Ayer Óscar Figueroa ganó la tercera medalla de oro en la historia olímpica del país y se convirtió en el nuevo ídolo nacional. El presidente Juan Manuel Santos aprovechó la felicidad que le dio al país y empezó su alocución presidencial sobre sus seis años de gobierno, felicitando a Figueroa y exaltando el aparente compromiso de su gobierno con el deporte. Sin embargo, el éxito de Figueroa se le puede devolver a Santos, ya que el campeón mundial ha dicho en su Instagram que va a votar No al plebiscito.
Figueroa, quien fue desplazado por los paramilitares y soldado, luego de las pasadas olimpiadas denunció que Santos había incumplido las promesas que había hecho a los deportistas después de su participación en Londres.
Ayer, en sus declaraciones luego de la premiación no perdió oportunidad, y frente a medios criticó la actual dirigencia deportiva y el mal manejo de la política pública del sector.
Ahora lo único que le falta a Santos es que el nuevo campeón olímpico aproveche el estrellato para hacerle campaña al No.
