El lunes, en el concejo de Bogotá se despertó una polvareda por cuenta de una denuncia del concejal de La U Javier Palacio, quien afirmó que la contratación directa -o a dedo, como él mismo la llamó- pasó del 20 por ciento en la Alcaldía de Samuel Moreno al 80 por ciento durante la era Petro. Sin embargo, el concejal cometió un error en la comparación, lo que explica que la cifra sea más escandalosa que precisa.
En el 2010, en pleno escándalo del carrusel de la contratación en Bogotá, Petro, el ex senador Luis Carlos Avellaneda y el concejal Carlos Vicente de Roux presentaron un informe en el que, después de comparar la contratación de la administración de Samuel Moreno con la de Lucho Garzón, concluyeron que “la contratación directa de menor cuantía se cuadruplicó, al subir de 5,85 por ciento al 20,75 por ciento” del presupuesto y que las licitaciones públicas disminuyeron del 45,3 por ciento al 30,8 por ciento. En el informe, éste es el cuadro que deja ver esa conclusión.
Ahora, Palacio, que fue embargado por la Fiscalía en medio de la investigación por el “carrusel de contratación" presenta un informe similar, que usa información oficial de las 13 secretarías, el IDU y Canal Capital, mira cuántos contratos fueron resultado de un proceso de selección (como un concurso de méritos o una licitación) y cuántos no. De ahí saca que 80 por ciento de los contratos fueron por vía directa, cifra que dice que es “escalofriante” y que es cierta.
El error fue comparar ese dato con el del informe de la comisión de Petro, pues este último no se refería a la cantidad de contratos sino al monto. Es decir, se está comparando el número de contratos con la plata que costaron los contratos directos en las alcaldías de Petro y Moreno. Y como hay contratos de valores muy distintos y una sola licitación puede tener un monto mayor que miles de contratos directos, los porcentajes no son comparables.
Esto al final le da la razón a Petro, quien desde Nueva York, le contestó por Twitter al concejal: “la trampa del concejal Palacio está en usar el número de contratos y no la suma de dinero”. Y aunque la contratación directa pudo aumentar, como dijeron la Personería y la Contraloría de Bogotá, aún no se sabe con exactitud cuánto.