El pasado 17 de diciembre se presentó una propuesta para mejorar la regulación de encuestas en el periodo electoral, que pasó inadvertida para la opinión pública y los actores de la campaña.
La actual regulación se estableció en 1.994 y ya es hora de repensar dichas provisiones. Ante esta realidad, hace unos meses, el Consejo Nacional Electoral, convocó a una reunión de las firmas incluidas en el registro nacional de encuestas. Allí 6 personas fuimos designados para preparar un documento con propuestas.
Bajo el liderazgo de Carlos Lemoine, se preparó un documento de 10 hojas, que anexo a esta entrada para quien desee leerlo en su totalidad.
Algunos de los temas que se proponen son:
- El tamaño mínimo para encuestas presidenciales debe ser de 1.000 y si la competencia es muy reñida deberá ampliarse a 1.500 o 2.000
- Para mejorar la encuesta se recomienda tener una buena dispersión, por lo cual se deben realizar, como máximo 15 entrevistas, por punto muestral (es decir en cada barrio o sector de una ciudad seleccionado.)
- Limitar a 50 el número de entrevistas asignado a cada encuestador.
- Priorizar la construcción de series, por lo cual la metodología y tamaños muestrales deben ser consistentes.
- Aumentar la trazabilidad de las encuestas, para lo cual se sugiere un mínimo de documentación, que incluya las solicitudes del cliente, las bases de datos ponderadas y sin ponderar, los nombres de los encuestadores y el nombre del estadístico que realizó la muestra.
- Distinguir las encuestas de los sondeos. Las primeras cumplen unos requisitos técnicos de confiabilidad mientras los segundos no.
- Hacer explícito cuando una encuesta es contratada por un candidato o partido específico de cuando es contratada por un medio de comunicación, o por otras fuentes.
Aquí hay una propuesta para mejorar la calidad y confiabilidad. Estoy seguro que si se añaden otras iniciativas y el tema se discute en su necesario marco técnico podremos tener una mejor regulación de las encuestas electorales, que de mayor tranquilidad al publico y a los actores políticos.