La revista Semana dijo este fin de semana que en los corrillos políticos se habla de campañas al Senado que cuestan entre 2 y 5 mil millones de pesos. La ex fiscal Viviane Morales denunció en los medios la semana pasada que las campañas tienen un costo altísimo y le dijo a La Silla que una valla en la capital, en promedio, cuesta 15 millones de pesos pero algunas pueden llegar al doble. Aunque ha sido la más sonada, la queja de Morales no es la única.
El senador liberal Juan Manuel Galán le contó a La Silla que en departamentos como Magdalena, por la cantidad de dinero que se mueve para comprometer a los candidatos locales, no ha podido establecer fórmulas a la Cámara.
En Santander el candidato a la Cámara conservador, Darío Velásquez, renunció a su puesto en la lista azul porque, según dijo, hay candidatos que están manejando hasta seis mil millones para ganar una curul en marzo.
De ese mismo departamento, Erwing Rodríguez-Salah -ambientalista que aspira al Senado por Alianza Verde- le dijo a La Silla que su campaña ha sido muy compleja en parte por la desigualdad de recursos frente a otros candidatos que tienen su fortín electoral en esa zona. Sólo en el área metropolitana de Bucaramanga hay aspirantes, como los senadores Honorio Galvis del liberalismo o Bernabé Celis de Cambio Radical, que tienen más de cinco vallas.
En el sur del país, el candidato liberal a la Cámara por Huila, Orlando Beltrán, el ex congresista y carta de los cafeteros en estas elecciones, le aseguró a La Silla que en esa región las campañas son desequilibradas por la plata que invierten algunos aspirantes y que esta semana denunciará públicamente el problema.