Vida de artista, el video que aquí se muestra, parte de una obra de arte del Estado. Una pieza donde el mismo Estado, estático por definición, quiso salir de la solemnidad estatal y creó, en sus propias palabras, “una FICCIÓN humorística, una PARODIA” del artista joven como “persona oportunista, que busca mecanismos para no declarar sus ingresos, que hace trampa, que no conoce la destinación de los tributos y que es un egoísta.”
El humor, al parecer, no es una característica propia de las instituciones. Lo que pretendía ser un mecanismo de comunicación y control para experimentar un dominio de índole superior, en realidad se convirtió en una cadena cuyo último eslabón, la obra de Estado, generó un arte burocrático que no tiene mayor conciencia de la finalidad de su funcionamiento y que continua produciendo, sin remedio, trámites, trámites y trámites de índole estética (una de las últimas piezas ha sido 195 preguntas al Ministerio de Cultura sobre la Guía de Impuestos para Artistas, una obra de arte del colectivo liderado por los artistas conceptuales Joaquín Restrepo y Paloma Valencia).
El Estado, como artista sensible, y a pesar del relativo éxito de su campaña, rechazó las críticas negativas que se le hicieron a su obra y decidió retirar de la esfera pública toda prueba de su proceder artístico. Sirva este video para devolver a lo público lo que es público y mantener, así sea bajo una edición satírica, parte de la obra de arte que el Estado, bajo una licencia poética, un día publicó.