El magistrado Jorge Pretelt está casi por fuera de la Corte Constitucional. En dos semanas podría quedarlo del todo.
Este martes se desenredó su proceso, cuando la Comisión de Instrucción del Senadodecidió presentar la acusación de la Cámara contra Pretelt ante la plenaria del Senado. Lo hizo en una apretada votación de 4 a 3 por líneas partidistas, en las que quedaron en minoría los tres uribistas que querían devolver todo el proceso. La mayoría la armaron dos senadores de la Unidad Nacional, el verde Jorge Prieto y el conservador Juan Manuel Corzo.
Ese fue el penúltimo paso antes de que pueda ser suspendido, como explicó La Silla. Y esa suspensión seguramente ocurrirá la semana del 15 al 20 de agosto.
Lo que viene ahora es que se deben resolver las recusaciones que hizo el abogado de Pretelt, Abelardo de La Espriella, contra 17 senadores que se han referido al tema en medios, como Armando Benedetti, Juan Manuel Galán, Claudia López o el presidente del Senado, Mauricio Lizcano.
Para resolverlas la vicepresidente Daira Galvis conformó ayer una subcomisión que debe estudiar las recusaciones y proponerle a la Plenaria sacar a esos 17 senadores de la discusión o no.
Si se repiten las líneas partidas con las que votó la Comisión de Instrucción, esas recusaciones serán rechazadas: hay tres senadores de la Unidad Nacional, el uribista Jaime Amín y Alexander López del Polo.
Esa subcomisión tiene seis días hábiles para armar un informe, que debe luego discutir la plenaria. Y esa misma plenaria puede decidir si acoge o no la recomendación de la Comisión de Instrucción, que no implica decidir de fondo el caso Pretelt sino solo admitir que lo va a estudiar. Apenas haga eso, sin necesidad de debatir nada más, el magistrado queda suspendido de su cargo.
La Silla supo que en la mesa directiva del Senado tienen programado que esa reunión se haga hacia el miércoles 17 de agosto, y que en ella primero se decidan las recusaciones, luego hable el representante Julián Bedoya, que fue el que llevó el caso de Pretelt en la Cámara, después la defensa del magistrado y luego voten.
Del lado de Pretelt solo parecen estar el Centro Democrático y algunos conservadores, por lo que los 52 votos que se necesitan para suspenderlo pintan asegurados.
Como su período termina en marzo del próximo año, si el Senado lo suspende difícilmente volverá a su cargo, pues en esos 6 meses es improbable que culmine su proceso.
Así, el Senado podría empujar a Pretelt a dar el paso que le falta para dejar la Corte. Porque ya tiene un pie afuera: desde que estalló el escándalo hace año y medio se ha excusado de muchos debates por motivos de salud o legales.
Incluso se excusó esta semana de asistir a la Sala Plena para preparar su defensa y es previsible que haga lo mismo mientras su caso llega a la plenaria del Senado. Con lo cual, su firma del fallo del plebiscito tampoco ocurrirá esta semana.
Él y el magistrado Luis Guillermo Guerrero son los dos magistrados que faltan por firmar. Y ese es un requisito previo no solo para que se pueda conocer en detalle qué es lo que decidió la Corte sobre cómo se hará la campaña del plebiscito sino para que la Registraduría y el Consejo Nacional Electoral comiencen a hacer su parte.
Por eso, la pregunta en la Corte ya no es tanto si será suspendido ni cuándo, sino quién ocuparía su silla hasta que llegue su reemplazo en marzo.

La Silla
Jorge Pretelt Chaljub
Magistrado de la Corte Constitucional