, la amenaza de que vuelva a actuar seguirá latente. La otra estrategia de las Farc es avivar la movilización social en sus zonas de influencia. No es casualidad que en la cumbre cocalera realizada este fin de semana, como contó La Silla, se haya discutido la posibilidad de una gran movilización de los cocaleros en agosto. Para el Gobierno esta estrategia plantea serios retos políticos, sobre todo en vísperas de elecciones, porque la mayoría de las organizaciones que marchan tienen legítimas reivindicaciones y son legales. | El gobierno cree que en la medida en que la guerrilla haga terrorismo o intensifique las acciones militares le cierra el margen político para negociar en la mesa. |
La naturaleza de la negociación | ||
Las Farc esta negociación como simétrica, entre partes iguales que no fueron capaces de derrotarse en el terreno militar. Esto tiene varias consecuencias prácticas en la mesa: sienten que tienen derecho a participar en las soluciones del país y por eso, entre otras cosas, aspiran a la Constituyente donde la agenda no está acotada como en la mesa de La Habana. Dicen que no están dispuestas a aceptar una fórmula de justicia transicional que no se aplique igual a los “máximos responsables” del Establecimiento. No están dispuestos a someterse a la institucionalidad ni a las leyes del Estado por lo cual, entre otras cosas, rechazan el Marco para la Paz. | Después de lo que sucedió con la ruptura del cese unilateral, las partes volvieron a medir su correlación de fuerzas y a juzgar por las recientes decisiones parece claro para ambas que, más allá de si la guerrilla estratégicamente no tiene futuro de tomarse el poder por las armas, el Estado tampoco tiene forma de prevenir ataques terroristas que dejen sin agua y sin luz a partes de la población. | El Gobierno considera, como lo dijo De la Calle, que el Estado ganó la guerra estratégica y que “lo que queda es una resaca táctica que puede durar mucho tiempo y ser muy dolorosa”. Dada esa percepción de la correlación de fuerzas, considera que es una negociación entre partes que llegan a acuerdos por consenso y no por imposición, pero que no tienen la misma legitimidad. De ahí su insistencia en una agenda acotada, en la validez del Marco para la Paz y en que las Farc tienen que dejar las armas como parte del acuerdo final. |
La justicia | ||
En la lógica de las Farc, ellos nacieron porque ejercen el derecho a la rebelión y cualquier violación al derecho internacional humanitario debería ser tratado como un delito conexo al delito político de rebelión, y por lo tanto amnistiado. Rechazan ser juzgados por la ley del Estado que combatieron y que consideran corrupto y proponen que de la mesa de negociación en La Habana salga “un nuevo derecho” que, atendiendo a las especificidades del conflicto colombiano, encuentre “nuevos equilibrios entre paz, justicia y reparación, anteponiendo las necesarias garantías para una paz estable, duradera y con justicia social y la no repetición y fin de la impunidad a cualquier otra consideración.” Proponen elevar la paz a la categoría de “derecho síntesis”. | Aunque el Gobierno inicialmente había hablado de la necesidad de que los máximos responables pagaran con privación de la libertad, la tesis del Fiscal Eduardo Montealegre, que detalló en el reciente debate Sí o No, el poder de los argumentos, realizado entre la Universidad Javeriana y La Silla, ha ido ganando espacio. Así demostró la entrevista de De La Calle cuando dijo que si bien habrá una investigación y una condena para los máximos responsables, la pena “podría reducirse a una pena alternativa que se pague en condiciones de dignidad, sin rejas ni piyamas rayadas.” Con lo anterior se eludiría la resistencia a firmar e irse a la cárcel. Pero se mantendría la idea de la condena, a lo que las Farc –por su narrativa y por la idea de la simetría- se oponen. Sin embargo, los asesores de la mesa de lado y lado están buscando fórmulas como que en la mesa de negociación se cree un tribunal especial de justicia transicional que podría tener algunos miembros internacionales, para que así sea una institución acordada entre ellos la que juzgue a los máximos responsables. La selección de los máximos responsables de los paramilitares que fueron juzgados por Justicia y Paz fue hecha por el Gobierno con criterios políticos. Esto mismo se podría aplicar a las Farc y que ellos tengan una voz en esa decisión. Algunos han propuesto, incluso, que la condena sea presentada y asumida como “un acto revolucionario” para resarcir a sus víctimas mas que como un sometimiento penal al Estado. | Para el gobierno, los máximos responsables de los crímenes atroces deben ser investigados y condenados para que el Acuerdo Final con las Farc sea sostenible en el tiempo. De lo contrario, creen los negociadores, el proceso carecerá de todo blindaje político y jurídico porque cualquier juez local, regional o internacional podrá en el futuro capturarlos y echar por la borda los acuerdos logrados. Para el gobierno, cumplir con los estándares internacionales del Tratado de Roma es esencial. |
Las armas | ||
Las Farc aceptaron que la negociación debe conducir al fin del conflicto armado y a la dejación de las armas. Pero vendrá una discusión fuerte sobre el momento y la manera de hacerlo. La apuesta de las Farc es que las armas se volverán innecesarias en la medida en que se implementen los acuerdos o ellos las irán dejando paralelamente a su implementación. Entregarlas al Estado como en procesos anteriores no es una opción. | A pesar de que una regla de la negociación ha sido que nada está acordado hasta que todo esté acordado, ya iniciaron un piloto de desminado conjunto. El fin de semana las Farc propusieron comenzar a implementar los acuerdos sobre cultivos ilícitos. De aceptarse esta posibilidad y como, según el dirigente de la Cumbre Agraria Cesar Jerez, Santos se comprometió con los cocaleros a hacerlo, la implementación de los acuerdos podría arrancar antes de que dejen las armas mientras estén concentrados en un cese bilateral verificado. Asi se lograria que tengan confianza en que se van a cumplir y dejen las armas antes de la firma final. | Para el Gobierno, no hay firma del Acuerdo Final sin la dejación previa de las armas. |