La Corte Suprema se desatrancó el jueves, al superar meses de bloqueo para llenar las siete vacantes que tenía. Al hacerlo también envió una señal de independencia: designó una presidente que no es cercana al Gobierno sin que sea crítica frontal del proceso de La Habana, y metió tres académicos que no tienen compromisos políticos. Pero sigue siendo una corte de jueces de carrera, con pocos litigantes, pocos académicos y muy pocas mujeres.
El bloqueo se superó porque el ex presidente Leonidas Bustos, muy cercano al fiscal Eduardo Montealegre y que por lo tanto era visto dentro de la Corte como cercano al Gobierno, terminó su periodo; y el ex vicepresidente Fernando Giraldo, quien ha sido públicamente crítico de La Habana y de Bustos, renunció a su aspiración a ser presidente.
El acuerdo de elección incluyó seleccionar como presidente a Margarita Cabello Blanco, aliada de Giraldo, cercana al procurador Alejandro Ordóñez y quien fue ternada por Álvaro Uribe a la Fiscalía. Aunque eso muestra su distancia frente al Gobierno, tres fuentes conocedoras de la movida de la Corte le dijeron a La Silla que no ven a Cabello como antisantista.
Cabello será la encargada, junto con los presidentes de la Constitucional (María Victoria Calle) y el Consejo de Estado (Danilo Rojas) de armar el nuevo Consejo de Gobierno Judicial, la junta directiva de la rama que no pudo ser creada el año pasado por el desorden con que los presidentes anteriores manejaron su conformación.
Cabello también será la vocera de la Suprema, que por primera vez en su historia eligió a dos magistrados con doctorado, además de otros dos magistrados que no vienen de la Rama, lo que ayuda a que sea más independiente.
Y esta será la Corte que debe elegir un Fiscal General para reemplazar a Montealegre tan pronto el presidente Juan Manuel Santos les envíe la terna.
La mayoría de los siete nuevos magistrados tiene una formación jurídica progresista, lo que puede ayudar a candidatos de corte liberal, como los que ya están en el sonajero (el ministro de Justicia Yesid Reyes, el vicefiscal Jorge Fernando Perdomo y Mónica Cifuentes, la ex fiscal, asesora de Sergio Jaramillo en los temas jurídicos.
Pero la mayoría de la Corte sigue siendo de abogados con trayectoria judicial, por lo que las lógicas corporativistas siguen estando presentes y podría tener juego alguien que haya pasado por la Fiscalía o por la Rama.
Estos son los magistrados que elegirán al reemplazo de Montealegre:
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