Corrección: La Silla inicialmente dijo que los parapolíticos tenían una posibilidad grande de reabrir sus casos en la JEP y revivir políticamente. Fue un error. La posibilidad es muy pequeña. El texto a continuación ya está corregido.
La campaña por el Sí al plebiscito ha dado para todo. En varias regiones, políticos condenados e investigados por parapolítica se montaron en el bus del Sí y empezaron a mover sus propias maquinarias para el 2 de octubre. Existe para ellos una esperanza: la ilusión de que si el acuerdo con las Farc es refrendado, sus casos -así estén cerrados- puedan eventualmente llegar a la la Jurisdicción Especial de Paz y ser beneficiados con penas alternativas a la cárcel. Es una esperanza que podría ser fácilmente frustrada.
Aunque el Acuerdo sí permite revisar sentencias en casos relacionados con el conflicto armado, en las normas sobre la Jurisdicción Especial de Paz hay un artículo (el 32) que excluye de la JEP a quienes hayan sido condenados por la justicia por colaboración con grupos paramilitares, que en principio cubriría a la mayoría de parapolíticos.
Aquellos que estén siendo investigados por estos hechos y aún no hayan sido condenados, tendrían que demostrar que su participación "fue determinante para el conflicto armado" o "habitual" y eso tampoco es tan fácil.
Aunque algunos parapolíticos -como el ex congresista antioqueño Rubén Darío Quintero o los herederos de otros como el senador Ciro Ramírez Maya, hijo del parapolítico Ciro Ramírez Pinzón- hacen campaña por el No, otros tienen esa ilusión (y seguramente invocarán algún derecho a la igualdad con los de la Farcpolítica) y La Silla sabe de por lo menos un caso de un condenado que ya se está preparando para esa eventualidad, tendrían que demostrar esa conexidad y además confesar y reparar a sus víctimas.
Para saber cómo se están moviendo, La Silla hizo un barrido en 24 departamentos del país y rastreó lo que están haciendo actualmente los políticos condenados o con investigaciones formales por ese tipo de delitos. Encontramos que en seis están haciendo campaña activamente, moviendo líderes, posando en fotos con políticos locales y hasta promocionando videos.
Estos son:


El hombre que mandó en Sucre durante al menos dos décadas fue condenado en 2010 a 40 años de cárcel como responsable de la masacre de Macayepo, en la que paramilitares comandados por el sanguinario ‘Cadena’ mataron a 15 campesinos y desplazaron a unas 200 familias. Actualmente paga su pena en la Picota en Bogotá.
La orden del Gordo García a sus militantes es votar por el SÍ en el plebiscito. Así lo confirmamos con una fuente que lo sabe de primera mano. Evidencia de ello es que su hermana, la senadora del viejo PIN Teresita García, está en campaña activa por esa opción. Ella ha explicado públicamente que está comprometida con la paz del país. Más allá de la genuina posición que pueda tener frente a los acuerdos, en el Sucre político es bien sabido que las decisiones en la casa García las toma el exsenador por ser el ‘dueño’ de la clientela que le pone los votos.
Su protagonismo es tal que, como lo contó La Silla Caribe, hace poco en un evento por el SÍ en Montes de María un político garciísta se subió a la tarima a hacer una defensa pública del Gordo en frente de tres senadores, incluyendo al presidente del Congreso Mauricio Lizcano.

El exgobernador de Santander fue detenido en junio de 2011 y condenado por la Corte Suprema de Justicia por haber hecho alianzas con los paramilitares del Bloque Central Bolívar para llegar al poder en su departamento natal en agosto de 2013; en mayo de 2015 recobró su libertad de manera condicional.
Desde la cárcel jamás dejó de hacer política y su fuerza le alcanzó para elegir a sus hijos Richard Aguilar en la Gobernación de Santander en 2011, y a Mauricio Aguilar en el Senado en 2014, así como para subir a María Eugenia Triana en la Cámara. Aunque en 2015 perdió con varias de sus apuestas, sigue siendo un poderoso de Santander.
Como contó La Silla, Hugo Aguilar se montó al bus del Sí y con mensajes en sus redes sociales, reuniones con líderes y hasta con un video en el que aparece junto a Richard Aguilar (con quien se distanció para las regionales del año pasado) y a Mauricio Aguilar, actual senador del viejo PIN, está moviendo el Sí.

El exsenador y fundador de Convergencia Ciudadana, más adelante PIN y ahora Opción Ciudadana, fue el primero en llegar a través de su partido al Sí por el plebiscito.
Gil fue condenado en 2012 por la Corte Suprema de Justicia por haber hecho alianzas para llegar al Congreso en 2002 con el apoyo del Bloque Central Bolívar de los paramilitares. Sin embargo salió libre ese mismo año porque su captura se cumplió en 2008 y más los trabajos que realizó estando en La Picota cumplió las tres quintas partes de su pena y le otorgaron libertad condicional.
Aunque desde que recuperó la libertad Gil ha preferido moverse tras bambalinas, para promover el Sí volvió a aparecer en fotos de campaña y unido a todos los políticos de Santander, incluso a Hugo Aguilar, con quien se había distanciado en las locales de 2015.

El polémico exrepresentante sucreño que en poco tiempo pasó de líder estudiantil a mandamás del departamento, tiene una investigación formal en la Corte Suprema por parapolítica. El alto tribunal lo indaga en concreto por el testimonio del jefe paramilitar ‘Diego Vecino’, quien aseguró que Acuña era el puente de las autodefensas para infiltrar la Universidad de Sucre.
Directamente, Yahir hace campaña para que la gente vote en el plebiscito con eventos liderados por él mismo, como uno hace 15 días en el pueblo de Ovejas, en donde de manera pública se reunió con unos 200 líderes de su movimiento. Pero además, de manera indirecta, Acuña está en la campaña del alto Gobierno por el Sí vía su esposa Milene Jarava de Acuña. Ella es una de las presidentas del viejo PIN y debido a eso, ha asistido a reuniones de coordinación en las que han estado César Gaviria (jefe del SÍ delegado por el Presidente) y Guillermo Rivera (viceministro del Interior).

Luego de tres años tras las rejas, en abril pasado la exsenadora (considerada bolivarense porque ahí se asentó y ejerce poder, pero nacida en Sucre) de La U fue dejada en libertad por haberse vencido los plazos para que la Corte Suprema le iniciara un juicio por parapolítica. Sin embargo, ella sigue investigada por concierto para delinquir. Su proceso se deriva de testimonios de paramilitares que dan detalle de reuniones para pactar alianzas en las que supuestamente estuvo Zuccardi.
Cabeza de la poderosa casa García Zuccardi junto a su esposo, Juan José ‘Juancho’ García Romero (condenado por corrupción y hermano del Gordo García), la semana pasada la excongresista inscribió en Cartagena un comité de mujeres promotoras del SÍ en el plebiscito. En un evento público, insistió en su inocencia y declaró a los medios que para ella “vale la pena trabajar por el plebiscito, vale la pena decirle SÍ a la paz”. Los García Zuccardi son de los mejores amigos del presidente Juan Manuel Santos en Bolívar. A pesar de sus líos judiciales, el Primer Mandatario los ha consentido, por ejemplo, dándoles cuotas en Fonade y en el Banco Agrario.


La exsenadora de Córdoba fue capturada y perdió su curul en 2009, luego de que la Corte Suprema le abriera una investigación formal por posibles nexos con los paramilitares. Puntualmente, el nombre de Zulema apareció en el computador de ‘Don Antonio’, lugarteniente del jefe paramilitar ‘Jorge 40’. El año pasado protagonizó un pequeño escándalo cuando empezó a circular por redes una foto suya en vestido de baño en un lujoso edificio y con el brazalete del Inpec en un tobillo, con lo cual se presumió que estaba violando su detención domiciliaria.
Jattin está en campaña por el SÍ vía el grupo político que sigue dirigiendo en su departamento, una de cuyas cabezas más visibles es la alcaldesa de su natal Lorica: Nancy Sofía Jattin Martínez, prima de Zulema. La mandataria, del Partido de La U, está apoyando activamente los acuerdos de paz y lo que nos dijeron un congresista y un periodista por aparte es que hacerlo fue decisión de la procesada excongresista. Eso no tiene nada de raro, ya que la dirigente política es muy amiga del presidente Juan Manuel Santos. Además, en su cuenta de twitter pone continuos mensajes de respaldo al proceso con las Farc.


En 2002 fue elegida representante a la Cámara por Antioquia por el movimiento Convergencia Popular Cívica y se dio a conocer como una de las principales escuderas del proceso de paz con los paramilitares. En 2006 intentó repetir curul en medio de denuncias sobre presiones de ese grupo armado a los votantes del bajo Cauca antioqueño para que la apoyaran pero se quemó.
En 2007 la Corte Suprema de Justicia ordenó su captura por parapolítica y en 2008 se entregó; más adelante aceptó cargos y luego se convirtió en un testigo clave de todo el escándalo de la parapolítica.
Desde que salió libre creó una fundación que se llama ‘Semillas de paz’ para ayudar en el proceso de reinserción de paramilitares desmovilizados. En las pocas apariciones públicas que ha hecho ha dicho que está a favor de los acuerdos entre el Gobierno y las Farc. En 2014 causó revuelo porque dijo que quería ir a La Habana para ayudar con la negociación y pidió que si se hacía una Constituyente para permitir la participación en política de guerrilleros desmovilizados también se le abriera la puerta a los parapolíticos.


Exsenador conservador de Antioquia, fue condenado por parapolítica en 2013 por la Corte Suprema de Justicia, luego de que se comprobara que fue apoyado por el bloque Élmer Cárdenas de los paramilitares y de las bandas asociadas con 'la Oficina' en el Valle de Aburrá durante sus campañas a la Cámara en 2002 y al Senado en 2006.
Aunque quedó libre en diciembre de 2014, en noviembre de 2015 nuevamente le libraron orden de captura por presunto enriquecimiento ilícito, y actualmente está prófugo.
Si bien Suárez Mira no está haciendo campaña de frente por el Sí, fuentes que se mueven dentro la política de Antioquia le dijeron a La Silla que está haciendo campaña en cuerpo ajeno, no solo con su hermana la senadora Olga Suárez, quien es una de las congresistas conservadoras más activas por el Sí, sino también con su primo César Suárez Mira, quien es alcalde de Bello, municipio que en los últimos 15 años ha sido su principal fortín político.


El exrepresentante a la Cámara santandereano de Convergencia Ciudadana fue condenado por la Corte Suprema de Justicia en 2012 a 7 años y medio de prisión luego de que se comprobara que para elegirse como congresista en 2006 fue apoyado por el Bloque Central Bolívar de los paramilitares.
Después de estar recluido por tres años y algunos meses en La Picota, volvió a vincularse activamente al viejo PIN, partido que fue el primero en el país en adherirse formalmente al Sí al plebiscito. Desde que recobró su libertad ha estado en la Junta Directiva de esa colectividad como uno de los allegados a Luis Alberto ‘el Tuerto’ Gil.
Toda la plataforma política de Opción Ciudadana, incluido él, está promoviendo el Sí.


El exrepresentante a la Cámara del Chocó fue condenado por la Corte Suprema de Justicia por haber apoyado el “proyecto político” de los paramilitares en el Urabá y en el Darién, por apoyar al bloque Élmer Cárdenas de ese grupo armado con plata y por haber fraguado el ‘Pacto de Singapur’ que consistía en apoyar a un candidato de los paras a la Gobernación de ese departamento.
A través del Movimiento de Integración Regional, MIR, que fundó, está haciendo campaña por el Sí junto a su hijo Eduardo Torres, quien sería su candidato a la Cámara en 2018, y a todos los políticos locales de la Unidad Nacional. En el sector de Chocó en el que más se está moviendo es en San Juan, cuyo principal centro poblado es Istmina, a dos horas por tierra de Quibdó.
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