Hasta a los mejores panaderos se les quema el pan, dice el dicho. Y en el caso de tres de los más exitosos congresistas del país, habría que decir que también se les quema… el concejal.
Eso fue lo que les pasó en las regionales del pasado domingo a los senadores Bernardo ‘el Ñoño’ Elías y Eduardo Pulgar, de La U, y Laureano Acuña, conservador. Pese a que cada uno cuenta con poderosas y aceitadas maquinarias, a los tres se les quemaron sus principales cartas a Concejo. O al menos, las más queridas, pues en los tres casos se trata de hermanos de los legisladores.
En el caso del Ñoño, no pudo llegar a ocupar una curul en el Concejo de Sahagún (su pueblo natal) su hermana Nydia Carmiña Elías Vidal. Aunque el Senador, que sacó más de 140 mil votos en todo el país el año pasado, la acompañó en algunos eventos y le dio su apoyo, la llamada ‘Ñoñita’ fue la quinta candidata en votación en la lista de La U y sus 1.254 apoyos no le alcanzaron para obtener una credencial.
Igual le pasó al atlanticense Eduardo Pulgar. Pese a ser uno de los más votados de La U en las legislativas pasadas y coronarse como un cacique emergente, el congresista tuvo un revés en estas regionales porque no ganó la curul de su hermana María Luisa Pulgar en el Concejo de Barranquilla. La candidata, incluida en la lista del Partido Liberal, quedó de séptima entre los aspirantes rojos con 5.613 respaldos. El Senador tampoco logró coronar con su hermano Yesid a la Asamblea.
Por último, aunque durante su meteórica carrera política ha demostrado que multiplica votos, Laureano ‘el Gato volador’ Acuña no pudo llevar a su hermano Edgardo al Concejo de Barranquilla. Éste apenas sacó 6.938 votos que lo ubicaron séptimo en votación en la lista de Cambio Radical.