Después de que Marta Lucía Ramírez fue escogida por el Partido Conservador como su candidata presidencial, la presión sobre Óscar Iván Zuluaga para que renuncie a su aspiración comienza a crecer a medida que él no despega en las encuestas.
La Silla Vacía lo entrevistó al respecto. Zuluaga ratificó que es él el candidato del uribismo y que la campaña realmente arranca después de que termine la del Congreso. Y espera que el triunfo de Uribe en el Senado lo catapulte. Así está viendo él su propia campaña.
Van tres meses desde que la convención uribista lo eligió como candidato y usted no parece despegar…
La campaña presidencial en sí va a empezar el 9 de marzo. ¿Cómo hacer una campaña presidencial sin publicidad? Eso es parte de ese ejercicio. Lo central es que la campaña se inicia después de las elecciones al congreso.
¿No cree que al hacer campaña con el ex presidente Álvaro Uribe, él termina robándole protagonismo a usted como candidato presidencial?
Este es un trabajo en equipo. Para un presidente es muy importante tener un buen Congreso, porque eso es lo que permite garantizar la ejecución y la aprobación de las leyes para cumplir la propuesta programática. Afortunadamente tenemos al ex presidente Uribe encabezando la lista al Senado. Y yo soy el candidato a la Presidencia de la República. Cada uno desde su responsabilidad es la garantía para que Colombia pueda hacer realidad las propuestas que hemos construido a lo largo de estos años recorriendo el país.
“Yo soy el candidato de Uribe Centro Democrático. Gané una convención de manera nítida y contundente.”– OIZ
El domingo pasado saltó al ruedo Marta Lucia Ramírez, una candidata afín al uribismo, desde el Partido Conservador. ¿Ve posible pactar una alianza con ella para llegar juntos a las presidenciales?
Que quede muy claro, yo soy el candidato del uribismo y voy a ganar las elecciones de mayo.
Sobre esa base, he dicho que todos los colombianos que quieran pueden apoyar la propuesta que yo estoy liderando desde mi candidatura. Porque el Centro Democrático es un punto de encuentro de todas las vertientes políticas que coinciden con nuestras propuestas.
¿No estaría dispuesto a hacer una alianza con Marta Lucía, siendo ella la candidata?
La política tiene ahora varios momentos. Primero, las elecciones al Congreso. Segundo, las elecciones de mayo, y si hay o no una segunda vuelta. Eso, en su momento, determinará cuál debe ser el rumbo político del Centro Democrático.
Pacho Santos, que fue precandidato junto a usted del Centro Democrático, dijo en Twitter -después de que Ramírez fue elegida candidata- que usted perdió porque ella recoge el voto uribista y que ganaron las ideas del uribismo porque tienen la posibilidad de sobrevivir. ¿Cómo responde usted a eso?
Yo soy el candidato de Uribe Centro Democrático. Gané una convención de manera nítida y contundente. Y quienes están en el Centro Democrático tienen el deber de apoyar mi candidatura, ese es el compromiso, ganar la Presidencia de la República.
¿Lo desconcierta la posición de Pacho Santos?
Debo decir que con franqueza que me causa extrañeza. Me parece que quien hace parte de unas ideas y de una organización política tiene que apoyar a quienes estamos en esta contienda.
Un tema central de esta campaña será la paz. En la convención uribista ustedes sostuvieron que de ganar acabarían el proceso de paz con las Farc en La Habana. ¿Si usted es presidente se acaba el proceso el 7 de agosto?
Lo que hemos dicho es que estamos de acuerdo con la paz, con una paz negociada. Pero siempre hemos dicho que tiene que haber unas condiciones para que no ocurra lo que está ocurriendo hoy.
Se nos ha estado engañando con los tiempos, utilizando el proceso en La Habana con fines electoreros. Porque no sabemos qué es lo que se está negociando y qué es lo que se va a entregar a las Farc. Se tiene que saber desde el inicio cuáles son las condiciones aceptables para una negociación de paz.
¿Cuáles creen ustedes que son esas penas mínimas que deberían pagar los miembros del secretariado de las Farc?
Estamos de acuerdo en que haya reducción de penas. La Ley de Justicia y Paz para el paramilitarismo planteó cárcel de ocho años. Ese debe ser el debate: ¿cuál debe ser el tiempo para un número mínimo de penas?
Pero tiene que haber cárcel porque han cometido crímenes atroces, delitos de lesa humanidad. Son muchos años en los que le han hecho daño a la sociedad. Y hoy siguen siendo el principal cartel del narcotráfico del mundo. Reportes muestran que hay 16 frentes de las Farc involucrados activamente en el narcotráfico. ¿Cómo vamos a aceptar que no haya ninguna condición en un proceso de negociación sobre eso?
¿Cuáles errores de Justicia y Paz corregirían ustedes en un eventual proceso con las Farc?
Yo hablaría de los méritos de esa Ley. Nunca habló de elegibilidad ni de impunidad. Siempre estableció unas reglas claras, porque lo que discutió y definió Justicia y Paz fue el sometimiento, que es muy diferente. Yo me pregunto, ¿qué diferencia hay entre la extorsión de las Farc y las extorsiones de las Bacrim? Ninguna. Entonces si las Bacrim mañana piden un proceso de negociación, ¿con qué argumento se les niega lo que hoy se les otorga a las Farc?
Es muy probable que las Farc no acepten negociar bajo las condiciones que propone el Centro Democrático. ¿Cree que un gobierno suyo podría derrotar militarmente a la guerrilla?
Estoy seguro que para las Farc es más fácil hacer la paz con un gobierno en el que el presidente sea Oscar Iván Zuluaga, porque hay claridad desde el principio sobre a qué se pueden atener. Y esa claridad es la que se necesita para buscar una paz negociada.
Es que los cabecillas de las Farc que han cometido crímenes atroces y delitos de lesa humanidad, no pueden ir al Congreso. Tienen que pagar una sanción de por vida, al menos esa. Eso no es negociable. Eso nos parece que tiene que ser claro desde el principio.
Si los guerrilleros quieren abandonar su causa son bienvenidos a la sociedad. Si no lo quieren hacer, hay que debilitarlos para buscar una paz negociada en condiciones dignas para la sociedad y para la institucionalidad democrática.
Independientemente de la paz, ¿cómo sería distinto un gobierno suyo a un gobierno de Juan Manuel Santos o de Marta Lucía Ramírez?
Sería un gobierno auténtico de Oscar Iván Zuluaga. Yo soy una persona que por mi formación política vengo de la provincia. Y no sólo tengo ese origen de provincia y me he hecho a pulso como concejal, alcalde de mi pueblo, congresista y luego ministro de Hacienda, sino que soy ejecutor. Y para mí el talante de un gobernante está en su capacidad de ejecución.
Sueño con los consejos de seguridad pero alrededor de la educación y la generación de empleo, sueño con que las regiones sean tenidas en cuenta como se merecen, que la sociedad y la comunidad en general sean escuchadas. Y sueño como presidente, con esa estrategia y ejecutando, reducir las brechas sociales y las brechas entre las distintas regiones del país.
¿Qué no repetiría del gobierno de Uribe?
Las circunstancias son diferentes. Indudablemente que hay que mirar qué errores se cometieron, por ejemplo en el tema de salud. Y así en cada uno de los temas. Uno cuando gobierna siempre tiene que mirar hacia delante, capitalizando los errores del pasado.
Su propuesta gira sobre todo alrededor de la educación. ¿Cuáles son los puntos claves?
Voy a ser el presidente de los jóvenes y quisiera ser recordado como el presidente de la educación. Creo que es el camino para que Colombia logre una verdadera transformación y sea un país de verdadera inclusión social con una clase media pujante.
Vamos a implementar la jornada única en todos los colegios públicos, los nueve millones de jóvenes y niños estudiando de 8 de la mañana a 4 de la tarde, con dos alimentos diarios gratuitos. Con más horas para deporte y cultura, el bilingüismo y terminar el grado 11 con un título de técnico. Después, que todos los bachilleres tengan la opción de ir a la universidad o a una carrera tecnológica de calidad.
También hay que cualificar la educación. Mejorar el salario de los docentes, promoviendo becas de excelencia para que los mejores bachilleres se conviertan en profesores y maestros. Y por último estamos pensando en que Colombia debe ser un país de jóvenes emprendedores y pequeños empresarios. Eso hace que la educación tenga que tener pertinencia, pero también que los jóvenes tengan acceso a desarrollar sus ideas. Queremos multiplicar el Fondo Emprender por diez.
Uno de los elementos del gobierno Santos que más han criticado es la mermelada. ¿Cómo rompería usted con ese estilo de manejo de la clase política?
Eligiendo el congreso que propone el Centro Democrático. Que genere unas relaciones transparentes, donde haya un equipo que va a defender y aprobar unas leyes que permiten cumplir la propuesta. Que los congresistas vuelvan a ser los representantes de las regiones. Hemos propuesto reducir el tamaño del Congreso, al menos en un 20 por ciento, suprimiendo las comisiones cuartas. Hemos propuesto eliminar la prima de ocho millones. El Congreso tiene que dejar un ejemplo de austeridad. Hemos propuesto que sesione de manera continua y pueda haber un mayor seguimiento en materia regional. Creemos que sobre esas bases, recuperando la austeridad del Congreso, su actitud por fin va a permitir que este sea un instrumento de gobernabilidad.
El Congreso tiene que dejar un ejemplo de austeridad. Hemos propuesto que sesione de manera continua y pueda haber un mayor seguimiento en materia regional.”– OIZ
Eso suena bien, pero mucho de los miembros de la lista del Centro Democrático hicieron parte del gobierno de Uribe que comulgó con esa manera de manejar las relaciones con los congresistas. Recordemos por ejemplo el caso de la Dirección Nacional de Estupefacientes.
Nosotros le hemos dado la cara el país sobre cada uno de los hechos que ocurrieron en nuestro gobierno. Hay una explicación de cada una de las decisiones ante ese tipo de debates y señalamientos.
Una pregunta: ante toda la denuncia que hemos hecho sobre el carrusel de la reelección, ¿cuándo el presidente Santos le ha dado la cara al país? ¿Ha dado alguna explicación? Han llevado el debate a que todos los gobiernos ayudan a hacer obras en las regiones. Cuando uno no tiene nada que ocultar, uno da la cara.
Más allá del tema de cupos indicativos, que sería el de obras para las regiones, el Centro Democrático ha criticado que el gobierno le de puestos a los congresistas. ¿Ustedes sostienen que en el gobierno de Uribe no se repartió burocracia?
Recordemos qué hicimos nosotros. Establecimos méritos para entidades como el Sena, Bienestar Familiar, regionales de Invías, regionales de las oficinas del Trabajo. Fuimos el gobierno del concurso de méritos para ingresar al magisterio. Fuimos el gobierno que sacó adelante la reforma que permitía la constitución de la carrera de méritos en el servicio civil. Nuestro compromiso era avanzar. Incluso recordemos que presentamos un referendo que no pasó porque no se depuró el censo.
Pero teníamos un compromiso a fondo con dar un cambio en las prácticas del manejo del Congreso. A mí me tocó como senador de la República las audiencias públicas para la asignación de los recursos regionales, transparentes, en televisión. Ese es el proceso que tenemos que mostrarle a Colombia, y ese es el que queremos recuperar.
Hace unos días usted dijo que la elección del presidente Santos como candidato de La U había sido una payasada. ¿Cómo ve al que fue su partido?
Totalmente desteñido, totalmente desviado de las que fueron las ideas que lo fundaron y que le dieron su éxito. Ese es un partido que tuvo su éxito porque estuvo apoyado en Uribe. Por eso se llama la U. ¿Y por qué no le han quitado el nombre de La U? ¿Por qué varios parlamentarios siguen utilizando el uribismo para hacer campaña en las regiones?¿Por qué no le ponen la S?
Eso muestra que el Partido quiere seguir utilizando el éxito y el prestigio del presidente Uribe. Y una cosa es clara, los colombianos no le creen y no quieren al Presidente Santos, no tiene credibilidad, no genera confianza. Ha cambiado tanto de opinión, ha dicho tantas mentiras. La principal es que se hizo elegir con unas ideas y gobierna con otras.
Usted dice que las encuestas muestran que a Santos no lo quieren los colombianos. Pero en ellas a usted le va peor. ¿Cuándo va a despegar?
La verdadera encuesta es ganar el 25 de mayo. Y esa es la única encuesta válida.