El Consejo Nacional Electoral sacó un decreto que reglamenta de manera minuciosa e integral la campaña del plebiscito y que, en palabras de Camilo Mancera, coordinador jurídico de la Moe, “deja suficientes libertades para participar en las campañas pero es rigurosa en los controles a la financiación y a la publicidad”.
Tanto los del Sí como los del No podrán hacer campaña y cada campaña podrá tener tantos Comités de Campaña (el equivalente a un comité promotor en una elección normal) como haya gente que quiera promover una u otra iniciativa.
Estos comités estarán integrados por entre 3 y 9 miembros y todos responderán solidariamente ante el CNE por lo que hagan o dejen de hacer.
Mientras la campaña del No está concentrada alrededor del ex presidente Álvaro Uribe y el Centro Democrático, la del Sí busca ‘desantificarse’ y tiene a más de diez partidos haciendo campaña y muchas iniciativas ciudadanas lo que permite suponer que tendrá muchos comités.
La Silla explica la reglamentación desde la perspectiva de qué cosas favorecen a una campaña y qué a la otra.
El CNE determinó que las campañas globales no tendrán topes. Los topes serán por Comités de Campaña, y según si su ámbito de campaña es nacional, regional, local o municipal. Una comité de campaña en un municipio de menos de diez mil habitantes podrá gastar hasta 130 millones mientras que un comité nacional, como el que manejará la fundación de empresarios a cargo de Fabio Villegas a favor del Sí podrá gastar hasta 3921 millones de pesos.
Todos los aportes a la campaña tienen que ser individualizados y registrados en el portal Cuentas Claras, incluso los hechos a través de pagos electrónicos y mensajes de texto.
Esto en principio beneficia más al Sí por dos razones. Una, es que como van a tener más Comités de Campaña podrían en teoría llegar a gastar diez o veinte veces más que los del No, que tendrán menos comités.
Pero también los beneficia porque el Sí tiene más capacidad de conseguir plata que los del No. Según le contó uno de los líderes del NO a La Silla casi ningún empresario quiere darles financiación, o por lo menos no sobre la mesa, porque temen una retaliación del gobierno Santos si lo hacen
Nada.
Tanto los del Sí como los del No pueden comprar tanta pauta como quieran en los medios comerciales. Pero el CNE establece un número máximo de cuñas o de avisos que puede contratar cada Comité de Campaña en cada tipo de medio. Por ejemplo, en televisión nacional, un comité de campaña nacional puede comprar hasta 12 cuñas de 30 segundos al día.
Beneficia más al Sí porque tendrá más Comités de Campaña y más plata para invertir en publicidad en televisión, que es más cara y más efectiva en una campaña tan corta.
En este punto, el No no gana nada.
La reglamentación tiene un artículo muy polémico desde la perspectiva de la libertad de prensa y es que los concesionarios y operadores de televisión, radio, prensa y otros medios incluyendo los digitales deberán garantizar “pluralismo, equilibrio informativo y la imparcialidad, así como la veracidad en el manejo de la información” sobre las campañas por el Sí o por el No.
Derivado del anterior, el CNE le impone a los medios la obligación de remitir un informe semanal al CNE con los tiempos o espacios que le otorgaron al cubrimiento de dichas campañas.
Y si el CNE encuentra que violaron estos principios puede desde ordenar al medio “la suspensión o retiro inmediato de la propaganda” que entre otras cosas “busque desinformar al elector” hasta ordenar la rectificación.
También si encuentra que una campaña de pedagogía del Gobierno que invite a votar por el Sí, le puede ordenar al medio la “suspensión inmediata de la difusión o publicación de la pieza de divulgación del acuerdo”.
Según le contó a La Silla un magistrado del CNE cuando hicieron esta disposición tenían sobre todo en mente el cubrimiento que hace RCN TV, que es abiertamente favorable al uribismo y por lo tanto podría convertirse en un arma en contra del No.
También podría perjudicar al uribismo si de verdad entran a controlar la veracidad de la información pues como ha señalado La Silla en su Detector de Mentiras, el ex presidente Uribe tiende a usar más argumentos engañosos que, por ejemplo, el ex presidente César Gaviria en sus intervenciones públicas.
La reglamentación tiene un artículo muy polémico desde la perspectiva de la libertad de prensa y es que los concesionarios y operadores de televisión, radio, prensa y otros medios incluyendo los digitales deberán garantizar “pluralismo, equilibrio informativo y la imparcialidad, así como la veracidad en el manejo de la información” sobre las campañas por el Sí o por el No.
Derivado del anterior, el CNE le impone a los medios la obligación de remitir un informe semanal al CNE con los tiempos o espacios que le otorgaron al cubrimiento de dichas campañas.
Y si el CNE encuentra que violaron estos principios puede desde ordenar al medio “la suspensión o retiro inmediato de la propaganda” que entre otras cosas “busque desinformar al elector” hasta ordenar la rectificación.
También si encuentra que una campaña de pedagogía del Gobierno que invite a votar por el Sí, le puede ordenar al medio la “suspensión inmediata de la difusión o publicación de la pieza de divulgación del acuerdo”.
En principio la obligación de imparcialidad debería beneficiar al NO dado que la mayoría de medios tradicionales de mayor impacto están a favor del Sí y tienen una estrecha cercanía con el Gobierno. Si se repite la campaña del 2014, con el tiempo terminarán dándole más juego al Sí.
Nada.
Los espacios gratuitos en radio y televisión pública o que usen el espectro electromagnético se asignarán en igual proporción a la opción del Sí y el No, independientemente de cuántos comités de campaña tienen. Y se asignarán entre los Comités por sorteo.
Entonces, si el Sí tiene 100 comités, y hay 50 espacios se sortearán y cada uno podría quedar con tan solo dos. Si el No tiene solo 5 comités de campaña, Uribe podrá hablar como mínimo en 20 espacios.
Esto en principio beneficia más al No porque seguramente tendrá menos comités de campaña y le dará mucho más juego al ex presidente Uribe, que es la voz cantante del No y la que más capacidad tiene de influenciar a los votantes.
En cambio los del Sí tendrán que distribuir estos espacios entre muchos grupos ciudadanos y partidos, lo que corre el riesgo de diluir el mensaje.
De hecho, los del Partido Liberal y la U, que querían que Gaviria tuviera mayor protagonismo, promovieron que hubiera una sola campaña por el Sí en estos espacios. Pero los partidos chiquitos dijeron que no se querían juntar con el Gobierno y sus intereses fueron protegidos.
Los partidos políticos podrán disponer de los espacios institucionales y gratuitos que tienen en televisión para promover el Sí y el No.
Esto es una gran ventaja para el Sí porque mientras del lado del No solo está el Centro Democrático y eventualmente el Partido Conservador. Del lado del Sí están más de diez partidos.
En la discusión interna del CNE, el magistrado del Centro Democrático defendió a capa y espada que los partidos no pudieran usar este espacio para hacer campaña, pero perdió.
Nada.
Nada
Las encuestas tienen varias regulaciones: las muestras tienen que ser de mil o más personas, solo se podrán difundir hasta el martes antes de la votación, tienen que tener una trazabilidad y en la ficha técnica se debe establecer si la contrató un comité por el Sí o por el No o el mismo medio de comunicación. Además, un profesional en estadística debe acreditar que está bien hecha.
Las “inconsistencias graves” en los resultados de las encuestas darán lugar a una multa de entre 17 y 27 millones de pesos no solo a la encuestadora sino también al medio que la publica. Las firmas tendrán que reportar al CNE el certificado del pago del contrato y el IVA.
En principio, esta norma debería ayudar más al No porque el Sí tiene más plata para contratar encuestas y más medios amigos para publicarlas. Además, la exigencia de mil encuestados y la trazabilidad evitará que se utilicen sondeos diarios y que se presenten como encuestas, como sucede hoy. También que el gobierno termine filtrando encuestas sin que sea claro que lo hace, como sucede hoy. Lo más interesante será saber cuánto pagan realmente por ellas.
La prohibición de publicar encuestas después del martes antes de la elección también beneficia al No, que quería que la veda fuera de 7 días mientras que el gobierno en el decreto que sacó con la pregunta del plebiscito se tomó la libertad de decir que hasta el día anterior lo podían hacer, lo que da un mayor margen de manipulación de la opinión pública. De hecho, según le contó a La Silla un magistrado del CNE, fue en reacción a ese decreto que tomaron la decisión de poner la veda desde el martes.
Los funcionarios públicos no podrán usar los bienes y dineros públicos para hacer campaña “salvo aquellos que se ofrezcan en igualdad de condiciones a todos los servidores públicos”, lo que en la práctica significa que podrán usar los teléfonos de las oficinas, los carros oficiales para ir a eventos, etc. El avión oficial quizás no pues no todos los servidores tienen acceso a ellos.
El CNE también dispuso que los funcionarios pueden hacer “planes de compensación” cuando hayan usado el tiempo laboral para trabajar en la campaña.
No dice si los funcionarios públicos podrían ser parte de los comités promotores o testigos electorales.
Esto beneficia directamente al Sí porque así el CNE haya dicho que los funcionarios no podrán ser constreñidos o premiados por su participación en una campaña u otra, es muy improbable que algún funcionario nacional vaya a hacerle campaña al No. La mayoría de gobernadores también están alineados con el Sí. Salvo los alcaldes del Centro Democrático, la institucionalidad oficial se pondrá en función del Sí.
Nada.
En este punto, el Sí no gana nada.
El CNE prohíbe “alterar las partidas presupuestales” con el fin de dotar de recursos a las campañas.
En principio esto beneficia al No pues prohíbe el uso de la ‘mermelada’ oficial para movilizar votantes. Y le da una herramienta de control al Procurador, que está del lado del No.
Nada.
Aunque la Corte Constitucional había dicho que no se podían usar los logos de los partidos, el CNE decidió permitir que los partidos usen el logo que tienen registrado ante el CNE mientras no sea “usado con fines políticos o electorales diferentes al plebiscito”.
Aunque esto le permitirá en la práctica a los partidos y candidatos posicionarse con miras a las presidenciales del 2018, para efectos del plebiscito podría beneficiar más al No porque mientras los partidos están totalmente desacreditados la foto del ex presidente Uribe que sale en el logo del Centro Democrático podría terminar ayudando a los votantes a marcar esa opción.
También ayudará al No a que los colombianos conozcan a sus candidatos para el 2018, que son más desconocidos que los del Sí, y que además se diluyen entre tantas campañas del Sí..
Aunque la Corte había abierto la posibilidad de que los colombianos que viven fuera del país votaran durante varios días, el CNE cerró la posibilidad a que lo hicieran un solo día y en la misma fecha que el resto de colombianos.
Esto en principio beneficia más a los del Sí porque los colombianos que viven por fuera tienden a ser más uribistas y más anti-Farc pues muchos salieron del país a raíz de la violencia. Si tienen menos tiempo de ir a los consulados donde pueden votar, esto le puede quitar votos al No.
Aunque la Corte había abierto la posibilidad de que los colombianos que viven fuera del país votaran durante varios días, el CNE cerró la posibilidad a que lo hicieran un solo día y en la misma fecha que el resto de colombianos.
Esto en principio beneficia más a los del Sí porque los colombianos que viven por fuera tienden a ser más uribistas y más anti-Farc pues muchos salieron del país a raíz de la violencia. Si tienen menos tiempo de ir a los consulados donde pueden votar, esto le puede quitar votos al No.
A los del No les puede convenir un vacío en la reglamentación y es que no establece un tope a la financiación de los comités de campaña en el exterior ni dice cómo deben reportar sus cuentas ni ante quién. Esto les podría permitir que los que no quieren darles plata en Colombia por miedo a represalias del gobierno la consigan por fuera.
