Si la cosa futbolera sigue como esperamos todos y el tremendo equipo colombiano con su extraordinario director técnico a la cabeza sigue en su imparable y vertiginoso ascenso, lo que nos espera puede ser algo maravilloso: el toque de queda! (ya algunos alcaldes lo han decretado).
Es decir, no podremos salir de la casa!
Ya se pasó del pico y placa 24 horas a la ley seca.
Y si por ventura avanzáramos a los cuartos de final, nuestra celebración se verá aguada pues nuestras autoridades, además de conminarnos a quedarnos en casa, en ley seca, y como aviso de castigo por nuestro posible mal comportamiento fácilmente pueden llegar hasta amenazarnos con suspendernos la señal. Y si llegáramos a la final, no nos sorprendamos de lo que nos tienen preparado: oír los partidos en un transistor.
Vayámonos pues haciéndonos a las pilas, al aparatito con audífonos, y a lo mejor a ¡una vela de cera!
(Ese cuento de la cultura ciudadana, de la seducción para el cumplimento de las normas, de la posibilidad de celebrar sin temor al castigo son cosas del pasado).