Dos iniciativas anunciadas por la Administración de Bogotá para éste, el último año de la Bogotá Humana de Gustavo Petro, evidencian que en 2015 el Alcalde se subirá del todo al caballito de la paz. Y lo hará justo en la época electoral en la que su movimiento aspira a dejar a un sucesor de su cuerda en el Palacio de Liévano.
El primer proyecto son los 10 mil gestores de paz que, luego de que reciban capacitación del Distrito en unos escenarios denominados Puntos de Articulación Social PAS, saldrán a las calles y esquinas de la ciudad a explicar los acuerdos de paz de La Habana.
Será el segundo espaldarazo de Petro al presidente Juan Manuel Santos (el primero fue que su movimiento Progresistas lo apoyara en la reelección), fue anunciado por el mismo Petro en noviembre pasado y cayó tan bien a Santos que el Gobierno Nacional lo va a replicar en el resto del país.
En la Secretaría de Integración Social, que lidera el tema, le explicaron a La Silla que la idea es que las 10 mil personas sean voluntarias (es decir, que no van a recibir un peso por su labor) y que en los PAS (que son los mismos Centros de Desarrollo Comunitario que ya existen en las localidades) reciban formación en Derechos Humanos y sobre el proceso de paz, para que se conviertan en “multiplicadores de paz”.
Por otro lado está el programa Jóvenes Constructores de Paz que, en resumen, consiste en atender a cinco mil jóvenes en riesgo por pandillismo para que la mitad de la semana cursen estudios (en el colegio, o en donde estén cursando estudios) y la otra mitad presten servicios a la comunidad, por ejemplo como vigías ambientales o promotores de la paz. Una propuesta de preparación para el posconflicto, como explicó en el Concejo la secretaria de Gobierno Gloria Flórez.
En este caso, los muchachos sí recibirán una compensación económica, por lo que la iniciativa tuvo que ser detallada ahí en el cabildo bogotano en el marco de los debates del presupuesto 2015. Hace parte de un programa que está a cargo del Instituto para la Protección de la Niñez y la Juventud Idipron, para el que la Administración pidió 147.807 millones de pesos, 140 mil millones de pesos más de los que ese mismo programa tuvo como presupuesto total en 2014.
Aunque los concejales bajaron ese rubro a 100.804 millones de pesos, el asunto de los recursos sigue llamando la atención de concejales como el progresista Carlos Vicente de Roux (precandidato verde a la Alcaldía), quien advierte que no se hizo una presentación técnica del programa para conocer, por ejemplo, los criterios de ingreso o por qué requiere tanta plata.
De Roux señaló también que aunque el Idipron argumenta que ya hay un programa piloto con 220 adolescentes de sectores violentos, la Administración se embarcó en un proyecto millonario sin que se conozcan aún resultados de esta prueba inicial.
Más allá de esos reparos concretos, la apuesta por la paz en pleno año electoral genera suspicacias entre quienes creen que además de promover el entendimiento del proceso la idea contiene una estrategia de campaña. Eso porque en 2015 habrá 15 mil personas en las calles de la capital promocionando la paz como un mensaje del Gobierno local, lo que podría traer réditos políticos al progresismo.
Para el concejal independiente Juan Carlos Flórez lo que va a hacer Petro con estas dos iniciativas -que no son lo mismo, según nos dijeron en la Secretaría de Integración, aunque se parecen- es “centrarse en la propaganda para garantizar su supervivencia ya sin poder”.
Otro concejal, quien pidió que se omitiera su nombre porque es cercano al Gobierno local, dijo que lo que pasa es que en 2015 “Petro se va a subir al bus de la paz buscando efectos electorales en octubre”.
“Imagínate (15 mil) personas jugadas en las tiendas, en los barrios, hablando de paz, sí, pero por ahí derecho también promocionando el petrismo. ¿Por qué le metió tanta plata a lo de los Jóvenes constructores de paz este año de elecciones si no es por eso?”, dijo la fuente.
Y aunque el coordinador nacional de progresistas, Gricerio Perdomo, nos aseguró que los gestores de paz no hacen parte de su estrategia de campaña, el alto funcionario de Petro con el que hablamos off the récord reconoció: “(Las iniciativas) quieren aportar al posconflicto, pero seguramente también traerán réditos electorales a partir de una buena gestión de Gobierno”.
De todas maneras, el Alcalde Petro se la ha jugado por la paz desde el principio de su Gobierno, cuando anunció que quería convertir a Bogotá en un ejemplo nacional de la implementación de la Ley de Víctimas. Lo que ha dicho ahora el mandatario es que quiere que la ciudad se convierta en la “capital de la paz”. Esa es la misma frase que está usando el precandidato a la Alcaldía por el petrismo, Hollman Morris, de quien dicen es el favorito del Alcalde para reemplazarlo. O al menos es el que lleva la delantera en las encuestas.
Todo indica, pues, que en la Bogotá política el tema estará a la orden del día en 2015. Junto a otros asuntos clave a los que se les agota el tiempo ahora que comenzó la cuenta regresiva de la Bogotá Humana: el metro y la licitación de las basuras entre ellos. El contrarreloj es mayor teniendo en cuenta que, como es año de elecciones, en junio comienza a regir la Ley de Garantías que impide hacer contrataciones (con pocas excepciones) y de alguna manera paraliza las movidas contractuales de los gobiernos.



Hace poco más de una semana, según le relató a La Silla un alto funcionario de la Administración de Bogotá, se realizó un consejo de Gobierno en el que se habló de las líneas que debería seguir la Alcaldía de Gustavo Petro en 2015. La conclusión general, de acuerdo con lo que dijo ahí el mismo mandatario, es que las metas deben girar alrededor de consolidar los procesos sociales locales en los que han venido avanzando y mejorar la comunicación de esos resultados.
Entre los avances, contados por el mismo Petro en twitter en estos días con el HT #durante labogotahumana, están haber bajado las tarifas de aseo y Transmilenio y baja histórica en los homicidios.
Además de esos que quiere destacar la Alcaldía, dos asuntos mediáticos que quedaron pendientes en 2014 se tocarán este año: el metro y la licitación para la recolección de las basuras.
Sobre el metro, como contó La Silla, el Distrito logró permiso del Concejo para usar un cupo de endeudamiento por 2,4 billones de pesos que estaba destinado para otras obras de movilidad (como el Transmilenio por la Boyacá, que no se hará por ahora), en la primera línea de la mega obra. Sin embargo, aún falta que Petro renegocie un Conpes que firmó el exalcalde Samuel Moreno para garantizar que la Nación ponga el resto de la plata (son en total 15 billones de pesos).
La Nación hasta ahora ha dicho que va a poner seis billones y no es claro que esa situación se solucione en un año electoral en el que, con seguridad, la Unidad Nacional santista jugará con un candidato que -de llegar a Alcalde- le convendría más entregar la licitación del metro. Aunque al Gobierno Nacional también le convendría decir que el metro se hizo antes gracias a su ayuda.
Si la Nación asegura el resto de la plata para esa obra este año, de todas maneras faltaría la estructuración de la licitación y que antes el Concejo le apruebe al Distrito la creación de la empresa Metro (que se hundió este año). Un sólo año parece no alcanzar para tanto, primero porque la historia ha demostrado que no es fácil para Petro hacer pasar cosas en el Concejo y segundo porque la estructuración de una licitación tan grande podría llegar a tardar al menos seis meses, según le explicó a La Silla una persona que ha estado cerca del tema del metro.
Sobre la licitación para la recolección de las basuras, otro de los asuntos bandera del Gobierno Petro, tres años después esta es la hora en la que el Distrito sigue sin solicitar formalmente a la Comisión Reguladora de Agua Potable CRA la autorización para las Áreas de Servicio Exclusivo, un prerrequisito indispensable para sacar adelante el proceso licitatorio porque áreas delimitadas por la autoridad competente para prestarlo, el servicio no se podría licitar. Por eso, la ciudad sigue con el modelo temporal que impuso el Alcalde.
Con seis directores de la Uaesp (la entidad encargada de las basuras en la ciudad) en tres años, éste último año de Petro en el Gobierno será clave para ver si alcanzan o no a armar el proceso.
Ya sin la Procuraduría respirándole en la nuca y sin la inestabilidad administrativa que generó su destitución, hace ocho días comenzó la última curva del Gobierno de Petro antes de llegar a la meta final. Lo que pase en estos meses en estos y otros temas será definitivo para saber si el Alcalde confirma lo que dicen de él sus críticos o si ratifica su talante de presidenciable.