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“Farc evolucionaron en el punto agrario”: Juan Camilo Restrepo

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REFLEXIONES

¿Los Acuerdos con las Farc en materia agraria representan un peligro para los dueños de la tierra? 

El Acuerdo busca profundizar el esquema de desarrollo rural y de acceso a la tierra, pero no está montado sobre la base de expropiaciones arbitrarias o de atropellos contra nadie. Esto lo menciono, porque los enemigos del proceso de paz dicen que se negociaron cosas secretas en La Habana que van a atentar contra la propiedad privada y el Estado de Derecho. Esa es la posición de algunos sectores retardatarios que ni siquiera se han tomado el trabajo de leer lo que se negoció y se firmo allá. Van a ser transformadores, sin que ellos entrañen ningún peligro para la propiedad privada, para el Estado de Derecho o para quienes tienen las tierras bien habidas.  Las mismas Farc tuvieron a lo largo de la negociación del punto agrario una evolución.

¿En qué sentido?

Por ejemplo, en el discurso inaugural de Oslo Iván Márquez se muestra tremendamente enemigo de todo lo que es la formalización de la propiedad agraria, dice que ese es un subterfugio para quitarle la tierra a los campesinos. Ya después cambiaron su punto de vista y consideran que la formalización, es decir, darle escrituras a quienes no tienen para que sean plenamente propietarios, es un avance para la modernización de la estructura agraria, lo dicen las mismas Farc. Han mostrado cierta flexibilidad para un acuerdo que no es en beneficio de ellas, sino de los campesinos.

¿La aplicación de los Acuerdos implicaría una reforma agraria?

En cierta manera, si se ejecutan a cabalidad, sí son una reforma agraria. Pero no una reforma agraria del estilo de las que se hicieron en América Latina, ni de las que se hicieron acá en los años del Incora: en esa época se compraban unas tierras en un mercado muy imperfecto y se repartían ”peladas”.

En el acuerdo agrario al que se llegó, va a haber distribución de tierras, pero no compradas sino poniendo en valor social ciertas tierras, como las que hoy están en la unidad de estupefacientes que eran propiedad del narcotráfico, baldíos que le han arrebatado a la Nación y compra de algunas. No es solo repartir tierras, sino también dotarlas de bienes públicos para que sean sostenibles, porque hoy en día la tierra es un insumo más, como el riego, la comercialización, la ciencia y la tecnología, las vías de comunicación, la salud y la educación. Así puede haber una transformación real de la vida rural.

¿Cómo se comparan éstos con la concepción de la reforma agraria de los años 70s?

El Acuerdo difiere de las reformas agrarias tradicionales. El Acuerdo la llama una transformación agraria, porque el término de reforma agraria ahuyenta muchas buenas conciencias.

“El Acuerdo difiere de las reformas agrarias tradicionales. El Acuerdo la llama una transformación agraria, porque el término de reforma agraria ahuyenta muchas buenas conciencias.”

¿Si hay suficientes baldíos para repartir a campesinos de manera que se reversen los problemas de distribución de la tierra?

Claro, siempre y cuando se actúe con rigor en la recuperación de esos baldíos que le han arrebatado al Estado. Veo con cierta preocupación dos temas de lo que ha venido sucediendo en los últimos tres años. Primero, los aprestamientos presupuestales para cumplir con los acuerdos adquiridos no han comenzado aún, la crisis fiscal ha impedido que los presupuestos nacionales y el Ministerio de Hacienda se apersonen de preparar presupuestalmente al país para cumplir los Acuerdos.

¿Qué quiere decir con eso?

En el presupuesto actual y en el del año entrante no hay un centavo para los Acuerdos. Se ha conseguido un dinero de cooperación internacional, eso es importante, pero aún, por razones de dignidad nacional no podemos hacer la paz financiada por los gringos. Ahí hay un vacío que hay que llenar próximamente. Segundo, hay que fortalecer las instituciones, hoy muy débiles, que van a jalonar este postconflicto, que en el caso agrario son dos entidades: una Agencia Nacional de Tierras que va a remplazar al Incoder que se está liquidando y que está recibiendo los santos óleos a ver si se le perdonan sus pecados de la mala vida, y una Agencia Nacional del Desarrollo Rural.

Son dos entidades importantísimas que van a centralizar todo lo relacionado a tierras y desarrollo rural, y apenas están naciendo. La experiencia administrativa colombiana muestra que desde el momento en que nacen las entidades y el momento en que están listas para operar, puede pasar un año o año y medio. Si vamos a firmar la paz en unas semanas, ahí va a haber un vacío institucional que me preocupa.

Usted sostiene que la Ley de Restitución de Tierras es una de las leyes más progresistas y modernas que se han dado en el país en muchos años.  ¿Algunos se preguntan por qué la impulsó un ministro conservador como usted?

¿Y quién dijo que el conservatismo bien entendido no puede apoyar leyes de avanzada? Las leyes importantes de la seguridad social en Colombia en los años cuarenta las impulsó el Partido Conservador. El problema es que hay un sector dentro del conservatismo, entonces y ahora, que es muy refractario a estas políticas agrarias nuevas y modernas, pero ese no es el pensamiento conservador bien entendido.

¿Cómo el Procurador?

Me sorprendió mucho ver al Procurador compartiendo tarima con Lafaurie en el epicentro del paramilitarismo en Colombia que es Chiboló, que era el centro de operaciones de “Jorge 40” y sus secuaces. Desde esa tarima ambos dijeron en dueto cosas inexactas.

¿Qué exactamente?

Uno dijo que la ley no estaba protegiendo a los tenedores de buena fe exentos de culpa. La ley toma especial cuidado al decir que cuando alguien es un reclamante de buena fe exento de culpa y lo puede demostrar en el proceso, la tierra se le restituye al verdadero propietario original, pero ese tenedor de buena fe exento de culpa será indemnizado, y así ha venido sucediendo. Cosa distinta a que haya tenedores de buena fe pero no exentos de culpa.

¿Qué quiere decir exento de culpa?

Ser exento de culpa quiere decir que si bien no participé en el despojo, tampoco me prevalí de informaciones o de condiciones de las víctimas de inferioridad propias del despojo para comprar a menor precio. Puedo ser tenedor de buena fe, pero no estar exento de culpa.

La ley dice que existe esa tensión, usted tiene derecho de indemnización si prueba ambas cosas. Lo que fueron a decir Lafaurie y el Procurador, es que se le debía dar indemnización a cualquiera, así no probara su buena fe exenta de culpa. Además, arengaron que el 40% de las solicitudes eran falsas, lo cual demuestra una mala información. En el caso de Lafaurie no me sorprende, ese es su estilo, nadie lo ha podido pescar en una sola verdad. Pero en el caso del Procurador sí es sorprendente.

¿Cuáles son las cifras y los avances reales en materia de restitución de tierras?

Hasta el momento se han presentado unas 88.000 solicitudes de restitución. Ya se han devuelto a los reclamantes, por fallos de los jueces cerca de 200.000 hectáreas, eso es un área equivalente al departamento de Quindío. Las otras demandas están haciendo su curso ante los jueces agrarios. Este no es un proceso administrativo en el que un funcionario a ojo decida a quién devolver y a quién no. De esas 88.000 solicitudes, cerca de la mitad ya están a despacho de los jueces agrarios o en camino hacia ellos. La otra mitad no se ha presentado porque la misma ley dice que no se pueden concluir restituciones en áreas donde todavía hay problemas de orden público o de densidad de minas anti personales. Ese 50% que había estado en el congelador por estas determinaciones va a fluir ante los jueces. El 95% de los fallos que han sacado los jueces han sido a favor de los reclamantes.

“Ya se han devuelto a los reclamantes, por fallos de los jueces cerca de 200.000 hectáreas, eso es un área equivalente al departamento de Quindío.”

Además, dicen que el 40% han sido presentadas por reclamantes falsos, pero la propia ley fue muy cuidadosa en decir que es una ley para las víctimas de verdad. A quien se le pruebe que está engañando al Estado, pasando por víctima de despojo, puede pagar condenas de entre 8 y 12 años. La Unidad de Restitución de Tierras, entre los 88.000 reclamantes, ha establecido que 160 de ellos son falsos y los ha puesto en conocimiento de la Fiscalía, y 60 han sido capturados. No sé de dónde diablos sacan algunos que el 40% de las solicitudes son prefabricadas por reclamantes falsos. Esos son el tipo de exageraciones que tienen el propósito de deslegitimar el esfuerzo inmenso que se viene haciendo con la Unidad de Restitución de Tierras.

Forjando Futuros dice que no se han devuelto sino el 3,5 por ciento de las tierras.

Otra cifra que ha llamado la atención es que dicen que no se ha devuelto sino el 3.5%, pero ya se han solucionado el 22% de los casos. Algunos dicen que son muy pocas las familias frente a las 360.000 que se mencionó que eran las despojadas en Colombia. Antes de la Ley 1448, hubo algunos estudios donde dicen que el total de las familias que han sido despojadas de sus tierras o que las han tenido que abandonar, era 360.000. Ese dato sirvió como número de referencia para calcular la capacidad instalada, pero la Ley de Víctimas no tiene metas como tal. Toda reclamación que se ha presentado, se está tramitando y se va a estudiar.

Se dice mucho que el futuro económico de Colombia está en el campo, y que eso va a ser una realidad cuando se firme la paz. ¿Usted cree que es posible que en 10 o 15 años la agricultura sea el principal rubro de la economía?

Probablemente no lo sea, porque Colombia tiene un patrón de desarrollo similar al que tienen otros países de igual grado de desarrollo, donde el sector servicios es mayor. Lo que si es cierto es que la agricultura, la ganadería y la agroindustria, van a ser muy importantes en el desarrollo de Colombia, sobre todo si se afianza la paz y si se espantan las aves de mal agüero que dicen que la agricultura campesina o de pequeña propiedad no tiene futuro en Colombia. Este país tiene tierras muy abundantes, tenemos la oportunidad de ampliar la ventana agrícola sin atentar con los bosques tropicales, en donde pueden convivir pequeña, mediana y gran propiedad.

Algunos sostienen que las élites regionales acumulan tierras de manera rentista y no son buenos empresarios. ¿Esto es así?

Hay diferencias por regiones, por productos, y además por mentalidades. Es injusto decir que todos los que trabajan en el campo son rentistas estériles. Trabajar el campo es muy difícil, muy pesado, la rentabilidad de las actividades agropecuarias es muy inferior a otras, los márgenes son muy pequeños y algunas se ven sometidas a cadenas oligopólicas de compradores que les imponen los precios. Hay empresarios muy valiosos, dignos de aplauso, grandes, medianos y pequeños.

La gran diferencia es de mentalidad. Hay unos agricultores que entienden que el futuro no puede seguir montado sobre estructuras agrarias medievales, que apoyan estas leyes de modernización, que no atentan contra la propiedad privada. Hay otros que quisieran que sigamos así otros 50 años, sin entender que si queremos erradicar el conflicto no es solo firmar unos papeles, sino encontrar una solución equilibrada a las tremendas desigualdades que se siguen observando en el campo, no solo en tierras, sino también en calidad de vida y en suministros de bienes públicos.

Algunos de los partidos políticos en Colombia tienen una mayor agenda rural que otros?

Los partidos no se diferencian mucho en materia de su visión agraria. Dentro del Partido Liberal, Conservador o los nuevos que han surgido en las últimas décadas en Colombia, hay gente que entiende y que tiene una percepción más moderna que otros. A diferencia de lo que sucedió en los años treinta, el parteaguas del pensamiento político no es hoy en día una visión u otra sobre el tema agrario.

Usted es un conocedor del tema cafetero, superada la crisis de hace unos años ¿cree que el café recuperará peso dentro de la economía?

El café es y sigue siendo el principal cultivo agrícola en Colombia y la primera actividad de mano de obra. Uno de cada cuatro colombianos que trabaja en lo rural, trabaja en el café. Hay café en más de la mitad de los municipios de Colombia. Así que el país seguirá cocido al alma cafetera. Desde el punto de vista social, el café fue, es y seguirá siendo muy importante, porque es el gran empleador del agro. Lo que ha venido perdiendo es como generador de divisas. En los cuarenta, el café representaba más del 50% de las divisas que generaba el país, hoy representa el 8%. Eso está bien, porque muestra una diversificación de la oferta exportable colombiana.

Usted comparte la tesis de que si se hubiera dejado a Carlos Lleras Restrepo hacer la reforma agraria, ¿la historia reciente de Colombia habría sido sustancialmente más pacífica y productiva? 

Si hoy en día, 50 años después decimos que el conflicto colombiano hunde sus raíces en el conflicto agrario, obviamente, si le hubiéramos podido dar unas soluciones más oportunas, habría sido menos prolongado y menos sangriento el conflicto. Sin embargo, una transformación agraria no debe confundirse con un proceso por el cual se atropella la propiedad privada, el debido proceso o los tenedores de buena fe de tierras en Colombia. Por lo tanto, la posición que algunos proponen como transformación agraria es un falso dilema.

“Una transformación agraria no debe confundirse con un proceso por el cual se atropella la propiedad privada, el debido proceso o los tenedores de buena fe de tierras en Colombia. La posición que algunos proponen como transformación agraria es un falso dilema.”

¿Quiénes considera usted que han sido los líderes más influyentes en materia agropecuaria en las últimas décadas?

Aquí cada cultivo tiene un líder histórico. Los hay en el café, en el banano, en el maíz. Esta gente que aglutinó pensamiento y liderazgo en cada uno de sus cultivos. Al lado de ellos, también hay dirigentes agrarios y campesinos de organizaciones un poco anónimas que han jugado un papel importante.

Juan Camilo Restrepo - #TrendingLíder360º - Red Líder

 

Información del líder

9 de octubre de 1946 en Medellín

Profesor universitario

Ciudades donde ha vivido

Medellín, Bogotá D.C., París y Londres

Líderes admirados

Simón Bolívar y Barack Obama

Estudios

Derecho y Economía en la Universidad Javeriana,

doctorado en la Universidad de París en Asuntos de Derecho Administrativo

Película favorita

Carta a una sombra de Héctor Abad Gómez

Entidades o empresas con la que ha trabajado

Banco de la República, Federación de Cafeteros, Ministerio de Minas y Energía, Ministerio de Hacienda, Ministerio de Agricultura y Embajada de Francia

Música favorita

Música de cuerdas colombiana y barroca

Libro leído recientemente

El coraje de actuar de Ben Bernanke

Políticamente correcto

Causas que apoya

La paz rural y la paz agraria

Filiación política

Conservador de avanzada

Nombre pareja

María Teresa Herrán

Churchill o Gandhi

Churchill

Hijos

3

Hijo número

1 de 5

Columnista favorito

Cecilia Orozco

Redes sociales

Twitter

 

Perfil de Liderazgo

Ex senador conservador, ex ministro de Agricultura, académico y uno de los grandes expertos en el agro que impulsó la ley de restitución de tierras y que ha promovido la paz rural en torno al postconflicto.

Visión

¿Cuál es la visión que ha guiado su trabajo en el agro?

Creo que los baches gigantescos entre lo rural y lo urbano están en las raíces del conflicto colombiano. Y que tocaba reducir la diferencias entre la calidad de vida de quienes viven en la ruralidad y quienes viven en la ciudad a través de mejorar los mecanismos de intervención pública en el sector rural, propiciando una mejor distribución de la tierra, que no es solo que haya menos concentración sino que exista una estructura menos atomizada y latifundista de la tierra.

¿Qué lo llevó a impulsar la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras?

Yo estaba en mi casa y Santos me llamó desde París para que lo acompañara en el Ministerio de Agricultura. Quería que una de las primeras cosas que hiciéramos fuera buscar los mecanismos legales y administrativos para facilitarle a quienes han sido despojados de sus tierras la recuperación de las mismas. Así que esto se le debe a él.

¿Cómo evalúa su contribución a la creación de la Ley ?

Es un logro que me deja muy satisfecho, tiene muchos malquerientes, porque no es una ley inocua. Si así fuera, pasaría de agache, pero como no lo es pisa intereses creados. Se va a establecer algo inédito en Colombia, porque políticas de restitución de tierras no había habido aquí. Una restitución de tierras por la vía ordinaria duraba 15 o 20 años, ahora dura uno y medio. Es una ley de mucha avanzada, de mucho perfil social, que se ha venido desarrollando aun cuando el conflicto armado no ha terminado.

¿Cuáles han sido los principales obstáculos que tuvo que superar para desarrollar la iniciativa?

En ese momento, cuando se creó y se echó a andar el aparataje legal y administrativo no hubo grandes dificultades, éstas han aparecido después. Ha habido incluso hechos de sangre contra los lideres de la restitución. Han sacado los resentimientos y las garras las personas de cierto perfil político que quieren que en materias agrarias se mantenga el status quo y no se haga nada al respecto.

¿Cuáles han sido los principales aliados?

En su diseño y en su formulación tuve unos colaboradores muy cercanos en el Ministerio de Agricultura. Son muchos pero quiero mencionar a , él ha estudiado mucho del tema y fue de mucha utilidad. En el campo político la Ley pasó con grandes mayorías en el Congreso, los opositores de hoy son los que fueron aliados en ese entonces.

¿Cómo ha sido el liderazgo colectivo en su experiencia? 

A nivel regional encontramos mucho apoyo de líderes en organizaciones campesinas, en organizaciones de víctimas, sindicales, que entendieron la importancia histórica de esta iniciativa. También hubo una parte de la prensa que ha apoyado esta iniciativa contra viento y marea.

 

Juan Camilo Restrepo - #TrendingLíder360º - Red Líder

* Visita exministro Juan Camilo Restrepo a Ramiriquí en el 2012. 

Entorno del líder

Las influencias que han determinado su estilo de liderazgo:

Hay una persona a quien yo admiro y respeto mucho, me tocó trabajar con él, el doctor Belisario Betancur. Es una persona a veces mal comprendida en Colombia, pero tiene una gran visión y fue el primero que se comprometió con los temas de la paz en este país.

Su mejor consejo para un buen liderazgo

El mejor mensaje es la autenticidad, actúen como piensen y piensen como actúen, eso conlleva al liderazgo.

 

Visión sobre liderazgo

¿Usted cómo describiría la cultura de liderazgo del país?

Colombia está presa del síndrome de la sociología de la autenticidad y la simulación. A veces se dice lo que no se piensa, o se piensa lo que no se dice. Cuando una sociedad llega a este extremo, al liderazgo y a la política le empieza a faltar un elemento de autenticidad. Esto entorpece la velocidad de muchos procesos sociales.

Desde su experiencia, ¿cómo entiende un líder?

Un líder es alguien que le da mucha importancia en su vida a la autenticidad, al ejemplo y a la coherencia y a la persistencia en lo que dice. Incluso si lo deja solo en muchos momentos, si la causa es justa, al final termina recaudando muchos más creyentes.

¿A qué personas de la vida pública le reconoce liderazgo? 

Un líder importante que terminó derrotado, pero que tuvo el valor de la coherencia fue el Rafael Uribe Uribe. También el Libertador Simón Bolívar, que también terminó solo.

¿Qué cinco líderes actuales le parecen emblemáticos de esta época?

El tiempo es el mejor antologista, dejémosle al tiempo que haga su labor.

¿Cree que dado el contexto apropiado, cualquiera puede ser líder?

Sí. El líder no hay que entenderlo como de multitudes. Hay líder en el hogar, en las familias, en la empresa, en la universidad. Entendiendo así el liderazgo, cualquiera puede ser líder.

Juan Camilo Restrepo - #TrendingLíder360º - Red Líder

*Exministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo 

Vea el 

 


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