La campaña por el plebiscito es la precampaña de las presidenciales del 2018. Por eso, la posición de los candidatos frente al Acuerdo de Paz da las primeras puntadas de lo que será su discurso en los próximos dos años. Así interpretan el acuerdo firmado con las Farc y sus repercusiones para el futuro:
Estos son:


Sí. En su discurso del día en que se anunció el Acuerdo Final con las Farc, el jefe negociador del Gobierno dijo que “este acuerdo abre posibilidades para iniciar una etapa de transformación de la sociedad colombiana. Bajo el telón de fondo de la reconciliación abrimos la puerta a una sociedad más incluyente, en la que podamos reconocernos como colombianos, en la que nadie tema por su integridad a consecuencia de sus ideas políticas”.
Afirmó que con este acuerdo -“el mejor acuerdo posible”- se abrirán nuevas oportunidades para Colombia, pues, con el fin del conflicto, será posible hacer las reformas que antes no pudieron hacerse. Entre otras cosas, concentrarse en derrotar al narcotráfico y a la corrupción.


Sí. En una entrevista con Semana, Petro dijo que votará por el Sí porque “desde 1991 no teníamos un momento tan interesante para promover una transformación social”.
Sin embargo, para él, los acuerdos se limitan a “una desmovilización técnica de la guerrilla”. “Tristemente el Gobierno Santos -de manera premeditada- limitó las conversaciones a una especie de proceso técnico de desmovilización de las Farc, quitándole cualquier perspectiva de cambio estructural”, dijo el ex Alcalde de Bogotá. “Las Farc, que han decidido salir de la guerra, tampoco aprovecharon esta oportunidad para plantear una agenda transformadora del país”.
Por eso dice que promoverá una papeleta para votar a favor o en contra de convocar una Asamblea Constituyente que haga las verdaderas reformas que, según él, se dejaron de lado en la negociación en la Habana.


No. Aunque su posición ha sido un poco ambigua, ella está con el No porque considera que las concesiones hechas a las Farc son demasiado grandes para lo marginal que es la violencia que ellos representan.
"En este acuerdo se abren las puertas al objetivo de la participación en política de las Farc con enormes ventajas desde el punto de vista económico, pues no reconocen los recursos del narcotráfico, extorsiones ni secuestros con los que harán política. Logran igualmente que sus crímenes graves queden sin sanción efectiva y contarán con grandes ventajas para su quehacer político puesto que a diferencia de todos los partidos, tendrán 10 curules aseguradas (o de pronto 26 con las de las jurisdicciones especiales de paz), le explicó a La Silla.
"He dicho que votaré No porque creo que sí se podría tener un mejor acuerdo, pero estoy comprometida a aceptar los resultados del plebiscito abriendo espacios para que logremos la paz en lo cotidiano y encontrar consensos que permitan trabajar unidos en la agenda del desarrollo y el emprendimiento futuro de Colombia.".


Sí. En una entrevista con Semana,Vargas alaba que el acuerdo “pone fin al conflicto y conduce a la desaparición de las Farc como organización armada.” En todo caso, tiene una visión restrictiva del Acuerdo: “una cosa es que muchos compartamos que mediante este acuerdo podemos recuperar la paz, aceptando los sacrificios que el Acuerdo impone y otra muy distinta que éste sea el preámbulo como algunos sueñan para entregarles a las Farc el Gobierno y la conducción de la Nación. Qué bueno que sea en las urnas donde tengamos ahora la oportunidad de derrotar a las Farc”
Vargas tiene reparos sobre la Jurisdicción Especial de Paz porque considera que tiene un ámbito “demasiado amplio” porque no solo tendrá competencia sobre los miembros de las Farc, sino también sobre civiles que hayan participado de manera indirecta en el conflicto. En particular le preocupa que empresarios que pagaron extorsiones y que no tengan cómo demostrar que se vieron obligados a hacerlo terminen procesados como financiadores.


Sí. En su texto Se puede: Del miedo a la esperanza, Fajardo manifiesta su apoyo incondicional al Sí y dice, como contó La Silla, que es el primer paso para transformar la política colombiana.
Para él, el conflicto ha sido uno de los principales obstáculos que ha impedido que podamos “desplegar la riqueza de nuestros recursos y las capacidades de nuestros hombres y mujeres porque nos ha tocado dedicar buena parte de nuestros esfuerzos a enfrentar la destrucción”.
Para Fajardo, “La paz no puede ser una argucia para que todo siga igual. Para nosotros no tiene sentido firmar la paz y continuar con la misma política tradicional que ha envilecido lo público”.


Sí. El senador del Polo siempre ha apoyado el proceso de paz, pero tomando distancia de la campaña oficial. En una entrevista para El Nuevo Día, dice que, a pesar de que tiene algunos reparos con el Acuerdo, es mejor “desarmar a las Farc con lo que ya tenemos, que meternos en incertidumbre, y quién sabe cuántos años más pueda seguir este país en una especie de corcho en un remolino, enredado en este problema del alzamiento armado”. Robledo asegura que este proceso es “un inmenso positivo para la sociedad colombiana”, pues las Farc están pasando de desafiar militarmente al Estado a reconocer su legítimo monopolio de la fuerza.


Sí. La senadora de Alianza Verde, en una columna para La Vanguardia, dice que con el triunfo del Sí en el plebiscito las Farc “desaparecerán como organización criminal mediante la desmovilización de sus combatientes, la entrega y destrucción de sus armas, la erradicación de la coca que sembraron y de las minas que plantaron”. Y que de este lado, “nuestra parte del Acuerdo” es “respetar la vida de los que dejen las armas, hacernos cargo del campesinado y de las regiones abandonadas, permitir a los desmovilizados de las Farc que, después de cumplir a las víctimas y a la Justicia Transicional, puedan seguir haciendo política pero sin armas”.


Sí. En una alocución en Antioquia después del anuncio del fin del conflicto, el Ministro de Hacienda dijo que la paz traerá nuevas oportunidades para Colombia.
La paz “va a tener un dividendo económico, un dividendo en términos ya de actividad, en términos de inversión, en términos de empleo. Podríamos decirlo, es como un bono adicional, como un extra. Además de mejorarnos la calidad de vida, además de darnos seguridad y tranquilidad, nos va a dar más oportunidades económicas”.
Del mismo modo, asegura que esta paz no es sólo buena para Colombia, sino, también, para el mundo entero ya que “la paz en Colombia nos va a ayudar a resolver el problema mundial de las drogas” y “va a ayudar a proteger mejor nuestra biodiversidad, y éste es un bien público de toda la humanidad”.
Por eso espera que los costos de la financiación no provengan sólo de Colombia, sino que otros países se sumen a esta iniciativa.


No. El ex Procurador ha sido, desde el comienzo, uno de los principales críticos de lo que se estaba acordando en La Habana. En el discurso luego de su destitución, afirmó que “la paz no lo justifica todo. No justifica premiar a los responsables de miles de crímenes de lesa humanidad. No justifica un golpe de Estado contra la Constitución, ni justifica que un Presidente haga lo que se le dé la gana”.
También, se declaró en contra de la impunidad, de que le “otorguen el derecho a gobernar a Colombia a perpetradores de atrocidades” y del “rompimiento de la Constitución”.
Con esto, Ordóñez se monta en la campaña del No y será uno de sus principales representantes.


No. En un video publicado desde su cuenta de Facebook, el ex candidato presidencial dice que “la votación del plebiscito va a definir qué tipo de país y sociedad queremos para cada una de nuestras familias”.
Considera, entre otras cosas, que no va a haber justicia porque los que cometieron delitos atroces no pagarán un día de cárcel, que el sistema que lo juzgará estará hecho a medida de las Farc, que se les va a dar la categoría de víctimas con lo cual las víctimas serán revictimizadas y que el narcotráfico será amnistiado.
Dado que el Acuerdo no “garantiza una paz verdadera”, Zuluaga invita a los colombianos a votar No, pues, para él, éste “le cierra (al país) la puerta a una paz verdadera”.


Sí. En un video de Qantu Colombia, el senador afirma que debemos votar Sí en el plebiscito ya que “se van a desarmar más de siete mil guerrilleros. Nos van a preguntar si Sí o si No, ¿cómo les vamos a decir que no?” Además, argumenta que “si el conflicto termina ya, no habrá más víctimas nuevas”.
También, en otro video, dice que el desarme de los guerrilleros “lo venimos necesitando como país hace muchos años y ese desarme se puede producir con la firma del Acuerdo de Paz”.


Sí. En un foro de la Universidad del Rosario, la Ministra de Trabajo afirmó que votar por el Sí constituye un “imperativo ético” para acabar con la “fábrica de víctimas” que ha sido la guerra en Colombia. Así, propone que “tenemos que tomar la bandera de la vida y entender que no hay ley, constitución, matrimonio o acuerdo perfecto, y que por encima de estas imperfecciones, está la vida”.
Por eso, su Sí es un “Sí al diálogo, Sí a la deliberación democrática, y No a las armas”.
La Ministra también ha afirmado, anteriormente, en una entrevista con El Tiempo, que el posconflicto “es la oportunidad para establecer nuevas relaciones entre los sectores sociales y el Estado en función de romper con el pasado de profundas desigualdades sociales y de exclusión política que ha estado en la base del conflicto armado”.


No. El No del senador del Centro Democrático se sustenta en que, para él, los acuerdos violan varias normas internacionales y de nuestra Constitución. En una entrevista con Semana, el senador argumenta que votar Sí o No en el plebiscito podría resumirse en que para los del Sí “va a haber una posición de algunos que para ellos es legítima tragarse sapos, y en el No va a haber una postura donde hay unos sapos que por principio, por legalidad, por compromiso con el derecho internacional no nos podemos tragar”.
En particular, le parece que “no podemos legitimar que quienes han cometido grandes crímenes sean elegidos políticamente”. También tiene las objeciones del ex presidente Uribe con respecto a la creación de una justicia especial y a que no haya cárcel para los que cometieron delitos atroces, incluyendo a los militares que cometieron falsos positivos.


No. En su intervención en el Foro Pedagógico del Plebiscito por la Paz, organizado por la Universidad Distrital, el ex candidato vicepresidencial argumenta que su voto por el No, no es un voto en contra de la paz, sino a favor de la reorientación de los Acuerdos. En su opinión, es necesario votar por el No porque, así, se podrá lograr un mejor acuerdo que sea más incluyente, “que una a los colombianos y no protocolice esta división artificial que se inventó el presidente Santos entre amigos de la paz y amigos de la guerra”, y en el que se “garantice que no se va a caer mañana”. Por esta razón, Holmes aboga por una modificación de los Acuerdos para crear, así, unos mejores que “pavimenten el camino para una paz verdadera, real, sostenible y estable”.

La Silla
Alejandro Ordóñez
Procurador General
Humberto De La Calle
Negociador Jefe del Gobierno
Gustavo Francisco Petro Urrego
Ex alcalde de Bogotá
Marta Lucía Ramírez
Ex candidata presidencial
Germán Vargas Lleras
Vicepresidente de la República
Sergio Fajardo
Ex Gobernador de Antioquia
Jorge Enrique Robledo Castillo
Senador del Polo Democrático
Claudia López
Senadora de la Alianza Verde
Mauricio Cárdenas Santamaría
Ministro de Hacienda
Óscar Iván Zuluaga Escobar
Director del Centro Democrático
Antonio Navarro Wolff
Senador de la Alianza Verde
Clara Eugenia López Obregón
Ministra de Trabajo
Iván Duque Márquez
Senador del Centro Democrático
Carlos Holmes Trujillo
Ex fórmula vicepresidencial de Óscar Iván Zuluaga