Una semana después de que Enrique Peñalosa anunciara su candidatura a la Alcaldía de Bogotá por firmas, dos golpes a esa campaña demuestran que su nombre que nació en equipo se está quedando solo.
No sólo anoche se concretó la salida de David Luna de su campaña después de aceptar el nombramiento del presidente Juan Manuel Santos para ocupar el Ministerio de Telecomunicaciones sino que además, la mayoría de los militantes de Cambio Radical con peso en Bogotá ya están jugados con la candidatura de Rafael Pardo.
Por eso, aunque esta mañana la campaña de Peñalosa anunció que el nuevo director sería Andrés Villamizar, el ex director de la UNP, primo hermano de Carlos Fernando Galán y otro de los alfiles de Vargas, el respaldo del partido del Vicepresidente todavía está en veremos y todo apunta a que no se va a dar.



La semana pasada, justo después de que Peñalosa anunció que se lanzaba a recoger firmas para la Alcaldía de Bogotá, Carlos Fernando Galán dijo en la W que su partido estaba a punto de concretar si le daban el aval o no.
“Hay gente en Cambio Radical que le gusta Enrique Peñalosa, no hay una decisión oficial del partido de apoyarlo aún, esa decisión la tomaremos en una convención distrital que vamos hacer”, dijo.
Esa misma semana, Galán se había reunido con la mayoría de concejales de su partido en Bogotá y les dijo -según dos fuentes que asistieron a esa reunión- que Cambio Radical quería ser el protagonista de la alianza entre Pardo y Peñalosa, pero que en cualquier caso, el partido no puede dividirse por apoyar a uno o a otro candidato.
Sin embargo, eso es algo que ya está ocurriendo. No sólo dos de sus congresistas con más votos en Bogotá ya están jugados con Rafael Pardo (Rodrigo Lara y Germán Varón Cotrino) sino que los mismos concejales de Cambio están preocupados porque ven cómo se está fortaleciendo la candidatura liberal y de la U mientras que ellos aún no se definen.
“La base de los ediles (de Cambio Radical) ya están con Pardo. Estamos viendo esa campaña muy consolidada. El riesgo es que si nosotros avalamos a Peñalosa, nos podemos convertir en el causante de la división y de que el gobierno de Bogotá quede en manos de Clara López”, le dijo un concejal de esa bancada a La Silla. Lo mismo explicó otro concejal.
Además, no ven con buenos ojos que faltando seis meses para las elecciones, Cambio Radical decida apoyar a Peñalosa que ya dijo que se lanzaba por firmas.
La preocupación, según dos fuentes, es que si es así, la estructura del partido no tendría un juego real que los ayude a jalonar las listas al Concejo y a ediles.
“A mi de qué me sirve apoyar a Peñalosa si él se va a lanzar por firmas. Eso sería una torpeza política ¿Qué elemento le puede dar eso para fortalecer la estructura del partido, para jalonar las listas? Pardo ya se tragó todos los equipos y para derrotar a la izquierda se necesita infantería”, le dijo a La Silla un congresista de esa bancada.
Por ahora, el único concejal de Cambio que ha dicho que apoya a Peñalosa es Jorge Lozada.
El resto sigue esperando que la dirección del partido tome una decisión y por ahora, están cumpliendo la orden del jefe natural del partido, Germán Vargas Lleras de “quedarse quietos y mantenerse unidos”.
Según le dijeron dos fuentes liberales a La Silla que conocen el panorama más nacional, Vargas quería usar lo del ‘Equipo por Bogotá’ con Peñalosa como un “coco” para negociar el apoyo de los rojos a sus candidatos para la gobernación en el Magdalena y Quindío. Al final, eso no le salió y los liberales decidieron irse con sus propios candidatos.
Por eso, la entrada de Villamizar como director de la campaña peñalosista es vista dentro de Cambio como una jugada de Galán y no del Partido. Como Galán, Villamizar tiene todo el ADN vargas llerista, pero no tiene votos.
El temor dentro del partido es que si Galán insiste en Peñalosa, el partido podría dividirse aún más entre él y Pardo. Y no creen que Galán pueda imponerse sino, más bien, reventar a Cambio, cuya mayoría ya está con Pardo.
Por eso, la orden que se está imponiendo es la de Vargas Lleras de quedarse quietos. Mientras tanto, él es quien se sigue cotizando con el paso de los días.