Gran revuelo causó la explicación que dio el vicepresidente Angelino Garzón a su rechazo de la embajada en Brasil “porque el perro está muy peludo y el clima caliente de Brasilia le podía hacer daño”, que la Canciller María Ángela Holguín calificó de “desentonada”.
Lo curioso es que ésta fue la segunda vez en menos de tres meses que se le cayó al Gobierno un embajador en Brasil, cuyo servicio diplomático -llamado Itamaraty por el palacio en el que está ubicado- es reconocido como uno de los más profesionales y menos politizados de América Latina.
En noviembre pasado la Canciller firmó un decreto trasladando a Alicia Arango, la secretaria privada y mano derecha de Álvaro Uribe en la Casa de Nariño, de la embajada ante la ONU en Ginebra a la de Brasilia. Dos semanas después Arango mandó un oficio diciendo que no aceptaba el cargo y al Gobierno le tocó revocar el nombramiento. Arango ya regresó a Colombia y la semana pasada fue nombrada nueva directora del Centro Democrático de Uribe, reemplazando a Alejandro Arbeláez.
Eso significa que la embajada en Brasilia estuvo vacante seis meses, desde que María Elvira Pombo -hermana del director del El Tiempo Roberto Pombo y prima de la Canciller- fue trasladada a Perú y hasta que hace una semana Patricia Cárdenas -hasta hoy embajadora en Japón y hermana del ministro Mauricio Cárdenas- finalmente asumió el cargo.
La foto de portada fue tomada de El Tiempo.