
Se firma un Acuerdo de Paz con las Farc
En el 2013, las Farc y el Gobierno lograron acuerdos parciales sobre los dos puntos más gruesos de la negociación: el de desarrollo agrario y el participación política, las dos razones que las Farc han utilizado para justificar su levantamiento en armas. Sobre el tema de las drogas, según El Espectador, ya hay un borrador de acuerdo.
Quedan pendientes los dos temas más complicados: el de víctimas y el de la justicia transicional, que implica la discusión de qué castigo pagarán los máximos responsables de las Farc.
Este debate, además, se dará en el contexto de una muy segura recomposición del Congreso en el que el movimiento uribista tendrá poder de veto sobre cualquier disposición generosa en la reglamentación del Marco para la Paz. Aún así, La Silla cree (y espera) que al finalizar el 2014 Farc y Gobierno hayan firmado un acuerdo que permita comenzar a construir un país en paz.

El Congreso se convierte en un verdadero centro de poder
Con la irrupción de la bancada uribista, la llegada de pesos pesados al Senado como Horacio Serpa, Antonio Navarro y Álvaro Uribe y la discusión de temas fundamentales para la paz como la reglamentación del Marco para la Paz y del eventual ‘congresito’, La Silla anticipa que el Congreso recuperará su papel como un centro real de poder y dejará de ser el espacio donde solo se pupitrean los proyectos del gobierno (por lo menos hasta que se firme un Acuerdo de Paz y posiblemente se termine anticipadamente su período para dar paso al famoso ‘congresito’ que hará las reformas del proceso de paz).

La bancada uribista se constituye en el Tea Party del Senado
Varios analistas consultados por La Silla consideran que Álvaro Uribe sacará entre 15 y 23 senadores en las próximas elecciones. Si su lista cerrada arrastrada por su nombre logra 20 senadores se constituiría en una fuerza significativa en el Senado y aún más, si logra una alianza con el partido Conservador. La pregunta en este caso es si se convertirá en el equivalente del Tea Party gringo, en el sentido que siendo una fuerza más pequeña que la coalición oficial actúa en bloque y se constituye en un poder de veto importante.
La Silla cree que dada su convicción ideológica y la ascendencia que tiene el ex presidente sobre los demás miembros de su lista –la mayoría de ellos sin trayectoria política- es muy probable que este bloque de derecha se constituya en un polo de debate en el próximo Senado.
La debilidad de esta bancada, como lo señaló en su entrevista con La Silla Francisco Gutiérrez, es que a la lista uribista a la Cámara –sin nombres de peso- le podría ir muy mal si la Unidad Nacional se mueve de manera inteligente para ganarles en las regiones en las próximas elecciones. Esto neutralizaría en parte su capacidad de boicot al proceso de paz.

La pelea por la Alcaldía de Bogotá será a muerte
Aunque Gustavo Petro tratará de defenderse hasta el último momento de su destitución, La Silla anticipa que este año habrá elecciones en Bogotá y que la disputa para arrebatarle este importante cargo y botín electoral a la izquierda será a muerte. La Silla cree que Santos tratará de demorar la decisión de acatar el fallo de destitución lo máximo posible para evitar que estas elecciones se den antes de la primera vuelta. Sabe que quien se quede con Bogotá tendrá una influencia grande en las elecciones presidenciales.

Santos gana la presidencia en segunda vuelta
Aunque analistas como Héctor Riveros anticipan con buenos argumentos que el presidente podrá ganar en primera vuelta las elecciones, La Silla cree que lo hará pero en segunda vuelta, sobre todo si Enrique Peñalosa, como se prevé, es el candidato de la Alianza Verde.
En este escenario, es probable que los votos de quienes creen en el proceso de paz se dividan entre los que creen que Santos es el más indicado para terminar lo que empezó o que mejor “malo conocido que bueno por conocer” y los que consideran que se necesita alguien nuevo con capacidad probada de ejecución para sacarlo adelante o los que siendo uribistas (y odiando a Santos) prefieren votar por Peñalosa porque creen que hacerlo por Zuluaga sería perder el voto por lo que no despega en las encuestas.
En cualquier caso, Santos cerró el año, según la Gallup de dicembre, con un 36 por ciento de intención de voto en la primera vuelta si las elecciones fueran al momento de la elección. Solo un hecho trascendental como la firma del Acuerdo de Paz podría darle los 15 puntos que necesitaría para ganar en primera vuelta, y este no se vislumbra para antes de mayo.
Como 'bonus', La Silla anticipa la llegada de JJ Rendón a la campaña de Santos.

Se aprueba una reforma a la Justicia
Después de la debacle de la última Reforma a la Justicia, el gobierno dejó quieto el tema durante el 2013. Pero el desprestigio de la Rama no hizo sino aumentar y también el desbalance entre los poderes como quedó en evidencia con la destitución de Gustavo Petro por parte del Procurador.Cabalgando sobre esa ola de indignación y también teniendo en la mira los cambios necesarios para que se de el eventual acuerdo que se firme con las Farc, La Silla cree que en la legislatura que arranca el Gobierno impulsará una nueva reforma a la Justicia. Esta incluirá recortes a las facultades del Procurador, entre otras cosas.

Los rivales del 2018 comienzan a alinearse a partir del gabinete de Santos
Tan pronto se definan las elecciones del 2014, incluida la de Bogotá, inmediatamente comenzará la carrera por las presidenciales del 2018. Y el primer escenario para la próxima alineación será el nuevo gabinete que conforme Santos ya que varios de sus ministros y aliados serán rivales entre sí. Los cargos que le de a Germán Vargas Lleras, a Simón Gaviria, a Rafael Pardo, a Óscar Naranjo y a Mauricio Cárdenas comenzarán a darle ventajas a unos sobre los otros con miras a posicionarse para las próximas presidenciales. Del otro lado, estará Sergio Fajardo, el gran ganador con el escándalo que desató la destitución de Gustavo Petro. Después de esa reacción, el Procurador Ordóñez lo pensará dos veces antes de irse tras la cabeza del gobernador más popular del país. Por su parte, La Silla anticipa que Angelino Garzón será el hombre cotizado para las elecciones de Bogotá ya que cuenta con simpatías tanto en la izquierda, como en la derecha y la tercería.

Gustavo Petro es destituído pero la Cidh tumba su inhabilidad
La Silla anticipa que el Alcalde de Bogotá dará la pelea jurídica interna e internacional para mantenerse en su cargo pero finalmente tendrá que abandonar el Palacio Liévano. Sin embargo, su salida no será por la puerta de atrás, sino avivando un movimiento de indignados, que impulse durante las próximas elecciones a Antonio Navarro y a su sucesor en Bogotá. Su desafío será mantenerse políticamente vivo hasta el 2018, para cuando la Cidh ya habrá seguramente ordenado tumbar su inhabilidad por desproporcional y por no haber sido decretada por un juez, como lo ha dispuesto la jurisprudencia de este organismo internacional.

Los medios tradicionales se alinearán con la reelección del Presidente y el debate se dará en la red
No hay que ser un vidente para anticipar esto, pero en todo caso, esta será una de las historias de poder del 2014 pues los demás candidatos buscarán refugio -y lo encontrarán- en las redes sociales.

Se comenzará a ambientar una ley de punto final
Después de la reciente condena por la Operación Génesis por parte de la Corte Interamericana de Derechos Humanos a finales de diciembre, este año vendrá la otra por las desapariciones del Palacio de Justicia, dos golpes grandes para los militares más deliberantes, que han convertido sobre todo este último caso, en un asunto de honor. Estos hechos, unidos a la discusión que se dará en La Habana sobre las víctimas, conducirán a que durante este año uno de los grandes temas sea alrededor de una eventual ley de punto final, que le perdone los delitos tanto a los militares como a los jefes guerrilleros. Es una ley que no estaría avalada en el contexto internacional pero que La Silla anticipa ocupará horas de espectro electromagnético dado que le sirve tanto a los negociadores de paz como a los militares.