La ex senadora Adriana Gutiérrez, candidata uribista a la alcaldía de Manizales y una de las cartas más fuertes del Centro Democrático en octubre, construyó su capital político como opositora durante más de dos décadas a la coalición de caciques liberales y conservadores que tenía monopolizada la política caldense. Hoy, sin embargo, está haciendo campaña con quien hasta hace poco era uno de sus archirrivales: el ex senador azul Ómar Yepes.
Esta alianza, que ya era un hecho desde que Yepes apoya la aspiración de Gutiérrez, se terminó de consolidar el viernes pasado. Ese día, el Centro Democrático decidió apoyar a la Gobernación al ex representante conservador Carlos Uriel Naranjo, en vez de su candidata propia -Diana Lorena Gómez Zuluaga- que no tenía fuerza.
La llave que resultó de ese acuerdo es inédita en Caldas, porque junta a dos grupos que siempre hicieron política en orillas opuestas.
Yepes, que impulsó la candidatura de Naranjo después de que se cayó la de su hermano Jorge Hernán, es uno de los tres caciques -junto con Víctor Renán Barco y Luis Guillermo Giraldo- que fundaron el yepobarquismo. Y Gutiérrez viene del grupo político de Óscar Iván Zuluaga y Luis Alfonso Hoyos, que era uno de los puntales de la 'coalición B' rival, junto con el sector conservador del senador Luis Emilio Sierra.
Pero, tras el nacimiento del Centro Democrático, el sector de Gutiérrez se alejó de sus aliados tradicionales. Y éstos, el sierrismo y los grupos de Hernán Penagos y Mauricio Lizcano en La U, se juntaron para poner una llave de la Unidad Nacional que pueda frenar al uribismo en Caldas, con Guido Echeverri en la gobernación y Luis Roberto Rivas en Manizales.