Si pasado mañana Electricaribe no le entrega a la empresa intermediaria que le vende la energía las garantías financieras para respaldar una deuda de 23.128 millones de pesos, este fin de semana se anunciarán en la región los cortes de luz que tres días después serían de unas tres horas diarias, en algún momento entre las 7 de la mañana y la 1 de la tarde.
Esta información nos la dio de manera oficial ese intermediario: la empresa XM, que en el mercado de la energía es la que media comercialmente entre generadoras (como por ejemplo Emgesa) y comercializadoras (como Electricaribe). De ocurrir eso, se desataría un efecto dominó cuya consecuencia final será la intervención del polémico operador español por parte del Estado colombiano.
Bien conocido es en siete de los ocho departamentos del Caribe (en los que Electricaribe tiene operación) el caos en la prestación del servicio de energía, cuya explicación resumida es un círculo vicioso: se va la luz unas 92 horas al año porque desde 2013 el operador no invierte un peso en mejoras sustanciales al sistema. Y, a la vez, el operador dice que no invierte porque el Estado y los usuarios no le pagan las facturas y, además, muchos consumidores hacen fraude.
Cauteloso ante una posible demanda internacional, luego de que en agosto la trasnacional española Gas Natural Fenosa (dueña del 85 por ciento de Electricaribe) entrara en una controversia con Colombia por los problemas del servicio, el Gobierno de Juan Manuel Santos por ahora se ha mantenido en diplomática posición con exhortaciones públicas y privadas a que la compañía logre financiar un plan de inversiones.
De hecho, eso esperaba el Gobierno que pasara con la implementación de un plan de choque, llamado Plan 5 Caribe y presentado a mediados de 2015 por el entonces ministro de Minas Tomás González.
Éste contempla, entre otros aspectos, inversiones por 4 billones de pesos para los sistemas de transmisión de energía nacional y regional (cuya responsabilidad es del Estado) y para el sistema de distribución local (cuya inversión está a cargo del operador privado).
Como lo contamos en La Silla Caribe, ese plan, al menos por ahora, fracasó entre otras cosas, porque Electricaribe no cumplió con su parte.
La compañía argumenta que sus inversiones están condicionadas a que el Gobierno busque el mecanismo para que les cancelen las deudas que tienen con la empresa los usuarios (unos 400 mil millones de pesos) y algunos entes territoriales (unos 160 mil millones de pesos).
Ese punto es otro círculo vicioso porque mientras el privado espera que el Gobierno le solucione el problema de cartera, allí advierten que la Nación no es solidaria con esas deudas.
“El Gobierno Nacional no tiene ninguna deuda vencida por ningún concepto con Electricaribe ni con ningún operador del país a la fecha”, nos dijo hace dos días el ministro de Minas, Germán Arce.
Pero de las exhortaciones, los planes consensuados y la cautela, el Gobierno pasará a la intervención (que vienen pidiendo desde hace meses gobernantes y congresistas costeños) si la empresa no le paga a los que le venden la energía y, en consecuencia, éstos comienzan a limitar el suministro en la región y vienen los cortes programados. Como parece estar a punto de pasar.
Al menos, eso nos aseguró una alta fuente del Gobierno, quien nos pidió no ser citado debido a que el fantasma de la demanda internacional “obliga a todos los funcionarios públicos a ser muy prudentes y cuidadosos”.
Según esa fuente, la inminencia de los cortes programados de la energía en la Costa les daría “una razón objetiva” para intervenir la compañía.
Esa razón de peso probablemente entraría a competir dentro del Gobierno con consideraciones diplomáticas, como que hace unos días, en la Cumbre Iberoamericana en Cartagena, el mismísimo Rey de España le haya pedido al presidente Juan Manuel Santos que se reúna con Gas Natural Fenosa para buscar una salida a la crisis. Y como que, efectivamente, dos ministros colombianos tengan una reunión programada el próximo 11 de noviembre con el CEO de esa la trasnacional.
Sin embargo, antes del 11 se vienen otras fechas críticas en las que se va a definir si más de 10 millones de personas de siete departamentos tienen que ir alistando sus velas para los apagones que padecerán. Esta vez, de manera planificada.
El paso a paso hacia la hora más crítica
Hay dos formas en las que un comercializador como Electricaribe puede comprar la energía: directamente al generador o a través de la bolsa, vía empresas intermediarias como XM.
Desde hace un tiempo, Electricaribe compra casi todo en la bolsa debido a que por sus problemas financieros la bolsa le permite pagar mensualmente y a la inseguridad que reina sobre que no puedan cumplir con un contrato.
XM, que no produce la energía, sino que se la tiene que pagar al generador, emite factura mensual a Electricaribe más o menos los días 10 de cada mes. Y luego le da 10 días más para que cancele.
Pero además de tener que cancelar esas facturas, para poder participar en el mercado de energía, Electricaribe tiene la obligación de entregar cada cierto tiempo a XM las garantías financieras que comprueban que tiene cómo pagar. Es decir, las certificaciones bancarias de que la plata está ahí para que XM la puede tomar de los bancos en caso de atrasos.
Deber esas garantías, en la práctica y en cuanto a sanciones, equivale a deber las facturas, según nos explicaron en XM y nos confirmaron en el Ministerio de Minas.
Y es justo en este punto en el que hoy está colgado el operador privado.
Según información oficial de XM, Electricaribe hoy no debe ninguna factura, pero no ha presentado las garantías que tenía la obligación de entregar en las fechas: 18 de octubre (por 23.128 millones de pesos), 20 de octubre (por 4.494 millones de pesos), 25 de octubre (por 40.652 millones de pesos), 1 de noviembre (por 40.975 millones de pesos) y hoy 2 de noviembre (por 1.267 millones de pesos).
Los cálculos de esos dineros son proyecciones que hace más o menos cada semana la empresa intermediaria sobre la energía que consumirá Electricaribe.
El incumplimiento que tiene al Caribe ad portas de la limitación del suministro de energía es el de la garantía del 18 de octubre.
Según las reglas de limitación del suministro de energía de la CREG (Comisión de Regulación de Energía), 20 días a partir del vencimiento de esa obligación el intermediario debe ordenar la publicación de hasta tres avisos en un diario de circulación nacional y en uno de amplia circulación en la región que será afectada (también lo puede hacer en dos diarios nacionales) informando sobre los cortes programados de la luz y sus razones.
Esos 20 días se cumplen el próximo 7 de noviembre. Pero, según un vocero de XM, los avisos deben publicarse unos tres días antes (es decir, pasado mañana) para que los usuarios estén advertidos con algo de anticipación.
Si para esa fecha, Electricaribe no prueba que cuenta con 23.128 millones de pesos para pagarle a XM, la información anunciando los cortes saldrá. “Si eso pasa y presentan las garantías (de aquí al 7 de noviembre), pues no se ejecuta la limitación en el suministro”, como nos detalló el vocero con el que hablamos.
Las garantías son tan importantes en el mercado de la energía, que XM tuvo que usarlas el pasado mes de octubre para poder pagarse el consumo de energía de Electricaribe de septiembre.
La factura de ese mes estaba por 103.730 millones de pesos y el operador no los pagó a XM, por lo que esa firma intermediaria tuvo que buscar los recursos en los bancos, aunque apenas encontró 96 mil millones de pesos.
Se estima que la factura del consumo de octubre que saldrá este 10 de noviembre estará por unos 107 mil millones de pesos. El problema es que las garantías que le aseguran esa plata a XM y, por extensión, a las generadoras que venden la energía, no suman todo ese valor.
Electricaribe lleva más o menos dos años quedándole mal a XM y al mercado de la energía con atrasos en los pagos. Pero, según dos fuentes que conocen el sector, esta es su hora más crítica.
De manera oficial, en esa empresa nos dijeron que el pasado 28 de octubre el operador pagó 28 mil millones de pesos que permitieron levantar un proceso anterior de limitación de suministro de energía que vencía hoy 2 de noviembre, y que eso fue posible gracias al interés y voluntad de su casa matriz: Gas Natural Fenosa.
Ellos piden que así como Fenosa les ayuda, el Gobierno también de “señales para construir una solución definitiva en beneficio de los clientes y del sector eléctrico en general”.
Extraoficialmente, una persona que conoce por dentro la compañía española nos aseguró que esas “señales” tienen que ver con la ayuda que esperan del Gobierno para que los usuarios y entes territoriales morosos paguen al operador lo que deben.
“Electricaribe es una empresa privada que debería algún día dar utilidad, no una ONG”, opinó esa fuente, que agregó que al operador “se le acabó la plata y la posibilidad de que los apoyen (los bancos)”.
En el Gobierno creen, por su lado, que “aquí el problema es que el distribuidor incumple de manera reiterada sus obligaciones con el sistema y ahora con la banca, lo cual incrementa el riesgo para los usuarios”, como nos dijo un funcionario del alto Gobierno con el que hablamos.
Electricaribe es una empresa privada que debería algún día dar utilidad, no una ONG
La pregunta a resolver en el corto plazo es si esta cuestionada empresa, que no es una concesión ni tiene contrato con el Estado, sino que compró la infraestructura y maneja el negocio de la luz como una actividad privada, podrá ponerse al día con sus compromisos de aquí al viernes.
Si lo hace, habrá que esperar más tiempo para ver el desenlace de este tira y afloje que tiene en zozobra y padeciendo apagones desde hace mucho a los costeños.
Si no lo hace, comenzarán a caer las fichas del dominó que probablemente acabarán en una muy mencionada intervención estatal.