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“En este momento, el paso correcto es aceptar la revisión de los acuerdos”: Navarro

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Información del líder

 
Nombre del líder
Antonio Navarro Wolff
Lugar y fecha de nacimiento
9 de julio de 1948 en Pasto
Ciudades donde ha vivido
Pasto, Cali, Medellín, Bogotá
Estudios
Ingeniería sanitaria en la Universidad del Valle, especialización en  Ingeniería del Medio Ambiente en la Universidad Loughborough, Inglaterra
Actividades profesionales
Senador de la República por el Partido Verde
Entidades o empresas con las que ha trabajado
Universidad del Valle, Fundación Rockefeller, Ministro de Salud, Alcalde de Pasto, Gobernador de Nariño, Representante a la Cámara
Líderes admirados
Albert Einstein y Gandhi
Profesión frustrada
Maestría en Ingeniería Industrial y Sistemas
Políticamente correcto
Políticamente honesto
Causas que apoya
Causas históricas, nacionalistas, la democracia y a los débiles. La paz y temas ambientales
Libro leído recientemente
Informe de la Comisión Especial sobre la Reforma Tributaría. ‘El rastro de tu padre’ de Patricia Lara
Películas favoritas
‘Todo un día para morir’ de Peter Collinson. ‘Aguirre, la cólera de Dios’ de Werner Herzog. ‘Fanny y Alexander’ de Ingmar Bergman
Bolívar o Santander
Bolívar
 
Reflexiones

La Red Líder: ¿Qué opina de que se le conceda el premio Nobel de paz a quien fue Ministro de Defensa y un "halcón"?

Antonio Navarro Wolff: Cualquiera que haya sido la motivación que tuvo Juan Manuel Santos para meterse a fondo en el proceso de paz, lo ha hecho y se merece ese reconocimiento. No soy santista, pero debo decir que la reacción de Santos este lunes fue exactamente la que había que tener: “me avengo al resultado de las urnas y vamos a buscar un camino para continuar este proceso”. Ahí confirmó el premio Nobel frente a un resultado tan apretado, complejo y con una campaña llena de mensajes de toda naturaleza.

LRL: ¿Qué opina de que solo se le otorgue a una de las partes de un proceso de paz entre dos partes?

ANW: No lo quería decir, pero la reacción de las Farc al resultado del plebiscito no fue igual. Fue mucho más lenta y tal vez por eso dejaron pasar la oportunidad de que el Nobel hubiera sido para los dos.

LRL: El M-19 fue mucho más "político" que las Farc, pensó más en la opinión pública. ¿Cómo evalúa los primeros pasos de las Farc en política?

ANW: Están aprendiendo. Al M-19 le tocaron obstáculos más grandes que los que ha tenido las Farc. La favorabilidad de negociar la paz se cayó cuando se hundió la reforma constitucional en 1989 por la interferencia del Cartel de Medellín en otro tema. Llevó al gobierno a archivar el Acuerdo y eso hizo que nos quedáramos sin lo negociado, fundamental en la favorabilidad política.

Mataron a Carlos Pizarro 46 días después de la firma del acuerdo, ese fue un reto tremendo para un acuerdo de paz. Tomamos la decisión correcta en ese entonces. A las Farc hay que decirles que tienen que aprender. En este momento de complejidad el paso correcto es aceptar la revisión de los acuerdos y mantenerse en el proceso de paz.

LRL: ¿Cree que pueden superar la mentalidad estalinista para adecuarse a las reglas de la política colombiana?

ANW: Ahí están. Dicen que aceptan ajustes y eso ya es un paso adelante. Están aprendiendo y para las Farc es una oportunidad. Si las Farc son capaces de entender y leer bien este momento, pueden dar un salto hacia adelante en aceptación pública.

LRL: ¿Que sería leer bien este momento?

Leer bien es aceptar el voto popular y la revisión de los acuerdos. La voluntad popular, así sea muy poca la diferencia, tienen que aceptarla porque a eso es a lo que se están incorporando, a una democracia. Es una oportunidad para ganar un apoyo más grande del que tienen en este momento si actúan en la línea de la democracia.

Si Farc leen bien este momento pueden dar salto adelante en aceptación pública

Antonio Navarro Wolff

LRL: ¿Cuál de los jefes guerrilleros tiene mayor capacidad de conectarse políticamente con los colombianos si se firma la paz?

ANW: Hay que esperar, todavía no los conocemos. Supongo que Rodrigo Londoño, ‘Timochenko’, debe ser el que tiene más capacidad frente a la situación de liderazgo. Debe haber un problema interno y debe haber un debilitamiento de liderazgo de quienes aceptaron un procedimiento que terminó no funcionando bien. Pero de eso se trata el liderazgo, de que sean capaces de lograr que su gente acepte eso y de superar ese momento.

LRL: ¿Cree que el Establecimiento puede ponerse de acuerdo para aceptar a la extrema izquierda en la política, después de 70 años de tener ese como el factor unificador?

ANW: Sí. La voluntad de paz de los colombianos es absolutamente mayoritaria. Hay unos pocos que quieren seguir en la guerra. La enorme mayoría del No sacó los votos en parte por miedo a Venezuela, pero en buena parte porque creían de verdad se podía hacer unas modificaciones al acuerdo de paz. Si el voto hubiera sido No al acuerdo, no habría sucedido la votación que sucedió. Hubiera sacado unos votos, pero no hubiera tenido la posibilidad de competir. La promesa que hizo que el No fuera tan fuerte, es la posibilidad de renovar, de modificar o de mejorar esos acuerdos.

LRL: ¿Para hacer la paz hay que derrotar políticamente a los sectores más conservadores que se oponen a que las Farc participen en política en condiciones favorables?

ANW: No, el acuerdo de paz tiene otros puntos muy complejos de conciliar. Entre las principales críticas que se le han hecho hay unas que en mi opinión se pueden resolver. Se puede resolver el tema de que no quede en el bloque de constitucionalidad.

Hay una oposición de sectores cristianos a las menciones de la igualdad o a los Lgtbi en la política de género, eso se puede arreglar, eso no hay problema. Se pueden arreglar temas como participación en política y algún tipo de sanciones penales distintas. Veo muchas dificultades para resolver la diferencia en la justicia transicional, reemplazar el tribunal especial por justicia ordinaria.

LRL: ¿Por qué se ha moderado tanto políticamente? Algunos piensan que ahora es de centroderecha, ha sido un proceso ideológico o práctico para poder hacer política electoral en un país tan intolerante.

ANW: No. Ni lo uno ni lo otro. El M-19 tenía como programa nacionalismo, democracia económica y política, y justicia social. Ese es mi programa. Ese es el programa del M-19 de 1980, descrito así. Ayudé a escribirlo, además porque lo hicimos cuando estábamos presos en la Picota.

LRL: ¿Qué ha faltado?

ANW: En nacionalismo todavía tenemos cosas que ganar, seguimos firmando tratados de libre comercio mal hechos desde el punto de vista de la nación. En democracia económica siendo un país tan desigual como este. En democracia política avanzamos. En lo único que no hemos avanzado con la Constitución del 91 es en justicia social. El M-19 fue así como lo describimos y así somos hoy, nunca fuimos marxistas-leninistas radicales.

LRL: Usted es un hombre moderado temperamental y políticamente hablando ¿Cree que esa es una limitación para tener éxito político en este país tan dado al caudillismo y la apariencia de firmeza?

ANW: Es un punto a favor en unos momentos y en contra en otros. Eso es universal. La polarización es rentable, y sino que lo diga el señor Donald Trump. Soy como soy y punto. No estoy siendo como soy para acomodarme a nada. Si en un momento hay una oportunidad para un liderazgo de esa naturaleza, se ejercerá. Se ejerció así en 1990 y 1991. Durante la Asamblea Constituyente nos reconciliamos con Álvaro Gómez y eso marcó una Asamblea Constituyente constructiva.

LRL: Un exguerrillero y ex constituyente puede tener un entendimiento de la paz distinto al de los demás. ¿Cómo entiende usted la paz, desde el punto de vista personal y colectivo?

ANW: La paz es la ausencia de la violencia, pero no la ausencia de la diferencia. La diferencia va a seguir existiendo y vamos a tener que tramitarla sin violencia, de eso se trata la paz. Pero este país necesita un cambio. No podemos seguir en un país donde el primer cargo público que le dieron al abuelo del actual vicepresidente se lo dio el tío abuelo del actual presidente. Este no puede ser el país del futuro.

 

 
Perfil de liderazgo

La Red Líder: ¿Cuáles diría que son esas influencias que han determinado su estilo y sus motivaciones de liderazgo?

Antonio Navarro Wolff: Entré al M-19 por el movimiento estudiantil. Me empiezo a meter en la vida pública y en los asuntos sociales. Aunque inicialmente era el presidente de la organización estudiantil de ingeniería en la Universidad del Valle, que no se metían en nada. Porque se suponía que los ingenieros somos gente seria, sin entrar en el desorden. Eso influyó en mi apertura al mundo de la post ingeniería, de la no ingeniería y tiempo después en la guerrilla.

Luego, hay un momento muy importante en mi vida que fue la Constituyente de 1991. Se abría la posibilidad de reconciliación. La firma de la paz y sobre todo la constituyente del 91 fueron muy importantes para entender que es posible la reconciliación.

LRL: ¿Cuáles fueron sus primeros rasgos o insinuaciones de liderazgo?

ANW: No estoy seguro. Hubo dos momentos en esa época de los 90s. Por un lado, tener que tomar la decisión después de la muerte de Pizarro. Me tocó a mí en primera instancia. Fui el heredero de la voz del M-19. En un momento brutal y de agresión a un acuerdo de paz, tuve que asumir la primera voz de respuesta contra eso. La respuesta fue ‘nos quedamos en la paz, enterramos a Pizarro en paz.’ Por otro lado, cuando tomamos la decisión de hacer un acuerdo con Álvaro Gómez para la construcción de la Asamblea Constituyente.

LRL: ¿Y en la política?

ANW: También tener que responder a los retos de la alcaldía, con unos concejales que querían la política de una manera tradicional, pero quería hacer una cosa completamente distinta. Me llevó a asumir una posición de practicar la democracia participativa, que también es una cosa que impactó en Pasto. En Pasto los cabildos abiertos que empezamos en 1985 siguen haciéndose. La democracia participativa como una manera de enfrentar la política tradicional y de reemplazar la política tradicional.

LRL: ¿Cómo ha sido el liderazgo colectivo en su experiencia?

ANW: No hay un liderazgo que no pueda ser colectivo. Lo que pasa es que lo colectivo es complejo. No hay posibilidad de liderazgo eficaz que no sea colectivo. Eso significa aceptar otros puntos de vista y que uno no siempre tiene la razón.

LRL: ¿Qué adversidades ha tenido que superar?

ANW: Todas. Ser torturado, estar preso, casi estar muerto y otras muy recientes. Me ha tocado pagar facturas muy duras. Nunca hay almuerzo gratis, todo lo que uno hace tiene consecuencias y toca aceptarlas.

LRL: ¿Cómo describiría la cultura de liderazgo del país?

ANW: Pues no es solo del país sino del mundo. Hay un liderazgo demasiado personalizado y hace falta un liderazgo más colectivo como cultura del país.

LRL: ¿Cómo entiende usted un líder?

ANW: Un líder es alguien que está abriendo trocha. En una marcha guerrillera, el líder es el que va de primero y si se pierde, se pierden todos los demás soldados. Si acierta, les va bien. Un líder es capaz de entender lo que hay que hacer y convence a los que necesitan ser convencidos de lo que hay que hacer.

LRL: ¿A qué personas de la vida pública le reconoce liderazgo?

ANW: Hay muchos líderes. El país no tiene ausencia de líderes. Alguien como el presidente Juan Manuel Santos que uno diría que tiene poco liderazgo y carisma, está cumpliendo un papel de liderazgo en el tema de la paz.

Álvaro Uribe es un líder importantísimo con el que no coincido en muchas cosas pero que no puedo dejar de reconocer. Líderes de otro nivel también hay muchos, Sergio Fajardo, Claudia López, Gustavo Petro, Jorge Robledo. Incluso Germán Vargas Lleras tiene liderazgo aunque podemos discutir su orientación. Mujeres como Martha Lucia Ramírez y Clara López. También hay líderes como James Rodríguez y Juanes en un terreno distinto.

LRL: Y mirando hacia atrás ¿cuáles le atraen?

ANW: Los líderes colombianos del siglo XX condujeron al país, incluyéndome a mí en lo poquito que haya podido liderar de ese siglo, a que los problemas que no se podían resolver por medios institucionales se respondían por el ejercicio de la rebelión armada, y esa es una equivocación muy grande.

En el siglo XIX hicimos lo mismo. Los líderes de la construcción del país que necesitamos están por venir, ya están llegando apenas. Porque Colombia ha desperdiciado demasiado tiempo peleando entre nosotros y eso indudablemente no es el camino correcto para una sociedad colombiana, que es una sociedad muy proactiva, dinámica, creativa, y viva.

LRL: Ronald Heifetz sostiene que liderar es vivir peligrosamente. Porque el liderazgo tiene un lado no glamuroso, del que poco se habla: genera que otros se opongan a la iniciativa de liderazgo llegando incluso a buscar detener al líder. Esto ocurre porque el liderazgo transformador genera cambios y “pérdidas” para la gente al desequilibrando el statu quo. ¿Qué opina usted de esto?

ANW: Totalmente cierto. Ser líder es tomar riesgos. El que no tomé riesgos no puede ejercer liderazgo.

Vea también: 

 Histórico de Publicaciones de la Red Líder 


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