Dicen que los ciclos vienen cada siete años y esto aplica para La Silla. Desde que la lanzamos en marzo de 2009, este medio ha venido evolucionando, avanzando casi siempre, retrocediendo a veces, y siempre tratando de mantener la calidad y la independencia del periodismo.
En el último año, la consolidación de nuestras sillas regionales en el Caribe y en los Santanderes y el nacimiento de la Silla Pacífico, también financiada por nuestros Súper Amigos, han sido nuestro gran orgullo porque ahora sí podemos decir que dejamos de ser un medio cachaco para realmente contar el poder también desde lo que sucede en el terreno.
El rediseño de la página que lanzamos en marzo nos permitió dar el salto para convertirnos en un medio pensado para ser consumido desde los móviles (hoy el 60 por ciento de nuestros usuarios leen La Silla desde sus celulares y Ipads), lo que nos ha exigido una nueva forma de narrar y también una inversión grande en ajustar nuestros formatos.
Y finalmente despegó La Silla Llena, nuestra plataforma de voces informadas, donde más de 250 expertos han publicado casi 800 entradas, demostrando que es posible construir conocimiento de manera colectiva.
Nuestro plan para el próximo año es lanzar La Silla Bogotá, para cubrir lo que sucede en la capital en mucho más detalle, y una nueva silla regional; meternos a fondo en la producción de videos; convertir nuestro Detector de Mentiras en una sección permanente de La Silla; y lanzar un experimento en humor político.
Pero sobre todo, queremos hacer investigaciones de más largo aliento.
Hacer todo esto cuesta, y si bien una parte importante de nuestra financiación viene de cooperación internacional, estamos convencidos de que el modelo de La Silla solo podrá ser perdurable y replicable por otros periodistas independientes con el respaldo económico de los usuarios.
Donaciones pequeñas de muchos usuarios son las que garantizan que La Silla siga teniendo la libertad de contar lo que sabe pero también que surjan otros medios similares.
Sabemos que donar a un medio como La Silla no es fácil. No existe la cultura para hacerlo. Hay mil otras necesidades que exigen con más urgencia un esfuerzo filantrópico. Y, en todo caso, ya varios han sido Súper Amigos en el pasado y pueden pensar –con razón- que ya pusieron su granito de arena.
Sin embargo, esperamos que algunos o –ojalá- muchos de ustedes se conviertan en nuestros Súper Amigos.
Si les sirvió nuestro cubrimiento para entender el Acuerdo de Paz. Si agradecen que alguien señale qué de lo que dicen los poderosos es cierto y qué no. Si creen que es valioso saber lo que sucede en las regiones. Si no se pierden nuestro boletín. Si creen que el momento en el que vivimos es más necesario que nunca saber realmente qué está pasando.
En fin, si consideran que para la democracia es fundamental que exista un periodismo independiente y de calidad, vuélvanse Súper Amigos de La Silla. No importa el tamaño de su aporte. Nos basta con saber que estamos rodeados de gente que nos quiere lo suficiente para invertir los próximos cinco minutos en hacer clic en esta imagen
¡Gracias por anticipado!
Ps. Los que quieran conocer nuestro estado de resultados del primer semestre, lo pueden ver aquí.
Estado de Resultados de Enero a Junio 30 de 2016. by lasillavacia on Scribd