La tensión en la principal petrolera privada de Colombia, que sigue siendo fundamental porque participa de la producción de un tercio de los barriles que produce Ecopetrol, nada que cesa: la decisión sobre el plan para salvar a la empresa finalmente no se tomó el domingo y los abogados ya empezaron a buscar que el Gobierno interceda. Pero, por ahora, parece que no se va a meter.
Como contó la Silla el jueves empezó a circular con fuerza el rumor de que estaba a punto de ser elegido un plan que implicaría que los accionistas actuales terminen con un porcentaje muchísimo menor de la compañía, con la excepción de sus administradores y accionistas, los venezolanos Serafino Iacono, Ronald Pantin y Miguel de La Campa.
Eso llevó a que un grupo grande de accionistas se empezara a movilizar para evitar esa decisión, encabezados por los “bolichicos” venezolanos de O’Hara Administration, que tienen el 19 por ciento de las acciones y dos puestos en esa junta directiva.
Contrataron al penalista Jaime Granados y éste denunció a los administradores ante las superintendencias Financiera y de Sociedades, e incluso pidió que los quitaran del cargo mientras se resuelve qué va a pasar con la petrolera.
La Superintendencia de Sociedades no ha respondido hasta el momento, pero la Superfinanciera sí. Y esencialmente dijo que no se va a meter en Pacific.
La Superfinanciera se hace a un lado
La respuesta de la Superfinanciera fue llamativa porque sacó un comunicado de prensa el sábado, un día inusual para sacarlo pues el sector financiero trabaja de lunes a viernes.
Además, justo ese día se reunió un comité independiente de la junta, que está encargado de revisar las alternativas que tiene la empresa para su reestructuración, y al día siguiente la junta en pleno se iba a reunir para tomar la decisión final, según la denuncia de Granados.
La Superfinanciera dijo que como Pacific es una empresa canadiense y son acciones emitidas en Canadá, en Colombia solo se negocian de forma secundaria. Y por eso su capacidad de supervisión es limitada. Dijo que solo se asegura que “el mercado local tenga una adecuada revelación de información a los inversionistas teniendo como referente el comportamiento del mercado de origen” y que quien vigila lo demás es la Comisión de Valores de Ontario.
En conclusión, explicó que no puede cambiar o sancionar a los administradores, como había pedido Granados. Por eso, dejo todo quieto y los accionistas quedaron a la espera de qué diga la Supersociedades.
Lo que acepta Pacific
A pesar de que la decisión de la Superfinanciera le bajaba la presión a Pacific, el ruido era tan grande que ésta decidió responder antier, a través de dos comunicados.
En el primero, publicado como reacción a una nota del protal económico Primera Página, simplemente dijo que no había prevista una reunión de la junta el domingo.
El segundo es más extenso y ha dado más de qué hablar, porque en él acepta varios de los hechos que originaron toda la pelea.
Tras decir que sí hay varias propuestas confidenciales para reestructurarla, reconoció que los acreedores van a asumir pérdidas muy grandes y que “la participación accionaria de los actuales accionistas puede ser cancelada o de alguna otra manera extinguida”. Es decir, que en la reestructuración van a salir perdiendo los accionistas, lo que suele pasar cuando una empresa llega casi a la quiebra.
la participación accionaria de los actuales accionistas puede ser cancelada o de alguna otra manera extinguida
La pelea está en otro punto que Pacific también aceptó: tras reestructurar la empresa, “la gerencia y los empleados clave podrán adquirir un pequeño porcentaje de participación en el capital”. Eso quiere decir que Iacono, De la Campa y Pantin podrían terminar con un porcentaje sustancial de la compañía, mientras los otros accionistas se pueden quedar sin nada.
El comunicado explica que eso solo ocurriría después de la reestructuración y siempre y cuando ellos sigan manejando la compañía y logren ciertas metas. Y lo defiende diciendo que como ellos son fundamentales para que la nueva Pacific siga funcionando, se suele hacer ese tipo de paquetes de incentivos.
Por último, la compañía recordó que la decisión sobre la reestructuración que tomará la junta debe pasar antes por un comité independiente de miembros de éste, en la que no están los administradores.
Pero muchos accionistas no aceptan esos argumentos. Dicen que en el comité independiente hay personas muy cercanas a Iacono, Pantin y De la Campa, como el ex ministro Hernán Martínez, que es presidente de otra compañía del grupo; que no solo ellos fueron fundamentales en el crecimiento de la petrolera, sino que también la llevaron a la crisis actual; y que por eso no es justo que los accionistas minoritarios se queden sin nada mientras los administradores van a terminar con los mismos trabajo muy bien pagos y con un porcentaje de la petrolera recargada.
Por eso, todo indica que la pelea no solo va a seguir sino que probablemente se calentará cada vez más, y con la visita de Iacono a Palacio que contó PrimeraPágina, seguramente eso seguirá. Tanto que los medios que antes recibieron mucha plata de Pacific y solo presentaban noticias positivas de la petrolera, ya están empezando a narrar esta pelea.
