Hoy el presidente del Senado, Mauricio Lizcano, posesionó a Faruk Urrutia como reemplazo temporal de Paloma Valencia en el Senador, mientras ella goza de su licencia de maternidad. El nuevo congresista ha hecho toda su carrera pública como uribista, pero curiosamente fue contratista de Eduardo Montealegre en la Fiscalía después de que el uribismo acusó al entonces Fiscal de haber liderado un complot en su contra.
Urrutia estaba en el puesto 23 de la lista uribista al Senado en 2014, pero se quemó cuando el Centro Democrático obtuvo 21 curules. Y llega porque el 22, el tolimense Luis Fernando Caicedo Lince tiene una inhabilidad de 11 años para ejercer cargos públicos impuesta por la Procuraduría.
Este médico de la javeriana, con MBE de la universidad San Pablo CEU de Madrid, es cercano a Uribe desde su primer Gobierno, pues fue gerente del ISS entre 2002 y 2003, de la ESE Luis Carlos Galán hasta 2007 y embajador en Malasia entre 2008 y 2010. Luego hizo parte del grupo de uribistas que hizo parte del gobierno Santos en sus primeros años como gerente liquidador de ETESA entre 2011 y 2013 (con otros como Diego Molano y Luis Alfonso Hoyos), pero cuando ocurrió la ruptura del santismo y el uribismo y culminó su trabajo, salió del Gobierno.
Después de su fallida aspiración al Senado se convirtió gerente de la campaña de Óscar Iván Zuluaga en el Cesar en 2014. Es decir, era parte de las directivas de la campaña que resultó golpeada por el escándalo caso del supuesto hacker Andrés Sepúlveda, que Zuluaga dice que fue un complot liderado por el fiscal Eduardo Montealegre para evitar que ganara la Presidencia.
“Estamos siendo víctimas de una guerra sucia”, dijo en ese momento Urrutia en entrevista con El Pilón de Valledupar.
Curiosamente, después de que Santos derrotó a Zuluaga, Urrutia fue contratado por dos años seguidos como consultor por Montealegre a través de tres contactos, como asesor en asuntos administrativos.
El primero, firmado apenas tres meses después de la elección, fue reseñado por la página del Centro de Pensamiento Primero Colombia (fundado por el también senador uribista José Obdulio Gaviria) y tuvo un valor de 46 millones de pesos; el segundo duró todo el 2015, fue el primer contrato de todos los que suscribió la Fiscalía ese año y costó 208 millones de pesos; y el tercero, que inició el 5 de enero de 2016 (tres meses antes de que culminara el periodo de Montealegre), era por seis meses y 104 millones de pesos.
Ahora será Senador por cuatro meses, una palomita que coincide con el trámite de los proyectos clave para implementar el acuerdo con las Farc vía Fast Track. Y estará en la Comisión Primera del Senado, la que tendrá que estudiar la mayoría de los proyectos, y a donde llegará a hacer compañía a Jaime Amín, Alfredo Rangel y, justamente, José Obdulio.
