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Fajardo arranca con el Sí su campaña para 2018

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Sergio Fajardo era el único de los presidenciables que faltaba por sentar públicamente su posición frente al plebiscito. Lo hizo anoche con un Sí “sin condiciones”, y un Sí que inaugura su carrera presidencial para el 2018.

Además de un video pedagógico, publicó un texto de dos páginas y media en el que plasma los ejes de su campaña política.

En el texto, Fajardo dice que el “reto de Colombia hoy es pasar la página de la violencia y la destrucción para escribir la página de las oportunidades: así de simple y contundente”. “ Hoy la construcción de la esperanza empieza por la participación en el plebiscito y votando por el SÍ. Sin dudas.”

Fajardo considera que a los colombianos “nos ha tocado dedicar buena parte de nuestros esfuerzos a enfrentar la destrucción. Como resultado tenemos una limitada capacidad de unirnos en proyectos comunes y un reducido sentido de lo público.”

Por eso concluye que la  “reconciliación es nuestra obligación ética. El primer paso en la construcción de la paz.” Y que “la reconciliación empieza con el plebiscito.”

Después de su defensa del Sí, entra a esbozar lo que él se imagina o quisiera que pasara (además de ser él elegido Presidente) una vez se gane el plebiscito pues, según él, “la paz no puede ser para que todo siga igual”.

Son tres los ejes de lo que seguramente será su propuesta de campaña.

El primero es acabar con el clientelismo.

“Para nosotros no tiene sentido firmar la paz para continuar con la misma política que ha envilecido lo público,” dice. “El clientelismo es la puerta de entrada a la corrupción”.

Esta idea de que “así como se llega al poder así se gobierna” es una idea que el ex gobernador de Antioquia lleva machacando desde hace años y que muy probablemente será un tema que utilizará para diferenciarse de Germán Vargas, quien es hoy en día el candidato a vencer en las próximas presidenciales.

Un poco en la misma línea, la segunda idea fuerte del documento de Fajardo tiene que ver con la paz territorial, que es una de las ideas que atraviesa todo el acuerdo de paz con las Farc. Solo que Fajardo le encima su pie de página sobre la forma tradicional de gobernar de la élite cachaca.

“La paz se construye en los territorios, pero será imposible alcanzarla si se mantiene la práctica perversa que por política regional concibe, en cada elección, salir desde las capitales a negociar con “políticos regionales”, ofrecerles prebendas para que pongan votos y luego pagarles con los recursos públicos, que terminan llenando sus bolsillos después de repartir migajas en las comunidades”, escribe con el tono del profesor que fue durante décadas y que no ha dejado de serlo.

En este punto, Fajardo tiene la legitimidad de su trabajo en la Gobernación de Antioquia, desde donde construyó otra forma de hacer política de ‘abajo hacia arriba’ empoderando a los alcaldes a punta de apoyarles sus ideas y lejos de un estilo transaccional.

La tercera línea es sobre su visión de lo que jalonaría el desarrollo. Lejos de las locomotoras de Santos y de las megaobras de Vargas, Fajardo dice que los motores de la transformación social a los que él le apostaría serían las de la economía naranja: la educación, la ciencia, la tecnología, la innovación, el emprendimiento y la cultura.

Su propuesta para el país es la de la meritocracia: “enfrentamos las desigualdades y abrimos las puertas de las oportunidades, siempre a partir de la dignidad y las capacidades de nuestra gente”, dice, e invita a “cambiar con urgencia de protagonistas: Queremos jóvenes que se atreven a imaginar, crear y a construir una sociedad diferente; queremos maestras y maestros reconocidos como líderes por sus comunidades; queremos científicos, emprendedoras, innovadores haciendo parte del mundo y convirtiendo sus conocimientos en fuentes de riqueza para el desarrollo económico y social. Queremos que la cultura exprese la sensibilidad de nuestras gentes y sea el rostro de una Colombia incluyente, sostenible decente, digna y alegre.” 

Lo que no dice

El nuevo discurso de Fajardo no difiere en casi nada del viejo discurso de Fajardo. Incluso el título de su texto, “Del miedo a la esperanza”, es el mismo del libro que escribió para describir lo que había hecho en Medellín cuando fue alcalde entre 2004 y 2007. Y las ideas son muy similares a las que defendió para convertirse en gobernador de Antioquia y en su corta campaña presidencial del 2010.,

 

Su única referencia al posconflicto en el texto es un llamado a “trazar una ruta realista que permita desarrollar la institucionalidad que se requiere para construir un proyecto común con responsabilidades y protagonismos explícitos” para cumplir con la ambiciosa agenda rural del Acuerdo de Paz. “Solo así evitaremos que surja una nueva confrontación por no cumplir las promesas y expectativas que ilusionan a la gente.”

Fajardo no dice más sobre la implementación de los acuerdos ni hace ninguna referencia a lo que significará para el país la participación política de las Farc, o la verdad que surja de la Comisión de la Verdad o la poca o mucha justicia que imparta el Tribunal de Paz.

Para él la firma de la paz, a juzgar por su documento, es una forma de liberarse del fardo de la violencia y de pasar la página para concentrarse en lo que él considera realmente importante: la superación de la corrupción y el clientelismo para transitar hacia un país donde el conocimiento y la meritocracia sea que lo que importe.

Una campaña de outsider

Con estas banderas, que son las que él siempre ha defendido y encarnado, Fajardo se lanza de nuevo al ruedo público después de haber sido derrotado doblemente en su tierra natal contra su eterno rival Luis Pérez. 

Su candidato Federico Restrepo perdió la gobernación de manera abrumadora contra el candidato de Vargas y de Santos y en la Alcaldía de Medellín ganó Federico Gutiérrez, a pesar de que Fajardo le había retirado su para apoyar en el último momento a su ex secretario de Gobierno Alonso Salazar.

La estrategia política para esta campaña esta vez tampoco parece ser radicalmente diferente a la que ya ha ensayado en el pasado, unas veces con éxito y otras sin él.

 “Cada semana yo haré un video y todos los días vamos a tener videos e imágenes con personas de muchas partes de Colombia todo alrededor de la paz , el Sí y nuestra propuesta”, explicó el ex gobernador de Antioquia. El 28 de septiembre habrá un gran encuentro digital con todos sus equipos y las personas que se quieran conectar

Su idea es apoyarse en la estructura de Compromiso Ciudadano, que es tan pequeña y sin plata como grande su lealtad a Fajardo, y avanzar hacia el 2018.

Aunque en febrero junto con los senadores verdes Claudia López y Antonio Navarro habían anunciado en una entrevista con La Silla que saldrían juntos a recorrer el país y a buscar aliados en organizaciones sociales y entre líderes locales para elaborar una propuesta conjunta que apunte a ‘construir la paz’ una vez se firme un Acuerdo Final en La Habana, la idea de los ‘triamigos’ se aguó porque Fajardo temió pintarse de verde nuevamente después de la frustración de la Ola Verde, cuando fue la fórmula vicepresidencial de Antanas Mockus.

Tampoco cogió vuelo el plan que anunciaron los de Compromiso Ciudadano en febrero de 2016 de hacerle veeduría ciudadana a los planes de desarrollo como su primer espacio para mostrar que el fajardismo seguía vivo y que era una fuerza política importante. Toca ver si logran la movilización de sus bases a favor del Sí en el plebiscito, como el primer paso de la campaña presidencial.

Una campaña que será, una vez más,  la del outsider que busca derrotar la política tradicional.

No será una tarea fácil, comenzando porque por más de que muchos pronostican que desapareciendo las Farc como partido político, la guerrilla dejará de definir el tema de las elecciones, que esto suceda en la próxima contienda será improbable. Salvo que gane el Sí o el No de manera abrumadora, en el 2018 seguramente la agenda girará alrededor de la implementación de los acuerdos y de si fue conveniente o no firmarlos. Y si algo se le reconoce a Fajardo es que no se deja meter en ninguna polarización. Él está convencido de que se puede.

 

La Silla
Las estrategias de los actores políticos en Antioquia, 1997-2011Boletín N°8 Antioquia Visible
Sergio Fajardo

Sergio Fajardo

Ex Gobernador de Antioquia


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