La entrevista que ofreció el vicepresidente Germán Vargas a la revista Semana para su portada del domingo justo en la semana en que se logró el Acuerdo Final con las Farc y el revuelo político que se ha generado por su respuesta de que votará a favor del Sí pero con reservas ha desnudado –una vez más- que el plebiscito se volvió un escenario de disputa para las presidenciales del 2018 y no solo una oportunidad para debatir sobre lo pactado. Sin embargo, a través de las múltiples camisetas que ostenta Vargas también se puede leer el Acuerdo con las Farc.
Estas son algunas de ellas:
Vargas como víctima de las Farc
El Vargas víctima espera que en la nueva jurisdicción de paz –que exige a los guerrilleros como requisito para conseguir una pena alternativa a la cárcel confesar la verdad- se esclarezca el crimen en su contra.
Como dice el Vicepresidente en la entrevista, aunque “nunca se han esclarecido del todo las autorías” de los atentados que ha sufrido, por lo menos uno de ellos se cree que fue de las Farc: el que le voló dos dedos y medio.
El 13 de diciembre de 2002, como él mismo lo relató a Soho, después de finalizar las sesiones del Senado y a los pocos días de unos sonados debates en el Congreso que él lideró contra la zona de distensión en el Caguán, encontró en su escritorio una agenda que supuestamente le había enviado su esposa. Cuando la abrió le explotó en las manos. También lo quemó el cuello y el resto de los brazos.
Vargas como vicepresidente
Las reservas que manifestó Vargas Lleras en la entrevista respecto al componente de justicia transicional en el Acuerdo han sido duramente criticadas por los líderes de los otros partidos de la coalición, que consideraron sus respuestas como “fuego amigo” contra el Sí. Los medios también interpretaron que las Farc "lo habían regañado" ayer.
Pero la evaluación de Vargas al Acuerdo pueden leerse de dos formas: como un acto de mezquindad para con el Presidente Santos, que le ha dado gran poder y visibilidad a cambio de pocos votos en la primera vuelta, al aguarle la fiesta del anuncio del Acuerdo (y la carátula que se merecía solo en Semana).
Sin embargo, desde otra mirada, como lo anotó el analista Pedro Medellín, la respuesta de Vargas “puede leerse como la posición de muchos colombianos que van a votar Sí, aunque no estén de acuerdo en todo lo que se firmó en La Habana.”
Para muchos colombianos es duro que después de todos los crímenes que han cometido muchos jefes guerrilleros no terminen pagando un día de cárcel o que no solo sean juzgados los guerrilleros sino también militares o empresarios que cometieron delitos durante el conflicto o que en muchos casos el narcotráfico quede amnistiado.
Algunos, como Vargas, sopesan esos ‘sapos’ y deciden tragárselos porque valoran más otros aspectos del Acuerdo como que desaparezcan las Farc como grupo armado.
“Votaré Sí, porque aún con estas observaciones y con las comprensibles preocupaciones que surjan con la reglamentación del acuerdo, si las Farc cumplen, Colombia podrá cerrar por fin, y ojalá para siempre, este terrible capítulo de su historia”, dijo en la entrevista. Si él lidera esta posición, podría convertir muchos indecisos al Sí.
Vargas como eventual llamado por la Jurisdicción Especial de Paz
Las principales críticas de Vargas al Acuerdo con las Farc son principalmente dos: que la nueva Jurisdicción de Paz tenga competencia no solo sobre los ex guerrilleros de las Farc y de la Fuerza Pública sino también sobre civiles que directa o indirectamente hayan participado en el conflicto armado. Y que el Tribunal de Paz pueda revisar sentencias en firme.
“El ámbito parece demasiado amplio y eso podría conducir a que la Jurisdicción de Paz procese a un empresario como financiador de la guerra, porque alguna vez tuvo que pagar una plata a un grupo armado para que le dejara pasar un camión con sus mercancías”, dijo. “Si a eso le agregamos el riesgo de los falsos testigos, el escenario da para preocuparse.”
Vargas está expresando un temor que tienen muchos empresarios desde que el ex fiscal Eduardo Montealegre anunció que había más de 12 mil compulsas de copias realizadas por los tribunales de Justicia y Paz para investigar empresarios que, según testimonios de paramilitares, los financiaron.
Pero entre los civiles que podrían ser llamados al Tribunal no estarían solo los empresarios sino también políticos acusados de actuar con los que cometieron delitos atroces y en ese sentido, Vargas podría estar expresando también un temor personal.
En 2012, tanto la Procuraduría como la Corte Suprema le abrieron una investigación preliminar a Vargas Lleras por supuestamente haber recibido el apoyo de las cooperativas lideradas por el jefe paramilitar del Casanare, alias 'Martín Llanos' a su campaña al Senado del 2002.
Un año después, la Sala Penal de la Corte Suprema le archivó la investigación porque no encontró “pruebas suficientes ni documentales ni testimoniales que involucren al exjefe de la cartera de Vivienda con el excomandante paramilitar alias ‘Martín Llanos’, así como que hubiera obtenido su apoyo político y electoral para llegar al Congreso de la República”.
Y el año pasado, la Fiscalía condenó por falso testimonio a Carlos Gabriel López Chaparro, un ganadero y comerciante de Casanare, quien confesó que le había mentido a la Procuraduría y a la Corte al asegurar que había visto al vicepresidente en una manga de coleo en compañía del extraditado narco Néstor Raúl Caro Chaparro.
“No sólo el capo negó esa reunión, supuestamente realizada en el 2002, sino que las investigaciones encontraron que desconocidos intentaron convencerlo, a través de antiguos compañeros del Ejército, de que salpicara al exsenador y exministro”, contó en su momento la revista Semana. “Todo parece indicar que el empresario ganadero Carlos Gabriel López Chaparro está detrás del entramado que se mueve a través de un verdadero cartel de testigos, otrora integrantes del grupo criminal de 'Martín Llanos', que como útiles eslabones se desplazan por instancias judiciales de la mano de su mentor y auspiciador para satisfacer oscuros propósitos”, dijo la Corte Suprema.
Vargas como candidato presidencial
La votación del plebiscito definirá mucho el panorama político hacia el 2018. Si el No gana, la Presidencia del 2018 estará al alcance de la mano del uribismo. Si pierde el No pero saca más de 3,5 millones de votos, tiene prácticamente asegurado su paso a la segunda vuelta. Si saca dos millones de votos o menos, muy probablemente al ex presidente Uribe le tocará hacer una coalición en primera vuelta para no tener que ‘regalarse’ en segunda.
Aunque una fuente muy cercana a Vargas en Cambio Radical dijo a La Silla que ve muy improbable una alianza entre Vargas y Uribe por las relaciones tan complicadas que han tenido en el pasado, hay un hecho ineludible y es que Vargas tiene mucho nombre y poco partido y Uribe tiene mucho partido y pocos nombres fuertes para el 2018 y ambos representan en el imaginario colectivo el mismo sentimiento anti-Farc.
De ahí parte del escozor que generó la entrevista de Vargas, que fue leída por varios en la coalición oficial como una “picadita de ojo” al uribismo, que ha manifestado reparos similares en el tema de la justicia transicional.
Independientemente de si esta alianza se da, Vargas ya se posicionó para el 2018 como el candidato que derrotará a las Farc en las urnas.
“En lo que a mí respecta, iré a la próxima campaña a enfrentarlos en la plaza pública y a derrotarlos con los mecanismos de la democracia”, dijo. “Porque una cosa es que muchos compartamos que mediante este acuerdo podremos recuperar la paz, aceptando los sacrificios que el acuerdo impone, y otra muy distinta que esta sea el preámbulo, como algunos sueñan, para entregarles a las Farc el gobierno y la conducción de la Nación. Qué bueno que sea en las urnas donde tengamos ahora la oportunidad de derrotar a las Farc.”
Vargas como rival de Humberto de la Calle
Dos personas que conocen bien a Vargas le han dicho a La Silla desde hace más de un año que la persona que él ve como su verdadero rival para el 2018 es el jefe negociador del gobierno en la Habana.
Una votación aplastante a favor del Sí en el plebiscito podría catapultar una eventual candidatura presidencial De la Calle, quien tendría en el ex presidente y líder del plebiscito César Gaviria a uno de sus principales apoyos.
Si De la Calle se lanza, lo haría cabalgando sobre el logro histórico del proceso de paz con las Farc, lo que lo enfrentaría a las críticas que enarbole el uribismo tras casi un año de implementación de los acuerdos (suponiendo que gane el Sí).
Vargas, con la posición que reflejó su entrevista, estaría entre los dos defendiendo la decisión de apostarle a la salida negociada (“Se trata de un éxito incuestionable del presidente Juan Manuel Santos que los colombianos de hoy y del futuro le reconocerán”, dijo) pero con críticas fuertes a la arquitectura del Acuerdo liderado por De la Calle.
Vargas como jefe político del Fiscal General
En su entrevista, el Vicepresidente hace énfasis en que “la reglamentación que el gobierno lleve al Congreso es fundamental” para que la Jurisdicción de Paz se concentre en los máximos responsables (algo que no quedó del todo explícito en el acuerdo sobre Justicia, que más bien habla "de los casos más graves y representativos”).
“Si la Jurisdicción de Paz se dedica a cada episodio menor en esos 50 años de guerra, no solo no va a acabar nunca, sino que corre el riesgo de cometer injusticias”, dijo.
Dado que el fiscal Néstor Humberto Martínez, miembro de Cambio Radical, aliado político y amigo personal de Vargas Lleras, es uno de los que más influirá en esa reglamentación, algunos han interpretado la entrevista también como un mensaje del jefe de Cambio Radical al Fiscal.

La Silla
Germán Vargas Lleras
Vicepresidente de la República