La transición de poder en Bucaramanga pinta polémica y el primer round entre el Alcalde electo, Rodolfo Hernández, y el Alcalde actual, ‘Lucho’ Bohórquez, lo ganó el primero. Ayer en la noche, Bohórquez anunció que dejaría en manos de su sucesor la puesta en marcha de una Central de Inteligencia de Tráfico para Bucaramanga; un proyecto que incluía la instalación y ejecución de las denominadas fotomultas y contra el cual Hernández se había ido lanza en ristre.
Este es el comunicado del Alcalde Bohórquez desistiendo de materializar lo de la Central, la cual había defendido apenas horas antes ante Vanguardia Liberal, como también lo había hecho su director de tránsito, Rafael Horacio Núñez.
El Alcalde electo, Hernández, había criticado el proyecto durante los últimos días y -según le confirmó él mismo a La Silla- le comunicó directamente al Bohórquez su posición. Bohórquez había dejado inicialmente el tema en manos de Núñez, el jefe de Tránsito, y esté no le pasó al teléfono al mandatario entrante.
De hecho, por escrito, en una carta a Bohórquez, publicada el sábado, el nuevo alcalde pedía que se mantuvieran suspendidos indefinidamente los trámites que estuviera adelantando la administración para asociar la dirección de tránsito con un privado para imponer las fotomultas.
En la misiva, Hernández criticaba la estructuración del proyecto y anunciaba que le pediría al Fiscal General y al Procurador que investigara a los concejales -en su mayoría aliados de Bohórquez- por aprobar la iniciativa sin contar con los estudios requeridos.
Por esto, la decisión de dejar la iniciativa, su ‘firma’, modificación o descarte, para el nuevo gobierno, es un triunfo temprano del mandatario entrante.
Esto detiene un paro de taxistas que se había anunciado por la iniciativa y una carta que, según conoció La Silla, le enviarían sectores de los gremios locales al Procurador General, Alejandro Ordóñez, para que actuara contra el proyecto por las presuntas irregularidades que lo rodean.
La propuesta de implementar fotomultas en la ciudad ha sido un tema muy debatido y sobre todo impopular en Bucaramanga, tanto así que se convirtió en slogan de muchos candidatos (no de Hernández, valga aclarar) rechazar las mismas. No sólo por la polémica que de por si suscita sancionar a infractores con un sistema electrónico, sino por el esquema de asociación (para montarlas) con un privado en una empresa de economía mixta, conformada mayoritariamente por el particular. Además, según sus críticos, por la carencia de estudios serios que lo sustentaran.
En junio, antes de la campaña, el Alcalde ‘Lucho’ Bohórquez había ordenado la suspensión del proceso alegando que se convertiría en un caballito de batalla para los politiqueros y que, además, faltaba socializarlo. El propósito era concretarlo antes de que se acabara el año pero la cosa se cayó.
Quedará en manos de Hernández ejecutar o no la Central de Inteligencia de Tráfico y con esta las fotomultas. Inicialmente, el Alcalde electo no estaría en desacuerdo con el sistema de por sí. En el Tan Lejos, Tan Cerca de La Silla Santandereana, que respondió durante la campaña, aseguró que estaría totalmente de acuerdo con la implementación de las fotomultas si los recursos recaudados fueran al erario.
En su alcaldía sabremos.