Después de la patraseada de la Anla frente a la exploración petrolera en la Macarena, el fantasma del apagón y la sequía, el debate sobre el futuro del medio ambiente se ha tomado la agenda de la opinión pública. Por eso, La Silla Vacía sigue armando su rompecabezas del poder en Colombia, esta vez, con los súper poderosos del medio ambiente.
El poder de los 10 personajes de nuestro ranking radica en su capacidad de incidir en las políticas públicas, ya sea de forma positiva o negativa, y de mover los hilos de poder para que pasen o no cosas en el mundo ambiental.
La Silla habló con quince personas: cuatro expertos ambientales, seis funcionarios públicos, dos periodistas, dos miembros de ONGs ambientales y un alto ejecutivo del sector minero. Todos nos dieron su ranking y nosotros, con esa información, armamos el nuestro.
Este es nuestro ranking
Germán Vargas Lleras

Casi todas nuestras fuentes coinciden en que el vicepresidente y dueño de la locomotora de la infraestructura en el gobierno de Juan Manuel Santos es la última palabra para orientar la política ambiental en el país cuando toca temas bajo su cargo.
“Su poder radica en la indiferencia: él ignora el tema ambiental, nos deja de lado y no nos tiene en cuenta para tomar decisiones que afectan el medio ambiente”, nos dijo una experta ambiental.
Otra fuente nos contó que él mueve proyectos en la Anla, pues el hasta hoy director Fernando Iregui era su ficha, y que por ejemplo en la carretera de la Prosperidad, que es la que afecta la Ciénaga Grande en Santa Marta, fue capaz de alinear a la gente de esa entidad para que expidieran las licencias.
Y con Vargas está Sandra Bessudo, que es la encargada de todos los asuntos ambientales en Vicepresidencia. “Ella es la dueña del mar en colombia y todas las decisiones que toquen al mar pasan por ella. Ese es un poder inmenso”, nos dijo otra fuente.
ANLA

La Agencia Nacional de Licencias Ambientales es la entidad más poderosa en el medio ambiente porque es la que da o quita las licencias, que son los permisos para que una empresa haga algo que afecta al medio ambiente. Aunque antes la Agencia estaba a cargo del ministerio de Ambiente, ahora es una entidad independiente que solo le responde a Presidencia y eso le da un poder enorme. Hasta hoy su director era Fernando Iregui, que era de Vargas, porque nombraron a Rodrigo Suárez y una fuente nos confirmó que este último no es cercano al vicepresidente, con lo que pierde poder.
Ramón Leal

Las Corporaciones Autónomas Regionales manejan un presupuesto de 1.3 billones de pesos. Éstas entidades territoriales se encargan de administrar el medio ambiente y los recursos naturales renovables dentro del área que manejan.
Cada una de las 33 Cars que existen tienen un poder regional importante, pero su poder nacional se da cuando se unen. Un ejemplo claro fue cuando en 2003 la Contraloría comenzó a investigarlas a fondo por la cantidad de recursos que manejan y la poca inversión en proyectos ambientales. En ese entones el propio presidente Álvaro Uribe quería acabarlas y desde la Asociación de Corporaciones Autónomas Regionales (Asocars) con Ramón Leal como su director, lograron impedirlo.
Ese poder de seguir vigentes y evitar que las desaparezcan, además de la plata que manejan y las decisiones que toman, que, como hemos contado, van desde cuánta agua concesionar hasta si un proyecto ambiental es viable o no, hace que estén en ésta lista.
Brigitte Baptiste

La directora del Instituto Von Humboldt es un peso pesado en el sector ambiental. Es una de las mayores expertas en temas ambientales y biodiversidad en Colombia y una de las voces más consultadas en el país.
Con las investigaciones del Humboldt, se deciden cosas tan trascendentales como dónde empiezan y dónde terminan los páramos en el país; sus conceptos son, según díez de nuestras fuentes, palabra sagrada para tomar decisiones sobre el medio ambiente. Además, le reconocen que dado su carácter conciliador y que oye a todos los sectores, por alejados que sean a sus posturas, tiene gran credibilidad con todos. La fuente de su poder, en conclusión, son sus aportes técnicos para pensar la política ambiental.
La bancada verde de la Corte Constitucional

María Victoria Calle, Gloria Stella Ortíz, Jorge Iván Palacio, Luis Ernesto Vargas y Alberto Rojas son, según dos fuentes, los magistrados que han logrado que la Corte Constitucional se haya convertido en el último recurso de varios ambientalistas y movimientos sociales para corregir lo que a su juicio son abusos del gobierno.
Eso pasó, por ejemplo, en febrero de este año cuando la Corte sacó un fallo en el que prohibió la minería en los 36 páramos del país y se le adelantó, como contó La Silla, al entonces ministro de Ambiente, Gabriel Vallejo, en la protección de esos ecosistemas.
Y aunque la Agencia Nacional de Minería presentó una solicitud de aclaración en la que pedían que se considerara esa decisión, la Corte la ratificó, aunque hay denuncias de que la minería continúa en páramos como Pisba.
También tumbó la reserva de información de las áreas estratégicas mineras, que es un estudio del Servicio Geológico Colombiano sobre las regiones del país con potencial para la minería y que ahora pueden consultar diferentes grupos sociales, cuando antes era solo para consulta del Estado.
Manuel Rodríguez

Además de ser el primer ministro de ambiente del país, Rodríguez es una de las voces más respetadas de ese sector. Todas nuestras fuentes lo ubican entre los más poderosos porque a pesar de ser de la vieja guardia ambientalista, en la que también están personajes como Julio Carrizosa, Alegría Fonseca y Margarita Merino, es el que ha logrado mantenerse más vigente.
Al momento de escribir esta historia, ya iba para 26 mil seguidores en Twitter. Desde sus trinos en redes y sus columnas en El Tiempo prende y apaga debates. Como nos dijo una fuente: “Rodríguez encarna el poder entre lo moral y lo técnico. Es muy bueno en cambiar los ritmos de las decisiones o en parar procesos que hubieran seguido si él no pone la alerta”
Eso pasó cuando salió a atacar el gobierno y a la ANLA por haberle dado la licencia ambiental a Hupecol para explotar en la Macarena o cuando criticó y se enfrentó a Peñalosa por querer urbanizar la reserva forestal Van der Hammen.
Además, lo consultan desde periodistas, congresistas y ministros hasta gente de ONGs ambientales, expertos internacionales y movimientos sociales en los territorios.
Pablo Vieira

El viceministro de Ambiente, con 2 años y medio en el cargo, fue el cerebro detrás del papel de Colombia durante la Cumbre de Cambio Climático LA COP21 de París, en la que el país fijó su postura ambiental, se comprometió a reducir en un 20 por ciento las emisiones de gases efecto invernadero y consolidó su poder en el ámbito internacional, como uno de los territorios más biodiversos y con más necesidad de cooperación.
“Viera es el que se consigue la plata de afuera. Es el que hace que las cosas en el ministerio anden así cambien y cambien ministros”, nos dijo un experto ambiental.
Cesar Rodríguez

César Rodríguez, el director de DeJusticia, fue nombrado por más de la mitad de nuestras fuentes como un abanderado del medio ambiente y contacto directo con las comunidades que ayuda a proteger y que se ven afectadas por decisiones que tocan sus ecosistemas. Desde sus columnas, se ha convertido en un líder de opinión para asuntos ambientales.
Y desde DeJusticia, el think tank sobre temas socio jurídicos que dirige, ha liderado muchos debates de largo aliento sobre el tema ambiental como el de la consulta antiminera en Ibagué y ayudó, junto con la senadora Claudia López a que la aprobaran en el concejo.
Además, en DeJusticia han ayudado a que los movimientos sociales fijen mejores reglas de juego para las consultas ciudadanas.
Carlos Herrera

Herrera es el vicepresidente de desarrollo sostenible de la ANDI, que es la asociación que agrupa a empresarios de diferentes sectores y es el gremio más poderoso del país. Eso le da un poder inmenso porque está en casi todas las discusiones sobre política ambiental y representa la voz de los empresarios en ese pulso.
Como nos lo describió una fuente: “Herrera es el puente entre el sector privado con la ANLA y el ministerio”. Su papel fue clave, por ejemplo, cuando se definieron las tasas de vertimiento, que es el valor que pagan las empresas para compensar lo que contaminan en los ríos. Herrera representó en ese pulso a los industriales y logró negociar una tasa que fuera conveniente tanto para ellos como para el ministerio.
Y también, cuando estaban tratando de cambiar el esquema de licencias ambientales, fue uno de los que hizo contrapeso para que no lo hicieran.
Adriana Soto

La directora regional de The Nature Conservancy, una ONG clave en el mundo, y exviceministra de ambiente, es vista por casi todos las fuentes como una de las nuevas voceras del ambientalismo en Colombia.
Además, TNC es que el que hace el manual de compensaciones que orienta las inversiones privadas derivadas de impactos a la biodiversidad, para agua dulce y zonas costeras. El ministerio le dio ese poder a TNC y no al Von Humboldt, que es el que normalmente hace esos estudios.
Otra fuente también nos dijo que las posiciones progresivas en los temas de cambio climático se deben a ella y que todo el apoyo de Noruega, Canadá y España contra la deforestación en el Amazonas, fue gracias a su trabajo.
Fue consultora en gestión ambiental para el Banco Mundial y las personas con las que hablamos le reconocen que tiene el poder para agilizar inversiones internacionales para temas ambientales en el país.
Fuera de este ranking, nos dimos cuenta de varias cosas. Aunque hay congresistas que promueven debates ambientales como Jorge Enrique Robledo y Alberto Castilla del Polo, o Angélica Lozano, Claudia López y Antonio Navarro de Alianza Verde, se quedaron por fuera del ránking porque frente a otros, su poder de decisión en lo ambiental no llega a ser tan decisivo.
Hay poderes como el alcalde de Ibagué, Guillermo Alfonso Jaramillo, que para tres fuentes merecía estar en el ranking porque está a punto de poner a votar a su ciudad una consulta antiminera, que sentaría un precedente importante. O Sandra Vilardy, que hace parte de las nuevas generaciones de científicos y que ha liderado el debate sobre la protección de Ciénaga Grande pero que no quedaron en el top 10 de este ranking porque sus decisiones son muy locales. Otro caso es el de Renzo García porque movió cielo y tierra para parar la minería en la Colosa y lo que hizo tiene un poder demostrativo y ha servido de ejemplo.
Otro como Mike Slee, director de Magia Salvaje, fue también nombrado por una fuente y merece reconocimiento por el poder de influencia cultural que tuvo ese documental y porque le abrió los ojos a la sociedad sobre la importancia del medio ambiente.
También se quedó por fuera Martín von Hildebrand, que logró que Colombia hoy sea uno de los países con más áreas protegidas en el mundo y Juan Pablo Ruiz, representante del consejo nacional ambiental y de la sociedad civil, porque han logrado grandes victorias pero no son en este momento los que más inciden en la política ambiental del país.
Y salieron otros expertos que fueron muy nombrados pero no necesariamente por lo poderosos que son ahora, sino por lo que han representado para que el sector ambiental crezca, como Julio Carrizosa, Alegría Fonseca y Margarita Merino.
