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El problema con Cuba del señor García

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En 1999 el periodista Jon Lee Anderson escribió para la revista New Yorker un perfil titulado El poder de García Márquez donde daba cuenta del origen del problema, la posición del escritor ante Cuba y su amistad con el dictador Fidel Castro:

“García Márquez ha tenido un “Problema con Cuba” desde 1971, cuando el  poeta cubano Heberto Padilla fue arrestado por ‘actividad contrarevolucionaria’. Un grupo reconocido de intelectuales, que incluyó a Plinio Apuleyo Mendoza, escribió una carta a Fidel Castro en protesta por el arresto. En vista de que García Márquez estaba de viaje y fuera de contacto, Plinio se tomó la libertad de sumar su nombre a la petición. Padilla fue liberado de su detención pero fue forzado a pasar por una grotesca confesión pública al estilo soviético y el espectáculo llevó a que muchos de los que habían apoyado el régimen de Castro rompieran con él. Una segunda carta de protesta fue firmada por todos los que habían firmado la primera misiva, excepto por Julio Cortázar y García Márquez. Luego, en 1975, García Márquez fue a Cuba, con la intención de escribir ‘el libro’ de la revolución. Nunca publicó el libro, pero escribió una serie de artículos y conoció e hizo amistad con Castro”.

García fue fiel a su “problema con Cuba” y por más de cuatro décadas recibió críticas negativas de otros escritores. Mario Vargas Llosa llamó a García el “cortesano de Castro”, Guillermo Cabrera le recordó los nombres de todos sus colegas cubanos que no gozaban de los mismos privilegios que tenía García en Cuba y que vivían en el exilio a riesgo de regresar a la isla y ser arrestados, Fernando Vallejo le dedicó una diatriba per angostam viam en El Malpensante. Enrique Krauze, en 2009, luego de publicada la biografía de García concertada con Gerald Martín, le hizo un análisis detallado al libro, a tono de crítica literaria y pronto pasó de lo formal a lo moral, dos fragmentos concluyentes:

“Gabriel García Márquez no es un escritor de torre de marfil: ha declarado estar orgulloso de su oficio de periodista, promueve el periodismo en una academia en Colombia y ha dicho que el reportaje es un género literario que “puede ser no sólo igual a la vida sino más aún: mejor que la vida. Puede ser igual a un cuento o una novela con la única diferencia —sagrada e inviolable— de que la novela y el cuento admiten la fantasía sin límites pero el reportaje tiene que ser verdad hasta la última coma”. ¿Cómo conciliar esta declaración de la moral periodística con su propio ocultamiento de la verdad en Cuba, a pesar de tener acceso privilegiado a la información interna?”

“Por lo que hace al juicio de la posteridad, es un tanto prematuro afirmar que García Márquez es el “nuevo Cervantes”. Pero en términos morales no hay comparación. Héroe de guerra contra los turcos, herido y mutilado en batalla, náufrago y preso en Argel por cinco años, Cervantes vivió sus ideales, dificultades y pobreza con una moralidad quijotesca, y la suprema libertad de tomar sus derrotas con humor. Esa grandeza de espíritu no se ha visto en las complicidades de García Márquez con la opresión y la dictadura. No es Cervantes.”

El “problema con Cuba” persigue a García y a la sesuda crítica se sumó un balbuceo cerril de la representante de una casta política colombiana, emitido a pocas horas de conocerse la muerte del celebrado escritor colombiano. La recién elegida representante para el congreso en representación de un partido de derecha trinó por Twitter: “Pronto estarán juntos en el infierno” y acompañó el mensaje con una foto de Fidel Castro y García muy acomodados en un plácido sofá.

El escupitajo de moralina celestial de la congresista fue un eco lacónico de lo que piensan muchos de sus votantes y seguidores del partido político al que ella pertenece. Gracias a este microrelato más oportunista que oportuno se dibujó un pensamiento tan políticamente incorrecto como esclarecedor, el de una parroquia mental de politiqueros que le exige a las mentes tolerantes, antes que una cómoda indignación, tolerancia ante esa intolerancia a riesgo de cercenar la libertad de expresión. La libertad que se tomó la futura congresista para opinar es la misma que cobija a los que en Venezuela, por ejemplo, le han hecho monumentos a los líderes de la guerrilla en Colombia, a no ser que ella y sus copartidarios quieran negarle a sus contrincantes los mismos derechos que los cobijan a ellos (o que cobijan a los que por estos días han criticado a la congresista y también la han mandado al averno).

Pero volviendo al señor García y a su “problema con Cuba”, el problema del escritor no parece haber sido insular sino continental: su patología se extiende a la personificación del poder en general. Al respecto escribía Anderson en su perfil de 1999:

“García Márquez niega que tenga una obsesión con el poder. ‘No es mi fascinación con el poder’, me dijo, ‘es la fascinación que tienen todos los que tienen poder conmigo. Son ellos los que me buscan, y confían en mi.’ Cuando le repito esto a uno de los amigos más cercanos a García Márquez en Bogotá, este se ríe y cierra los ojos, ‘Bueno, él puede decir eso, también es verdad. Todos los presidentes latinoaméricanos quieren ser sus amigos, pero él también quiere ser amigo de ellos. Hasta donde lo conozco, él siempre ha tenido ese deseo con el poder. Gabo ama los presidentes. A mi esposa le gusta molestarlo y le dice que hasta un vice-ministro le causa una erección.’”

Y claro, García no solo ha usado su poder para medir su hombría con la de los poderosos, sino que usó el poder para erigir, el poder para poder hacer y se pueden recordar sus conspiraciones por la paz (entre 1997 y 2000) y por la educación (Comisión de sabios en 1994). Pero tal vez la empresa en la que García se vio más comprometido con el poder a nivel de Colombia y que le granjeo más problemas fue la revista Alternativa (y no el proyecto más calculado de la Revista Cambio de años posteriores en el que García fue accionista mayoritario).

Alternativa publicó 275 números desde 1974 hasta 1980. García actuó en un comienzo como reticente fundador y decidido financiador pero terminó metido de cabeza y participó en su enfoque editorial, investigativo, gráfico y como columnista. Alternativa en sus seis años de vida sufrió por problemas externos —decomisos, atentados, bloqueos en su financiación, circulación restringida— y por problemas internos —sectarismo, sindicalismo, separaciones—. Es diciente de este país que la acción política de más largo aliento en la que García invirtió tanto tiempo y recursos sea la más ninguneada y que ahora que se rememoran los episodios de su vida en Colombia, su etapa más politizada a nivel nacional sea la más ignorada.

A pesar de que la muerte de García estaba cantada desde hace meses y que los obituarios y “presentaciones multimedia” ya estaban preparadas casi con años de antelación, la omisión de lo que representó Alternativa en la “gabolatría” patriotera de estos días muestra que al periodismo no le gusta hacer periodismo sobre el periodismo. Además, ocuparse de una publicación como Alternativa implica volver sobre un contrapunto escrito y gráfico que hace ver al periodismo actual deslucido, apocado, aburrido. Incluso, se puede decir que el exilio de García del año 1981 es un efecto claro de la labor de contrapeso al poder establecido que él, junto a tantos otros, hicieron en Alternativa. Su exilio fue una retaliación por parte del cuerpo político y militar y por parte de un sector del periodismo, encabezado por el periódico El Tiempo que colaboró con la fabricación de una carta anónima difundida en sus páginas que señalaba a García como colaborador de la guerrilla y lo ponía en lista de espera para el próximo allanamiento y detención por parte del aparato parajudicial del Gobierno de Julio Cesar Turbay. Al menos así lo denunció García en su época, y así lo ignoró El Tiempo en estos días, y en vez de pedir disculpas o de aclarar ese bochornoso incidente del pasado, prefirió pasar de agache, camuflar su error con un bufet variado de hagiografía multimedial y no explicar por qué colaboró en esta campaña de odio que obligó al escritor a decirle adiós a su país.

El “problema con Cuba” continuará persiguiendo al señor García y servirá para nuevas diatribas de más gramaje una vez desaparezcan los Castro de Cuba, cuando salga a la luz la dimensión real de su gobierno y se pueda hacer un balance de la corruptela del poder revolucionario cotejándola con las perversiones del embargo económico, cuando se pueda saber qué se hizo bien y qué se hizo mal. Las críticas a García, desde el aspecto ideológico, siempre tendrán que teñirse de moral, serán una planicie fértil para el cazador de inconsistencias y contradicciones que gusta de sumarle estampitas a la biblia que todo moralista pretende escribir e ilustrar. Pero a nivel del arte, el mismo terreno pantanoso de lo mundano es el lugar propicio para comprender en su complejidad la experiencia paradójica de vivir. El tiempo que García se compró para poder trabajar exclusivamente en Cien Años de Soledad vino de lo que pudo ahorrar por trabajar durante varios años al servicio de franquicias norteamericanas de publicidad o haciendo guiones, y claro, toda esa experiencia laboral de tinte mercantil en vez de depreciar su obra, la alimentó, le dio al artista una educación práctica y sentimental, un arsenal de trucos narrativos que jamás le habría dado la literatura “pura” (aunque nunca dejó de ser un lector insaciable de todo lo escrito por una tropa mundial de literatos vivos y muertos).

El artista, a riesgo de hundirse lentamente en las arenas movedizas de la inmoralidad, gracias a esas experiencias mundanas ganó una comprensión que le permitió hablar con propiedad de la vida y de sí mismo:

"Descubrí que no soy disciplinado por virtud, sino como reacción contra mi negligencia; que parezco generoso por encubrir mi mezquindad, que me paso de prudente por mal pensado, que soy conciliador para no sucumbir a mis cóleras reprimidas, que sólo soy puntual para que no se sepa cuan poco me importa el tiempo ajeno."(Memoria de mis Putas Tristes)

Más que andar haciendo discursitos empalagosos sobre García plagados de mariposas amarillas o de andar engolosinados con la categoría de “realismo mágico” que parece salida de la misma encuesta que dictamina que los colombianos son los seres más felices del planeta, habría que ver que lo escrito por García nunca estuvo tan cargado del didactismo aleccionador con que ahora se lo pretende inmunizar, al menos en sus obras iniciales, antes de que pasara de la metralleta rítmica de la máquina de escribir a la cajita de música ambiental de un computador Mac.

El poder de García se mide, al menos como artista, en esos momentos en que supo capturar al mundo, hacerlo suyo y de todo el que se arrime a interpretarlas. Todas esas obras o fragmentos de obras en que logró darle concreción formal a ese estado inmanente entre la tragedia y la comedia donde se define lo humano. El poder de García puede verse reflejado en la casa llena de lujos que tenía en Cuba junto al desnucadero secreto del patriarca Castro, o en jugar tenis con los expresidentes de Colombia y departir con el Rey de España en el islote presidencial cerca a la siempre colonial Cartagena, pero el poder revolucionario del artista está en el lenguaje, en esa quimera que supo servir, alimentar, nutrir incluso con inmoralidad, con infamias efímeras que se transformaron luego en pasajes hipnóticos que le dieron una brizna de inmortalidad:

“La verdad es que yo no gano nada con ser santo después de muerto, yo lo que soy es un artista, y lo único que quiero es estar vivo para seguir a pura de flor de burro con este carricoche convertible de seis cilindros que le compré al cónsul de los infantes, con este chofer trinitario que era barítono de la ópera de los piratas en Nueva Orleans, con mis camisas de gusano legítimo, mis lociones de oriente, mis dientes de topacio, mi sombrero de tartarita y mis botines de dos colores, durmiendo sin despertador, bailando con las reinas de la belleza y dejándolas como alucinadas con mi retórica de diccionario, y sin que me tiemble la pajarilla si un miércoles de ceniza se me marchitan las facultades, que para seguir con esta vida de ministro me basta con mi cara de bobo y me sobra con el tropel de tiendas que tengo desde aquí hasta más allá del crepúsculo, donde los mismos turistas que nos andaban cobrando al almirante trastabillan ahora por los retratos con mi rúbrica, los almanaques con mis versos de amor, mis medallas de perfil, mis pulgadas de ropa, y todo eso sin la gloriosa conduerma de estar todo el día y toda la noche esculpido en mármol ecuestre y cagado de golondrinas como los padres de la patria.” (Blacamán el bueno vendedor de milagros)


Quemados de la U cuentan con que Ñoño y Musa no conservarán sus curules

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Entre los aspirantes del partido de la U que se quemaron ha revivido la ilusión de llegar al Congreso. 

En el partido corre el rumor de que la Corte Suprema está indagando el tema del uso de la ‘mermelada’ en elecciones y que tarde que temprano varios terminarán investigados y condenados.

Por otro lado, existe la certeza de que Juan Manuel Santos no va a permitir que su partido de la U tenga menos curules que el Centro Democrático de Uribe, no solo por honor, sino porque esto tendría un impacto en la composición de las mesas directivas de las comisiones.

Y que por tanto, preferiría pedirles la renuncia a los que posiblemente terminen siendo investigados primero. Es decir, el Ñoño Elías y Musa Besaile, los dos senadores cordobeses más votados del partido.

De esta manera, entrarían los siguientes en la lista que se quemaron.

Lo curioso es que, al mismo tiempo, según le contaron dos fuentes de la Unidad Nacional a La Silla, en los próximos días el Presidente-candidato irá a Córdoba a subirse en la tarima con los dos senadores cuestionados como una forma de desagravio por la cantidad de agua sucia que les ha llegado. Es algo que ellos han pedido que se haga y que el presidente tendría que hacer si quieren contar con esos votos.

En cualquier caso, su eventual renuncia voluntaria o pedida sería después de elecciones y antes de posesionarse en el Congreso. Los demás esperan con paciencia.

La terna para la Corte Constitucional: otra derrota para el Procurador

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La Corte Suprema de Justicia tiene agedado hoy la definición de la terna.

Tras casi dos meses de discusiones, finalmente hubo humo blanco en la Corte Suprema y quedó lista la terna para reemplazar a Nilson Pinilla en la Corte Constitucional. Los tres ternados son Gloria Stella Ortiz, Jorge Luis Quiroz y John Jaime Posada.

En esta primera etapa, el Fiscal General Eduardo Montealegre derrotó al procurador Alejandro Ordóñez, que vio hundir a sus candidatos. Pero este pulso seguramente se trasladará ahora a la elección en el Congreso.

Gloria Stella Ortiz, que era una de las favoritas desde que comenzaron las votaciones en marzo, es una constitucionalista oriunda de Nariño y es la mano derecha de Montealegre, de quien ya había sido magistrada auxiliar en la Corte Constitucional y luego socia en su firma de abogados.

Es abogada del Externado y arrancó en la Corte Constitucional como magistrada auxiliar de Alejandro Martínez Caballero. Fue quien lideró la ambiciosa reforma reciente de la Fiscalía emprendida por Montealegre y actualmente en la Fiscalía está encargada de varios asuntos clave, incluyendo crear un área de Derecho Constitucional para que la entidad fije y refuerce su posición en temas constitucionales.

Ella tiene un talante liberal como el del fiscal Montealegre, mucho más que el del magistrado Nilson Pinilla, que entraría a reemplazar.  Como su jefe, también respalda ciento por ciento el proceso de paz en la Habana. De hecho, la reestructuración de la Fiscalía se hizo previendo que la Fiscalía estaría a cargo de la aplicación de la justicia transicional en caso de que la negociación en la Habana prospere.

Como dato curioso, Ortiz es sobrina política de Luis Guillermo Guerrero, magistrado de la Constitucional pastuso como ella.

Jorge Luis Quiróz, que es el magistrado auxiliar de Luis Gabriel Miranda (el presidente de la Corte Suprema) y que también era visto como uno de los firmes, es un abogado laboralista de la Universidad Católica, originario de Córdoba y parte de la coalición mayoritaria en la Sala Laboral de la Corte Suprema.

Llegó hace una década a la Suprema como magistrado auxiliar del sucreño Carlos Isaac Nader y luego lo heredó el polémico magistrado Francisco Ricaurte, que -según una persona que conoce la movida en la Corte- es quien más lo impulsó.

Tras un paso como magistrado de la sala laboral del Tribunal Superior de Bogotá, volvió a la Corte para trabajar con Miranda, quien -como contó La Silla- impulsó su designación como cuestión de honor para la Suprema, que así puede tener un candidato de su entraña en la terna.

 

Gloria Stella Ortiz es la más opcionada para llegar a la Corte Constitucional.
Jhon Jaime Posada fue el tercero que salió de la Sala Civil cuando los dos candidatos del Procurador Ordóñez no lograron los votos suficientes.

Tras un paso como magistrado de la sala laboral del Tribunal Superior de Bogotá, volvió a la Corte para trabajar con Miranda, quien -como contó La Silla- impulsó su designación como cuestión de honor para la Suprema, que así puede tener un candidato de su entraña en la terna.

El tercer cupo, que era es el que más demoró la votación, se lo quedó finalmente John Jaime Posada, un penalista antioqueño -graduado de la Universidad de Antioquia- que ha hecho casi toda su carrera en la Procuraduría.

Posada es actualmente procurador judicial penal II en Medellín y coordinador de procuradores judiciales de Antioquia. Según dos personas que lo conocen, ha sido muy activo en acompañar los procesos de Justicia y Paz, en investigar el paramilitarismo en Antioquia y en implementar el sistema penal acusatorio allí. Ha sido profesor de derecho procesal penal en la Universidad de Antioquia y Eafit, y además dirigió una revista reconocida en el ámbito jurídico antioqueño que analizaba jurisprudencia de la Corte.

Tres personas le confirmaron a La Silla que, aunque trabaja en la Procuraduría, no está alineado ideológicamente con Ordóñez y que, de hecho, tiene un talante liberal.

El Procurador, derrotado
Eduardo Montealegre ha defendido públicamente la posibilidad de que la Fiscalía busque fórmulas para facilitar un acuerdo con las Farc.
Alejandro Ordóñez ha sido un fuerte crítico del proceso de La Habana y ha advertido en repetidas ocasiones que éste no puede terminar en lo que a su juicio sería impunidad.

Para elegir la terna, internamente hicieron un acuerdo que ya han hecho en el pasado para agilizar este tipo de elecciones: que cada una de las tres salas llevara su candidato y las demás se lo votaban.

Ortiz, desde un principio, se convirtió en la favorita de la Sala Penal y para ello el que fuera apadrinada por el fiscal Montealegre fue definitivo. Dada la amistad entre Montealegre y Leonidas Bustos su candidatura también contó internamente con el apoyo de este magistrado.

A Quiroz lo eligió la Sala Laboral, donde contar con el padrinazgo del poderoso magistrado Ricaurte -cuya influencia en esta sala es grande- fue fundamental.

De la Sala Civil se anticipaba que saldría el candidato del Procurador, que además, estaba siendo patinado por Ruth Marina Díaz, la ex presidente de la Corte Suprema que se dio a conocer públicamente por su famoso crucero. El candidato inicial de esta sala era Jaime Ardila, el polémico ex Auditor de la Nación, que como contó La Silla, impulsó la reforma constitucional de un “artículito” para hacerse reelegir.

Sin embargo, cuando lo llevaron a Sala Plena no alcanzó los votos necesarios. Tampoco los alcanzó el segundo candidato del Procurador, el magistrado del Tribunal Superior de Bogotá Marco Rueda.

Aunque el acuerdo era que apoyarían el candidato que propusiera cada sala, un grupo de magistrados decidió atravesársele al Procurador Ordóñez. “La gente que viene empujando desde abajo siente que el Procurador se está quedando con todo. Y decidieron vetar a sus candidatos”, dijo una fuente que conoció el proceso de selección.

La elección de María Claudia Rojas Lasso como presidente del Consejo de Estado y de Fernando Castro Caballero como presidente de la Sala Penal de la Corte Suprema habían sido recientes victorias de Ordóñez en las Altas Cortes.

Al final, entonces, la Sala Civil optó por Posada, que contaba con el apoyo de los antioqueños y que, a pesar de trabajar en la Procuraduría, no era visto como una ficha de él. Fue, entonces, una derrota grande para el Procurador Ordóñez (la segunda en la misma semana después de la restitución de Petro) y para su rosca encabezada por Ruth Marina Díaz dentro de la Corte.

El Procurador, derrotado

La terna quedó integrada entonces por una pastusa, un antioqueño y un costeño, con lo cual, se anticipa que el factor regional entrará a pesar a la hora de la elección en el Congreso.

Se anticipa que a Quiróz le ayudará en el Congreso el magistrado de la Corte Constitucional Jorge Pretelt, cordobés como él y quien también hizo lobby a favor de los magistrados Alberto Rojas y Luis Guillermo Guerrero con los que comparte sala plena. Dos fuentes consultadas creen que seguramente contará con el apoyo del bloque costeño, que son muchos y poderosos en el Capitolio.

Ortíz ha estado buscando desde que parecía favorita en la terna el apoyo de los pastusos pero como opinó un congresista lo importante es que “Nadie le niega un voto a un Fiscal General”. A un fiscal, al que además, le quedan dos años y que una nómina de más de veinte mil puestos.

Si el Procurador quiere entrar en la contienda y evitar que llegue a la Corte la candidata del Fiscal -su rival ideológico-, tendrá que apadrinar a Posada. Sin embargo, no le serviría de mucho porque ideológicamente están en orillas opuestas. Así las cosas, Ordóñez se quedaría sin una ficha clave en la Corte Constitucional en un momento clave para la negociación de paz en la Habana pues cualquier decisión que se tome en el Congreso sobre la justicia transicional terminará llegando a la Constitucional.

En todo caso, de estos tres, Ortíz es la que llega con más fuerza a la contienda. Es la única constitucionalista de la terna en un momento en que solo hay otro constitucionalista en la Corte y tiene una trayectoria profesional muy respetada.  A esto se suma el poder del Fiscal que la respalda y, si se mantiene lo que se acordó en la comida del Fiscal de hace unas semanas que contó La Silla, también contará con el respaldo tácito o explícito del Gobierno.

Con la candidatura en firme, este es el equipo de Marta Lucía Ramírez

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Finalmente el Consejo Nacional Electoral dejó en firme la convención del Partido Conservador y por esa vía, la candidatura azul de Marta Lucía Ramírez a la Presidencia. A pesar de que va muy abajo en las encuestas, 9,3 por ciento en la última Gallup y 5 por ciento en la Polimétrica de Cifras y Conceptos, este es el equipo (además de las bases azules, concejales, diputados y directorios locales que respaldaron a la candidata en la convención) con el que Ramírez está trabajando con la esperanza de ser el palo de las presidenciales.

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Ángela Ospina

La fallida candidata al Senado de los azules en las últimas elecciones con 15.244 votos, es una de colaborados más cercanas de Ramírez dentro de la campaña y ejerce de gerente política. Ospina –nieta del expresidente Conservador Mariano Ospina- es quien articula a todas las coordinaciones de campaña para consolidar un trabajo unificado.

Omar Yepes

El excongresista caldense y presidente del Partido Conservador ha defendido la candidatura desde la Convención y es uno de los duros del comité político. Además su familia está metida de llena en la campaña en Caldas, su esposa Estela Villa Hoyos es la gerente de la campaña en ese departamento, su hermano Jorge Hernán es el jefe de debate de la candidata conservadora en dicha región, y su hermana Lucelia Yepes una de las coordinadoras en Manizales. Sin embargo su otro hermano Arturo, ehredero de su caudal, Senador y representante electo, ha sido uno de los más fuertes críticos de Ramírez en el conservatismo.

Carlos Holguín Sardi

El excongresista y exministro del Interior de Álvaro Uribe es otro de los integrantes del Comité Político. Es uno de los caciques conservadores (aunque electoralmente disminuido) que ha sido incondicional con la candidatura, crítico del gobierno Santos y del apoyo que ha dado parte del partido a la gestión del Presidente.

Juan Guillermo Echeverri

El exgerente de Coca Cola en Colombia y presidente de ActionCoach Colombia – una firma de coaching de negocios – es el gerente de la campaña de Ramírez y uno de los empresarios que se la juegan públicamente por la candidata azul.

Jorge Hernando Pedraza

Pedraza hace parte del grupo de senadores conservadores que están de lleno con la campaña de Ramírez y abandonaron el barco del presidente Santos para apoyar a la candidata azul desde antes de la Conveción. En la campaña integra el Comité Político. Fue reelegido el pasado 9 de marzo con 64 mil votos, cuando se consolidó como el mayor elector Boyacá para las elecciones al senado con más de 25 mil votos en ese departamento.

Juan Manuel Corzo

El senador norsantandereano, expresidente del Congreso famoso por decir que el salario de los congresistas no alcanzaba para pagar la gasolina de dos carros, acató la decisión de la Convención de elegir a Ramírez como la candidata presidencial del Partido Conservador. Integra el Comité Político de la campaña.

Samy Merheg

Este senador de Risaralda, reelegido en marzo con más de 57 mil votos, es otro de los parlamentarios azules que le está apostando a Ramírez. Su función, como la del resto de congresistas, es ayudar a armar la estrategia política de la campaña. Además, es el doliente de la campaña en el Eje Cafetero. Su hermano el exsenador Habig Merheg, de quien ehredó su caudal político, está en juicio por parapolítica y es prófugo, aparentemente en el Líbano.

Manuel Santiago Mejía

Mejía, el segundo en el ranking de Superpoderosos de Antioquia que hizo La Silla, es uno de los pocos cacaos empresariales que públicamente se la está jugando por un candidato distinto a Santos. Su poder radica en ser uno de los más ricos de Antioquia, cabeza visible de la familia propietaria de Alkosto, Ktronix, la ensambladora de motos AKT y Colombiana de Comercio (Corbeta). Para Ramírez es su ficha clave en Antioquia, pues allá no cuenta con el apoyo decidido de los congresistas y donde el Centro Democrático logró consolidarse como la primera fuerza política del departamento en las elecciones al congreso.

Jaime Arrubla

Arrubla, expresidente de la Corte Suprema de Justicia, ha sido hasta ahora uno de los asesores clave de la campaña Ramírez, según le confirmaron a La Silla dos fuentes distintas de la campaña. Jugó un papel clave en la defensa jurídica de la candidatura de Ramírez ante el Consejo Nacional Electoral, donde fue impugnada fallidamente por el exmagistrado Guillermo Reyes, con el apoyo de los congresistas conservadores santista por supuestas irregularidades en la conformación del quórum de la convención.

Juan Mario Laserna

El senador tolimense, que se quemó en las elecciones pasadas con 24 mil votos, es otro de los congresistas activos que está con la candidata azul a pesar a haber sido un santista convencido en gran parte del actual gobierno. Es el encargado del equipo programático de la campaña de Ramírez.

Emilio José Archila

Superintendente de Industria y Comercio en el gobierno de Pastrana, cuando Ramírez era su jefe como la Ministra de Comercio, es uno de los miembros principales del Comité programático de la campaña. Archila, que es un abogado muy reconocido, fue protagonista de una polémica siendo Superintendente, pues objetó la fusión de Avianca y Aces. Pastrana terminó separándolo del caso y él renunciando al cargo.

Gabriela Febres Cordero

Colombo-venezolana y ministra de Comercio Exterior del vecino país durante el gobierno de Carlos Andrés Pérez, es amiga de Ramírez. Su encargo en la campaña es manejar la agenda a la candidata azul. Ha sido la Directora de la Fundación United for Colombia que ayuda a colombianos discapacitados víctimas del conflicto. Estuvo casada con el presidente del BID, el ex ministro conservador Luis Alberto Moreno.

Fernando Araújo

Canciller del gobierno Uribe, Ministro de Desarrollo en la administración de Pastrana y preciadndiato presidencial en 2009, es uno de los políticos con mayor reconocimiento en el Partido Conservador que respalda la candidatura de Ramírez. Es tan cercano a la candidata que sonó como una de sus más probables fórmulas vicepresidenciales antes de que fuera escogido Camilo Gómez. Además de estar metido en la estrategia política de la campaña, juega un papel clave en las regiones, especialmente en Bolívar donde su familia es de élite y poderosa económicamente: tiene inversiones en la Sociedad Portuaria y es la dueña del Hotel Las Américas, entre otras. Su hijo Fernando Nicolás es senador elector por el uribismo.

Alejandro Salas Pretelt

Salas, abogado de La Sabana con estudios en asuntos internacionales del Externado, es una de las manos derechas de Ramírez y ha trabajado desde hace años con la candidata, incluyendo la campaña del 2010. Ahora, es un todero de la campaña porque está metido en el comité programático, pero también en la estrategia política y de comunicaciones.

Daniel Bermúdez – Fantástica

Politólogo y abogado de profesión pero con trayectoria de publicista, creó en 2013 con Cesar Salazar la agencia de publicidad Fantástica que está detrás de la campaña publicitaria de Marta Lucía. Ha trabajado en varias agencias de publicidad reconocidas en el país como Sancho, Ogilvy y Lowe-SSP3. Son los creadores de la imagen azul de la campaña y de toda la estrategia de comunicación de la candidata que está enfocada en la lucha contra la corrupción.

Beatriz Elena Jaramillo

Oriunda de Armenia y quién militó por muchos años en la juventudes del Partido Conservador en Quindio, es vicepresidente del Directorio Nacional, donde ha sido aliada permanente de Ramírez. Su responsabilidad en la campaña de Ramírez es preparar todo para el día de las elecciones, cargo clave pues tiene la misión de llevar a los electores desde sus casas hasta las urnas.

José Darío Salazar

Este senador conservador uribista, que se quemó en las pasadas elecciones con 41 mil votos, es el encargado de mover la campaña de Ramírez en Cauca y Nariño. Ha sido uno de congresistas azules más críticos del gobierno de Santos y aunque se quemó, ha sido uno de los gamonales políticos del Cauca por años. Este año su caudal se redujo en parte por la irrupción del Centro Democrático que le mordió el voto uribista.

Hans Peter Knudsen

El rector de la Universidad del Rosario desde el 2003 está en el Comité programático de Ramírez y es el experto de educación en la mesa. Uno de los superpoderosos de la educación según La Silla, acaba de ser nombrado por el consejo directivo del Instituto Colombiano de Normas Técnicas como Director, ha hecho parte del Consejo Nacional de Planeación y de la Comisión Nacional de Competitividad como representante del Presidente, y también ha fungido de miembro del Consejo directivo del Consejo Privado de Competitividad. Ha sido siempre un académico conservador, tanto que sonó para ocupar el puesto de académico azul en el Director Nacional del Partido, con el apoyo del sector de Marta Lucía Ramírez, pero perdió el pulso frente a los santistas.

Camilo Gómez

El excomisionado de paz en el gobierno de Pastrana, además de ser la fórmula vicepresidencial de Ramírez, s el jefe de debate de la campaña. Gómez es otro de los pastranistas que están jugados por Ramírez y durante la campaña ha asumido el papel de botafuegos contra el Presidente Juan Manuel Santos, replicando el discurso contra la corrupción que ha acogido la campaña presidencial azul.

Natalia Morales

Morales es la jefe de prensa del Partido Conservador y la principal encargada de las comunicaciones y los medios en la campaña de Ramírez. En las pasadas elecciones al Congreso hizo parte de la lista del Partido al Senado - y, sin hacer campaña, sacó 1.593 votos. Antes de ser jefe de prensa del Partido fue periodista de política de El Espectador.

Álvaro Manzano

Manzano es uno de los publicistas de la campaña de Ramírez, para definir la estrategia de promoción y comunicación de la candidatura. Viene de trabajar varios años en México en comunicación cultural, donde hizo proyectos para la ONU.

Juan Camilo Ostos

Juan Camilo Ostos es uno de los jóvenes del grupo de Marta Lucía, que viene de muchos años de trabajo con ella y fue clave para sacar adelante la candidatura en la convención con el impulso de otros jóvenes. Estudió por fuera, en Boston, estrategia política y está encargado ahora de coordinar y manejar las bases de Partido Conservador en las distintas regiones.

Los Delgado

El senador Cesar Tulio Delgado y su sobrino el senador electo Mauricio Delgado son los embajadores de Ramírez en el Valle del Cauca. Su importancia recae en que representan el grupo político del gobernador del Valle, Ubeimar Delgado, que con la elección de su sobrino Mauricio (que sacó 66 mil votos en marzo pasado) demostró tener muchos votos en dicha región del país. Los Delgado son de los gamonales políticos conservadores que no dejaron sola a su candidata.

Jurgen Kaiser

Kaiser, amigo de la hija de Ramírez, es el coordinador general de la campaña y el secretario privado de la candidata. Su misión es mantener a todos los sectores de la campaña alineados, que la información fluya de un lado a otro y que Ramírez esté al día de lo que pasa en su equipo.

Ángel Tijaro

Tijaro es el encargado de administrar y mover en las redes sociales la candidatura presidencial de Ramírez. Es experto en publicidad y mercadeo y propietario en Colombia de Dasigno, una agencia especializada en campañas promocionales en línea. La agencia ha trabajado con empresas del sector privado como Bavaria, AV Villas y Claro, además de otras en otros países de Latinoamérica.

Omar González

González, presidente del Foro de Presidentes, que reúne a muchos de los empresarios más importantes del país, es uno de los empresarios duros con Ramírez. Fue presidente Almagran-Almacer y en 2011 apareció encabezando la creación de fondo de inversión con 25 mil millones, denominado Oportunidad Colombia, para comprar pequeñas y medianas empresas. Es del grupo de cacaos uribistas que no está con Óscar Iván Zuluaga.

Martha Cecilia Ramírez

La representante a la Cámara por Antioquia, que se quemó como aspirante el Senado en marzo con 33 mil votos, es la encargada de mover la campaña en tierra paisa, donde los conservadores perdieron el reinado a manos del Centro Democrático. Ramírez llegó a la Cámara en 2010 con el apoyo del grupo de Los Colantos (llamado así porque lo encabeza Jenaro Pérez Gutiérrez, Presidente de Colanta) pero después se abrió para aspirar al Senado. Los Colantos apoyaron al conservador Juan Diego Gómez quien sí logró saltar con éxito de la Cámara al Senado pero está en el grupo de congresistas que no apoyan activamente la candidatura. A pesar de no contar con ese resáldo, en Antioquia se dice que el trabajo de Martha Cecilia le ha permitido tener su propia estructura política que estará al servicio de la candidata presidencial conservadores en las urnas paisas el próximo 25 de mayo.

Francisco Murgeitio

Este político conservador es uno de los representantes de la campaña de Ramírez en el Valle del Cauca. Fue concejal, representante, senador y candidato a la gobernación del Valle en 2007, cuando la carrera la ganó el cuestionado y después destituido Juan Carlos Abadía. Es uno de los dirigentes importantes del conservatismo vallecaucano que ha acompañado la decisión del Partido de tener candidata propia.

Rafael Serrano

Serrano es el Director del Partido Conservador en Santander, donde el Partido Liberal y los Aguilar - ambos con Santos – son los principales dueños de los votos. El papel de Serrano es mantener fiel a la campaña de Ramírez el voto azul santandereano, a pesar de es minoría en una tierra capturada por los liberales y los del viejo PIN. Además Serrano pone al servicio de la candidatura el periódico El Frente, del que es propietario y director, y el cual aunque lejos de Vanguardia Liberal tiene alguna influencia sobre todo en los corrillos políticos de la región.

El viejo PIN se iría con Óscar Iván

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Ver nueva actualización sobre esta historia: Uribe se reunió con el viejo PIN, pero la alianza sigue sin sello. 

Opción Ciudadana, otrora PIN, está ad portas de entrar oficialmente a la campaña presidencial de Óscar Iván Zuluaga, le confirmaron varias fuentes del partido a La Silla. 

El director del partido, Ángel Alirio Moreno, le contó a La Silla que "hay una tendencia mayoritaria" dentro del movimiento que quiere apoyar la candidatura uribista de Zuluaga y que la decisión se concretaría esta tarde. Y La Silla supo que hoy, precisamente, Opción Ciudadana se reunirá en privado con la cabeza del Centro Democrático, el expresidente y senador elector Álvaro Uribe, en Bucaramanga para ultimar detalles. 

Una fuente local que ha asesorado al partido en la decisión política, le aseguró a La Silla que "la decisión ya está tomada. Hoy se reunen con Uribe y mañana hacen la rueda de prensa con Óscar Iván. La razón, el partido quiere un recibimiento público, sin estigmatización. Y de Santos los han buscado para que los apoyen pero sin rueda de prensa". De acuerdo a este asesor político, directivas de la campaña reelecionsita han estado buscando a las directivas del PIN para impedir la adhesión al candidato uribista pero sin comprometerse a un recibimiento público. 

Un congresista de Opción Ciudadana le confirmó la versión a La Silla y dijo que ya está todo listo y que mañana, incluso, el partido acompañaría oficialmente la correría de Óscar Iván en la capital santandereana. De hecho, según esta fuente, quien también asegura que el partido no quiere más estigmatización y que Santos no va bien, la reunión con Uribe estaba planeada para ayer pero se canceló porque el aeropuerto estaba cerrado. 

"La verdad el partido fue muy maltratado. Creo que es un tema más de dignidad y lo otro es que se mandó a hacer un estudio y el resultado no es bueno para Santos. Yo estaba listo ayer pero no pude viajar porque Bucaramanga estaba cerrado y me devolví" dijo.

Detrás de la movida estaría la facción del ex senador Luis Alberto Gil y su esposa senadora Doris Vega, que -aunque no sumaron muchos votos en marzo- controlan muchas fichas dentro del partido, según le dijo a La Silla otro congresista de Opción. Según esa misma fuente, Vega le habría comunicado a Santos hace unos días su inconformidad por el manejo que le ha dado el Gobierno a la liquidación de Solsalud, la EPS que controlaba el clan político de Gil y sería una de las que estaría jalando al viejo PIN hacia las toldas uribistas. 

Opción Ciudadana ya venía dando señas de distanciamientos con Santos cuando aclaró que el movimiento Santander En Serio de los Aguilar (el exgobernador y parapolíticio Hugo Aguilar, el gobernador Richard Aguilar, y el senador reelecto por el viejo PIN Nerthink Mauricio Aguilar) apoyaba a Santos a titulo personal y no obedeciendo una directriz del partido.

Una fuente local le confirmó a La Silla que, a pesar de esta haciendo campaña reelecionista, el senador Aguilar y sus fichas electas en la Cámara (María Eugenia Triana y Ricardo Flórez) asistirán a la reunión con Uribe.

Falta ver si los Aguilar acatan la más probable decisión de su partido (acompañar a Óscar Iván) o, de lo contrario, siguen con Juan Manuel Presidente. 

Uribe se reunió con el viejo PIN, pero la alianza sigue sin sello

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Actualización (Sábado 26 de abril, 10:45 pm): 

El final de las reuniones entre el Centro Democrático y el viejo PIN (hoy Opción Ciudadana) en Bucaramanga, primero con Uribe ayer y hoy con el candidato presidencial uribista Óscar Iván Zuluaga, no fue tan 'feliz' como esperaban en el PIN.  

Después de más de dos horas de reunión hoy, entre Zuluaga y varios militantes de Opción Ciudadana, como los senadores Doris Vega y Nerthink Aguilar y el director del partido Ángel Alirio Moreno, no hubo ni rueda de prensa ni foto para anunciar acuerdo. Zuluaga, sin embargo, le dijo a La Silla, a la salida de la reunión, que la cosa va por "buen camino".  Y una alta fuente del PIN le aseguró a La Silla que seguirán discutiendo lo programático para llegar a un acuerdo definitivo. 

Las discusiones continuarían en Bogotá la semana entrante.

Una fuente que estuvo en la reunión le contó a La Silla que hubo presión de parte de Opción para sellar la alianza. Pero Zuluaga, dijo esta fuente, no cedió. Lo anterior, pues no todos en el Centro Democrático estarían convencidos de la conveniencia de aliarse. "Querían fiesta pero se fueron frios" le dijo a La Silla una fuente de la campaña uribista. 

La cabeza del Centro Democrático, el expresidente Uribe, se reunió el pasado viernes 25 con el viejo PIN para concretar la adhesión del partido a la candidatura presidencial del uribismo, pero dejó la decisión en manos de Zuluaga para que este la asumiera publicamente. Como contó La Silla, Opción Ciudadana ya habría decidido jugarsela por Óscar Iván y el anuncio público lo tenían planeado para hoy sábado. 

La reunión con Uribe fue en el restaurante Sabor Arte del Hotel Chicamocha de la capital santandereana. Y la firma del acuerdo se tenía prevista para hoy en el Club del Comercio de Bucaramanga con Óscar Iván presente. Al final esto no se materializó así y por ahora el candidato uribista no cuenta oficialmente con un partido que obtuvo más de 500 mil votos en las elecciones al Senado del pasado marzo y que tiene una bancada de 11 en el Congreso (cinco senadores, seis representantes).

En el encuentro del viejo PIN con el expresidente y senador electo estuvieron, entre otros, la senadora Doris Vega (esposa del ex senador Luis Alberto Gil, condenado por parapolítica), el ex candidato a la Cámara de Opción Ciudadana Oscar Villamizar (hijo del ex senador conservador Alirio Villamizar, condenado por la feria de las notarías), el ex candidato al senador y director del PIN Ángel Alirio Moreno, y el senador Nerthink Mauricio Aguilar (hijo del Coronel Hugo Aguilar, condenado por parapolítica, y hermano del gobernador de Santander Richard Aguilar). 

La presencia de Nerthink Mauricio Aguilar en ambas reuniones es especialmente polémica porque, aunque es uno de los miembros poderosos de Opción Ciudadana, ha estado haciendo campaña en favor del presidente Juan Manuel Santos durante los últimos días. Aguilar le dijo a La Silla que "se sabe que hay que acatar las decisiones del partido".  

Así se nutren los aliados de "Kiko" Gómez con la desnutrición en La Guajira

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En los últimos seis meses en La Guajira, se juntaron el hambre con las ganas de comer. Al intenso verano que tiene secas las reservas de agua, se le sumó el cierre de la frontera colombo-venezolana. Desde febrero, a los wayúu, sobre todo a aquellos que viven en La Alta Guajira, les ha tocado rebuscarse la forma de llegar a los centros urbanos para buscar la comida que antes podían comprar de contrabando.

La situación generó una crisis por desabastecimiento de agua y de alimentos a la que se le sumó la revelación de una cifra escandalosa: casi 3.000 niños entre cero y cinco años han muerto en el departamento en los últimos seis años por desnutrición o por causas relacionadas a ésta. Más de 4.000, si se suman las cifras de muertes fetales.

La denuncia fue presentada por el Secretario de Planeación de la Gobernación, César Arismendi Morales. Primero ante la Fiscalía para que investigue los casos y después, a través de una tutela contra el Estado en pleno, exige que se proteja el derecho a la vida y a la salud de los niños en La Guajira.

A principios de abril, la justicia local falló y declaró improcedente la tutela. El Consejo Seccional de la Judicatura de La Guajira señaló que en el departamento no ha habido una vulneración sistemática de los derechos de los niños como asegura Arismendi. Y que las instituciones a las que la tutela acusa como responsables (27 en total, entre alcaldías locales, entidades nacionales y hasta la Presidencia en cabeza del Juan Manuel Santos, entre otras) estaban tomando acciones para “atacar esas problemáticas y en pro de la consolidación de los derechos fundamentales de los menores”.

Arismendi calificó el fallo como “de sábados felices” y ya impugnó la decisión. Pero lo que no dijo es que él mismo diseñó un programa para atacar la desnutrición de los más pobres del departamento, el Plan de Alimentación y Nutrición de La Guajira, PAN, que curiosamente, concentró su atención en las ciudades y dejó por fuera a los niños indígenas wayúu de las comunidades rurales. Las más pobres y las mismas que ahora él busca proteger con la tutela.

El PAN de cada día que no llega a La Guajira
El detenido exgobernador de La Guajira "Kiko" Gómez está detrás del Plan de Alimentación y Nutrición de La Guajira, PAN. 
El saliente senador Jorge Ballesteros, padrino político de "Kiko" Gómez tiene varias cuotas políticas suyas en el actual gabinete de la Gobernación de La Guajira. 
 
Estos son los paquetes que entrega el PAN en la Guajira. Foto: Prensa de la Gobernación de La Guajira.

Con la llegada a la gobernación de Juan Francisco “Kiko” Gómez en el 2012, hoy en la cárcel acusado de cometer homicidios y de tener vínculos con las bandas criminales dedicadas al tráfico de armas y de gasolina, se puso en marcha el PAN para “mejorar la seguridad alimentaria y nutricional de las familias del departamento en condición de pobreza extrema”.

El PAN, con un presupuesto anual de 37 mil millones de pesos del Sistema General de Regalías, busca entregar mercados de 50 kilos a más de 10.300 familias en la Guajira. El objetivo principal era focalizar la atención en los más pobres: las familias inscritas en el Sisben (0-1-2) y en la Red Unidos de la Presidencia de la República.

El programa está en manos de la Secretaría de Salud del departamento en cabeza del secretario, Jorge Juan Orozco que entró a reemplazar al primer secretario de salud de “Kiko”, Juan Camilo Chirino y que como dijo   Orozco esta semana, la Secretaría necesita 600 millones de pesos para su funcionamiento.

Como contó La Silla, Chirino fue capturado por la Fiscalía por un presunto desfalco de unos cinco mil millones de pesos cometido a través de falsas tutelas y recobros al sistema de salud.

Pero es la Secretaría de Planeación en manos de Arismendi la que diseñó el programa. Arismendi fue nombrado por “Kiko” como parte de la cuota política del padrino político del ex gobernador, el senador de la U, Jorge Ballesteros Bernier. Y como contó la Silla, Ballesteros ayudó a “Kiko” Gómez a llegar a la gobernación de la Guajira en el 2012 y gobernó con él un año y 10 meses hasta su captura. Uno de sus principales compromisos políticos fue la Secretaría de Salud del departamento, no sólo porque es médico de profesión y tiene una maestría en administración de la salud sino además porque el senador tiene varios negocios y cuotas en clínicas y hospitales. Incluso, como reveló El Espectador, se sabe que recibió aportes de su campaña para llegar al congreso en el 2010 de la clínica privada Renacer de Riohacha, una IPS del departamento.

A diciembre del 2013, el PAN aseguraba haber completado en un 35 por ciento de ejecución en su primer año. El plazo venció el 4 de abril de 2014, y en el último informe se resalta un cumplimiento del 70 por ciento.

Pero en las rancherías más apartadas de La Guajira, este porcentaje no se ve. Muchos nunca han visto ni siquiera el costal con los alimentos que exhibe el logo de la administración de Kiko, Guajira Primero.

Eso le dijo a La Silla, Marcia Chaparro, nutricionista de la Fundación Caminos de Identidad, Fucai, que trabaja en el municipio de Manaure, en la Alta Guajira con 11 comunidades wayuu.

“Sé que no lo reciben. La Gobernación vino, pidieron la información sobre las familias y hasta invitaron a las autoridades de las comunidades al lanzamiento del Programa pero después quedaron fuera del censo”, dice Chaparro.

“Es una falta de respeto”, agrega Débora Barros, una reconocida líder wayúu que fue delegada de víctimas de La Guajira y sobreviviente de la masacre paramilitar de Bahía Portete. Ella recorre semanalmente las rancherías entre Riohacha y Uribia y asegura que sólo ha visto entregar los mercados hace dos meses, antes de las elecciones parlamentarias del 9 de marzo.  

Arismendi reconoce que sólo “un porcentaje mínimo” de los indígenas de las zonas rurales están cobijadas por el PAN, algo así como un 10 por ciento de la población indígena según sus cuentas. “Se nos quedaron por fuera. Nos quedamos sin recursos, necesitamos que el gobierno nos de la mano”, le dijo Arismendi a La Silla.  

Pero en La Guajira corre el rumor a voces de que lo que está pasando con el PAN es que la plata de los niños quedó envuelta en una red de corrupción que salpica a toda la administración del ex gobernador “Kiko” Gómez. Por lo menos eso le dijeron a la Silla tres fuentes distintas que conocen muy bien la región.

Y que, detrás de las cifras que presentó Arismendi, lo que hay es una “cortina de humo” para desviar las investigaciones de los entes de control sobre el PAN.

“Los wayúu nos hemos vuelto un fortín político, dice Barros, una líder de la Organización Wayúu Munsurrat y ex defensora de víctimas de La Guajira. “Nos cogen a nosotros para armar un escándalo, para ver con quienes se tiran los unos a los otros”.

Así también lo ha denunciado el diputado Mohamed Dasuki que citó al Secretario de Salud del Departamento para que demostrara el cumplimiento del programa y que demuestre en qué se están gastando los recursos.  

“El PAN no está llegando a los que lo necesitan. Yo calculo que sólo se ha completado en un 50 por ciento. ¿Pero dónde está el 50 por ciento restante de los recursos? Pues eso se ha prestado para la corrupción, para pagar favores políticos y hacer campaña a costillas de nuestros niños”, le dijo a La Silla el diputado.

El primero de junio se celebrarán las elecciones atípicas para elegir gobernador en La Guajira y uno de los políticos que está en la contienda es el hijo del senador Ballesteros, José María “Chemitas”, como contó La Silla.

“Lo que ellos quieren es demostrar que los recursos han sido ineficientes y que por eso es el hambre. Pero ¿dónde están las cuentas de lo que ellos han gastado?”, dice una de las fuentes que prefirió no revelar su nombre.

El hambre es real
El director nacional del ICBF, Marco Aurelio Zuluaga desmintió las cifras de la tutela del secretario de Planeación del Departamento y dijo que sólo eran 132 los casos de niños muertos por desnutrición en La Guajira.
Débora Barrios, líder wayuu de La Guajira, pide que se cambie el enfoque de los programas de seguridad alimentaria asistencialistas y se ayude a los wayuu a sembrar sus propios alimentos.  

En La Guajira nadie niega que la situación de los niños es crítica. El departamento tiene una tasa de desnutrición aguda de 5.5 por ciento, cinco veces más alta que la media nacional, 0.9 por ciento en niños menores de cinco años. El hambre en los niños wayúu es evidente en sus cuerpos: barrigas redondas y prominentes, pelo castaño claro -cuando debería ser negro oscuro-, brazos y cuerpos delgados hasta los huesos. El Ministerio de Salud dice que en el departamento sólo el 43 por ciento de los niños menores de un año están asegurados para acceder a los servicios de salud y en 9 de los 15 municipios, la cobertura está entre el 12 y el 44 por ciento.

Después de la denuncia de Arismendi, el director Nacional del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Marco Aurelio Zuluaga viajó a La Guajira y dijo que se está especulando con las cifras. “No son ni 5.000, ni 4.000, ni 3.000, son 132 y 16 de ellos en Riohacha”, dijo, como si la cifra no fuera en sí misma escandolosa.

Además los 132 casos que señala Zuluaga, con cifras del Dane que carga en la mano cuando se le pregunta por el tema, sólo corresponden al período de 2010 a 2013. Si se cuentan las de los años que faltan (2008-2009) y que sí están incluidas en la denuncia de Arismendi, son 239 niños los que han muerto por desnutrición.

Una cifra que se queda corta, si se tiene en cuenta que muchos de los niños que mueren no logran un lugar en los datos del DANE, los oficiales, simplemente porque no tienen un registro de identidad. No existen. Esto, sumado a que muchos son enterrados en sus propias rancherías sin avisarle a nadie, termina alimentando el subregistro.

“Esas cifras son irrisorias. En esos años en el departamento deben haber muerto por lo menos entre 400 y 500 niños. Tampoco 3.000, eso es exagerado. Andaríamos de velorio en velorio, dice Débora Barros.

Ahora, La Superintendencia de Salud y la Defensoría del Pueblo citaron a una rendición de cuentas a los alcaldes y los operadores de los programas de salud del departamento para que expliquen qué está pasando con los niños.

Presidente, ya reflexionamos y… ¡no!

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En las peleas de los políticos los que pierden son los ciudadanos. A mediados del siglo pasado, por ejemplo, liberales y conservadores se enfrascaron en una guerra civil no declarada que, además de causar decenas de miles de muertos, terminó en un pacto –el Frente Nacional- que consistía en repartirse el poder público y excluir a quienes no fueran de alguno de los colores tradicionales.

Con mucho menos dimensión histórica que entonces los colombianos hemos visto una confrontación institucional y personal inédita por la Alcaldía de Bogotá:

El Alcalde (en cualquier momento puede volver a ser ex) sin consideraciones técnicas sino ideológicas resolvió modificar el sistema de recolección de basura de Bogotá. Hizo una chambonada que ha salido costosa en términos económicos y políticos.

El Procurador General de la Nación, con motivaciones puramente ideológicas, decidió abusar de su poder, darles un ropaje jurídico, aprovechar la torpeza del Alcalde (¿ex?) y sancionarlo en forma desmesurada.

El Alcalde reaccionó abusando de la tutela y diseñó una estrategia totalmente contraria a los principios jurídicos, en la que se valió de ciudadanos común y corriente para generar confusión y caos y conseguir, sin importar los procedimientos, que un juez acogiera sus argumentos y por esa vía suspender la ejecución de la destitución.

Algunos magistrados del Tribunal Contencioso de Cundinamarca torcieron el pescuezo de la ley, sacaron del sombrero una interpretación y le concedieron el amparo al Alcalde.

El Consejo de Estado contrariando sus propios procedimientos internos en materia de impedimentos y modificando su propia jurisprudencia sobre la eficacia de los instrumentos ordinarios de justicia negó las tutelas interpuestas por Petro y sus amigos por considerar, que ahora sí, luego de que durante veinte años no ha sido así, la acción de nulidad podría ser mejor que la tutela para proteger los derechos.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, abusando de sus facultades y con desconocimiento de la justicia interna resolvió otorgar medidas cautelares al Alcalde para impedir su destitución.

El Presidente resolvió desconocer una reiterada jurisprudencia de la Corte Constitucional según la cual las medidas cautelares ordenadas por la Comisión son de obligatorio cumplimiento y procedió a destituir al Alcalde a pesar de la solicitud del organismo internacional. El Presidente, abusando de sus facultades, dilata las decisiones, no cumple los términos para impedir que un eventual llamado a elecciones locales se cruce con las elecciones presidenciales y tenga efectos negativos sobre su aspiración a reelegirse.

Un magistrado del Tribunal Superior, abusando de sus facultades, concede una tutela a todas luces impertinente y ordena la restitución del Alcalde.

Han abusado: el alcalde, el procurador, el alcalde, un tribunal, el Consejo de Estado, la CIDH, el Presidente, otro tribunal y resulta que ¡el Presidente nos invita a los ciudadanos a “reflexionar” sobre si será necesario limitar la tutela para no generar incertidumbre jurídica!

No Presidente, se equivoca en materia grave. La tutela es lo único verdaderamente efectivo que los ciudadanos colombianos hemos ganado en los últimos 50 años. No ha habido un instrumento jurídico del que nos hayamos adueñado tanto. La inmensa mayoría de los colombianos  sabemos que en últimas, si ya la cosa se torna imposible, amenazamos o usamos la tutela y ahí quizás las cosas se arreglen.

Presidente, son centenares de miles de colombianos que acuden todos los días a los jueces a buscar que alguien ordene que los atiendan en el sistema de salud, que les contesten un derecho de petición, que les reconozcan su pensión de jubilación, que les permitan tomar tal o cual decisión que solo afecta su vida pero que otro considera que va contra la moral y las buenas costumbres.

Gabo no hubiera podido escribir esa obra de la que usted leyó dos páginas el martes Presidente. El abogado le hubiera recomendado al Coronel interponer una tutela y no se hubiera quedado esperando infructuosamente la carta hasta su muerte.

A la tutela le han disparado por muchos flancos: ha sido objeto de disputas de poder entre las Cortes; ha sido blanco de los economistas que no resisten que los jueces tomen decisiones que consideran reservadas a su sabiduría; ha estado en el ojo de los Ministros de Hacienda, el actual le disparó la sostenibilidad fiscal; ha sido asediada por interpretaciones restrictivas de abogados y magistrados de la escuela del Procurador y de su amigo Fernando Londoño y ahora ¿usted, Presidente?. Esa batalla ya la había perdido su gobierno cuando quiso convertir la sostenibilidad fiscal en un derecho fundamental ¿?. Esa batalla desdice de sus posiciones liberales.

La reflexión a la que usted nos invita la llevamos haciendo hace 20 años. No es la primera vez que a alguien se le ocurre si no será mejor restringir la tutela para evitar su abuso, como camino más corto que restringir las facultades de los que abusan, como en el caso de Petro: todos han abusado (no vuelvo a hacer la lista porque es larga) menos los ciudadanos y usted, Presidente, ¿nos invita a nosotros a que reflexionemos para ver si lo único que hemos ganado podemos restringirlo para que los que abusan puedan abusar más cómodamente?.

No, Presidente, de verdad, ya reflexionamos y no. 


Algo que une a los partidos de Uribe: acabar con la tutela

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“ (…) uno preferiría de los presidentes una actitud de respeto, no solamente de Santos porque también el presidente (Álvaro) Uribe fue incluso mucho más fuerte en contra de decisiones de la Corte Suprema, de los jueces y tribunales.1

Alfonso Gómez Méndez

 

La orden de acatamiento que el H. Tribunal Superior de Bogotá impartiera hacia el señor Presidente y candidato relacionada con las  medidas cautelares emitidas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos asociadas con el caso de la destitución del alcalde Gustavo Petro, generaron  reacciones tan inmediatas como predecibles, pero que dejan en evidencia la existencia de una férrea, íntima y perfecta sintonía entre las cabezas del establecimiento, evidenciando que éste no está dispuesto a permitir tan siquiera un asomo de discrepancia en cuanto al manejo del estado y sus políticas -los negocios-,aunque quiera hacernos creer que siempre está dispuesto a acatar la ley y respetar la justicia, que en Colombia existe libertad de pensamiento y de expresión política, y que el caos que hoy padece la capital colombiana por cuenta del limbo jurídico en que se encuentra tiene su origen en el mal uso que de la tutela hacen los ciudadanos y que por lo tanto debe ser que reformada.  

Recordemos cómo y a propósito del caso, en sólo cuestión de horas se pronunciaron en contra de la tutela o de la necesidad urgente de su reforma, varias personalidades de la vida política colombiana: por el Centro Democrático el neo senador José Obdulio Gaviria; también lo haría el actual ministro de Justicia Alfonso Gómez Méndez 2 (ex Fiscal, ex Procurador, el mismo de …yo preferiría que no hubiera reelección en ningún caso: ni del presidente, ni de los alcaldes, ni de los gobernadores...3); el ex ministro de Justicia de Santos, Juan Carlos Esguerra (ex ministro encargado de comunicaciones de  López Michelsen, ex Constituyente y ex ministro de defensa de Samper). Por supuesto que también el señor Procurador y el mismo señor Presidente Santos: Ganamos varias tutelas pero perdimos una, para acto seguido anunciar la impugnación de la tutela que lo obligara a restituir al destituido alcalde (pero ¿no fueron acaso ellos mismos los que se cuestionaron a Petro por apelar el fallo de la Procuraduría? ) y su intención de reformarla 4. Ya en su oportunidad se habían pronunciado en contra de acatar las medidas tutelares las formulas vicepresidenciales del centro democrático y del partido conservador 5.

No dejemos pasar entonces que, en el caso de Bogotá, el problema tiene su origen  ni más ni menos que en la exorbitante medida del actual señor Procurador, obviando acuerdos internacionales suscritos por Colombia, desconociéndose lo que al respecto ya había trazado la H. Corte Constitucional, el no acatamiento posterior de las recomendaciones del Consejo Interamericano, cosa que ahora el H. Tribunal de Bogotá rescata y hace respetar.(A propósito ¿habrá cumplido el señor Procurador con lo ordenado en el fallo de la H Corte Constitucional que el pasado 18 de marzo de 2013 le ordenaba surtir en un plazo máximo de seis meses todo el proceso para proveer todos -resaltado en el texto original de la sentencia- los miles de cargos de carrera que en la actualidad son ejercidos en provisionalidad y frente a las cuales no se ha convocado concurso de méritos? )

No nos engañemos entonces: si se trata de restringir los derechos de los colombianos, de respetar propuestas y alternativas que sobre el manejo del estado afloran y que discrepan de las de los partidos tradicionales, éstos, sin el menor pudor, nos hacen ver que para la defensa de sus intereses se encuentran sólidamente unidos. Y que recurrirán a todas las formas habidas y por haber para cortar de tajo todos los intentos por cambiar el estado de cosas en el país. No de otra forma alcanza uno a explicarse como además de la destitución e inhabilidad decretada para el señor Petro (¨la palomita¨ como la llamó el señor presidente Santos), hagan su aparición las multimillonarias multas y sanciones decretadas por la superintendencia (ad hoc) de Servicios Públicos por el caso del nuevo modelo de basuras en Bogotá. Creo no es necesario traer a cuento las cifras de los cientos de municipios del país que aún no disponen de agua potable ni de un buen sistema de recolección y disposición de residuos para que se diga que en esos municipios el modelo privado sí funciona. O traer a cuento el caso ejemplar y absolutamente público como lo es el del departamento de Antioquia.

Y que no se entienda esto como una defensa a ultranza de la administración de la Bogotá Humana. Que se investigue y se castigue sin miramientos lo que haya menester.

Adenda: la tutela es en lo único que creen los colombianos, cuando de justicia se trata. A ella recurren miles y miles de ciudadanos para obtener al menos un pésimo servicio de salud, ofertado mayoritariamente por privados.


1. Ver: Las notas del Pastor. Entrevista publicada el 13 de diciembre de 2012 

2. En diciembre pasado, en acto público del que fui testigo y con ocasión de la sanción del Procurador, el señor Ministro de Justicia Alfonso Gómez prometió emocionado, una vez enterado de la sanción, dar inicio al diseño de una reforma constitucional para limitar las facultades constitucionales del Procurador. ¿Habrá hecho ya algo al respecto?. El doctor Gómez es un respetado y reconocido abogado, defensor de también respetadas personalidades y cercano al ex presidente Samper. A propósito, su hijo, el de Samper, es hoy el viceministro del doctor Gómez.

3. Op. Cit.

4. Recordemos que el alcance y poder de la tutela han venido siendo cercenados cuando en el Congreso se supeditó el goce de los derechos fundamentales a la disposición de recursos financieros. Y en honor a la verdad, sólo los congresistas del Polo y el Mira se opusieron a la reforma.

5. Ver Programa conjunto lasillavacia y 3600 con las formulas vicepresidenciales.

 

 

El nuevo look de Clara

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Desde hace tres semanas, Clara López anda con el pelo suelto. Como lo usaba cuando era estudiante de Harvard y protestaba por la guerra en Vietnam, como cuando fue asistenta de su tío Alfonso López Michelsen y concejal, como cuando fue Secretaria de Gobierno antes de ser nombrada alcaldesa encargada en Bogotá y salir con un 78 por ciento de aprobación.

Con su nuevo look, la candidata presidencial del Polo también cambió su eslógan de campaña -ahora más que ‘la alternativa’ es 'el buen camino'- y sus vallas, que abandonaron el fondo pardusco por uno blanco. Pero sobre todo cambió su mensaje, que ahora le apunta a recoger a la gente descontenta con Juan Manuel Santos por fuera de la izquierda y a posicionarla como una candidata viable más que como un voto de protesta.

“Queremos una campaña nueva, no una de izquierda. Clara tiene que dirigirse a los 30 millones de inconformes que hay, que son los que desaprueban de la reelección o sienten que el país va por mal camino. Por eso reflexionamos sobre el estilo de la campaña y estamos pasando de ser contestatarios y sintonizarnos con ese pesimismo a ser propositivos”, le dijo a La Silla Jaime Dussán, el gerente de campaña de Clara.

Las cuentas del equipo de Clara son que tienen asegurados unos 1,2 millones de votos, que serían la suma de los del Polo y la Unión Patriótica -tras la alianza que puso a Aída Avella como su fórmula vicepresidencial- y casi los mismos que obtuvo Gustavo Petro hace cuatro años.

La Silla habló con seis personas que trabajan con Clara en el día a día de su candidatura y todos coincidieron en el mismo libreto. La campaña quiere contar que ella es una “mujer educada y progresista”, “que entiende los problemas de la gente”, que “ha pasado con éxito por el sector público” y sobre todo que “construye con otros y busca consensos”.

Esta es la nueva imagen publicitaria de la campaña de Clara López. Foto cortesía de kienyke.com
Clara López en campaña con los comerciantes de Monserrate Foto cortesía de Claralopez.org

Su meta es alcanzar otro millón de votos con el que calculan podría meterse en la segunda ronda contra Santos.

“Nosotros calculamos que Santos ha perdido cinco de los nueve millones de votantes que lo eligieron. Hay una fuerza muy grande que ya no lo apoya y que está ahí”, dice el ex concejal Carlos Romero, esposo de Clara y uno de sus principales consejeros.

Por eso han dejado a un lado el tema de la paz como eje central de la campaña, en vista de que el Polo coincide con el presidente-candidato en apoyar los diálogos de La Habana. Y se han venido centrando en lo que los diferencia de Santos y más preocupa a la gente, como el empleo, la educación y la salud. No haciendo tanto énfasis en la idea del ‘cambio de modelo’ -que por sí sola podría espantar a electores que no son de izquierda- sino en que Santos está “desconectado con el país” y en que, por ejemplo, la solución pasa por proteger la industria nacional y el campo para reactivarlos.

“Nuestra misión es recoger el enorme pesimismo que existe, la sensación de que desde hace diez años vamos por mal camino. Ese pesimismo estable -en el que ya estábamos haciendo énfasis- hay que enrutarlo por un buen camino. Y eso se hace articulando las reformas que Clara propone, que se sintonizan con un electorado bastante amplio”, dice Alberto Cienfuegos, el principal estratega político de la campaña de Clara, que ya había sido la mano derecha de Carlos Gaviria en las elecciones de 2006.

Este énfasis de que el 'mal camino' lleva una década le permite a Clara desmarcarse de Óscar Iván Zuluaga y Marta Lucía Ramírez, cuyas campañas giran en torno a la misma idea pero con el acento puesto sobre el hecho de que en la época de Uribe las cosas iban mejor.

Irónicamente el presidente Santos también está usando ‘el buen camino’ como caballito de batalla para el proceso de paz - un hecho que los polistas califican de “mezquino” (aunque La Silla encontró referencias santistas al camino desde marzo, cuando Clara aún no lo había acuñado. Sin embargo, sí las ha redoblado en la última semana).

‘Me gusta andar de pelo suelto’
Tras concretar alianza con la UP de Aída Avella y unidad de la izquierda, Clára López ahora está intentando atraer votantes de centro. Foto: Juan Pablo Pino
Marcus Vinicius Queiroz, de Agencia Central do Brasil, es el brasilero que le dio revolcón a imagen de campaña de Clara Foto cortesía de Jornal Opcao

El cambio físico de Clara es la primera pieza de la nueva estrategia y tal vez la más visible.

“Buscamos volver al look de toda la vida de Clara por la alta recordación que tiene y porque la convierte en una figura más fresca y más cercana, preservando el realismo de su edad”, dice Cienfuegos. “Ahora es la vieja lopista, la concejal, la hippie que se oponía a la guerra, la que gobernó seis meses en Bogotá y lo hizo muy bien. Es la líder de izquierda que está muy bien formada y que no es de la universidad de la vida”, añade Dussán.

También podría ayudar, según le dijo a La Silla otro polista, a suavizar la imagen de Aída Avella, que genera más resistencias por fuera de la izquierda y que es vista -junto con su partido la Unión Patriótica- como de una línea más dura que la candidata presidencial.

Esa metamorfosis física fue idea de Marcus Vinicius Queiroz, el consultor político brasilero que -como contó La Silla- ha trabajado desde años con el Partido de los Trabajadores de Lula y de Dilma Rousseff y que el Polo fichó específicamente para temas de imagen pública.

La Silla supo que no fue fácil convencer a Clara de volver a su look original. “No, esa es mi historia”, cuenta una persona que dijo cuando se lo propusieron, pero entre varios la fueron persuadiendo y al final -según dos integrantes de su equipo- quedó muy satisfecha con su nueva imagen.

Detrás del nuevo ‘look’ de Clara viene el nuevo empaque de la campaña. Vinicius, que ya había trabajado en la campaña de Petro a la Alcaldía, también los asesoró con las cuñas y los comerciales de televisión, que arrancaron a salir en radio esta semana hoy y que hoy hacen su debut en televisión.

En estos mensajes, la campaña de Clara hará énfasis en cinco temas: el empleo pleno como bandera principal (con la idea de que solo 40 por ciento de los colombianos tienen un empleo decente, un tema que -según ellos- ningún candidato ha abordado); la educación (con el acento en fortalecer la educación pública y gratuita en escuela y universidad y en una formación técnica que permita incorporar 100 mil víctimas y desmovilizados al mercado laboral en el posconflicto); la salud “sin EPS”; la reactivación de la industria, el comercio y el campo (temas que han puesto a Santos contra la pared y en la que han encontrado sintonía hasta con sectores empresariales conservadores, como en el caso del TLC con Corea del Sur) y la paz (que no desligarán de la idea de “justicia social” y de la necesidad de una mayor “equidad redistributiva”). Precisamente de estos temas es que más propaganda comenzará a rotar este fin de semana.

Para moverse hacia el centro, Clara tuvo primero que alinear a la izquierda, que venía dividida a la elección. Los coqueteos con Petro para que apoye a Clara no han pasado de ahí, pero en su equipo sienten que ella ha recogido el voto indignado de los petristas. La Silla supo que una encuesta interna que hizo la campaña de Santos encontró que en Bogotá Clara le estaría ganando a Peñalosa, e iría de segunda después de Santos en la capital, un indicio que corroboraría que el Polo sí estaría canalizando ese descontento.

Además, los sectores del Polo a los que no les había gustado tanto su alianza con Avella y la UP -como el Moir del senador Jorge Robledo- ya están visiblemente moviendo su campaña, calmando uno de los mayores temores que había en el círculo de Clara. (Esos sectores al final intentaron impulsar al jurista Rodolfo Arango -cercano a Carlos Gaviria- pero inicialmente le hicieron fuerza a un ramillete de candidatos que no eran de izquierda, como el ex rector de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, José Fernando Isaza, a liberales como Eduardo Sarmiento Palacio y Eduardo Verano o a los empresarios conservadores y 'anti TLC' Emilio Sardi y Camilo Llinás Angulo).

Robledo y Carlos Gaviria -que, como contó La Silla, no estaban a gusto con Avella- ya acaban de lanzar un comercial pidiendo el voto por ella.

El senador que le puso 190 mil votos al Polo ya tiene una agenda apretada para hacerle campaña a Clara. Esta semana estuvo con ella en Antioquia y Caldas, ya fueron a Risaralda, esta semana que vienen irán a Cartagena, Barranquilla y Cesar. Robledo lo hará solo en 17 localidades bogotanas: arrancó hace una semana en Chapinero y Teusaquillo, continuó ayer en Barrios Unidos, Engativá y Antonio Nariño y hoy estará en Bosa, Ciudad Bolívar y Suba. Y lo mismo hará en dos semanas en Nariño, uno de los tradicionales fortines del Polo.

El resto de los congresistas del Polo están también activos en las regiones que les asignaron. Senén Niño -hasta hace poco cabeza de Fecode- está a cargo de Boyacá, los Santanderes y los Llanos, mientras Alberto Castilla, el líder campesino del Catatumbo que fue uno de los palos en las últimas elecciones, lo hace en Norte de Santander y el suroccidente. Iván Cepeda está en Bogotá, Tolima, Huila, Caquetá y Putumayo, Germán Navas Talero y Alirio Uribe en la capital, Alba Luz Pinilla en los Santanderes. Wilson Arias y Tarcisio Mora en el movimiento sindical, y Robledo, Castilla y Gustavo Triana con los movimientos campesinos, que le siguen apostando al paro agrario como abrebocas de las elecciones.

Aunque Clara venía creciendo en las últimas encuestas, la de Ipsos Napoleón Franco revelada hoy no trae buenas noticias, colocándola con 6 por ciento en un empate con Ramírez y varios puntos detrás de Peñalosa y Zuluaga. Queda por ver si el cambio de ‘look’ le ayudará a atajarlos y meterse en la segunda ronda.

El Sistema Nacional Ambiental quedó reducido a una utopía

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Por: Gloria Amparo Rodriguez, invitada especial de Tío Conejo

Durante muchos años, nos preciamos de ser un país abanderado tanto en la legislación como en la institucionalidad ambiental. Fuimos considerados un ejemplo piloto para la gestión ambiental en el mundo. En su momento, nuestro Código de Recursos Naturales, la Constitución Política y la Ley 99 de 1993, que creó el Ministerio de Ambiente y organizó el Sistema Nacional Ambiental (SINA), fueron considerados ejemplos a seguir en los procesos de cambio legislativo que se dieron en otros países.

Desde entonces y hasta hoy, en Colombia se han expedido diferentes normas y políticas que tienen que ver con el agua, la biodiversidad, los residuos, las licencias ambientales, etc. A pesar de esto, dichos esfuerzos no han sido suficientes para que en Colombia se proteja el ambiente y los recursos naturales y, mucho menos, que se garanticen los derechos ambientales. Veinte años después de su creación, el Sistema Nacional Ambiental quedó reducido a una utopía. Estas son las principales razones:

El gobierno Uribe debilitó el SINA

Durante el gobierno del expresidente Álvaro Uribe, el tema ambiental perdió vigencia. El Ministerio pasó a denominarse Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, siendo desplazados los asuntos ambientales por los programas de vivienda que tomaron mayor preponderancia en la gestión de esta institución.

Con el paso del tiempo, esta situación ha terminado por generar el deficiente cumplimiento de las normas y el debilitamiento de las políticas ambientales, lo cual se ha manifestado en los hechos que recientemente se han presentado con la locomotora minera, el escándalo de la Drummond y lo acontecido en el Casanare.

Las instituciones ambientales ahora no son más que herramientas políticas

A lo anterior se suma el alto número de jefes que ha tenido la cartera (13 en 20 años). Lo cierto es que la designación de los Ministros ha respondido más a intereses políticos que a preocupaciones ambientales. La mayoría de ellos ellos han tenido un escaso o mínimo acercamiento o formación en estos temas, lo cual ha redundado en una débil gestión de sus despachos.

Las CAR se han constituido en fortines políticos. Muchas de ellas han sido cuestionadas por la Contraloría General de la República por problemas de corrupción y porque los directores las utilizan como trampolín para hacer política y posteriormente lanzarse al Congreso de la República.

La falta de trabajo conjunto y coordinado entre las diversas instituciones del SINA hace muy difícil el cumplimiento de la normatividad y de la política nacional ambiental.  Ni el Ministerio de Ambiente ni las Corporaciones Autónomas Regionales han logrado detener de forma significativa los procesos de deterioro ambiental que enfrenta nuestro país.

Ecosistemas importantes como los páramos, bosques y humedales, entre otros, continúan en riesgo por las diversas actividades de desarrollo y por el uso insostenible de los recursos existentes. También existen grandes falencias en cuanto al ordenamiento ambiental y social del territorio que se requiere para establecer cuáles son las zonas de protección y dónde se pueden realizar actividades de extracción de recursos sin afectar el entorno ni los derechos de las colectividades.

Las licencias ambientales perdieron su fuerza

El proceso de licenciamiento ambiental evalúa los posibles impactos que los proyectos, obras o actividades puedan generar, y es uno de los principales instrumentos de planificación ambiental en Colombia.

Con el pasar de los años se han expedido nuevas normas que reglamentan las licencias ambientales. Estos cambios han mostrado una marcada tendencia a flexibilizar los procesos de licenciamiento y a disminuir las actividades que requieren este requisito para su desarrollo.

En lugar de consagrar la licencia ambiental para otras actividades con impactos ambientales significativos, han establecido la desaparición de algunas de ellas sin justificación alguna y sin garantizar el derecho a la información y a la participación.

Por ejemplo, la exploración sísmica, relacionada con el sector de hidrocarburos, no requiere de licencia ambiental salvo que sea necesaria la construcción de vías para el tránsito vehicular o que las actividades se realicen en las áreas marinas del territorio nacional en profundidades inferiores a 200 metros (artículo 7 del Decreto 2820 de 2010). A situaciones como estas debemos la discusión que actualmente se presenta con relación a la necesidad de regular las licencias ambientales para la actividad

No existe una participación real en los procesos administrativos ambientales

La Audiencia Pública Ambiental es un mecanismo para que la comunidad, las autoridades, las organizaciones y la autoridad ambiental, puedan conocer, informarse e intercambiar criterios sobre la conveniencia de una obra o actividad que se desarrolle o pretenda desarrollarse y que pueda causar impacto al ambiente o a los recursos naturales renovables.

Las audiencias deben generar espacios de participación reales y deben mantener un sistema institucional abierto que garantice la posibilidad de tener en cuenta -en las decisiones finales- lo que la comunidad piensa y decide sobre los proyectos.

Las audiencias pueden ser solicitadas o convocadas de oficio por la autoridad ambiental, sin embargo, según información suministrada por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible a través de derecho de petición, desde 1993 hasta el 9 de febrero del año 2013, y a pesar de que se han otorgado más de 2.300 licencias, sólo se han realizado 60 audiencias públicas ambientales que por sector se encuentran distribuidas así:

Los datos permiten concluir que la participación en materia de licencias ante la principal autoridad ambiental es escasa y que las audiencias públicas sólo se realizan a solicitud de parte.

Ha faltado iniciativa por parte de la autoridad ambiental para promover su realización de forma oficiosa, lo cual quiere decir, que de manera general, la participación se ha limitado a las reuniones de socialización que se convierten en un mero trámite para informar a las comunidades sobre el alcance del proyecto, sin promover y dar espacios de real y efectiva incidencia comunitaria.

Como resultado de la escasa información y de los pocos espacios de participación, se han generado protestas, marchas y demandas por las comunidades aledañas a los proyectos, las cuales claman por ser escuchadas y poder intervenir en aquellas decisiones ambientales que puedan afectarles.

Es necesaria una revisión seria, objetiva y crítica del SINA

Después de 40 años de la expedición del Código de Recursos Naturales y 20 de la Ley 99 de 1993, es necesario hacer revisión seria, objetiva y crítica de lo que ha sucedido con la gestión ambiental. Las problemáticas presentadas nos llaman a hacer cambios sustanciales para fortalecer las instituciones, los recursos, las políticas y la normativa.

El SINA hoy parece una utopía y, en consecuencia, debemos asumir grandes retos para superar dicha situación. Para ello hay que tener en cuenta la importancia que tiene el trabajo conjunto entre el Estado, la comunidad, las ONG, la academia y el sector privado, para avanzar en la protección y recuperación ambiental del país como un instrumento que adicionalmente contribuye a la paz de Colombia.

Este es el balance de Tío Conejo sobre el Sistema Nacional Ambiental

@Tio_conejo

@esp_ambiental
@lorenzomorales
@carogarcia1606
@swillsp

El candidato santista, uribista y, además, verde

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Si Santos, Uribe y Peñalosa parecen representar tres cosas totalmente diferentes en estas elecciones, en Santa Bárbara, Antioquia, son una misma cosa. Así lo demuestra uno de los candidatos opcionados en las elecciones atípicas a alcalde este domingo en Santa Bárbara, Antioquia.

Se trata del ex concejal verde Daniel Montoya Corrales, quien tiene el aval de la Alianza Verde pero también el apoyo del Centro Democrático y de grupos liberales y conservadores de la Unidad Nacional.

De hecho, Montoya es daltónico políticamente. Siendo concejal verde le hizo campaña al Congreso a dos liberales, Luis Fernando Duque al Senado y Julián Bedoya a la Cámara.

Incluso lo apoyó el día de las elecciones

A los dos candidatos que él apoyó les fue muy bien: Duque sacó el 12 por ciento de los votos del municipio y Bedoya el 13, y ahora están moviéndose en la campaña santista.

Pero la cercanía de Montoya con el Centro Democrático también es muy fuerte, e incluso tuvo la visita de Álvaro Uribe para apoyarlo en su cierre de campaña ayer.

Pero no por esos apoyos lo han dejado de impulsar los verdes antioqueños. Incluso, el diputado verde Edison Muñoz sacó un comunicado de prensa explicando que la candidatura de Montoya solo tiene el aval verde y que el apoyo del Centro Democrático no implica un acercamiento entre los dos partidos.

La crecida de Óscar Iván

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Después de más de un mes sin encuestas, este fin de semana se reactivaron las mediciones. Y los resultados vuelven a castigar al presidente-candidato. La encuesta aplicada a 1208 personas en todo el país de manera personal y telefónica, entre el 21 y el 23 de abril, refleja que la distancia entre Juan Manuel Santos y los candidatos hombres se ha venido acortando. De todos, el que más creció fue Óscar Iván Zuluaga, cuya campaña sí recogió un impulso del triunfo de Uribe en las legislativas.

Estas son las tendencias más interesantes de esta encuesta (que también es coherente con las tendencias de la última encuesta de Datexco, que tiene una nueva metodología de entrevista personal y una muestra que refleja mejor el electorado):

1. La campaña de Óscar Iván despega

En la campaña de Óscar Iván Zuluaga confiaban en que pasadas las elecciones legislativas, su campaña despegaría. A juzgar por la reciente encuesta Ipsos-Napoleón Franco, tenían razón. De los cinco candidatos fue el que más creció. Subió seis puntos, quitándole a los indecisos y a los que habían dicho que votarían en blanco. Y se ubica ligeramente por encima de Enrique Peñalosa como principal rival de Juan Manuel Santos. La principal conclusión de esta encuesta es que su campaña comienza a rendir frutos.

2. Entre más conocen a Zuluaga, mejor le va

Zuluaga tuvo un cambio de estrategia publicitaria e hizo una gran inversión en televisión, que se ve reflejada en que se remontó en los estratos uno y dos, y creció en todas las regiones, sobre todo en Bogotá (donde pasó de tener el 9 por ciento de intención de voto al 17), en la Costa Atlántica y en la Central. Pese a que en los grandes medios la campaña no es muy notoria, Óscar Iván se dio a conocer (el desconocimiento pasó de 52 al 47 por ciento) y los que lo conocieron mejoraron su opinión de él (imagen positiva pasó de 21 al 29 por ciento y la negativa se redujo tres puntos a 24 por ciento)..

3. Zuluaga le roba al voto en blanco

Ayer hubo un encuentro cerca de Girardot sobre el voto en blanco organizado por Gustavo Bolívar, quien también lideró el tema para el Congreso. Estuvieron presentes unas 120 personas, de varias ciudades, quienes siguen convencidas en apostarle al blanco. Sin embargo, la tendencia no los beneficia. El voto en blanco perdió 5 puntos y cae en todos los estratos y sobre todo, entre los conservadores y los del Centro Democrático, que ahora parecen más convencidos con su propio candidato. Lo mismo entre los más jóvenes. Zuluaga tendió a subir donde bajó el voto en blanco, salvo en los estratos altos, voto que capitalizaron Santos y Peñalosa. Su potencial sigue estando entre los que no tienen partido y los de “otros partidos”. Es decir, entre los verdes y los de izquierda, en donde uno de cada cinco todavía no sabe por quién votar o lo haría en blanco.

4. Las legislativas le ayudaron a Zuluaga y a Peñalosa

Una de las apuestas de la campaña uribista es que unos buenos resultados de Uribe en el Congreso impulsarían a su candidato. Esta encuesta demuestra que Zuluaga se ha ido consolidando como el candidato de su propio partido, el Centro Democrático, donde subió 16 puntos.

Enrique Peñalosa también conserva el empujón de las legislativas. Entre los que dicen pertenecer a “otro partido”, el candidato de la Alianza Verde ganó diez puntos, lo que significa que su propio partido comienza a creer en él.

5. Bogotá castiga a Santos y mira a Zuluaga

Como ya lo había dicho La Silla, el affaire Petro le pasó la factura a Santos. Y su muy publicitado Plan de Choque, durante el mes que estuvo su encargado Rafael Pardo en el poder, no compensó. De hecho, Santos se descuelga nuevamente en Bogotá, y pasa de 24 a 15. Esos nueve puntos los recoge el candidato uribista, que pasa de tener el 9 por ciento de intención de voto al 17 por ciento, lo que refleja más o menos la votación del Centro Democrático en Bogotá en las pasadas legislativas. Peñalosa también sube en Bogotá y se ubica de primero. Santos queda de tercero, seguido de Clara López, que también sufre un revés en la capital de la cual fue alcaldesa encargada.

 

6. No va a tener el impulso del ganador seguro

Aunque las tendencias no benefician a Santos, el presidente-candidato seguiría siendo Presidente si las elecciones se dieran hoy. Le saca a cualquiera de sus eventuales rivales casi diez puntos en el segundo round. Una cosa interesante es que los que en marzo habían dicho que de enfrentarse Santos y Zuluaga no votarían (el 20 por ciento), hoy bajó al 5 por ciento. Y en cambio, crecieron los indecisos. Ese dato es relevante porque no es claro de llegar a este escenario por quién se inclinarían. Lo que sí se sabe es que no todo el 34 por ciento de las personas con intención de votar que dicen “que nunca votarían por Santos” se han decidido a hacerlo por alguno de sus rivales. En todo caso, lo que llaman la “viabilidad” de Peñalosa y Zuluaga ha mejorado pues ahora hay más gente que cree que podrían ganar, mientras que la invencibilidad de Santos ha bajado.

7. Peñalosa tiene más potencial que campaña

Aunque en esta encuesta, Zuluaga es el ganador, Enrique Peñalosa tiene algunas características que le crean oportunidades. Por ejemplo, los que votaron por Mockus lo apoyan más a él mientras que Clara López perdió a muchos de ellos y estos aparecen subrepresentados en la muestra; los independientes -que son a los que más les cala el discurso antipolítico de Peñalosa- son los que menos saben por quién votar; Peñalosa es el que más ha reducido la resistencia que produce (ahora es del 17 por ciento, mientras que la de Santos es del 34 por ciento); también es el candidato que menos emociones negativas genera y que más emociones positivas produce (Aunque a decir verdad, ninguno emociona). Pero, lo que también muestra esta encuesta, es que Peñalosa no tiene campaña, no va a debates, no aparece. Su nivel de reconocimiento en cambio de subir ha bajado (de febrero a abril 4 por ciento menos dice conocerlo).

8. Más emoción genera el hielo

Ipsos estrenó en esta encuesta una metodología que ha desarrollado mundialmente que busca medir las emociones y realizó un perfil emocional de los candidatos. Y encontró, que en general, los candidatos son más bien homogéneos en la poca emoción que generan, salvo dentro de sus propios partidos, y Clara López, además, entre los indecisos. Ya cruzando todas las variables, lo que se percibe es que Zuluaga y Peñalosa emocionan a los estratos más altos, donde Santos genera rechazo. A Peñalosa no lo quieren en la izquierda ni los más jóvenes. A Santos y Zuluaga no los quieren en Bogotá. Clara emociona a los indecisos. Y todos solo emocionan a los de sus propios partidos.

9. Se escogerá entre el menos malo

En esta encuesta, Ipsos también innovó con una sección sobre las características ideales que la gente busca entre los candidatos. En todas las características a Santos le va mejor que a todos los demás, pero no mejor que a “ninguno de los candidatos”, respuesta que gana en todas las categorías. A la mayoría de los encuestados les parece que ninguno es honesto, ni les cabe el país en la cabeza, ni tienen la preparación para gobernar, ni tienen sensibilidad social, ni tienen un carácter fuerte, ni son lo suficientemente conciliadores. En conclusión, los colombianos escogerán entre los que consideran el menos malo, pero no su ideal.

10. La paz sigue perdiendo

Aunque el presidente Santos ha decidido que la paz sea el tema de campaña, y todos los grandes medios han decidido apostarle al tema con foros y campañas de reconciliación, el optimismo frente al proceso de paz sigue bajando. El pesimismo pasó de 58 a 53 por ciento, con caídas más drásticas en la región suroriental, en Bogotá y en la Costa Atlántica. También creció la cantidad de gente que cree que los guerrilleros deberían pagar cárcel. La Silla no sabe qué pasó en la región Suroriental (Tolima, Huila y Meta), pero allí el rechazo al proceso de paz de Santos está creciendo de manera marcada frente al resto del país.

Para ver toda la encuesta haga click acá

La estrategia retro de Peñalosa

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Muchas correrías de Peñalosa son en cicla y a pie, su campaña no convoca a manifestaciones políticas. 

En la campaña de Enrique Peñalosa no hay ningún ‘gurú’ distinto a él. No hay un JJ Rendón con un Peter Brodnitz (los asesores de Santos), o un Germán Medina y un Duda Mendonça (los de Óscar Iván Zuluaga), tampoco un Alberto Cienfuegos respaldado por Marcus Vinicius (que han estado detrás de la campaña de Clara López).

“No tenemos un solo asesor internacional, ni tampoco uno nacional,” le dijo Peñalosa a La Silla.

La estrategia de campaña del candidato presidencial de la Alianza Verde refleja la manera como él mismo cree se debe hacer política: en bicicleta, en los semáforos, volanteando, caminando, conversando, sin acuerdos con los partidos, sin perseguir a los políticos, sin discursos en plaza pública. Y sin símbolos, a diferencia de Mockus hace cuatro años. Sí el caracter artesanal de la campaña.

“Es una campaña como la que hizo en los 90 (cuando ganó la Alcaldía de Bogotá como un candidato de a pie), pero para unas presidenciales,” concluye un congresista de la Alianza Verde cercano a Peñalosa.

La coordinadora programática de la campaña, Claudia López, piensa algo similar. “Yo veo a Enrique reconciliado con él mismo. Hablando con la gente, repartiendo sus propuestas en la calles, en los buses, en las plazas, en los parques,” dice.

El senador Jorge Londoño ha sido uno de los más fieles escuderos de la candidatura de Peñalosa. 
Carlos Andrés Amaya dice que la campaña no le está apostando a las bases, concejales y diputados del partido. 
 
La campaña de Peñalosa está lejos de ser un reencauche de la Ola Verde de Mockus. 

Así como no hay gurú estratégico, tampoco hay nadie encargado de llamar sistemáticamente a los concejales y diputados verdes para organizarlos alrededor de Peñalosa. El candidato los busca cuando va a las regiones, pero hasta ahí.

“Hay dos figuras que le causan pánico a Enrique y que nunca las ha tenido. El asesor estratégico que cobra una millonada para decirle al candidato cómo hablar y qué cochinadas decir de los otros candidatos. Y el político, que se encarga de hablar con los políticos,” explica Claudia López. (Peñalosa, sin embargo, sí se asesoró de JJ Rendón en su pasada campaña a la Alcaldía de Bogotá en 2011, cuando se alió con el Partido de la U, que tenía contratado al asesor estratégico venezolano).

“No se hacen giras con los congresistas. No se va a las bases del partido, los que se quieren vincular se vinculan, pero no estamos llamando a los elegidos, ni a los diputados, ni a los concejales. El foco es más con los ciudadanos de a pie” le dijo a La Silla el gerente de juventudes y movilización ciudadana de la campaña, Carlos Andrés Amaya (representante a la Cámara por Boyacá).

La directriz en las giras es planear paseos en cicla y volanteos sin organizar grandes concentraciones. “Enrique no quiere discursos ‘veintejulieros,’” dice el senador verde Jorge Londoño.

“Nosotros no queremos reuniones de discurso donde la gente llega en buses. Es distinto cuando uno está en la calle, oyendo los problemas que tiene la gente. Que lo vean a uno a la cara,” le explicó Peñalosa a La Silla.

La fórmula vicepresidencial de Peñalosa, Isabel Segovia, dijo que la idea es “caminar, hablar con la gente, oír sus problemas, tener un contacto directo, en reuniones pequeñas donde de verdad puedan interactuar con nosotros…y no concentraciones en plazas donde se lleva a la gente en buses y se reparten sándwiches para ir a decir cualquier bobada”.

La campaña de la Ola Verde tampoco es el modelo. Las marchas de girasoles, los lápices, las arengas famosas de la Ola Verde, no caben en esta campaña.

“Mockus era más místico. Peñalosa es más dinámico, más accesible. La gente se acercaba a Mockus para tocarlo, para ver por qué era tan raro. A Peñalosa es más fácil hablarle,” dice Carlos Amaya. Según Amaya, la campaña del candidato verde, aunque se mueve menos en las redes y entre los estudiantes y los académicos, se siente más en el terreno y reúne a más empresarios y a emprendedores que la de Mockus (aunque en las encuestas a estas alturas Mockus iba 27 puntos por encima de Peñalosa hoy con 11, comparando la Ipsos de finales de abril en cada caso).

De acuerdo a sus más cercanos colaboradores, Peñalosa quiere mostrarse como un ciudadano común y corriente. “Quiero mostrarme como un presidente que siente como ellos,” dice.

Peñalosa ha dicho que en principio no recibirá donaciones, y que financiará su campaña con los anticipos. La mayor inversión se hará en televisión, como lo hizo con éxito en las semanas antes de la consulta verde que le dio el triunfo.  Una alta fuente de la campaña confirmó que el poco presupuesto para las correrías es uno de los lados flacos del candidato presidencial verde. De acuerdo a esta fuente, por ejemplo, en regiones como Meta el presupuesto es de apenas 5 millones de pesos, en Boyacá 15 millones, en Huila 6 millones de pesos y los jóvenes solo contaran con 10.

En cuanto al mensaje, uno de los dirigentes de la Alianza Verde, le resumió a La Silla las tres claves que deliberadamente la campaña quiere transmitir.

Primero, como ya se ha dicho, Peñalosa quiere venderse como el anti-político. “Mostrarse como la orilla opuesta a la política tradicional, sin acuerdos con los partidos políticos y construyendo una alianza ciudadana”. Segundo, el candidato verde no quiere que lo encasillen en un polo concreto de los debates coyunturales. “Es una campaña que no se mete ni en la polarización ni en la camorra”. Y tercero, quiere convocar a todas las vertientes políticas. “La campaña busca colocarse en el centro político. Así, además de recoger el voto protesta, el indeciso y el blanco (con lo de anti político), también se ganan los votos de Óscar Iván, el Polo y Marta Lucía”.

“Representamos una política libre de compromisos, sin ataduras, lo que nos deja gobernar y tomar decisiones. Y nosotros creemos también que debemos buscar más lo que nos une, que los que nos divide,” le dijo Peñalosa a La Silla.

“Queremos mostrar que somos una alternativa distinta, que hacemos una política diferente alejados de la corrupción, sin compromisos políticos ni económicos. Que no somos anti-nadie (ni Petro, ni Uribe, ni Santos), sino una revolución ciudadana anti-política tradicional,” lo secundó Segovia.

Claudia López, la coordinadora programática, dice que ve a Peñalosa reconciliado consigo mismo. 
Isabel Segovia, la fórmula vicepresidencial de Enrique Peñalosa, reforzó la apuesta anti-política de Peñalosa.  
Enrique Peñalosa quiere ser Presidente haciendo política como la hacía en los 90.  

Ahora, no todo está enfocado al volanteo, una estrategia arriesgada para un candidato que en la  más reciente encuesta todavía aparece con un 37 por ciento de desconocimiento entre el electorado. 

“No es que yo piense que puedo llegarle a todos sólo haciendo la campaña en la calle. Pero tampoco los políticos tradicionales pueden hacerlo con las concentraciones. La única manera de llegarle a un país de 50 millones de personas es a través de los medios,” dice el candidato.

Así, también hay una estrategia publicitaria enfocada a radio y televisión, “sin incluir prensa porque no tenemos recursos ni vallas por principio,” dice el candidato (creen que las vallas generan contaminación visual y que las ciudades no reciben la compensación suficiente por estas).

En lo publicitario la estrategia ha estado en manos de la agencia Lowe SSP3, una firma internacional con oficinas en Colombia que ha trabajado con empresas privadas como Bavaria y Unilever.

La estrategia publicitaria ha girado hasta ahora alrededor del mensaje anti-político y anti-corrupción que pregona Peñalosa y el slogan #Podemos - el principal de su campaña -, que refuerza la idea de una batalla contra la clase política tradicional a la que, aunque es difícil, es posible vencer. Y que inclye derrotar la política de la mermelada, un termino que tanto Peñalosa como Segovia estan usando con mucha frecuencia para críticar a Santos. 

"El objetivo es comunicar que podemos derrotar a la clase política para tener el país que queremos tener”, dice Segovia.

Peñalosa le explicó a La Silla que detrás del “podemos” también hay una intención de mostrar que “podemos gobernar, que producimos resultados”. Y su hija, Renata Peñalosa, que ha trabajado de la mano de la firma de publicidad, le contó a La Silla que la definición de la imagen y el slogan fue muy intuitiva y que con el uso plural lo que se busca es comunicar "que Colombia es de todos, y todos podemos trabajar juntos" además de plantear un desafio conjunto de cambio (aunque la campaña dice que no se inspiro en eso, el podemos guarda relación con el exitoso Yes we can de Obama en 2008).  

En lo que resta de campaña se van a volcar a usar la publicidad en televisión para hablar más sobre las propuestas de la alternativa política de Peñalosa. Así, este sería un proceso inverso al de la campaña de Óscar Iván en donde, como contó La Silla, se dedicaron primero a lo biográfico y lo programático y remataran con la publicidad emocional durante las últimas semanas de campaña.

Este énfasis en la publicidad en televisión va de la mano de una estrategia muy fuerte en medios para mitigar el desconocimiento entre los colombianos de la fórmula. “Estamos respondiendo todas las mañanas a radio y periódicos entrevistas para que nos conozcan más”, dice Segovia.

En la presentación de lo programático, tanto en la publicidad como en los debates (a los que empezaría ir desde esta semana, después de muchas ausencias), explicó a La Silla Claudia López, el énfasis se hará en cinco puntos principales. Primero, la lucha anti corrupción. Segundo, un modelo de desarrollo que no dependa tanto de la explotación minera y promueva una política industrial y agraria que sustituya las locomotoras de Santos y la política de los TLC  (de Santos y de Uribe) que la campaña señalará de haber “hecho agua”. Tercero, el medio ambiente. Cuarto, la educación, la salud y la primera infancia como los pilares de lo social. Y quinto, la seguridad urbana y rural y la justicia  (la rural atada al proceso de paz y la urbana y la justicia en respuesta a los temas que más  preocupan a los colombianos).

Finalmente, uno de los días claves de una campaña en Colombia es el día de elecciones. Los políticos dicen que ese día se define la mitad de lo que pasa. Para esta campaña, Peñalosa tiene a Astrid Álvarez (exgerente financiera de la campaña verde en 2010) como gerente del denominado día D. Pero la estrategia ese día está enfocada a los testigos y al control para evitar un fraude pero no a un tema que en otras campañas consideran esencial: el transporte para llevar a la gente de la casa a las urnas. “Para llevar a la gente, olvídense, no tenemos un peso para eso,” le dijo Peñalosa a La Silla.

Falta ver si este reencauche del Peñalosa-candidato de los 90, que hace una campaña según ellos cerca de los ciudadanos y lejos de los políticos, de la tarima y de la maquinaria, prácticamente artesanal, le alcanza para vencer a Óscar Iván Zuluaga - con el uribismo detrás – en la primera vuelta y a Santos – con toda la Unidad Nacional de su lado – en segunda. 

La gula liberal que incomoda a Cambio Radical

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Una alta fuente de Cambio Radical le contó a La Silla que dentro de la Unidad Nacional hay una diferencia entre el partido de Vargas Lleras y el Partido Liberal, que se suma a las diferencias entre Simón Gaviria y Rodrigo Lara. El nuevo pulso se da por los periodos en la presidencia de la Cámara de Representantes que le corresponden a cada a partido.

De acuerdo a la fuente de Cambio, los liberales aspiran a ocupar la presidencia de la Cámara durante dos periodos, ambición que le confirmó a La Silla el representante liberal Miguel Ángel Pinto, reelegido a la Cámara por Santander en fórmula con el cacique liberal y senador electo Horacio Serpa. Y Serpa, uno de los superpoderosos rojos, también le confirmó a La Silla que los rojos quieren presidir la Cámara dos periodos (y solo uno en el Senado).

Este objetivo liberal, creen en Cambio Radical, pondría en riesgo la presidencia que creen les corresponde ocupar en la Cámara.

La razón detrás de este temor es que el Partido Conservador, después de los liberales (39 representantes) y La U (37), es con 28 congresistas la tercera bancada más grande de la Cámara (Cambio Radical es la quinta, incluso después del Centro Democrático). Y si Santos es reelegido y los azules vuelven a la Unidad Nacional, que es lo más probable, los dos periodos que no cogerían los liberales serían para La U y el conservatismo. Así, Cambio Radical, a pesar de tener 16 representantes, se quedaría viendo un chispero. 


Óscar Iván quiere al viejo PIN pero con pinzas

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Como contó La Silla, Opción Ciudadana (el antiguo PIN) esperaba rueda de prensa para adherir públicamente al candidato presidencial del uribismo Óscar Iván Zuluaga, después de una reunión con el expresidente Uribe el viernes pasado en Bucaramanga. Sin embargo el sábado, después de dos horas de reunión de Zuluaga con la bancada santandereana elegida de Opción (los senadores Doris Vega y Nerthink Mauricio Aguilar y los representantes Ricardo Flórez y María Eugenia Triana) y las directivas nacionales del partido, no hubo rueda de prensa.

La Silla averiguo con dos fuentes distintas que presenciaron la reunión, que la propuesta del candidato uribista fue recibir individualmente a algunos miembros del antigo PIN pero no a todos en conjunto. Y más concretamente, recibir a los santandereanos pero no al ala costeña.

En otras palabras, hacer alianza con la senadora Vega (esposa del parapolítico Luis Alberto Gil) y con el senador Aguilar (hijo del parapolítico Hugo Aguilar y padrino de los representantes Flórez y Triana).

De hecho, apartes del borrador del acuerdo programático que Opción Ciudadana firmaría con Zuluaga evidencian que sí hay una mayor influencia de la bancada santandereana en el documento. Además de temas generales que incluyen todas las campañas, hay un punto sobre el turismo, un sector que obsesiona al clan superpoderoso de Santander, el de los Aguilar, que desde la gobernación ha desarrollado millonarios proyectos turísticos y en el congreso impulsaron la reforma a la Ley del Turismo.

Los Aguilar (que tienen la gobernación y tendrán tres curules en el nuevo congreso) han hecho campaña por Santos durante parte de abril, pero en los últimos días se están acercando al uribismo. Según una fuente cercana al clan se habrían alejado de la campaña reeleccionista por supuestos maltratos en el santismo y por la falta de reconocimiento público a la alianza, que Óscar Iván Zuluaga sí les ofrece. El senador electo Horacio Serpa, uno de los duros de la campaña santista en Santander y enemigo acérrimo de los Aguilar en la política, le confirmó a La Silla esta versión.

Incluso, según le confirmó a La Silla una fuente del Centro Democrático, la senadora Doris Vega, quien es una de las más dadas a la idea de adherir a Zuluaga, propuso que se dejara en libertad a los congresistas de Opción Ciudadana para facilitar la alianza en las condiciones propuestas por el candidato uribista.  

Si la alianza se termina dando así, quedarían por fuera el senador oriundo de Bolívar Antonio Correa (cercano a ‘La Gata'), la senadora Teresita García Romero (hermana del exsenador Álvaro García Romero, condenado por la masacre de Macayepo), y el senador electo Julio Miguel Guerra (hijo del gobernador de Sucre, Julio Cesar Guerra Tulena). De hecho, Correa le dijo a La Silla que él se irá con Santos.  

Esta visión, sin embargo, no la comparte todo el partido. El director del viejo PIN, Ángel Alirio Moreno, le aseguró a La Silla que están buscando es “una adhesión institucional”. Es decir, aunque Óscar Iván quiera un pacto selectivo, no es claro que Opción Ciudadana acepte tal escogencia con pinzas.

Falta ver cómo termina la negociación entre el viejo PIN y los uribistas que continúa esta semana: si Zuluaga los logra acoger por mitad o si, de lo contrario, le toca tragarse el sapo y recibirlos a todos. O tal vez, quedarse sin nadie de ellos.

Clara no jala a los indignados

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Sobre el papel debería ser un escenario ideal para Clara López. Hay un enorme rechazo por la clase política tradicional, la destitución de Gustavo Petro disparó una ola de indignación y los paros agrarios han puesto al país a hablar de banderas tradicionales de la izquierda como el libre comercio como fuente de los males que aquejan a la industria y el campo. Pero, paradójicamente, la candidata presidencial que representa todo eso no pasa del 6 por ciento de las encuestas y parece alejarse de la segunda vuelta.

La última encuesta de Ipsos-Napoleón Franco -publicada por Semana, RCN, RCN Radio y La FM- muestra un panorama preocupante para la campaña de Clara, que pasó de estar empatada con Óscar Iván Zuluaga y Enrique Peñalosa en 9 por ciento de intención de voto a estar igualada con Marta Lucía Ramírez en la cola de las preferencias.

En esa encuesta -que, como contó La Silla, muestra a Santos estancado y a Zuluaga y Peñalosa perfilándose como sus rivales- Clara pierde tres puntos y se les aleja. Con eso, regresa a las intenciones de voto que tenía a finales del año pasado y desaprovecha el empujón de unas elecciones al Congreso en las que su colega polista Jorge Robledo sacó la mayor votación.

Desde hace tres semanas y con su nuevo 'look', la campaña de Clara López se ha estado concentrando en ampliar su base de votantes.
Tras consolidar la unidad de la izquierda aliándose con Aída Avella y la UP, la meta de López es sumar votos hacia el centro. Foto Juan Pablo Pino

Aunque se podría decir que su caída está dentro del margen de error respecto a la anterior encuesta, el problema es que la candidata del Polo Democrático cae en casi todos los sectores de la población. Perdió siete puntos en Bogotá, donde antes tenía el doble y parecía estar recogiendo la indignación por la destitución de Petro.

Cayó en todas las edades, incluyendo cuatro puntos entre los jóvenes de 18 a 24 años y los de 25 a 34 años, que eran precisamente sus dos más fuertes. Bajó en todos los estratos y en cuatro de las seis regiones del país, subiendo sólo en el Pacífico (seis puntos) y en el Oriente (por debajo del margen de error).

Además, se está desperfilando a ojos de los votantes más independientes, un sector donde están muchos de los indecisos. Perdió a una parte importante de las personas que votaron por Antanas Mockus hace cuatro años y entre las personas que no tienen un partido político cayó hasta el 7 por ciento.

Su nivel de desconocimiento subió del 45 al 47 por ciento, un indicio de que la campaña no ha sido muy efectiva y de que su ofensiva publicitaria en televisión -que comenzó este domingo- deberá rendir frutos en muy poco tiempo.

Y para completar, sólo genera sentimientos positivos entre los indecisos y entre sus propios votantes, según la metodología que Ipsos ha desarrollado mundialmente y que usó por primera vez en Colombia para medir las emociones que generan los candidatos.

Esos votantes valoran su conocimiento del país y de sus necesidades por encima de todo, seguido por su sensibilidad social y su honestidad. Pero al mismo tiempo genera confusión y escepticismo, sobre todo en los estratos más altos.

La tal guerra de las encuestas
Desde el paro agrario el año pasado, el Polo ha visto como muchas de sus ideas ganaron sintonía en la opinión pública. Foto: Laura López
Para el senador Jorge Robledo y el Polo, hay una "guerra de medios" que busca hacer que candidatura de López se vea inviable.

Dentro del Polo no creen en las encuestas y sienten que sus resultados negativos son evidencia del control que tiene el Gobierno sobre los medios que las contratan, a los que ven como jugados a favor del presidente-candidato.

Varios de ellos hablan de la “manipulación del Gobierno” y de una “guerra de encuestas”, sobre todo debido a que el mismo domingo que la de Ipsos salió otra de Datexco en donde su candidata recoge 10 por ciento de la intención de voto. “Lo que están haciendo los medios es seguirle el juego a Santos”, dice el senador y mayor elector polista Jorge Robledo.

Curiosamente uno de los medios que cuestionan es Semana, la revista cuyo dueño es el primo de la candidata Felipe López Caballero. De hecho, hoy Clara retó a su primo a que si ella saca menos de lo que le atribuye la encuesta de Ipsos, renuncia a la política. Y si ocurre lo contrario, la revista le retira la dirección a Alejandro Santos.

“No les estamos parando bolas porque vemos una guerra sucia preventiva que busca desmoralizar a una oposición que va en ascenso”, le dijo a La Silla el ex concejal Carlos Romero, esposo de López y uno de sus consejeros de cabecera. “Nosotros sabemos que Clara en Bogotá incluso le va ganando a Santos y estamos seguros que va a la segunda vuelta”.

Romero y otros tres integrantes del equipo de López hacen alusión a una supuesta encuesta hecha en Palacio en la que ella aparecería de primera en la capital y habría logrado recoger la indignación que produjo la destitución de Petro. La Silla averiguó que en efecto hay una encuesta interna -no de Palacio, sino de la campaña de Santos- y que en ésta Clara está en el segundo lugar, no el primero.

“¿Cómo se explica uno que en la de Semana [la de Ipsos] saca 6 por ciento, en la de El Tiempo [la de Datexco] 10 y que en una que sacará hoy o mañana La República [la de Invamer Gallup], sabemos, saca el 18?”, pregunta el ex congresista Jaime Dussán, que es su gerente de campaña y uno de sus estrategas políticos. “Esas mediciones las hicieron entre el 21 y el 24 de abril. ¿Qué tal que las hicieran con el paro? Yo preferiría esperar otras encuestas en al menos una semana más y sobre todo la del 25 de mayo”. [En realidad, la encuesta de Gallup a la que alude le da un 7.1 por ciento a López, no el 18].

En particular, sienten que desde los medios más afines al Gobierno se está, según el secretario general polista Gustavo Triana, “planteando solapadamente que ni Clara ni Marta Lucía son viables y que es hora de pensar en el voto útil”. Eso a pesar de que, según la misma Ipsos, aún hay un 34 por ciento de indecisos y un voto alternativo que el Polo siente que se le puede resistir a Peñalosa.

“Eso hay que mirarlo con beneficio de inventario, porque ya empezó la guerra de las encuestas. No nos pueden comparar 1 a 1 porque estamos batallando en medio de la desigualdad y no tenemos cómo competir con la mermelada, el clientelismo y unos medios que están al servicio del Establecimiento. Y las encuestas, a las que les tengo severos cuestionamientos, también se convierten en el martillo de los medios contra la izquierda”, dice Robledo, que en estos días ha estado muy activo viajando por el país en campaña con López.

“Nosotros vemos que entre los trabajadores, los jóvenes y los empleados públicos Clara tiene un muy buen nivel de aceptación y esperamos un fenómeno similar al de Carlos Gaviria, que a donde iba era ovacionado”, dice el representante Wilson Arias, que coordina la campaña lopista en el Valle y en el mundo sindical.

Sin embargo, en voz baja algunos dentro del Polo reconocen que parte del problema es que la caída de la candidata es una consecuencia de la alianza con Aída Avella y la Unión Patriótica por las dificultades que eso les ha traído para atraer gente por fuera de la izquierda.

“Uno esperaba que se recogiera ese descontento, pero eso no se está dando”, le dijo a La Silla una persona del partido que prefiere no revelar su nombre porque está comprometida con la campaña.

Eso muestra que los sectores del Polo a los que no les había gustado tanto la alianza con la UP - y que al final sí se están moviendo visiblemente para hacerle campaña a Clara- siguen teniendo reticencias.

Como contó La Silla, originalmente le estaban haciendo fuerza a un ramillete de fórmulas vicepresidenciales que tuvieran puentes con otros sectores, incluyendo al ex rector de la Universidad Jorge Tadeo Lozano José Fernando Isaza, el economista liberal Eduardo Sarmiento Palacio (que es uno de los asesores económicos de cabecera de López), el ex ministro liberal Eduardo Verano o los empresarios conservadores Emilio Sardi y Camilo Llinás Angulo, que son muy críticos del impacto de los TLC en la industria nacional.

“La señal que manda no es independiente, sino militante. Ese seis, siete por ciento que marca es la votación histórica de la izquierda militante”, dice otro polista de vieja data, que le atribuye a la alianza con la UP la caída de 6 puntos de Clara en los estratos altos (en donde antes registraba el 14 por ciento). “¿Cómo es posible que haya 20 mil agricultores en la calle y ella no canalice eso? ¿Cómo sólo vino a darle un espaldarazo al paro agrario hasta el domingo en la noche, cuando debería haber ido a los principales centros de agricultura a estar con ellos?”

“El partido está por encima de todo y hay que apoyar a Clara para que nos vaya lo mejor posible, pero el tema de la UP sigue siendo complejo y en vez de consolidarnos fue un reversazo que dejó a la gente muy confundida”, dice un candidato al Congreso del partido en las últimas elecciones. “Ella ha hecho una gran campaña y se está moviendo mucho, pero su alianza con un partido que sacó cero congresistas muestra que esa idea romántica de una unidad de la izquierda era un espejismo”.

Si el Polo necesitaba un escenario de campaña para hacer explícitas sus tesis no habría podido encontrar uno mejor que el que hay ahora. Como contó La Silla, la campaña de Clara está haciendo énfasis en empleo, educación y salud -de lejos las preocupaciones de la mayoría de colombianos- y le apunta, con su nueva estrategia, a llegarle a los votos del centro. El problema es que ya puede haber desaprovechado lo que pintaba como una coyuntura muy favorable para ella.

Actualización: En horas de la noche añadimos la intención de voto de Clara López en la encuesta de Gallup, dado que en el Polo señalaban que tendría un 18 por ciento en esa medición. 

A Santos se le crece el rival que le conviene

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Resultados de la Encuesta Gallup de Abril

Anoche fue divulgada la encuesta Gallup, en la que aparece que habría segunda vuelta y que ésta sería entre el Presidente y Óscar Iván Zuluaga. Si esta tendencia se mantiene, Juan Manuel Santos tendría como contendor al que su campaña ha escogido como mejor rival.

En el último mes, Santos ha estado de gira por el país, y en cada lugar, ha echado un discurso. En ninguno de ellos se refiere con nombre propio a ningún contendor, pero sin nombrarlo, ha ido perfilando al candidato uribista como su contrincante.

Por un lado, ha tratado de estigmatizar a su partido, el Centro Democrático, diciendo que es una “especie de neofascismo”, como le declaró a la BBC de Londres; jugando con la idea de que se trata de una extrema derecha, como cuando en Urabá le dijo a la gente:  “ustedes no son urabeños, no son uribistas, son urabaenses. Ustedes son gente honesta y que quiere trabajar”.; o caricaturizándolos como “los señores del miedo”.

“A los señores de las Farc y a los señores que quieren que siga la guerra, los señores del miedo, que no nos van a doblegar en nuestra voluntad, que ha sido aquí expresada a través de todos los alcaldes, del Gobernador, del propio Presidente. No van a doblegar nuestra voluntad de paz”, dijo después de una reunión con el gobernador del Cauca y alcaldes de ese departamento.

Salvo unas referencias a las “famosas losas” de Transmilenio hace más de un mes, que buscaban golpear de frente a Peñalosa, a los demás candidatos básicamente los ha ignorado.

Por eso, aunque la encuesta Gallup publicada anoche en principio es mala para Santos pues pese a contar con todo el apoyo del establecimiento político de la Unidad Nacional, el respaldo de los grandes medios y el gobierno, la distancia entre él y los demás candidatos se sigue achicando, en otros sentidos es positiva: comienza a quedar claro que Óscar Iván Zuluaga sería su más probable contendor en la segunda vuelta, y que Enrique Peñalosa (que en un momento se pensó que podría ser su rival) va quedando atrás. Y Zuluaga hoy por hoy -si se le cree a las encuestas- parece un rival más fácil de vencer.

Más vale paloma en mano

Juan Manuel Santos hace campaña en Pasto y escoge a Zuluaga como su rival. foto: juanmanuelsantospresidente.com
Óscar Iván Zuluaga ha hecho una campaña exitosa que se refleja en su ascenso en las encuestas. foto: oscarivanzuluaga.com
Enrique Peñalosa parecía que iba a ser el rival de Santos pero en la última encuesta es superado por Zuluaga.
 
En la Gallup, Marta Lucía Ramírez se trepa en las encuestas después de que la CNE validó la Convención de su partido que la eligió. 
Clara López está rezagada en las encuestas y no ha logrado jalonar a los indignados. Foto: wp.claralopez.org

La encuesta Gallup muestra que si las elecciones fueran hoy, en la primera vuelta Santos sacaría 32 por ciento y Zuluaga le seguiría con un 20 por ciento. La candidata conservadora Marta Lucía Ramírez sacaría el 11 por ciento y Peñalosa el 10. Clara López estaría en el quinto lugar.

En una eventual segunda vuelta, Zuluaga mejora frente a Santos comparado con la encuesta más reciente de Gallup de hace un mes: sube de 29.7 a 34.4 mientras que Santos cae ligeramente de 47.2 a 46. Pero a Ramírez le va mejor en segunda vuelta y además, crece más que Zuluaga: pasa de 27.2 a 37.1 y Santos cae de 46.3 a 44.3.

Lo mismo le sucede a Peñalosa. En segunda vuelta, pasa de 47.5 de Santos y 25.8 de él a 47.7 vs 30.4 en la medición de mayo. Es decir, Zuluaga crece para segunda vuelta lo mismo que para la primera, mientras que Ramírez y Peñalosa crecen más en la segunda vuelta.

La razón de esto es por lo primero que le conviene a Santos que Zuluaga se perfile como su principal rival: el candidato uribista tiene un techo más bajo y menos capacidad que los otros dos de sumar adeptos de otras vertientes políticas en la segunda vuelta.

Si bien Óscar Iván está cada vez más consolidado como el candidato de su partido, en una segunda vuelta solo dos de cada diez del Polo dicen que votarían por él, mientras que cuatro de cada diez lo haría por Peñalosa. Incluso en una segunda vuelta, casi el doble de los del Polo preferirían votar en blanco si el rival de Santos es Zuluaga que los que lo harían si fuera Peñalosa.

Por otro lado, mientras que solo una tercera parte de los de Alianza Verde considerarían votar por Zuluaga en caso de que este se enfrente a Santos, la mitad de los del Centro Democrático estarían dispuestos a votar por Peñalosa y seis de cada diez por Ramírez en una segunda vuelta.

Esta misma tendencia la capturó la encuesta reciente de Ipsos cuando midió variables estrictamente emocionales.

Mientras que los votantes del ex alcalde de Bogotá sienten en su mayoría sentimientos negativos hacia Ramírez y Zuluaga, los votantes de Zuluaga en su mayoría sienten emociones positivas frente a Peñalosa y frente a Ramírez, aunque en menor medida. Los votantes de Ramírez son neutros frente al candidato verde y muy negativos frente a Zuluaga.

En conclusión, tanto Peñalosa como Ramírez estarían en mayor capacidad de atraer el voto uribista y Peñalosa el voto de izquierda en una segunda vuelta que la capacidad de Zuluaga de convencer a los de la Alianza Verde o de la izquierda que voten por él si se enfrenta a Santos.

El argumento que más pesa es, obviamente, el del proceso de paz. Y este es el segundo motivo por el que a Santos le conviene más enfrentarse a Zuluaga en segunda vuelta que a un candidato como Peñalosa.

La paz, el gran diferenciador

La decisión estratégica de la campaña de Santos es apostarle al tema de la paz como gran diferenciador frente a los demás candidatos.

Los tres pilares de su Plan de Gobierno son: 1. un país incluyente y de oportunidades. 2. De emprendedores, con pleno empleo. 3. Un país sin miedo y en paz.

Es una noción de paz, asociada a las palomas, y en general, a una visión idílica del posconflicto. Es una visión, además, que va en la línea de la gran campaña de Reconciliación Colombia lanzada por la Revista Semana y los grandes medios del país, en asocio con el Gobierno, que será lanzada la próxima semana y que de ahí en adelante hasta después de elecciones ocupará todo el espacio mediático tradicional con la idea del perdón, de la reconciliación y de un futuro posible y más feliz que el actual.

Esta narrativa encaja con el sueño de paz que tienen los colombianos, que en todas las encuestas dicen que quieren la paz pero sin incurrir en ningún sacrificio para lograrla, un escenario que es imposible pero que los colombianos no tendrán que enfrentar sino hasta después de elecciones cuando se discuta la reglamentación del Marco para la Paz y los beneficios jurídicos para los jefes guerrilleros.

Zuluaga defiende la idea de “paz sin impunidad”, que en la práctica no es otra cosa que la idea uribista de negociar la paz después de haber logrado la rendición de la guerrilla. Es decir, de seguir apostándole a la confrontación militar para debilitar a las Farc.

Como el discurso de Santos es más esperanzador, al presidente-candidato le conviene que su rival sea Zuluaga para profundizar en la dicotomía guerra-paz que es el hilo conductor de su campaña.

El candidato uribista podría intentar golpear a Santos con la idea de que es un elitista (y él un hombre de provincia) o con el argumento regionalista de la oligarquía cachaca vs. el hombre de la provincia. El problema de este argumento es que Zuluaga viene de una familia rica del Eje Cafetero y se crió y vivió la mayor parte de su vida en Bogotá.

La ‘mermelada’

Peñalosa dice que continuaría con el proceso de paz en la Habana tal como se está llevando a cabo, y que, incluso, mantendría el mismo equipo negociador. Esto, de entrada, eliminaría el tema de la paz como eje de la campaña si él siguiera siendo el principal rival.

El tema sería el de la ‘mermelada’, en donde Santos no sale bien librado. Claudia López, la coordinadora programática de la campaña de la Alianza Verde, no pierde oportunidad para repetir que Santos y Vargas Lleras se han feriado los impuestos de los contribuyentes para ayudar a reelegir a los congresistas y a ellos mismos.

“Se roban a manos llenas la plata de los colombianos para financiar las campañas de los políticos para que apoyen la reelección de Santos. Así es imposible apoyar a Santos”, dijo López en el debate Sí o No, el poder de los argumentos, organizado por la Universidad Javeriana y La Silla alrededor de la pregunta de si Santos era necesario para el proceso de paz..

Es un discurso que coincide con la indignación creciente de los colombianos con los políticos y en general, con la forma tradicional de hacer política. Y que, de ganar tracción y lograr ser encarnada por Peñalosa, terminaría golpeando a Santos en la espina dorsal de su campaña, que es su capacidad para convocar y activar toda la maquinaria política.

Peñalosa se alió con Álvaro Uribe y con el Partido de la U en Bogotá en el 2011 pero esta vez, como contó La Silla, ha decidido hacer una campaña totalmente artesanal, sin expertos ni estrategas y sin convocar a un solo político tradicional. Lo cual le da credibilidad a su discurso anti-maquinaria. Pero si no logra que el tema de la mermelada se vuelva el eje de la campaña quedaría en el peor de los mundos: sin estructura política que le ayude a conseguir votos y sin la agenda que le permita movilizar al voto de opinión.

Marta Lucía Ramírez también ha querido centrar su campaña en la lucha contra la corrupción y la politiquería. Si bien ella tiene una trayectoria técnica que le da las credenciales para oponerse a las mangualas políticas, la mitad de su equipo de campaña está conformado -ver artículo- por políticos conservadores tradicionales lo que le hará más difícil encarnar el sentimiento antipolítico.

La diferencia entre Ramírez y Peñalosa es que mientras Ramírez ha decidido asumir un estilo confrontacional contra el gobierno, comenzando por su publicidad en la que se quita una mordaza y dice que no se “dejará callar”, el candidato de la Alianza Verde ha optado por la estrategia fajardista de no entrar en confrontaciones para no ser ni anti-Uribe, ni anti-Santos, ni anti-Petro.

Esto ha permitido que su imagen negativa se reduzca pero también le ha quitado espacio mediático pues los periodistas tendemos a inclinarnos por las historias donde hay confrontación y a estas alturas no es muy claro qué más representa Peñalosa a nivel nacional fuera de la antipolítica. Zuluaga, en cambio, y su mentor Uribe mantienen viva la contradicción diaria con el Presidente, lo que algunos expertos consideran que explica que se esté perfilando como el principal rival de Santos.

 

 

 

Pacho abrazaría a Óscar Iván

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Del Pacho Santos de enero, más dado a acompañar a la candidata conservadora Marta Lucía Ramírez que al uribista Óscar Iván Zuluaga por el Centro Democrático, queda poco. El exvicepresidente y exprecandidato del uribismo a la presidencia estaría a punto de dejar atrás el capítulo en el que acusó de politiquera la convención que eligió Zuluaga y se sumaría activamente a la campaña.

Ahora, Pacho no sólo votaría por el candidato uribista sino que también saldría de correría proselitista para respaldar a Zuluaga en las giras carrera presidencial. Una fuente cercana, tanto a Pacho como a Zuluaga,  le dijo a La Silla que el acuerdo está “en un 99 por ciento adelantado y sólo falta el uno por ciento para concretar detalles”.

La semana pasada Pacho y Zuluaga se reunieron a solas en Bogotá, le confirmó a La Silla un asesor del candidato, para avanzar hacia esta adhesión que hasta hace poco parecía improbable. 

Según supo La Silla, lo que está pendiente es una discusión sobre un eventual acuerdo programático sobre Bogotá, ciudad de la que Pacho Santos quiere ser el próximo alcalde. El ex vicepresidente quiere que Óscar Iván se comprometa a hacer ciertas cosas por Bogotá, incluyendo una billonaria inversión.

Así se quedó Santos con la ASI

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La campaña del presidente-candidato Juan Manuel Santos sigue ganando nuevos adeptos. El lunes la Alianza Social Independiente (ASI) formalizará su adhesión a la campaña santista, en apoyo al proceso de paz en La Habana.

A cambio, Santos se compromete a apoyar el proyecto de ley que impondría la silla vacía por corrupción y que ha venido impulsando este partido. La idea de este proyecto, que han impulsado sus dos congresistas Marco Avirama y Juan Valdés, es que los partidos que tengan congresistas condenados por corrupción pierdan la curul, como ya sucede con la parapolítica. Hasta ahora sólo han recibido el respaldo de la bancada del Mira y de congresistas salientes y entrantes como Juan Lozano, Ángela Robledo, Camilo Romero, Juan Carlos Vélez, Angélica Lozano y Mauricio Ospina.

La ASI -que avaló a Antanas Mockus y a Sergio Fajardo en sus alcaldías- tendrá un solo congresista en la próxima legislatura, después de que el senador indígena caucano Marco Avirama se reeligiera con 34 mil votos. Pero también tiene tres gobernaciones -Cauca (con Temístocles Ortega), Guaviare y Vichada- y una veintena de alcaldías.

La Silla supo que la ASI se reunirá hoy con Mockus -que abandonó los verdes en 2011 para llegar al antiguo partido indigenista, del que sigue siendo muy cercano - para contarle.

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