El Consejo Nacional Electoral acaba de conminar a las directivas de Canal Capital, en un hecho que podría considerarse como una velada censura, para que no transmitan las intervenciones del alcalde de la ciudad, a propósito de lo que puede ser su defensa en relación con el proceso de derogatoria en curso de su mandato, si es que el Procurador General no confirma antes su destitución y la avala el presidente Santos.
Y es que seguramente la Comisión querrá que nos informemos de la defensa del alcalde por los medios de comunicación del establecimiento –que como bien sabemos pertenecen al grupo Santo Domingo, Ardila Lülle, Sarmiento Angulo y ahora a los petroleros- como si efectivamente estos señores alguna vez hubieran estado interesados en información objetiva.
Por ejemplo, El Espectador, en un muy reciente editorial nos sugería olvidáramos de una vez y para siempre el proceso 8 mil, por cuanto los enredos de la financiación de la campaña de Samper a la presidencia ocurrieron hace ya más de 20 años! (¿Acaso tendrá algo que ver en el asunto que los tres principales financiadores de Samper fueron: el cartel de Cali, Santo Domingo- dueño del Espectador y Luis Carlos Sarmiento, dueño ahora de El Tiempo?) Pero para referir un ejemplo recientísimo fijémonos de qué manera se informaba al país acerca de la marcha convocada por Petro el pasado viernes en la plaza de Bolívar de Bogotá. El noticiero RCN, de Ardilla Lülle, nos contaba a eso de las 7 de la noche que en la citada plaza se encontraban cerca de 8 mil personas. De manera simultánea las imágenes que ofrecía Canal Capital nos mostraba una Plaza de Bolívar con más de cuarenta mil personas.
Y es que RCN puede no querer a Petro un segundo más como Alcalde. Y eso mismo lo podrán compartir Julito y Arizmendi y Gómez. Y la misma Comisión. Y muchos bogotanos. Y tienen su derecho, pero a todos nos asiste el de estar bien informados. Y Canal Capital está cumpliendo a cabalidad su misión: mostrarnos otra parte de la verdad. Lo que no se muestra. Lo que no se ha mostrado. Y si la Comisión insiste en su llamado, que no nos quepa entonces la duda: en Colombia tampoco germinó la libertad de prensa.
Desde esa perspectiva ¿habría que limitar los informes y programas de opinión de Cable Noticias, por su clara tendencia uribista y su permanente eco a las voces del expresidente? Por supuesto que no.
Que nos dejen oír en directo y completa la defensa de Petro, sin ediciones. También a quienes lo acusan. Y las quejas de la derecha de Uribe y sus socios y su oposición al presidente Santos. Y las propuestas de éste último para su reelección- que aún no conocemos-. Para que podamos votar libremente, sin presiones.