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El reloj de los renegociadores de Uribe

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Mientras algunos en el Gobierno tienen la sospecha de que Álvaro Uribe buscará dilatar el proceso de renegociación de los acuerdos para que les sirva de plataforma presidencial a sus tres precandidatos presidenciales uno de ellos, Iván Duque, aseguró a La Silla que para él, Carlos Holmes Trujillo y Óscar Iván Zuluaga lo mejor que podría suceder es que esta nueva mesa de conversaciones acabe pronto y puedan arrancar su campaña con propuestas que los puedan diferenciar entre sí.  

“No hay interés de dilación por parte nuestra y este tema no debería mantenerse vivo para 2018”, dijo Duque, y recalcó que desde hace una semana suspendió su precandidatura para dedicarse a la renegociación.

Una fuente cercana a cada campaña de Trujillo y Zuluaga también dijeron a La Silla la intención de estos precandidatos de evitar que la renegociación se alargue y permee la futura campaña electoral.  

Su rol en la mesa, aunque les da una visibilidad que necesitan, porque -salvo Óscar Iván (quien obtuvo 34% de favorabilidad en la última encuesta Gallup) los demás tienen un nivel de reconocimiento muy bajo- también refuerza la percepción de que son “los lazarillos de Uribe”, como los calificaron por aparte dos congresistas que asistieron a la reunión del jueves pasado con el Gobierno.

De hecho, al interior de las reuniones, según cuatro asistentes, los precandidatos no se desmarcan de la sombra de Uribe: se ven muy parejos, tienen un discurso muy similar, no interrumpen al ex presidente, y proponen aspectos más técnicos que políticos, como el de tener una metodología de trabajo con el Gobierno en las próximas semanas, idea que, según confirmó Uribe, propuso Zuluaga.

Pero internamente sus equipos dicen que sienten la necesidad de desmarcarse y comenzar a hacer una campaña, bajo el paraguas (y no la sombra) del expresidente: “El mejor escenario es cerrar este tema y centrarnos en un debate sobre los verdaderos retos de Colombia de cara a 2018”, aseguró un miembro del Partido cercano a los tres aspirantes.

Tres precandidatos, un Uribe verdadero

El Centro Democrático es un partido caudillista que gira alrededor de Uribe, y como ya lo hemos contado, prácticamente todas las decisiones importantes del Partido terminan dependiendo de él. Eso incluye la definición del candidato presidencial.

Pero según los estatutos, la convención del Partido, a la que asisten solo los miembros carnetizados, es la que decide la forma de escoger candidato. Si no logran un consenso, la misma convención elige al candidato a Presidencia y Vicepresidencia.

Frente a esta fórmula para elegir es que hay una puja.

Por ejemplo, Duque es partidario de que la elección del candidato presidencial uribista se haga a través de una consulta popular abierta.

En este escenario de una campaña más abierta, el Senador podría verse beneficiado porque podría eventualmente contar con el apoyo de sectores jóvenes y otros que viene cortejando desde principios de este año en una gira por varias ciudades llevando una propuesta que él llama “Construyendo país”.

Como contó La Silla, se trata de una serie de foros por distintas ciudades, en donde la gente plantea un problema de su ciudad o municipio y tres posibles soluciones. Cada invitado se pone un casco, como si fuera un “constructor” y pega el papelito con las soluciones en un mapa de Colombia.

Con esa idea Duque le ha apostado a un nuevo liderazgo, que se conecte más con la gente joven, y que retome el libreto uribista pensando en el futuro, no en los logros de Uribe hace diez años. Su propuesta está más centrada en la pata de confianza inversionista que en la de la Seguridad Democrática.

Carlos Holmes Trujillo también quisiera un procedimiento abierto, que se asemeje a una primaria de un partido de Estados Unidos.

Este escenario le conviene al ex candidato vicepresidencial para, además de dar a conocer su propuesta a nivel nacional, recoger apoyos de sectores con los que tiene afinidad, como el liberal donde arrancó haciendo política.

En ambas opciones, la idea, de acuerdo con los consultados, es que se deje participar a toda la ciudadanía, (“un procedimiento democrático amplio”, como aseguró una fuente) que permita que ambos precandidatos tengan el reconocimiento que hasta ahora no han tenido ante el electorado.

En cambio, por los lados de los zuluaguistas, una fuente nos aseguró que él estaría inclinado porque sea la convención del partido la que nomine al candidato, para esperar que repita su candidatura presidencial, como lo hizo en 2014.

Independientemente de la forma, Zuluaga, aseguran las fuentes, tiene claro que el método de escogencia debe ser fruto del consenso. Y en esto también están de acuerdo las otras dos precandidaturas, para así continuar con la disciplina uribista de acatar las decisiones de la mayoría, y no generar disidencias internas.

No obstante, ya los congresistas están tomando bandos en lo que respecta a los apoyos con miras a 2018. Un miembro del Partido confirmó que Zuluaga y Duque tienen acaparados a los parlamentarios.

La misma fuente nos dijo que Zuluaga recogería los apoyos de senadores como María del Rosario Guerra, Susana Correa y Daniel Cabrales. Duque, cuya jefe de campaña será Alicia Arango (ex secretaria privada de Uribe, quien se apartó del partido, en parte por diferencias con personas que representan la línea tradicional en la que está Zuluaga, como el exministro Fabio Valencia Cossio), tendría fijos a José Obdulio Gaviria, Everth Bustamante, Alfredo Rangel y a representantes como Rubén Molano y Margarita Restrepo.

Pero ninguno de estos apoyos sirve si no cuentan con el visto bueno de Uribe. Y el primer ‘test’ para siquiera aspirar a ser candidato es pasar esta primera prueba que les puso Uribe.

Un parlamentario que ya decidió trabajar de la mano de la precampaña de Duque, le dijo a La Silla que si bien Uribe no planeó ponerlos a competir desde ya, la renegociación es la excusa para ponerlos en “un examen final permanente”.

Lo que dure la renegociación les juega en contra

Las 78 propuestas que hicieron y presentaron el viernes al Presidente Santos las hicieron entre los tres precandidatos y Álvaro Uribe.

Lo que acordaron con los negociadores del Gobierno es que consolidarían las propuestas, se las comunicarían a las Farc y se volverían a sentar para negociar.

Si de estas conversaciones logran sacar adelante un mejor acuerdo, los precandidatos uribistas tendrán una bandera valiosa en su haber para el 2018 y le quitarían la exclusividad al candidato de la coalición oficial.

Pero, como dijo una senadora del Partido que no ha decidido con cuál precandidato irse, el escenario de la renegociación es peligroso para los precandidatos, porque, además de que la gente no los conoce a profundidad, si falla el plan de arreglar los acuerdos, “tendrán mucho que perder”.

Es decir, si en unas semanas el resultado de la negociación es un acuerdo arreglado a medias o una ruptura, esto también tendría consecuencias electorales para los tres precandidatos al momento de rendir cuentas a la población que votó por el No y convencer a los que apoyaron el Sí.

<p class="image-footer">“No hay interés de dilación por parte nuestra y este tema no debería mantenerse vivo para 2018”, dijo a La Silla Iván Duque. Los otros precandidatos uribistas, Óscar Iván Zuluaga y Carlos Holmes Trujillo, opinarían igual</p>
La Silla
Óscar Iván Zuluaga Escobar

Óscar Iván Zuluaga Escobar

Director del Centro Democrático

Iván Duque Márquez

Iván Duque Márquez

Senador del Centro Democrático

Carlos Holmes Trujillo

Carlos Holmes Trujillo

Ex fórmula vicepresidencial de Óscar Iván Zuluaga


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