La reforma del equilibrio de poderes trae un cambio que, en el improbable caso de aprobarse tal cual, terminaría dándole poder a dos mockusianos poco conocidos.
El proyecto propone que los concejos y asambleas dejen de nombrar a los contralores municipales y departamentales, lo que les quitaría mucho poder y redefiniría su relación con alcaldes y gobernadores. Y deja esa función en cabeza de un organismo que suele pasar desapercibido pero que ganaría mucha relevancia: la Comisión Nacional del Servicio Civil (Cnsc) .
Hoy la Cnsc se dedica a administrar la carrera administrativa. Con este cambio, se convertiría en un llamativo botín político.
Los comisionados actuales que llegaron a su cargo sin tener ese poder fueron elegidos por un concurso que organizan la Universidad Nacional y la Escuela Superior de Administración Pública y no son muy conocidos.
El presidente es Carlos Humberto Moreno, un administrador público especializado en negociación en Los Andes y con maestría en Alemania, que ha sido gerente de asuntos internos del IDU y subsecretario general de la Alcaldía de Bogotá en la segunda alcaldía de Antanas Mockus, cuando la secretaria era Liliana Caballero. Su período termina en diciembre.
Otro comisionado es Pedro Rodríguez Tobo, un ex concejal de Bogotá por el Partido Visionario que fue secretario de Hacienda de “Lucho” Garzón. Como Moreno, es administrador público. Su período termina en diciembre de 2017.
Y el tercero es Jose Elías Acosta, un abogado y sociólogo paisa, especializado en gestión pública y con maestría en educación que trabajó durante más de 20 años en el Icbf en Antioquia. Su período termina en diciembre de 2016.
Con esas fechas, Rodríguez y Acosta podrían convertirse en los super ganadores de la reforma, mientras que el reemplazo de Moreno se elegiría con ese cambio en el trasfondo si es que llega a aprobarse.
Ese es otro de los cambios más fuertes de la reforma que, como contó La Silla, cambia el mapa del poder local.