Después de convocar un ‘cónclave’ para sacar de afán en La Habana el último punto del Acuerdo de Paz, de ‘prefirmarlo’ para ganar tiempo, y de acortar la campaña del plebiscito a solo un mes con el argumento de que tocaba presentar la reforma tributaria en las primeras semanas de octubre, la ponencia de la reforma solo se radicará en la semana del 22 de noviembre. Por eso, ya algunos de los congresistas ponentes están hablando de que se tendrá que aprobar en sesiones extras.
Hoy los tiempos están justos, a pesar de que tiene mensaje de urgencia y por eso los plazos son más cortos.
Durante la última semana de noviembre y la primera de diciembre esperan aprobar en primer debate el proyecto en las comisiones terceras de Senado y Cámara; el 6 de diciembre se radicaría la ponencia para el segundo y último debate; y quedarían 10 días para su aprobación en plenarias y la conciliación entre los textos, antes de que el Congreso entre a vacaciones el viernes 16 de diciembre.
Si los tiempos se corren, al Gobierno le tocará convocar a sesiones extraordinarias, un panorama probable y que ya ocurrió en 2012, cuando le tocó citar al Congreso hasta el 19 de diciembre para que aprobara la reforma tributaria de ese entonces.
Sin pupitrazos
El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, presentó la reforma el 19 de octubre, pero la elección de los ponentes se dio solo a finales de la semana pasada, entre el 27 y 28 de octubre. Esta semana el Ministro no está al frente de lo que ocurra con la reforma, porque está acompañando al presidente Juan Manuel Santos en su visita al Reino Unido. Mientras tanto, su equipo técnico se reúne con los ponentes para continuar con la redacción de la ponencia.
Durante las tres semanas que quedan de aquí al 22 de noviembre, cuando los ponentes presentarán su propuesta, el Gobierno y las comisiones económicas estarán realizando foros regionales -en Cartagena este viernes, en Cali y en Bogotá en las semanas siguientes- para recibir todas las propuestas adicionales a la reforma.
“No vamos a convocar a debates antes de haber escuchado a todos los sectores”, dijo a La Silla, el presidente de la comisión tercera de la Cámara, Hernando Padaui.
Los tiempos tan apretados han generado rumores en el Congreso de que el Gobierno quiere sacar a la reforma sin debate.
“Quieren sacar esto a pupitrazo”, dijo a La Silla el único ponente uribista, Fernando Nicolás Araújo.
La coordinadora ponente liberal Olga Lucía Velásquez, dice que no habrá pupitrazo. Aseguró que la reforma se ha venido ambientando todo el año, y no se puede hablar de pupitrear si hay estudio y debate. “El tiempo sí juega en contra, pero no por eso vamos a pupitrear”, dijo Velásquez a La Silla.
Padaui se comprometió a no pupitrearla. “Vamos a acelerar el debate, pero no vamos a ir a las carreras”.
Los congresistas creen que, de todos modos, el tiempo no puede ser una camisa de fuerza para que no se tomen el tiempo para debatir temas controversiales como el monotributo, el aumento del IVA a la canasta familiar, los nuevos impuestos a las bebidas azucaradas, aplicaciones de internet, entre tantos otros.
“Si el Gobierno se tomó todo el tiempo para radicar, a nosotros nos dan un tiempo muy corto. Hay demasiada cosa para tan poco tiempo y el Gobierno tendrá que tener paciencia”, dijo a La Silla otro ponente, Germán Hoyos de La U.
A esto se le suma que a los 311 artículos que hay hasta ahora en la reforma hay congresistas pensando en adicionarle muchos más: ponentes como Velásquez le confirmaron a La Silla que ya tienen listas 30 proposiciones y 10 de ellas incluyen artículos nuevos, algo que es usual pero obliga a más debate.
Aunque el plan del Gobierno es sacar la reforma antes de finalizar el periodo de sesiones, los congresistas consultados insisten en que esto no sería posible. Padaui y el presidente de la comisión cuarta de Senado, Luis Fernando Duque, dijeron a La Silla que es probable que el Congreso vuelva en enero a sesionar para ajustar el presupuesto de 2017 a lo que salga de la tributaria.
Más ponentes azules
Curiosamente, a pesar de ser la bancada del ministro Cárdenas, la del Partido Conservador, es la que menos representantes tiene en el grupo de ponentes y estas dos semanas servirán para aumentar su número.
De los 10 seleccionados para estudiar la reforma (3 liberales, 2 de La U, 2 de Cambio Radical y un conservador, un uribista y uno verde), el único azul, hasta ahora, es el senador Juan Manuel Corzo.
Esto, en un sector, generó molestias, según confirmó a La Silla un senador de la bancada. Por eso el vocero del Partido, Juan Diego Gómez, dijo que durante la reunión de la colectividad de mañana se revisará este tema para pedir más representación dentro del Partido.
Y es que los conservadores creen que su presencia es importante porque representan a Cárdenas, quien necesita los apoyos de su lado para sacar la reforma, aún más cuando la bancada de Cambio Radical cerró filas ante su vicepresidente Germán Vargas tras las críticas a la reforma en lo que tiene que ver con aumento del IVA a viviendas nuevas y la exención para los constructores.
Corzo le dijo a La Silla que la reforma tendrá a un partido conservador unido y que por eso se necesitan más miembros de su bancada entre el grupo de ponentes.
Por lo pronto, ya está el compromiso de Padaui (de Cambio Radical), de añadir más miembros azules al grupo de ponentes, entre los que estarían Germán Blanco, Lina Barrera o el presidente del partido, David Barguil.
Este tiempo de espera antes del primer debate, entre foros, conversatorios, reuniones técnicas y de bancadas, le puede servir al ministro Cárdenas para recoger los apoyos posibles, pero no para que el debate cumpla los tiempos de las sesiones ordinarias.
La Silla
Mauricio Cárdenas Santamaría
Ministro de Hacienda