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La falsa noticia sobre la orinada de Mockus en el Congreso

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En los últimos días ha circulado en las redes sociales la noticia falsa de que el senador verde Antanas Mockus orinó en la alfombra del Senado de la República el viernes pasado.  La fuente de la información errada fue un trino equivocado de La Silla Vacía, que corregimos pocos minutos después pero que ha provocado esta desinformación y por el cual nuevamente ofrecemos disculpas al Senador y a nuestra audiencia.

Por la misma razón, también es falsa la foto que ha circulado en twitter en la que habla una de las supuestas aseadoras del Congreso diciendo que le tocó limpiar la alfombra orinada por Mockus.

 

Mockus se bajó los pantalones frente a la mesa directiva para protestar por el irrespeto de los parlamentarios y asesores al saliente presidente del Senado, Efraín Cepeda, que estaba dando su último discurso en medio del ruido de los senadores. Sin embargo, no orinó, como falsamente lo afirmó La Silla Vacía durante nuestro tuiterazo en vivo de la instalación del Congreso ese viernes.

Uno de los cuatro periodistas de La Silla que estaba en el Capitolio creyó haberlo visto y lo reiteró con certeza ante las preguntas del editor, a pesar de que después del error dijo que en realidad no estaba tan seguro de haberlo visto como lo afirmó. La Silla considera que fue un error grave y el periodista fue sancionado.

Apenas la Silla Vacía cayó en cuenta de su error, eliminó el trino falso y publicó varios tweets disculpándose y rectificando. Pero el trino, desafortunadamente, alcanzó a ser retomado por muchos.

 

A pesar de esa rectificación, llevamos al error a varios medios. Pulzo, por ejemplo, reprodujo el trino pero también la rectificación.  Pero, por ejemplo, el diario La Libertad de Barranquilla publicó una nota con el trino original de La Silla pero quizás no vió nuestra rectificación y dejó la noticia al aire.

 

Igualmente, el portal Opinion Caribe:

 

La Silla Vacía aprovecha para reiterar nuestra rectificación y, pedir, una vez más, disculpas por el error cometido y su impacto sobre nuestros usuarios, otros medios y el senador Mockus.

 

 
Silla Nacional
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"El principal activo del Pacífico es la cultura": Paula Moreno

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En mayo de 2007, Paula Marcela Moreno Zapata fue nombrada ministra de Cultura de Colombia. Su paso por el Ministerio, que duró algo más de 3 años, fue un hito histórico por convertirse en la primera afrocolombiana en ser ministra y la ciudadana más joven que ha ostentado un cargo de ese nivel en Colombia.

Hoy, tras años de trabajo desde el liderazgo y la filantropía, es considerada la colombiana más destacada en esos campos y una de las afros más influyentes del mundo. Desde 2010 dirige la Fundación Manos Visibles, creada por ella tras dejar su cargo en Cultura, y desde 2014, es uno de los 13 miembros del Consejo Directivo de la Fundación Ford (la segunda más grande del mundo), en el que nunca había estado un colombiano.

Este miércoles lanzará en Bogotá su libro "El Poder de lo Invisible", sobre el que habló con La Silla Vacía. En él, cuenta su vida como "un caso excepcional en la historia" lleno de desafíos y explica, cómo eso ha adquirido un significado desde lo personal y como un referente.

 

La Silla Vacía: Paula, el libro nace de un diario privado que usted empezó a escribir cuando fue nombrada ministra y en el que registró su día a día en el cargo. ¿Por qué comenzó ese diario?

Paula Marcela Moreno: Wolfgang, mi compañero de camino por muchos años, me regaló un diario y me insistió mucho que escribiera lo que estaba viviendo porque eso me iba a ayudar a registrar todo y, con el tiempo, reinterpretar esa experiencia.

En principio, llevar el diario fue una cuestión muy liberadora, muy terapéutica. Pero después, yo sí dije "quiero dejar un referente" porque, además, me encontraba con mucha gente que me preguntaba: "¿usted cómo lo hizo?", "¿a usted cómo le fue?", "¿cómo llegó hasta allá?".

Entonces el hecho de que tanta gente me preguntara, me hizo querer compartir mi historia, pero con perspectiva, no solamente desde la curiosidad. Y además, generar un precedente de compartir la experiencia.

LSV:¿Cómo toma la decisión de convertirlo en un libro con su historia? 

Paula Marcela Moreno: Yo siempre he sido una lectora muy agradecida, me ha gustado mucho siempre leer y cuando arranqué en el Ministerio dije: "quiero leer sobre la experiencia de personas que han estado en posiciones de poder y quiero entender esa experiencia, cómo lo vivieron, por qué lo vivieron y cómo lo enfrentaron".

Entonces me fui a las librerías a buscar y encontré muy pocas experiencias de personas con recorrido político. Los libros que encontré eran más como entrevistas, pero no escritos por ellos diciendo "mi experiencia, en mi voz, es esta". Eso es totalmente diferente a cuando tú haces el ejercicio de sentarte con el papel y hablar de ti.

Además, resulta que una amiga mía, neoyorquina, me mandó de regalo una caja de memorias de Madeleine Albright, Condolezza Rice, Colin Powell y otros. Yo las empecé a leer y eso me ayudó muchísimo en mis inicios como ministra. Me hizo entender que era normal que sintiera temor como ser humano frente al cargo y frente a lo que yo representaba para éste. Me di cuenta del poder que daba conocer la historia de quienes habían tenido esta experiencia.

Entonces, este vacío de referentes, de negros que hayan estado en posiciones de poder, de mujeres o de jóvenes que hubieran estado en una, fue una motivación para escribir. Dije: "imposible que en este país, uno no encuentre memorias escritas por esas personas".

LSV: ¿Cómo fue el proceso de escribir "El Poder de lo Invisible"?

P.M.M.: Fue un proceso precioso que coincidió con el inicio de esta nueva carrera que comencé con Manos Visibles, tras el ministerio. Me llevó a visitar muchos países también, en busca de conocer más sobre las raíces de mis ideas, buscando conocer mejor ciertas realidades. 

Fue una psicoterapia de diez años, a nivel personal, con mi familia, con mis amigos y con todas las personas que me han acompañado en el camino.

Me enfoqué en confrontar mis ideas con líderes de todo el mundo, lo que me hizo revisar las perspectivas que moldearon mi visión de muchas cosas. Necesitaba entender cómo quienes habían ejercido posiciones de poder habían enfrentado sus desafíos.

Llegamos, con muchos de ellos, a cuestionarnos por qué nos referenciabamos como "el primero" en tal cosa y por qué nos asombraba que tuviéramos la oportunidad de estar en ciertos niveles. Si somos ciudadanos como cualquiera, ¿por qué era tan novedoso una ministra o un ministro negro?

LSV: En su discurso de posesión como ministra hace 11 años, usted dijo que su nombramiento "marcaba un referente histórico para las juventudes, las mujeres y las comunidades étnicas"¿cree que ese hecho ayudó a cambiar paradigmas? ¿O perdurará su caso como 'la excepción a la norma'?

P.M.M.: Yo no creo en héroes, lo digo en el libro. El cambio no lo hago yo sola, tiene que haber muchas personas involucradas para hacer un cambio real, y confío en que quienes no han tenido históricamente posiciones de poder, crean en sus capacidades y que quienes las tenemos, ayudemos a potenciar oportunidades. Por eso decidí trabajar para contribuir a ese fin. Es parte de lo que me hizo, tras salir del Ministerio, enfocarme de lleno en Manos Visibles, un proyecto dedicado a incubar nuevos liderazgos. 

Yo dije: "es que yo necesito que hayan más líderes que hagan una transformación profunda, no solamente que yo como individuo ascienda en mi tarea".

Parte de lo que a mí me hace feliz y a lo que yo quiero contribuir es a que en 10 o 20 años -aunque de hecho ya empezamos a verlo- podamos ver nuevos líderes formados con lo mejor de lo mejor, que puedan aportar a la construcción de una tecnocracia que genere una transformación profunda de las relaciones de poder en el país y en la que pueda volverse normal ver a una persona negra en los cargos más importantes de la sociedad.

LSV: El gobierno decide nombrarla a usted, joven y afrocolombiana, por primera vez en un ministerio, para que dirigiera la Cultura. ¿Qué importancia tiene la Cultura para Colombia?

P.M.M.: En la cultura se generan los sentidos de una nación. Una de las principales bases de la discriminación es la cultura, los cuestionamientos de ¿qué es cultura y qué no? ¿cuál es la intelectualidad y cuál no? todos esos cuestionamientos donde se subvalora la cultura, construyen paradigmas que impactan todas las dinámicas de la sociedad. Este es un país emocional que tiene muchas formas de expresión y en el que la construcción cultural trasciende a todos los ámbitos de la vida de los colombianos. La cultura refleja y moldea, la identidad de un país, de las comunidades. 

Así como es base de una discriminación tradicional, la cultura es una herramienta para tender puentes, para reconciliar, para sanar, para empoderar.

En la cultura se generan los sentidos de una nación

Paula Marcela Moreno

LSV: ¿Cuál fue la enseñanza más grande que le quedó de los tres años que dirigió la política de cultura del país?

P.M.M.: Pues mira, que no somos tan diferentes. Que como no estamos acostumbrados a interactuar y a valorar lo del otro, tendemos a creerlo radicalmente diferente pero cuando interactuamos nos damos cuenta que no es así. Es ahí, donde se encuentra la humanidad. Yo por ejemplo, soy hija adoptiva de Boyacá. 

El principal aprendizaje es que no hay que tenerle miedo a la diversidad, a compartir los espacios, porque nos estamos perdiendo de una riqueza y de otras regiones diferentes a la propia, que nos necesitan y que necesitamos.

LSV: No puedo dejar de preguntarle en esta época de nuevo gabinete, qué perfil debe tener la persona que maneje la cultura en Colombia.

P.M.M.: Ojalá sea una persona que se meta al país profundo y que busque reducir las exclusiones culturales. Que busque más y mejores condiciones para que la cultura se dignifique, para que por medio de ésta se generen ingresos y empleo, también. Pero no solamente desde la perspectiva comercial, sino que se reconozca y promueva la labor que nuestros artistas cumplen en materia social y educativa en todo el pais.

Necesitamos que nuestros artistas tengan condiciones para llevar a cabo su labor social y comunitaria. Esa debe ser una prioridad de la política cultural.

No me atrevo a hablar de un perfil porque mire, por ejemplo, yo fui una sorpresa, yo no era experta cultural. Pero en esencia, debe ser una persona con perspectiva, que se enfoque en entrar a entender las dinámicas culturales del país y que gerencie la cultura con equipos de trabajo conformados por los mejores en todos los temas para crear una visión que abarque la dimensión política, económica y social de la cultura.

LSV: ¿Cómo está Colombia en cultura hoy?

P.M.M.: Yo siento que hay muchos temas en los que se ha avanzado sustancialmente pero creo que nos falta renovar el discurso, por la coyuntura actual del país. Por la realidad que vive el país, será muy importante el rol protagónico que asuma la cultura en su transformación. Hay que actualizar las políticas para satisfacer las necesidades culturales de los colombianos y para eso, hay que meterse al país profundo.

LSV: ¿Volvería a la política? Le pregunto eso puntualmente porque se ha dicho que el nuevo gobierno le ofreció un puesto en el gabinete, presuntamente para repetir en cultura, y usted lo habría rechazado.

P.M.M.: Yo creo que estoy en un momento de mi vida en el que quiero consolidar parte de la agenda que he venido trabajando, estoy concentrada en fortalecer Manos Visibles y espero estarlo un par de años más. Creo que cultivar liderazgos en este país es algo fundamental y que lograr que esa organización crezca, se fortalezca y siga generando cambios desde las bases y las comunidades excluidas, es fundamental.

La política electoral nunca me ha llamado la atención. Frente a los ofrecimientos que me han hecho, siempre he estado muy agradecida con su deferencia pero por lo menos ahora, quiero por un tiempo consolidar la segunda etapa de Manos Visibles que incluye aspectos como un gran plan de internacionalización.

Estamos generando un referente muy importante de liderazgos para la equidad y creo que eso en el mundo hoy es muy necesario.

Además de todo eso, actualmente tengo compromisos vigentes con otros proyectos, como el caso de mi trabajo en la junta de la Fundación Ford, que está haciendo cosas muy importantes a nivel global y tengo un compromiso con ellos, además de los que tengo con otras fundaciones internacionales que asesoro.

Además, pues escribí este libro y creo que me merezco disfrutarlo, que me merezco unos meses para compartirlo, reflexionarlo y promoverlo. Por eso entonces, ahora no entraría a la política pero en el futuro yo nunca cierro puertas, yo adoro este país y mi proyecto de vida tiene todo que ver con servir pero creo también en otras formas de poder.

LSV: ¿Como cuáles?

P.M.M.: No creo que sea bueno casarse con una sola forma de poder, a mí me da mucho temor cuando la gente está obsesionada con una única forma de poder porque creo que eso genera la intención de aferrarse. Sin duda, el poder político tiene una escala más grande pero yo sí quería trabajar desde las bases y por eso le aposté a Manos Visibles. 

Los cambios las hacen las personas y la incubación de liderazgos es algo muy importante y requiere de gente comprometida para cultivarlos. Creo que es fundamental cuestionarse por varias formas de poder, porque los cambios vienen de lugares inesperados, generando procesos de cambio desde las bases.

LSV: En su momento, usted fue una cara joven e incluyente del uribismo ¿Cómo ve este nuevo uribismo que entra a gobernar?.

P.M.M.: Yo le deseo lo mejor a quienes entrar a gobernar a este país. Yo conozco a Iván, hemos tenido una amistad por muchos años, espero que le vaya muy bien con esas tareas tan grandes que tiene. Tiene una tarea inmensa en reconciliación.

Yo nunca he hecho parte de ninguna estructura política, nunca he militado en ningún partido. He agradecido las oportunidades que me han encomendado, como el caso del presidente Uribe. Le deseo al nuevo presidente que le vaya muy bien y que ojalá tenga toda la sabiduría para darle al país una nueva esperanza.

LSV: Usted se ha convertido en una de las voces más reconocidas del Pacífico, ¿cómo ve usted a su región hoy?

P.M.M.: Lo he repetido muchas veces: no hay paz sin Pacífico. Si al Pacífico y al Catatumbo no le dan prioridad, aquí vamos a tener un tema mucho más complicado. Si no se hace algo de fondo, con la violencia, con los cultivos ilícitos, con el narcotráfico, esto se nos va a salir de las manos.

Se necesita una política social intensiva e integral para el Pacífico, nuestros males no los vamos a controlar solamente a punta de estrategia militar y fumigación.

Tenemos un drama social muy fuerte, del que han surgido personas muy valientes en medio de condiciones muy adversas, con una institucionalidad muy perversa. Hay organizaciones que están conteniendo la cosa, pero si no se hace en los próximos años algo serio y profundo, se nos va a desbordar.

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Los artistas y los gestores tienen un poder maravilloso para ayudar a sanar

Paula Marcela Moreno

 

LSV: Paula, la fundación Manos Visibles que usted dirige, se enfoca en cultivar y apoyar nuevos liderazgos en el Pacífico, ¿cómo hacer para incentivar el surgimiento de estos liderazgos, cuando se ha vuelto prácticamente una tarea suicida en la región?

P.M.M.: Tenemos que visibilizar a nuestros líderes porque están solos con su vocación. Cuando uno pregunta en las regiones sobre delincuencia o violencia, todo el mundo tiene claro quiénes son, dónde están, cómo operan, pero cuando uno llega a los territorios y pregunta quién está haciendo cosas positivas, nadie tiene ni idea, todo es muy difuso.

Lastimosamente, los líderes que hacen cosas positivas por sus comunidades, como está pasando ahora, se vienen a conocer cuando los asesinan. Para nosotros, es una prioridad con nuestros programas, mapear a los líderes que están trabajando por sus comunidades para darles herramientas de gestión para que su liderazgo sea más efectivo.

Tenemos énfasis en cultura porque sí nos interesa explotar ese elemento, que es el gran activo de nuestro Pacífico, es el motor emocional de la gente para resignificar las estructuras de poder y generar conciencia. Queremos nutrir toda esa base para darles protagonismo y una visión más amplia con una formación con los mejores profesores e instituciones del país. Debemos ayudar a que se formen, se conecten, se visibilizen, para que lo que hacen tenga una proyección y tengan claro que pueden ser los mejores. 

LSV: Pensar en grande...

P.M.M.: Exactamente. Necesitamos mejorar el autoestima de las comunidades y que la gente sepa que se lo merece, que sí tiene talento hay un espacio para que lo desarrolle con dignidad, que no todos tienen que tener la misma historia. Más allá del autoestima, es que la gente sea consciente de su poder y sepa lo que tiene, que pueda negociar y darse su lugar.

LSV: Conociendo esas realidades a fondo, ¿qué importancia tiene la cultura para la paz y el posconflicto?

P.M.M.: Tiene un papel muy importante en la realización de los ejercicios colectivos de consciencia del conflicto, en la construcción de memoria, en la construcción de significados para generar reconciliación. La cultura juega un papel de reflexión, de concientización y de sanación porque hay mucho dolor en el interior de las personas, sobre todo en las zonas más afectadas por el conflicto. 

Los artistas y los gestores tienen un poder maravilloso para ayudar a sanar, pero hay que nutrirlos de herramientas para que puedan hacer su labor. Queremos que las comunidades respondan a ese dolor, bailando, cantando, pero hay que explorar eso de una forma más sistemática e intencional reconociendo su trabajo.

LSV: Paula, ¿qué debe tener en mente una persona que, como usted, quiera luchar por medio de la cultura contra la desigualdad?

P.M.M.: Que hay que hacer cosas tangibles. Yo creo en los liderazgos que hacen, no en los que simplemente reflexionan. Es muy importante hacer cosas, por pequeñas que sean. Lo que uno hace siempre va a estar ahí, y es lo que yo trato de hacer, como es el caso de este nuevo libro. 

También creo que lo más importante es prepararse; un líder que está preparado para asumir y ejercer una condición de poder puede trascender más allá de su simple posición. Prepararse uno, pero así mismo rodearse de gente preparada. Además, cuidarse uno mismo, tener islas de sanación que me permitan estar bien para proyectarme. 

LSV: En el libro menciona a muchos de sus mentores, quienes la aconsejaron siempre antes y durante su ministerio, como el profesor Malcolm Deas ¿Hoy quién aconseja a Paula Moreno?

P.M.M.: Depende del tema, tengo muchos tutores. Lo lindo de ir creciendo es que uno va aprendiendo y forjando un criterio propio producto de los aciertos y errores que haya cometido, y ya uno va como puliéndose. He desarrollado también un ejercicio mucho más fuerte de autorreflexión que me hace consultarme a mí misma muchas cosas que antes debía consultarle a alguien más.

Por otra parte, tengo un grupo de mentores y tutores que adoro y que me acompañan a todo lado. Me los he encontrado en la vida y hoy son grandes amigos míos. Son muchos y sería un poco injusto nombrar solo a algunos, pero en los proyectos que he desarrollado me he encontrado con gente como Fernando Cepeda, Juan Luis Mejía, Manuel Rodríguez, Francisco Piedrahita, Marta Elena Bravo, Bernardo Toro.

Tengo una lista larguísima, muchos de ellos han sido mis grandes maestros también y nos hemos apoyado siempre. Y hay unos aquí y hay unos fuera, como el mismo Malcolm Deas a quien llamo a consultar siempre, como Phillip Thompson, y otros más.

Son muchas personas, que tanto en lo profesional como en lo personal me han hecho crecer. A todos ellos, les dedico una parte especial de agradecimientos al final del libro.

Finalmente uno no hace nada solo, uno es una comunidad de intenciones, una comunidad de saberes

Paula Marcela Moreno

Muchos de ellos me ayudaron a pensar Manos Visibles, han venido a formar 'manos' y siempre me han apoyado. Siempre los he consultado, son como parte la familia. Es una cantidad de gente que se ha jugado por mí, porque es lo que cuento en el libro, que yo no llegué sola, yo llegué con mucha gente que quiso ayudarme, que quiso apoyarme para que me fuera bien. 

Finalmente uno no hace nada solo, uno es una comunidad de intenciones, una comunidad de saberes. Entonces es mucha gente con la que me he encontrado y con la que compartimos una vocación muy bonita de servicio. Y con todos ellos, depende de lo que esté pensando o haciendo, puedo consultar a cualquiera para aprovecharme de su sabiduría.

LSV: Una última pregunta ¿Qué mensaje quiere dejarle usted al lector de "El Poder de lo Invisible"? ¿Cuál es el poder de lo invisible?

P.M.M.: Yo quiero que el libro sea un espejo, que cuando alguien lo lea se plantee su propia historia y cuál es la intencionalidad de su proyecto de vida y de su poder. Más allá de mi historia, lo que me interesa es que a medida en que la gente va leyéndola se plantee los desafíos y las claves de la contribución que quiere hacer.

La idea es que vean mi experiencia como una guía para replantearse su vida, porque al final, ambas tienen muchas cosas en común. Todos hemos tenido gente que nos ha moldeado, hemos tenido sufrimientos, sueños, ambiciones, pero al final, debemos pensar qué historia queremos contar.

Lo que yo quise contar, es cómo estoy aprendiendo a vivir, pero además cómo estoy aprendiendo a trascender cuando me doy cuenta que tengo un poder para transformar la vida y las condiciones de otras personas. Porque creo que todos tenemos un poder para hacer eso, pero el punto es que en muchos casos, lo dejamos invisible.

Entonces también, que el lector diga "bueno, cuál es mi poder que hoy está en el marco de lo invisible pero que quiero a partir de ahora, hacerlo visible y ayudar a que otros sean visibles por medio de este".

 

En su libro, además, la exministra Moreno cuenta no solamente cómo vivió ella su llegada al Ministerio de Cultura, sino también cómo, a su parecer, vio Colombia la llegada de una mujer, de raza negra y jóven a dirigir su política cultural, por primera vez.

Su relato agrupa sus experiencias desde niña, para mostrar cómo se forjó una de las más reconocidas embajadoras de Colombia y su región Pacífica.

"El poder de lo Invisible" recoge en siete capítulos la narración en primera persona de la historia de una mujer que ha sido 'la primera' muchas veces, que ha destruido paradigmas de desigualdad y que hoy, es la mano visible de muchos colombianos con vocación de líderes.

Sus "memorias de solidaridad, humanidad y resistencia" son un aporte más de su liderazgo 'tangible' y serán espejo para quienes como ella, quieran hacer su poder, visible.

 

Silla Pacífico
Paula Marcela Moreno

Paula Marcela Moreno

Presidenta de la Corporación Manos Visibles y Miembro de la Junta Directiva de Ford Fundation

Paula Marcela Moreno

Paula Marcela Moreno

Presidenta de la Corporación Manos Visibles y Miembro de la Junta Directiva de Ford Fundation

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Esta es la ministra de Transporte de Duque

La coalición mayoritaria arranca arrasando en la Cámara

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En la Cámara de Representantes se está definiendo quiénes quedan en las Comisiones Legales, en las que no tienen que estar todos los congresistas y que muchas veces son más de adorno, como la de ética o de de derechos humanos. A pesar de eso, ni los verdes, ni Farc, ni el Polo tendrán un solo representante en ninguna de ellas, según nos informa una fuente anónima que está al tanto de las negociaciones para su conformación.

En la de Acusaciones, la más poderosa porque tramita las denuncias penales o quejas disciplinarias contra el Presidente, el Fiscal y los magistrados de las Altas Cortes y que hace dos años mostró que puede ejercer ese cuando acusó al ex magistrado Jorge Pretelt por soborno, los liberales, el Centro Democrático y Cambio Radical tendrán cuatro puestos cada uno, y La U y los conservadores tendrán dos.

En las otras, que pueden dar visibilidad en algunos casos, se repiten esos mismos partidos.

La otra movida de poder que se está definiendo son las secretarías de las Comisiones Constitucionales, que son aquellas en las que se tramitan los proyectos de ley, tienen que estar todos los representantes y se conocen por sus números, de primera a séptima.

Esos puestos son apetecidos apetecidas porque son bien pagos y los secretarios que establecen el orden del día de lo que se discute en ellas, cuentan los votos,arman las listas de quienes piden intervenir en los debates, reciben oficialmente las proposiciones para modificar proyectos y establecen si hay quórum, entre otras cosas que pueden definir el destino de un proyecto y ayudar o perjudicar a una bancada.

De hecho, son tan vistosas que muchas veces las ocupan ex congresistas.

Si nada cambia los liberales tendrán las de las comisiones Primera, Quinta y Séptima, los uribistas las de la Segunda y la Cuarta, Cambio Radical la de la Sexta y La U la de la Tercera. Los conservadores se quedarán por fuera como parte del acuerdo que distribuyó las presidencias de Senado y Cámara y las comisiones, pues ya tenían mucho poder y los demás partidos se quedan sin esos cargos.

Además, los liberales tendrán la secretaría de la comisión de Acusaciones.

Ni siquiera los que están en la coalición mayoritaria, como el Mira y Colombia Justa Libres, lograron clasificar.

Falta la puja interna de los partidos para saber quién ocupa el puesto, pero ya se va viendo que en la Cámara los liberales quedaron muy bien parados con una bancada de 35 representantes y tres secretarías, mientras que el Centro Democrático con 32  representantes tendrá solo dos secretarías y la U, con 26 representantes, y Cambio, con 30 representantes, solo una.

Silla Nacional
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La renuncia de Uribe, la primera gran prueba del talante de Duque

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La renuncia de Álvaro Uribe a su condición de senador tras haber sido llamado a indagatoria por la Corte Suprema representa un desafío de marca mayor para el presidente electo Iván Duque y puede marcar el futuro de su Gobierno.

A las 4 de la tarde el ex presidente Uribe usó su medio de comunicación personal, Twitter, para soltar una bomba política en dos tiempos, para luego empezar a criticar a la Corte Suprema.

El caso

En un comunicado que emitió la misma tarde, la Corte Suprema explicó que hay dos casos contra Uribe.

En el primero no hay indagatoria.

Como explicó la Corte, “accedió a la petición del senador Álvaro Uribe Vélez, y dispuso escucharlo en versión libre en el curso de indagación previa abierta a partir de la compulsa de copias, también por presunta manipulación de testigos en hechos anteriores al 16 de febrero de 2018, derivada de la investigación preliminar que se adelantó al senador Iván Cepeda.”

La Corte se refiere al día en el que desechó la denuncia que Uribe hizo en 2014 contra Cepeda, acusándolo de haber manipulado a los ex paramilitares Hernán Sierra García y Juan Monsalve Pineda, del Bloque Metro, para que declararan que esa estructura se creó en la hacienda Guacharacas, de la familia Uribe, y que lo habrían creado Uribe y su hermano Santiago; los hermanos Santiago y Pedro Gallón Henao; y los hermanos Luis Alberto y Juan Guillermo Villegas Uribe.

Ese día y al cerrar el proceso contra Cepeda, la Corte decidió iniciar uno contra Uribe porque encontró pruebas de que habría enviado personas para que Sierra y Monsalve se retractaran de las declaraciones contra él y su familia. Entre otras, una llamada entre Uribe y Juan Guillermo Villegas, el 22 de diciembre de 2013, en la que Uribe muestra que sabía de decisiones de la investigación judicial.

El segundo es por hechos más recientes, también por presunta manipulación de testigos, pero con hechos de este año.

Como reacción a esa providencia judicial y al parecer con su consentimiento, personas allegadas al expresidente Uribe habrían emprendido nuevos actos de manipulación de testigos. En la indagación preliminar, ordenada el pasado 22 de febrero para corroborar estos últimos hechos, la Corte halló elementos de juicio para iniciar este proceso en el que los senadores Uribe y (Alvaro Hernán) Prada deberán responder por los mencionados delitos."

En concreto, la Corte investiga si Uribe y Prada cometieron delitos por los hechos que reveló Daniel Coronell en sus columna de la Revista Semana del 23 y del 30 de junio, llamadas “El que la hace, la paga” y “El diablo se viste de Prada”.

Los hechos, como contó Coronell, es que el 22 de febrero, el día antes de que se venciera el plazo para que Uribe apelara la decisión de la Corte del 16, tres personas le insistieron a Monsalve que cambiara su testimonio.

Una de ellas es el ex paramilitar alias Caliche, quien le dijo a Monsalve que lo contactó el senador Prada por celular y le puso por altavoz a Uribe.

Prada le aceptó a Coronell que habló con Caliche pero dice fue éste el que lo buscó, que no le ofreció nada, que informó a Uribe del contacto con Caliche y que no tenía el celular con el que se había comunicado con él porque estaba en cadena de custodia y embalado para entregarlo a la justicia.

Como lo anticipó el domingo Noticias Uno, la decisión que tomó la sala de los magistrados de la Sala Penal José Luis Barceló (ponente y presidente de la Sala), Luis Hernández (presidente de la Corte) y Fernando Caballero, fue llamar a indagatoria a Uribe y al recién posesionado senador huilense Álvaro Hernán Prada, quien según la Corte visitó dos veces a Monsalve.

Esa decisión aparentemente tomó a Uribe de sorpresa. La Silla habló con una persona que estuvo con él esta mañana en El Ubérrimo, y nos dijo que habían hablado de varios asuntos pero no de este caso, y estaba tan sorprendido como el resto de las fuentes consultadas.

Los efectos

El primer efecto es de tipo jurídico y tiene que ver con la decisión de la Corte sobre si al renunciar a ser senador, pierde su fuero y el proceso pasa a la Fiscalía. Esta fue una estrategia que utilizaron varios congresistas acusados de parapolítica para quitarse de encima a la Corte Suprema y ser investigados por la Fiscalía, que veían como más neutral.

En un principio, la Corte Suprema aceptó que perdía competencia pero cuando se volvió una práctica regular, cambió el precedente y dijo que los indagados no podían escoger el juez renunciando a su curul después de iniciada la investigación, como en este caso.

Sin embargo, para el penalista Iván Cancino la Corte solo pierde competencia respecto de las conductas que tienen relación con el hecho de ser senador, incluyendo haber hecho alianzas para elegirse como tal (parapolítica).

Tocaría ver en esta ocasión, con cuál de las dos jurisprudencias se va la Corte Suprema.

Una teoría es que Uribe, que durante su gobierno tuvo una relación muy conflictiva con la Corte Suprema porque el DAS bajo su cargo chuzó a los magistrados a raíz del juicio contra el entonces senador Mario Uribe, primo muy cercano del entonces presidente Uribe, renuncie para evitar que la Corte lo capture después de la indagatoria, un procedimiento usual bajo el sistema inquisitivo que rige a la Corte, sobre todo cuando el caso es por manipulación de testigos.

Más aún si considera que tiene más garantías en la Fiscalía de Néstor Humberto Martínez.  Pero es improbable que él no tenga claro antes de hacerlo si la Corte va a permitir perder la competencia.

Otros consideran que renuncia porque, como dijo la exsenadora Claudia López a La Silla, “así sale cómo una víctima de la justicia y le queda más fácil gobernar desde su finca. Hace rato circula el rumor de que quería renunciar”.

De hecho, un congresista uribista le dijo a La Silla que no se sorprendía la decisión, justamente porque ha visto a Uribe aburrido en el Congreso.

Con su salida Uribe le quita a la oposición un espacio para crecer a punta de hacerle debates en el Senado, como ya ocurrió con Iván Cepeda y recientemente con Carlos Fernando Galán; evita tener que salir a defender a ministros no uribistas del gobierno Duque en debates de control político de la oposición; y gana margen para, si quiere, incidir en el nuevo presidente sin que haya críticas por la separación de poderes.

“Da más o menos igual si renuncia porque tiene la misma simbología si está en el Senado o no. El hecho es que Uribe se vuelve un reo de la justicia”, dice el columnista de La Silla Vacía Héctor Riveros. “El desafío es cómo afecta esto al gobierno de Duque”.

El desafío para Duque

Como lo planteó el mismo Riveros en una columna, el llamado a indagatoria -que en el sistema inquisitivo es casi tan grave como una imputación de cargos en el sistema acusatorio de la Fiscalía, pues significa que hay indicios de que cometió un delito, supone un gran desafío para Duque, que tendrá que escoger entre su lealtad a Uribe y el respeto a las instituciones de la justicia.

Uribe se la podría poner más fácil o más difícil.

Si el expresidente fuera respetuoso de la decisión de la Corte, como pareció serlo en su trino inicial al decir que encontraba una incompatibilidad moral entre estar sub judice y ejercer como senador, le abriría el espacio a Duque para pedirle a la justicia todas las garantías para su padrino político y garantizarle la independencia que tiene que tener la Rama Judicial.

Pero ya después del trino de su renuncia, Uribe comenzó a trinar contra sus jueces, con lo cual Duque se verá obligado a escoger y la decisión que tome tendrá un profundo impacto en su gobierno que aún no arranca oficialmente.

Si decide manifestarse respetuoso de la justicia, como se espera de un presidente que ha dicho que respetará las instituciones, seguramente será considerado un traidor por su partido, el Centro Democrático, y por el ala más radical de la derecha.

Basta recordar cómo cerraron filas sus alfiles uribistas detrás del expresidente cuando un juez de tutela obligó a Uribe a rectificar su calumnia contra el columnista Daniel Samper, a quien acusó de ser violador de niños por haberse burlado usando el nombre de la hija de la senadora Paloma Valencia.

En  un caso que era mucho más fácil que el actual, el solo hecho que Duque no saliera a defender a Uribe sino a pedir un mayor nivel del debate llevó a que fuera duramente criticado por otros uribistas, que no lo sienten tan ‘purasangre’.

Si Duque pierde el apoyo de Uribe, que en todo caso es un muro de contención para la derecha más radical, y de su partido, le esperan años muy difíciles a juzgar por lo que le sucedió a Juan Manuel Santos desde el minuto en que fue considerado un traidor por su antecesor.

En el caso de Duque sería aún más difícil dado que él no cuenta con casi nada propio: no tiene detrás un periódico propio ni los amigos que tenía Santos en los medios; no tiene a las Fuerzas Militares; no tiene plata; no tiene un prestigio propio detrás que lo sostenga.

Pero si se va en contra de la justicia arrancaría su gobierno con una larga sombra y con un enfrentamiento de poderes que como mínimo lo distraerán de su agenda 2.0 y aún más de su propósito de unir a los colombianos.

Esta será, sin duda, la primera gran prueba a su talante y a su liderazgo. Lo que diga o deje de decir en las próximas horas seguramente lo definirá de aquí para adelante.

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Álvaro Uribe Vélez

Álvaro Uribe Vélez

Ex presidente de la República y Senador

Iván Duque Márquez

Iván Duque Márquez

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Con su respuesta a la renuncia de Uribe, Duque reitera su talante de uribista 2.0

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A las 9 de la noche, tras cinco horas de espera, el presidente electo Iván Duque se refirió a la decisión de su jefe político, el ex presidente Álvaro Uribe, de renunciar a su curul en el Senado tras la decisión de la Corte Suprema de llamarlo a indagatoria en un proceso por falsos testigos.

En apenas cuatro frases, el próximo presidente mostró su talante: a la vez que no ahorró elogios para Uribe, se abstuvo de atacar a la Corte, defendió la institucionalidad y se apartó de la retórica de perseguidos de la justicia de su partido.

Caminó una línea muy difícil y logró salir de su primera crisis de gobierno infligiendo el menor daño posible.

Estas fueron sus palabras:

Conocemos al ex presidente Álvaro Uribe Vélez Somos testigos de su honorabilidad, su rectitud, su patriotismo y su incuestionable servicio al país y al Estado de derecho.

Somos respetuosos de la Constitución y sus instituciones.

El ex presidente Uribe y todos los colombianos deben contar con las garantías para ejercer plenamente el derecho a la defensa, gozando de la presunción de inocencia, en el marco de debido proceso

Expresamos nuestra solidaridad al ex presidente Uribe y su familia en estos momentos, y estamos seguros que su honorabilidad e inocencia prevalecerán.

Duque logró con su escueta declaración reiterar su lealtad a Uribe sin perder su estatura presidencial, mantener un lenguaje institucional más que partidista.

Eso se nota más cuando se compara con el comunicado del Centro Democrático, que leyó la senadora Paloma Valencia segundos después.

Un contraste elocuente

En el pronunciamiento del Centro Democrático, la defensa a Uribe fue mucho más lejos.

Primero, en su forma de tratar a Uribe, a quien llama presidente mientras Duque habla de ex presidente, y de quien no solo dice que es inocente, como Duque, sino que esa inocencia “es indiscutible”. Además, mientras Duque le expresó solidaridad, el Centro Democrático habló de “absoluto respaldo”.

Segundo, mientras Duque habló de respeto a las instituciones, el partido atacó a la Corte, pues dijo que el proceso “es un montaje de sus enemigos políticos” para “atacar la estabilidad del nuevo gobierno”, pidió a las personas a rodear a Duque y Uribe “ante estos nuevos ataques” y dijo que se trataba de “infamias”.

Esa mirada, en la que la decisión de la Corte es un ataque, hace de Uribe una víctima, algo que nunca mencionó Duque, pues el comunicado concluye que el ex presidente “no merece ser perseguido por la justicia”.

Además, le pide a Uribe reconsiderar su decisión, mientras que Duque ni siquiera mencionó la renuncia.

A pesar de esas diferencias, todo indica que en el uribismo hay tranquilidad con lo que dijo Duque, y el comunicado que leyó Valencia cierra con la frase " Respaldamos el comunicado del presidente electo Iván Duque".

En los minutos siguientes a su pronunciamiento, la mayoría de respuestas siguieron las líneas partidistas, con los uribistas apoyando al presidente electo y los antiuribistas, como Juan Manuel Galán, criticándolo, , aunque algunos antiurbistas lo aplaudieron por decir "ex presidente" y algunos uribistas dicen que inició su traición a Uribe.

Con eso, todo indica que Duque logró pasar por el medio del dilema entre ser leal a Uribe y respetar las instituciones, y así logró superar sin mayores costos la que podría haber sido su primera gran crisis, antes de siquiera posesionarse.

En las próximas horas y días, se verá si el uribismo y la oposición siguen asimilando así esta respuesta.

Es claro que la indagatoria y la renuncia de Uribe le crean varios problemas a futuro, pero en ese corto comunicado podría estar el germen de su futuro gobierno y del uribismo 2.0 que representa.

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Sanabria, el conservador quemado del Valle que quiere llegar al CNE

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Minetras Nairo Quintana sigue de octavo en la general del Tour de Francia a 4 minutos y 23 segundo, La Silla Pacífico le trae las siguientes historias

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Sanabria, el conservador quemado del Valle que quiere llegar al CNE
La renuncia de Uribe, la primera gran prueba del talante de Duque
"El principal activo del Pacífico es la cultura": Paula Moreno
Susana Correa, directora designada de Prosperidad Social

Los cinco problemas que le crea a Duque la renuncia de Uribe

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Siendo Álvaro Uribe el senador más votado de la historia y el líder de la coalición oficial del Gobierno en el Congreso, su renuncia por la indagatoria que le abre la Corte Suprema por supuesta manipulación de testigos, que como delito de fraude procesal le podría dar de 6 a 12 años de cárcel, le crea a Iván Duque su primera gran crisis de gobierno antes de posesionarse en los siguientes frentes:

1

Pierde protagonismo en el arranque de su gobierno

Desde que Iván Duque se convirtió en el candidato de Uribe los caricaturistas no han dejado de pintarlo como el títere de Uribe.

La conformación de su gabinete, al que solo le falta el encargado de la cartera de las TIC, es la primera señal que el recién elegido envió de que su gobierno tendría una impronta diferente a la de su mentor ya que nombró como ministros personas que en su gran mayoría no representan el uribismo 1.0.

La mayoría son técnicos, desconocidos para la opinión pública, y gente más orientada hacia los resultados que hacia la ideología, lo que ha desconcertado a la oposición (que se ha concentrado más en criticar al ministro de Defensa, el único realmente cercano a Uribe junto con la ministra de Trabajo y el Canciller) y también a uno que otro uribista que esperaba ver reeditado el gobierno de la Seguridad Democrática.

Con esos pinitos de una impronta propia, Duque se preparaba para arrancar su gobierno con los reflectores puestos sobre él. Sin embargo, con este episodio, el protagonista vuelve a ser Álvaro Uribe y la actuación de Duque vuelve a estar opacada por lo que haga el líder del Centro Democrático.

 

2

Se queda sin su principal articulador en el Congreso

Uno de los supuestos de la gobernabilidad de Duque era que tendría como aliado clave en el Congreso a Uribe, quien como cabeza de la bancada más grande del Senado y de la segunda de la Cámara, y como gran líder del partido ganador de las presidenciales, iba a tener el liderazgo para organizar ese frente.

De hecho la coalición mayoritaria del Congreso se organizó alrededor del Centro Democrático y por lo tanto de la figura de Uribe, a pesar de que él no estuvo directamente en las negociaciones.

Con los acuerdos, en los que su partido, el Liberal y el Conservador ocupan puestos principales, pero también están La U, Cambio Radical, el Mira y Colombia Justa Libres, Duque arrancaba con una coalición muy amplia y con una cabeza clara.

Sin Uribe, esa solidez queda en duda pues la coalición deja de tener un líder en el capitolio que es senador como los otros pero que los otros no lo sienten como igual.

Eso hace más difícil la interlocución con los otros partidos de la coalición, pues cualquier vocero que tenga el Centro Democrático no tendrá el mismo liderazgo de Uribe y seguramente será visto por los otros congresistas como uno más de ellos.

Lo que hará más difícil para Duque y su Ministra de Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, el manejo de las mayorías que necesita para hacer reformas tan polémicas y sensibles como la tributaria y la pensional. Eso por no hablar de proyectos que busquen reformar partes del Acuerdo con las Farc y su implementación, a las que el Partido Liberal no apoyará.

No solo pinta más difícil lograr los consensos para sacar adelante esas leyes, sino que sin el liderazgo de Uribe es más difícil armar un frente común de defensa del Gobierno cuando se den debates políticos,

Más porque la oposición tiene figuras fogueadas en el Congreso, con trayectoria en hacer buenos debates de control político y con fuerza en la opinión, encabezadas por Gustavo Petro y Jorge Robledo.

 

3

Le queda más difícil promover la unidad de los colombianos

En su discurso de triunfo, Iván Duque reiteró una idea: su deseo de acabar con la polarización que reina en el país y unir a los colombianos más allá de si habían votado o no por él. Ese propósito será más difícil tras la indagatoria a Álvaro Uribe y su renuncia (y ni hablar si lo cogen preso) porque le echa fuego a las narrativas de la derecha y la izquierda más radicales.

Entre el uribismo 1.0, la narrativa de que son víctimas del sistema judicial es muy fuerte, como quedó claro ayer en el comunicado del Centro Democrático minutos después de la renuncia de Uribe.

Dado que una parte significativa del círculo con el que gobernó Álvaro Uribe está condenado o investigado judicialmente y que ante cada uno de estos casos la respuesta de Uribe y de los uribistas más prominentes ha sido decir que la justicia los persigue políticamente (independientemente de que hayan pasado tres fiscales diferentes por muchos de esos casos), hay todo un sector de la derecha que está convencido de que hay una conspiración judicial en contra del uribismo.

Que Uribe sea llamado a indagatoria no hace sino reforzar esa sensación.

Para la muestra este trino del senador José Obdulio Gaviria, uno de los ideólogos del gobierno de Uribe:

Ahora que volvieron al poder, y se sienten más fuertes, incluso si la Corte Suprema no ordena la captura del Expresidente, el solo hecho de que una de las decenas de investigaciones que hay en su contra haya llegado a este punto validará su sentido de persecución y atizará su rechazo a la izquierda.  

Lo hará por dos razones. Por un lado, porque aunque la decisión de llamarlo a indagatoria es de la sala de instrucción de tres magistrados de la Corte Suprema por unanimidad, como este caso está vinculado originalmente a la denuncia de Uribe contra Iván Cepeda , uno de los símbolos de la izquierda, ya hay varios uribistas diciendo en twitter que es parte de un arreglo entre ellos.

Y por otro, porque esta indagatoria también alimenta la narrativa del sector antiuribista más radical.

La oposición a Uribe tiene dos vertientes. Una más ‘light’, que considera que él no fue bueno para la democracia porque durante su gobierno el DAS chuzó a periodistas, magistrados y líderes de la oposición, porque se produjeron capturas masivas y se hicieron los falsos positivos aunque no necesariamente con su consentimiento.

Pero está también la oposición más radical que consideraque Uribe es un criminal, y lo señalan de aliarse con los paramilitares, de tener que ver con la desaparición de testigos en su contra y un largo etcétera.

Aunque esta indagatoria hasta ahora es una primera fase de un proceso judicial y la Corte tiene que recaudar más pruebas para acusar o archivar el caso, le da a este grupo razones para creer que están en lo cierto puesto que el llamado se lo hacen porque creen que hay insumos suficientes para creer que pudo haber cometido un delito.

Con ambos extremos energizados por esta indagatoria, a Duque le quedará más difícil ocupar el ‘extremo centro’ que anhela y reducir la polarización. Y más si Uribe, convertido en un ciudadano y sin las restricciones que impone la investidura de un senador, alimenta con su tuiter la radicalización.

 

4

Se arriesga la unidad del Centro Democrático

El partido uribista se ha mantenido unido esencialmente gracias al liderazgo de Uribe, aunque se han notado ya las grietas, incluyendo la de hace menos de una semana en la definición de quién sería el presidente del Congreso, que finalmente ganó Ernesto Macías frente a Paola Holguín.

Sin la presencia permanente de Uribe como cabeza de la bancada en el Congreso, existe el riesgo de que la disciplina y unidad que han demostrado se ponga en juego. Sobre todo si hay una pugna de poder entre sus miembros por ocupar ese liderazgo o discrepancias en su interior entre los que quisieran que Duque replicara más el gobierno de Uribe y los que consideran que está bien que tenga su propia impronta.

Aunque desde su celular Uribe podrá controlar las movidas más estratégicas de su bancada, si dedica efectivamente buena parte de su tiempo y esfuerzos a defenderse en la Corte, como ha hecho entre ayer y hoy, y si mantiene su política de no meterse en todas las decisiones, Duque tendría más difícil mantener la unidad de su partido, especialmente en asuntos que sean políticamente sensibles sin ser del corazón de la doctrina uribista, como definir los detalles las reformas tributaria y pensional que ha propuesto.

 

5

Distrae al gobierno, y de entrada, frustra su bandera de reforma a la justicia

Tiene tanto peso político la renuncia de Uribe por todo lo analizado arriba, que Duque tendrá este tema como una sombra sobre el arranque de su gobierno lo que le dificultará poner la agenda que tenía en mente para sus primeros 100 días que son tan importantes para crear un nuevo ambiente en el país.

Podrá querer hablar de la economía naranja, pero los periodistas le estarán preguntando sobre el proceso de Uribe o su último trino.

Y de entrada se le frustra una de las banderas grandes de campaña como era la reforma a la justicia. Inicialmente, Duque propuso unificar las cortes y se le fue mucha gente encima precisamente porque creían que lo que buscaba era anticipar y evitar un escenario como el que se dio hoy de que un proceso judicial avanzara en contra de Uribe.

Ante tal reacción, Duque dijo que igual estaría sujeta a discusión y se fue bajando de ese bus. Pero la bandera de hacer la siempre postergada reforma a la justicia siguió en su lista de quehaceres.

Con este llamado a indagatoria, esa reforma seguramente entrará al congelador. Porque no importa el sentido que ésta tenga será leída en clave del caso de Álvaro Uribe.

Si les quita a los magistrados la posibilidad de elegir otras dignidades (algo que han propuesto muchos expertos) se dirá que es una retaliación por lo de Uribe. Si, por el contrario, les aumenta la edad de jubilación, se dirá que es una forma de comprar su benevolencia. En fin.  

Con esta mega reforma de poderes en el horno, a la nueva ministra de Justicia le cambia su horizonte.

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Iván Duque Márquez

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Álvaro Uribe Vélez

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Esta es la Ministra de TIC de Duque

Esta es la consejera de Duque para las regiones

Reapareció el terror de las minas antipersonal

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Con 56 casos, el 2017 se convirtió en el año con menos víctimas por minas antipersonal en un país en el que han caído más de 11 mil personas por esta estrategia de guerra, un avance que Santos resaltó en su discurso de despedida en el Congreso. Pero en lo que va de este año el número de víctimas está creciendo y hay información de nuevas minas sembradas.

A pesar de que, como le dijo a La Silla Sergio Bueno, de la Dirección para la Acción Integral contra Minas Antipersonal (Daicma) de la Presidencia, hay una buena noticia de que ya hay 264 municipios declarados libres de minas y en ellos no se han reinstalado minas ni hay víctimas, se han reportado accidentes con minas en otros 28 municipios.

Buena parte de ellos son sitios donde se fueron las Farc, hay grupos armados peleando el control del narcotráfico y como el Estado no ha llenado ese vacío, los desminadores no han podido entrar.

La trepada

La Daicma, que da la cifra oficial del número de víctimas, le dijo a La Silla que a 30 de junio de este año iban 73 víctimas (entre heridos y muertos), 47 de ellas civiles y 26 militares.

 

En los mismos seis meses del año pasado iban 16 víctimas. Es decir, este año hay cuatro veces más personas afectadas con esos datos, que son casos que certifican los personeros municipales luego de verificar en terreno que fue lo que pasó.

Pero pueden ser más.

El Comité Internacional de la Cruz Roja, Cicr, tiene a la misma fecha una cifra más alta: ellos llevan contabilizadas 97 víctimas, 67 civiles y 30 militares. La diferencia con la cifra del Gobierno es porque la Cicr registra todos los hechos que verifican con su equipo en terreno, tengan o no certificación.

La Campaña Colombiana contra Minas, CCM, que lleva casi 20 años haciendo educación en el riesgo de minas y también son operadores, coincide con la cifra de 97 casos del Cicr y están preparando un informe donde la cifra sube por accidentes en el Catatumbo y Arauca.

A pesar de esa discrepancia, todas las cifras y todas las fuentes del sector coinciden en que este año hay más víctimas, algo que va a contravía de la idea del Acuerdo con las Farc, que era ir reduciendo el fenómeno a través del desminado. Pero, como en otros asuntos, los problemas en la implementación de ese Acuerdo están afectando los resultados.

“Estos accidentes están ocurriendo en zonas donde no se están llevando a cabo operaciones de desminado”, le explicaba a La Silla Chris Ince, director del operador de desminado británico HALO Trust.

Es decir, el aumento se está dando en sitios donde no hay parte de seguridad para que entre a trabajar alguno de los 12 operadores certificados para desminar porque el conflicto por el control del narcotráfico sigue latente y sus actores usan minas para proteger las siembras y los corredores.

Los nuevos casos

El departamento más golpeado es Nariño. Van 19 casos según el Gobierno y 30 según Cicr, con casos en los municipios costeros de Tumaco  y Barbacoas donde, como ha contado La Silla Pacífico hay una lucha por el control del narcotráfico entre la disidencia de ‘Guacho’’- que trabaja con la ‘Gente del Órden’- y las “Guerrillas Unidas del Pacífico”, al mando de alias ‘David’.

Por ejemplo en Tumaco, el municipio con más coca del país, hace dos meses murió un soldado y otros tres quedaron heridos cuando entraron a erradicar.

Otro departamento golpeado es Norte de Santander, donde van 19 casos según el Gobierno y 23 según Cicr.

Los municipios más afectados son Hacarí, San Calixto y Teorama, que forman un triángulo que es el epicentro de la nueva guerra que arrancó este año entre el ELN y el EPL, como contó La Silla Santandereana.

“Ellos (el ELN y EPL) han empezado a sembrar minas como una forma de no dejar pasar al otro. Las ponen cerca a los colegios, por los caminos, donde hay cultivos. En todos lados”, dijo a La Silla Luis Patiño, miembro de la mesa departamental de víctimas de Norte de Santander y del comité ejecutivo de la Mesa Nacional de Víctimas.

Nariño y Norte de Santander, además de sumar casi la mitad de los casos, están entre los cinco departamentos con más coca en el país. El primero con más de 42 mil hectáreas a diciembre de 2016 y el segundo con más de 24 mil, de acuerdo con cifras del Sistema de Monitoreo de Cultivos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Unodc.

En Guaviare, que tiene más de seis mil hectáreas de coca y donde está la disidencia del frente primero que funciona, como contó La Silla Sur, en coordinación con la disidencia del séptimo al mando de Gentil Duarte, van 10 víctimas según el Gobierno y la Cicr.

Una persona que se conoce ese departamento y nos pidió no ser citada por su seguridad, le contó a La Silla  que la disidencia de ‘Mordisco’ las está poniendo más que todo a orillas del río Unilla, que pasa por el municipio de Calamar.

“Le están advirtiendo a los campesinos, al que pase, que no se acerquen porque están minando para controlar la ruta. Hasta dicen que si pudieran minar el río lo minarían”, dice.

Otros departamentos con nuevas víctimas son Antioquia, Arauca, Valle del Cauca, Vichada, Cesar, Sucre y Chocó.

Pero además del aumento en el número de víctimas, en el Meta, donde también había Farc y narcotráfico y sí se está desminando, algunas organizaciones han sido amenazadas por la disidencia de Duarte o personas que dicen ser de esa disidencia que, como ha contado La Silla Sur, tiene su epicentro en ese departamento.

Las amenazas

Eso le pasó, por ejemplo, a un equipo de HALO Trust hace una semana en la vereda Santander del municipio de Uribe.

Iban cuatro funcionarios en un carro cuando 15 hombres uniformados y que se presentaron como de la disidencia del frente 40 de alias ‘Calarcá’, que le responde a Gentil Duarte, los obligaron a bajarse y luego quemaron el carro. “Estas personas indicaron que no querían ver organizaciones acá”, nos dijo una fuente en terreno.

Por cuenta de eso, HALO suspendió en ese municipio lo que ellos técnicamente llaman ‘Estudio No Técnico (ENT)’ y que básicamente es ir casa por casa, vereda por vereda, preguntándole a la gente donde creen que hay sospecha de minas. Pero siguen sacando donde ya saben que hay.

La Campaña Colombiana Contra Minas, CCM, también recibió amenazas este año en Vista Hermosa, que con 363, es el municipio con más víctimas de todo el país. “Nos iban a quemar el carro pero como la gente nuestra es toda de la zona, no dejaron”, le contó a La Silla Álvaro Jiménez, director de CCM. Allí se presentaron como miembros de la disidencia de Duarte.

Aunque eso no es enteramente nuevo (a mediados del año pasado, un equipo de Ayuda Popular Noruega fue amenazado en la vereda Santa Helena en Mesetas), al sumarse al aumento en las víctimas muestra que ese ejército invisible que son las minas si bien se ha debilitado en unas zonas, está recuperando oxígeno en otras.

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Las cinco preguntas sobre la indagatoria a Uribe (y sus respuestas)

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La decisión inédita de la Corte Suprema de Justicia de llamar a indagatoria a un ex presidente de la República, a Álvaro Uribe, que tuvo todavía más impacto político tras la renuncia de éste al Senado, deja varios interrogantes sobre el caso judicial que llegó hasta ese punto.

Estos son los principales, junto con sus respuestas:

1

¿Por qué caso lo llaman a indagatoria?

La Corte llamó a indagatoria a Uribe y al uribista representante huilense Álvaro Hernán Prada por presuntamente haber participado en un intento de manipular testigos en favor del ex presidente.

Como manipular testigos puede ser una forma de cometer el delito de fraude procesal y soborno, la Corte abrió un proceso por ese hecho en sí mismo, que se habría dado entre el 21 y el 23 de febrero de este año, cuando por lo menos dos personas diferentes se habrían acercado al exparamilitar Juan Guillermo Monsalve para convencerlo de cambiar su testimonio de que Uribe, su hermano Santiago Uribe, y los hermanos Juan Guillermo y Luis Alberto Villegas, y Pedro y Santiago Gallón Henao, fundaron el bloque Metro de las AUC.

Ese testimonio lo hizo público el senador Iván Cepeda, del Polo, en un debate contra Uribe a fines de 2014.

En concreto, Monsalve habló por un lado con Carlos López, alias Caliche, un antiguo compañero suyo en el Bloque Metro de las AUC. Caliche le dijo que actuaba como mensajero del representante Prada, quien lo había buscado para ofrecerle beneficios a él y a Monsalve a cambio de que ésta se retractara. 'Caliche' incluso dijo que Prada había puesto en altavoz a Uribe para mostrarle la seriedad de la oferta.

Por otro lado, Monsalve habló con el penalista Diego Cadena, quien tiene poder de Uribe para buscar testigos a su favor y dijo hablar a nombre del ex presidente, y con su ex compañero de celda Enrique Pardo Hasche, quien le aconsejó retractarse.

Uribe habría intentado hacer conseguir también la retractación de otro testigo, Juan Carlos ‘el Tuso’ Sierra, y habría buscado conseguir testimonios que desacreditaran a un testigo más, el mayor retirado Juan Carlos Meneses.

Lo que hace difícil de entender los hechos es que ese presunto intento de manipulación se dio para interferir en otro proceso diferente en el que Uribe actuaba como denunciante de manipulación de testigos, contra el senador Cepeda.

Esa denuncia, que Uribe interpuso tras un debate de control político en 2014, naufragó el pasado 16 de febrero, cuando la Corte encontró que Cepeda no había cometido tal manipulación y, en cambio, compulsó copias contra Uribe pues encontró indicios de que fue él quien buscó manipularlos para afectar ese proceso.

La tesis de la Corte es que los hechos de febrero de este año se dieron justo para tener pruebas nuevas en la apelación de Uribe contra esa decisión, y por eso los dos casos están directamente vinculados. Pero, como se tratan de hechos diferentes, son procesos distintos y la indagatoria será solo por lo que ocurrió en febrero.

En el otro expediente que se refiere a hechos anteriores, la Corte aceptó la propuesta de Uribe de oírlo en versión libre antes de decidir si lo llama a indagatoria o no.

 

2

¿Cuáles son las pruebas de la Corte?

Aunque no se conocen todas las pruebas de la Corte, pues no es necesario en este punto que las haya revelado, cinco columnas de Daniel Coronell y el auto en el que llama a indagatoria a Uribe y a Prada (los demás involucrados no tienen fuero y por lo tanto la Corte no los cita, sino que compulsa copia a la Fiscalía para que los investigue) muestran varias de ellas.

La primera prueba de la Corte son interceptaciones telefónicas que demostrarían que el penalista Diego Cadena presta sus servicios a Uribe para conseguir ex paramilitares que testifiquen que el ex presidente y su hermano Santiago no tuvieron que ver con la conformación de grupos paramilitares.

De hecho, la Corte recuerda que para tumbar el archivo de la investigación contra Cepeda y la compulsa de copias contra Uribe, abogados del ex presidente han presentado videos y cartas de testigos favorables al ex presidente.

La segunda prueba es una denuncia de Reinaldo Villalba, el abogado de Iván Cepeda, que le contó a la Corte el 22 de febrero que había un plan para que Monsalve se retractara.

Las siguientes son notas de voz que le envió alias Caliche a Monsalve, en las que le explica que Prada le pidió que le ayudara a conseguir un video de retractación de Monsalve.

También tiene videos de una reunión de Monsalve con Cadena y el abogado Enrique Pardo Hasche, quien es amigo de Monsalve. Los dos abogados intentan convencer al testigo de retractarse.

Además, tiene la grabación de conversaciones de Cadena que apuntan a que el abogado contactó a la ex fiscal Hilda Jeannette Farfán Niño, capturada en un proceso que no tiene relación con Uribe, y que ella le había prometido aportar información que demostraría un supuesto complot del ex fiscal general Eduardo Montealegre contra Santiago Uribe a cambio de que la cambiaran de cárcel.

 

3

¿Qué relación tiene el caso con Santiago Uribe?

El resultado de la indagatoria de Uribe no tiene ninguna relación directa con el juicio contra su hermano Santiago por su supuesta participación en el grupo paramilitar llamado los 12 Apóstoles en el nordeste antioqueño. Por eso, si alguno sale mal librado, no significa que el otro también, ni lo contrario.

Lo mismo ocurre con otras investigaciones contra el mismo Álvaro Uribe, como las de haber participado presuntamente en la muerte de Pedro Juan Moreno según dijo el narcotraficante y paramilitar alias Don Mario, o la de no haber hecho nada para evitar las masacres de La Granja y el Aro cuando era gobernador de Antioquia.

Eso se debe a que una cosa es ser responsable de manipular testigos en febrero para tumbar la compulsa de copias y revivir la denuncia contra Cepeda, otra serlo de otra manipulación aparte hecha para sostener esa acusación contra Cepeda, y otra más serlo por alguna de las cosas por las que ha sido denunciado.

Sin embargo, esos casos sí están indirectamente relacionados en la medida en que todos provienen de las viejas denuncias contra Uribe y su hermano Santiago de haber tenido relación con paramilitares, y por eso en muchas ocasiones se repiten algunos protagonistas y sobre todo algunos testigos.

La denuncia de Uribe contra Cepeda esencialmente decía que el senador del Polo había manipulado testigos para sustentar esas denuncias, especialmente la de la fundación del Bloque Metro. Por eso, si prosperaba podría haber debilitado el caso de la Fiscalía contra Santiago Uribe, y sin duda, habría fortalecido la percepción de que había una persecución política contra el ex presidente y su hermano.

 

4

¿Quiénes son los magistrados que lo procesan?

A pesar de que uribistas de a pie o de alto perfil como el senador José Obdulio Gaviria han señalado a la Corte de ser la misma que chocó con Uribe cuando era presidente, los tres magistrados que lo llamaron a indagatoria no eran titulares en ese entonces.Y aunque dos trabajaban allí, no tienen fama de ser antiuribistas.

El ponente y presidente de la Sala Penal, José Luis Barceló Camacho, es un abogado de la Universidad Militar Nueva Granada que llegó a la Corte en febrero de 2011, en reemplazo de Jorge Luis Quintero Milanés, y venía de ser magistrado auxiliar de la sala penal.

Tiene un largo recorrido por la rama judicial, con cargos como juez de instrucción criminal (los jueces encargados de llevar los procesos, que fueron reemplazados por los fiscales en 1991), secretario y oficial mayor de juzgado y fiscal, así como asesor de la Procuraduría Delegada para lo Penal.

Tiene fama de ser conservador y de derecha, y de hecho votó a favor de la absolución del coronel Plazas Vega; tampoco fue cercano a la rosca del ‘cartel de la toga’ y con María del Rosario González fue uno de los que votaron contra la reelección de Leonidas Bustos, una de las cabezas de la rosca judicial de la época, como presidente de la Sala Penal.

El presidente de la Corte, Luis Antonio Hernández Barbosa, es un abogado de la Universidad Libre que duró 20 años como magistrado auxiliar y, cuando fue elegido en marzo de 2016, lo era de Barceló.

Arrancó su carrera como escribiente de juzgado a inicios de los años 80, pero creció velozmente en la entonces justicia de instrucción criminal, hasta llegar a ser juez; con la nueva Constitución pasó a ser fiscal y en 1992, en plena lucha contra Pablo Escobar, pasó a ser director de Fiscalías de Medellín. En 1994 ascendió a dirigirlas en Bogotá y en 1995 salió para trabajar en la Corte.

El tercero, Fernando Castro Caballero, es un magistrado percibido como más bien de derecha, por algunos incluso uribista. Llegó a la Corte en diciembre de 2010, en reemplazo de Yesid Ramírez, y en la misma sesión en la que Viviane Morales fue elegida Fiscal General, con la polémica de haber tenido entre sus clientes, como litigante y entre 1999 y 2004, al esmeraldero Víctor Carranza.

Abogado de la Santo Tomás, tuvo una larga carrera en la rama judicial hasta 1999, como juez penal municipal y de circuito, juez civil, magistrado auxiliar de la Corte Suprema, y magistrado de varios tribunales, incluyendo el Tribunal Nacional, máxima instancia de la antigua justicia 'sin rostro', donde estuvo entre 1996 y el fin de ese Tribunal. Fue decano de Derecho de la Universidad Militar Nueva Granada, en 2004.

Cercano a Alejandro Ordóñez (su esposa fue nombrada por el entonces Procurador General en esa entidad, por lo que el magistrado se declaró impedido para votar por la candidatura de Ordóñez para su reelección, aunque al final sí lo hizo), fue uno de los apoyos claves para que la Corte lo ternara a la reelección. Ha sido identificado como uribista, cercano a los militares e incluso “de ultraderecha”.

 

5

¿Qué puede pasar en la indagatoria?

Lo primero es que la defensa de Uribe podrá plantear dos peleas legales antes de entrar en materia.

Una es un conflicto de competencia, alegando que al renunciar Uribe al Senado, la Corte deja de ser competente para procesarlo.

En esa tesis, que ha defendido el penalista Iván Cancino, el caso debería pasar a la Fiscalía y tramitarse por un procedimiento diferente, el acusatorio, pues la Corte sigue usando un procedimiento anterior (el mixto de la Ley 600).

Aunque no es claro que eso sea así, pues la misma Corte ha dicho que no se puede renunciar al cargo para evadir sus investigaciones, ese debate seguramente marcará y enredará la indagatoria.  

En todo caso Uribe, en un trino aceptó que la Corte era la competente para juzgarlo así renunciara por lo cual sería incoherente que su defensa planteara algo diferente.

La otra es que, como ya han argumentado algunos, el proceso debe tener doble instancia y por eso debe volver a iniciar en manos de la nueva sala especial de instrucción, encargada de la investigación de las personas con fuero, incluyendo a los congresistas como Uribe y Prada.

En principio eso solo ocurrirá cuando se posesionen los magistrados de esa sala de instrucción, cosa que todavía no ha ocurrido, pero que podría empezar a ocurrir mientras ocurre la indagatoria (no falta mucho pues ya se posesionaron dos magistrados de la sala especial de primera instancia, que adelantará los juicios, una etapa más avanzada de los procesos, de los aforados).

Si nada cambia con esos dos debates, ocurrirá lo segundo: a partir de las preguntas que le haga a Uribe, la Corte destapará parte de sus cartas.

La indagatoria, que ya no existe en el procedimiento acusatorio pero sí en el procedimiento que funciona en la Corte, está pensada para ser una oportunidad para la defensa, en la que los magistrados deben hacer todas las preguntas que necesitan para saber si siguen con la investigación o no.

En esa medida, debe preguntar por todos los hechos por los que eventualmente acuse a Uribe, y por eso se sabrá de forma más precisa cuáles son los hechos que investiga.

Lo tercero que ocurrirá es que se sabrá si la Corte tiene las pruebas y el arrojo para capturar a un ex presidente.

Como en el procedimiento que aplica ante ella puede ordenar la captura directamente (en el procedimiento normal un Fiscal debe obtener el visto bueno de un juez de control de garantías), esa posibilidad no es descabellada y de hecho en otros casos como el de Álvaro Ashton, Aída Merlano o Bernardo ‘Ñoño’ Elías, ha ordenado la captura desde antes, algo que también puede hacer.

Si la Corte decide detener preventivamente a Uribe, seguramente se desencadenará un terremoto político.

Si no lo hace el proceso seguirá avanzando con la recopilación de más pruebas, hasta saber si decide llevarlo a juicio, algo que puede tardar varios meses o incluso años.

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Álvaro Uribe Vélez

Álvaro Uribe Vélez

Ex presidente de la República y Senador

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Las seis cosas que hizo la bancada del Pacífico por la región

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Ayer Nairo Quintana ganó la etapa 17 del Tour de Francia, mientras tanto La Silla Pacífico le trae las siguientes historias

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‘El Caribe es una región discriminada’: Adolfo Meisel

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Excodirector del Banco de la República desde 2013 y uno de los economistas más importantes del país, Adolfo Meisel Roca ratificó su condición de pensador y respetada voz del Caribe el año pasado con el lanzamiento de la iniciativa Casa Grande Caribe, que lideró desde el Banco para superar la pobreza extrema en la región.

Como lo contamos en su momento, se trata de un proyecto que, desde lo técnico y sin intereses políticos, propone medidas concretas para superar los rezagos en las condiciones de vida con relación al resto de Colombia y pensar en una verdadera transformación de la Costa.

Sobre eso y sus retos como nuevo rector de la Universidad del Norte, la más importante de la región, habló con La Silla Caribe.

La Silla Caribe: ¿Cómo ha sido este ya casi primer mes de aterrizaje en la UniNorte?

Adolfo Meisel: Sigo enculebrado, me estoy metiendo en muchas cosas porque realmente esta es una organización muy grande, entonces ahí vamos. Ayer, por ejemplo, conocí unas áreas que aún no conocía, como las cafeterías, y estuve en la parte donde enseñan preescolar.

La Silla Caribe: ¿Qué tan diferente es eso a codirigir el Banco de la República?

Adolfo Meisel: Bueno, lo otro es muy especializado, muy técnico, a veces hipertécnico, mientras lo de la universidad es una cosa muy variada. Un día recibo a un directivo de una universidad norteamericana, otro me reúno con unos estudiantes, más adelante me toca hablar de música, o de infraestructura, entonces hay de todo, cosas todas que me interesan. Es siempre atractivo.

La Silla Caribe: ¿Va a dictar clases?

Adolfo Meisel: Voy a dictar clases, este semestre decidí que no para no poner todo a la vez, pero voy a dictar lo que siempre dicto yo que es Historia económica.

La Silla Caribe: En un acto que de alguna manera marca el arranque de su periodo como rector, este 13 de agosto usted va a dictar una conferencia sobre liderazgo y futuro del Caribe. Ese tema pasa por Casa Grande Caribe, ¿cómo va a conectar esa iniciativa con sus nuevas funciones en la UniNorte? Sobre todo teniendo en cuenta que usted ha dicho que uno de los problemas de la región es que los sectores político, empresarial y académico no están conectados.

Adolfo Meisel: Sí, esa conferencia es el primer evento en el que voy a estar con toda la comunidad universitaria. Lo que hemos visto en los distintos estudios que hemos hecho es que, cuando uno habla de lo que se necesita para solucionar los problemas del Caribe, el inconveniente más grande no es el de los recursos porque esos son posibles de conseguir con la Nación y con lo de los entes territoriales. El problema más grande es de voluntad y de liderazgo, entonces el reto principal es ayudar a generar eso.

Lo que estoy pensando desde la universidad es convocar un grupo de personas de los ocho departamentos que estén interesadas en los temas regionales, una mezcla de gente que tenga alguna trayectoria y muchos jóvenes con entusiasmo, y hacer una red. Ese grupo, que no sería exclusivo de la universidad, sería de 20 ó 25 miembros y tendría como agenda la de Casa Grande Caribe, pero sería básicamente para pensar los temas de la región. Justamente el nombre que quiero ponerle es iniciativa Casa Grande Caribe. Es para reunirnos a dialogar porque no hay esos espacios. En ese sentido contrastamos mucho con lo que pasa en Antioquia.

La Silla Caribe: ¿Cómo así?

Adolfo Meisel: Antioquia cuenta con Proantioquia, un ente que ha sido un catalizador y un generador de capital social muy importante, en el que todo el departamento, su dirigencia política, empresarial, académica, se moviliza en torno a temas que son fundamentales para el desarrollo a largo plazo de esa región. No tenemos algo así aquí en el Caribe. La red que propongo crear tendría que tener una agenda dinámica y que se concrete, es decir, que tenga algún tipo de victorias.

Hay un sesgo claro. Cada vez que un político de la Costa está involucrado en un escándalo de corrupción le dicen el origen regional. Pero cuando un político bogotano, como Samuel Moreno, termina preso, nadie se refiere a él como “el bogotano”.

Adolfo Meisel.

La Silla Caribe: Eso le iba a decir: Casa Grande Caribe ya hizo un diagnóstico. Más allá de éste, ¿cuáles son los pasos inmediatos a seguir para arrancar por fin la transformación hacia un mejor Caribe, que supere sus brechas sociales, que alcance victorias?

Adolfo Meisel: Yo diría que, con respecto a otros estudios que se han hecho, una de las ventajas de Casa Grande Caribe es que le puso números a la solución: solucionar el problema de la pobreza extrema en la región vale 16.500 millones de dólares y se puede financiar de unas maneras concretas. Hecho eso, lo primero es convencer a la gente de que esto es importante y de que hay que exigirlo a los gobernantes.

La Silla Caribe: El pacto de la Casa Grande incluye un punto que consiste en que para la segunda vuelta presidencial había que convocar a los dos candidatos que pasaran a un debate para socializar con ellos la propuesta. ¿Eso por qué no se logró?

Adolfo Meisel: A través de El Heraldo se hizo la invitación a los dos candidatos a una tertulia sobre la Casa Grande Caribe, pero no se pudo concretar, la campaña fue corta realmente. Yo todavía estaba en el Banco de la República y preferí que fuera el periódico el que invitara para no involucrarme directamente con los candidatos y que se interpretara que estaba haciendo política. Pero todo el material se les envió y sé que todos, incluyendo los candidatos de la primera vuelta, tienen conocimiento de la iniciativa.

Lo que sí logramos fue entregarle la iniciativa al actual director de Planeación Nacional y que él la incluyera en un documento que ellos preparan y que son las bases para el próximo Plan de Desarrollo. Tengo que hacerle seguimiento a eso con la que va a ser la nueva directora de Planeación (Gloria Alonso), a quien conozco y con quien tengo una relación profesional de muchos años, ya que ella fue funcionaria de carrera del Banco de la República.

La Silla Caribe: Justamente, dos de los pasos clave de la propuesta de inversión de Casa Grande es lograr que ésta se incluya en el próximo Plan Nacional de Desarrollo y que además haya una reforma a la Ley de Regalías, que facilite el uso de estos recursos. ¿Qué tan fácil será hacer esto con el presidente electo Iván Duque?

Adolfo Meisel: Yo entiendo que él (Duque) mencionó lo de la Casa Grande Caribe, no preciso en dónde, varios candidatos lo mencionaron. Hay que insistir. Pero no sólo para que esté en el Plan de Desarrollo del Gobierno Nacional, sino también en los de los próximos gobiernos locales, que se eligen en 2019. Hay que convencer sobre todo a los candidatos de las grandes ciudades, en donde están los problemas más grandes en tamaño de pobreza. Por ejemplo, lo de Cartagena y Santa Marta es crítico.

La Silla Caribe: ¿Cómo crítico?

Adolfo Meisel: Tenemos unos estudios puntuales sobre la pobreza en Cartagena y Santa Marta. Yo creo que de las grandes ciudades esos son los dos casos más preocupantes en términos de pobreza en el Caribe. Lo de Santa Marta fue una sorpresa. Yo hice el documento, está en la página web del Banco de la República y se llama ‘La pobreza en Santa Marta, los estragos del bien’. Ahí mostramos que esa ciudad está peor que Cartagena. Entre las principales 23 ciudades de Colombia, Santa Marta está de última o de penúltima en muchos indicadores, compitiendo con Quibdó, muchas veces peor que Quibdó. No me lo esperaba.

La Silla Caribe: ¿Cuál es la explicación a eso?

Adolfo Meisel: Fundamentalmente, hubo una avalancha de desplazados por el conflicto. En términos absolutos, la tercera ciudad de Colombia en recibir desplazados fue Santa Marta, junto a Bogotá y Medellín. El impacto fue mucho mayor ahí por ser más pequeña, y pues además porque, por otro lado, el Estado no respondió. Es una pobreza reciente que no estaba hace 25 ó 30 años, personas que viven en los cerros sin siquiera agua. Los samarios no lo tenían tan presente y, de hecho, no cayó bien el estudio en la Administración. Me preguntaba alguien que quién es el culpable y yo respondía: a mí no me interesa quién es el culpable, sino cómo se va a solucionar esto.

La Silla Caribe: Más allá de Santa Marta y Cartagena, ¿cuál es la explicación simple al hecho de que en general el Caribe tenga tanto rezago en las condiciones de vida en comparación con el resto del país?

Adolfo Meisel: Hay un legado histórico. La pobreza de la Costa viene del periodo colonial, esta fue una región muy excluyente, la estructura social fundamental de la zona rural fue la hacienda, entonces había un campesinado empobrecido sin acceso a la tierra y unas grandes concentraciones de terrenos y esclavitud. La herencia de eso es una pobreza rural que todavía tenemos. Muchas de esas personas emigraron a las zonas urbanas, entonces esta ha sido desde siempre una región muy desigual, el peso de la historia está ahí. Pero la historia se puede enderezar. No lo hemos hecho porque no ha habido el interés.

Por ejemplo, para la celebración de los 500 años de Cartagena ese debería ser el tema, no hacer una estatua más grande para Pedro de Heredia, sino un plan para que la gente que está en la peor situación allí tenga lo vital: agua, vías, colegios. Esa sería la mejor manera de celebrar los 500 años, no con fuegos artificiales y venida del Rey y no se qué.

La Silla Caribe: ¿Qué tanto se debe esta pobreza extrema Caribe al centralismo?

Adolfo Meisel: El centralismo también tiene que ver, por supuesto, y ese es uno de los temas que voy a hablar en la conferencia del 13 de agosto. La Costa desde los inicios de la República ha sido víctima del centralismo, por el acceso limitado a los recursos, pero también por otra forma perversa del centralismo.

Necesitamos una dirigencia con autoridad moral para imponerse, para exigir, para defender lo que le corresponde a la región. 

Adolfo Meisel.

La Silla Caribe: ¿Cuál?

Adolfo Meisel: Una actitud displicente del centro hacia la región, que tiene que ver con que concilian muchas veces con lo peor de la política local. James Robinson dice que hay una especie de pacto del centro con la periferia, en el que la periferia apoya políticamente al centro a cambio de que el centro deje tranquila a la dirigencia de la periferia para que haga lo que quiera.

La Silla Caribe: Claro, y ejemplos hay muchos, como los llamados Ñoños...

Adolfo Meisel: Infortunadamente sí, más de los que uno quisiera.

La Silla Caribe: Una dirigencia política a la que además no siempre le sirven las relaciones estrechas con el poder central. Por ejemplo, esta semana en La Silla Caribe contamos que la Bancada Caribe de 65 congresistas que tuvimos estos cuatro años no hizo casi nada por la región. ¿Cómo cambiar eso?

Adolfo Meisel: Yo creo que ellos deben tener una agenda y a eso podemos contribuir desde la academia y con iniciativas como Casa Grande Caribe. En eso también dan ejemplo los antioqueños, que suelen tener proyectos estudiados y preparados. Nosotros acá a veces salimos con unas iniciativas que no tienen ni pies ni cabeza y que Planeación por eso descarta enseguida. Eso es puro capital social: la capacidad de trabajar juntos la dirigencia política, la dirigencia empresarial, los académicos, los periodistas, los profesionales, en torno a intereses colectivos.

Mira que siempre que preguntan cuáles son las prioridades de la Costa se habla de obras de infraestructura y eso es apenas una parte. Por esa vía, se hacen obras de infraestructura que a veces son elefantes blancos. Pero nadie dice: erradiquemos la desnutrición en el Caribe colombiano que afecta las capacidades intelectuales y físicas de las personas y que no cuesta demasiado solucionar.

La Silla Caribe: Lo que sucede es que esa agenda social no le interesa a una dirigencia política que accede al poder vía la mercantilización del voto y vía el clientelismo, ¿no? A muchos políticos lo que les conviene es que esas necesidades sean eternas para que sus clientelas sigan dependiendo de ellos.

Adolfo Meisel:: Bueno, pero en la medida en que los ciudadanos exijamos que eso, ellos tendrán que apoyar esas iniciativas.

La Silla Caribe: ¿Se puede modernizar la política en la región o estamos condenados?

Adolfo Meisel: Yo creo que uno nunca está condenado y no estoy diciendo que transformemos la política 100 por ciento porque la política tiene sus lógicas. Aquí y en cualquier lado los políticos tienen intereses a corto plazo. Si un político dice: “Vamos a erradicar la desnutrición”, el beneficio de eso se ve en 50 años cuando ya ese político no está vigente. Un político honesto y comprometido que promueva eso no llega a ningún lado.

Frente a eso lo que tenemos que hacer es contribuir a que exista una ciudadanía que valore esos esfuerzos para que eso cambie y se premie a esa dirigencia. Hay que empoderar a la ciudadanía, promover cosas elementales como que nadie venda el voto, eso lo podemos lograr. Yo creo que la gente no es tonta, hay ocasiones en las que el electorado se entusiasma y vota por opciones buenas y es capaz de derrotar a las maquinarias, lo hemos visto a nivel nacional y también local. En la Costa hay voto de opinión.

La Silla Caribe: Lo acabamos de demostrar en estas presidenciales...

Adolfo Meisel: Exactamente. Eso fue voto de opinión, no de maquinarias. Hay una gente joven entusiasmada, a esa gente joven hay que llegarle con argumentos.

La Silla Caribe: ¿Es cierta la percepción de que en el Caribe son los políticos más corruptos que en el resto del país?

Adolfo Meisel: Hay mucha corrupción en la Costa, pero yo no estoy tan seguro de que haya diferencia con el resto del país. No hay evidencia empírica. Quien me diga que hay más corrupción en la Costa que me muestre la evidencia, no la hay. Es pura evidencia circunstancial, pero nadie tiene la cifra de eso porque no está cuantificado. Los estudios que se hacen sobre corrupción se hacen sobre percepción y la percepción es sesgada por todos los estereotipos. No sabemos si eso es cierto.

La Silla Caribe: ¿A qué se debe esa percepción?

Adolfo Meisel: Hay un sesgo claro. Cada vez que un político de la Costa está involucrado en un escándalo de corrupción le dicen el origen regional. Pero cuando un político bogotano, como Samuel Moreno, termina preso, nadie se refiere a él como “el bogotano”. Y así en todo. Ahora que han nombrado a los nuevos ministros, cada vez que uno es costeño le resaltan que es costeño. Pero cuando es bogotano no suelen decir que es de allá.

La Silla Caribe: ¿Eso por qué pasa?

Adolfo Meisel: Porque somos diferentes, somos el otro. Es lo normal en cualquier proceso de discriminación. Somos una región discriminada y entonces nos pasa lo que les pasa a los afro, a los gay, a los judíos, a cualquier grupo discriminado.

La Silla Caribe: ¿En qué consiste esa discriminación?

Adolfo Meisel: Nació cuando nació el país y tiene que ver con que somos diferentes, porque hablamos diferente, porque somos lo que es distinto. Yo entré al Banco de la República hace 31 años (en Bogotá)  y en ese momento no había nadie en el piso de investigación económica que fuera costeño. Nunca habían visto los mensajeros a un costeño. Y se burlaban de mí. Ahora no se burlan en mi cara, hoy en día ya no es exótico, ha habido cambios. Y no creo que sea exclusivo con el Caribe, es en general con toda la periferia y los indígenas, los afro, las mujeres. En este país estamos llenos de discriminaciones, de desigualdad. Tenemos que eliminarlo.

La Silla Caribe: ¿Cómo?

Adolfo Meisel: Con autoridad moral. Alguna vez Gandhi dijo: “La única manera en que podemos negociar con los ingleses, siendo ellos más fuertes que nosotros, es tener autoridad moral”. Entonces si uno está en una posición de desventaja para poder negociar tiene que tener autoridad moral, eso es importante. Uno no puede salir a decir que no hay evidencia de que haya más corrupción en la Costa que en el resto del país si no tiene autoridad moral. Necesitamos una dirigencia con autoridad moral para imponerse, para exigir, para defender lo que le corresponde a la región.

La Silla Caribe: Hablemos de eso de la autoridad moral y de nuevos liderazgos más allá de los políticos. ¿Cómo fomentarlos?

Adolfo Meisel: Eso está inventado: dándoles visibilidad. Porque en todos lados hay liderazgos, el liderazgo no es que nace en Bogotá porque cuando hay menos oxígeno la gente es más líder. Yo creo que uno va a cualquier vereda, cualquier barrio, de Colombia, interactúa con la gente un rato y se da cuenta que hay ahí líderes naturales. Hay que desarrollarlos. Por ejemplo, Paula Marcela Moreno (exministra de Cultura) tiene un programa para liderazgo de mujeres que fortalece la democracia. Una vez me invitó a hablarle a un grupo en Cartagena y luego a la graduación y pude ver la transformación: líderes de barrio que aprendieron a hablar en público, aumentaron su autoestima y adquirieron conocimientos. Eso se puede.

La Silla Caribe: ¿Cómo hacerlo desde la universidad?

Adolfo Meisel: Estoy pensando en que desde aquí trabajemos para que todos los profesionales de la universidad, no sólo un grupito, tengan capacidades de liderazgo.

El regionalismo no es malo, su definición exacta es propender por los intereses de una región. En el caso del Caribe eso es muy importante porque somos una región con unos niveles muy altos de pobreza. 

Adolfo Meisel.

La Silla Caribe: Al hablar de una agenda y de liderazgos de región, es inevitable preguntarse si verdaderamente los habitantes del Caribe se sienten parte de una región. Hay gente que, por ejemplo, ni siquiera sabe que somos ocho departamentos. ¿Cómo estamos en el reto de construir región?

Adolfo Meisel: Las regiones se inventan como las naciones, son construcciones sociales y es bueno inventarlas porque la gente necesita unas identidades colectivas. Yo creo mucho en las redes. Por ejemplo, ¿uno cuándo se vuelve costeño? Yo crecí entre Cartagena y Barranquilla, me sentía de ambas ciudades, pero costeño me vine a sentir cuando me fui para Bogotá. ¿Por qué? Porque uno ahí adquiere esa identidad y además allá por lo general es donde uno por primera vez empieza a interactuar con vallenatos, con monterianos, con gente de toda la región. Entonces, uno necesita esos espacios de diálogo, redes, hacer amigos, interactuar, esa es la región.

La Silla Caribe: ¿Hoy somos región, más allá de lo obvio?

Adolfo Meisel: Sí, no tengo la menor duda. Es más, en Colombia hay claramente dos regiones: Antioquia y la Costa Caribe. Antioquia tiene la ventaja de ser un solo departamento, con sus instituciones concentradas ahí. Aunque hay que decir que somos una región cultural, pero no somos una región económica. No hay ninguna relación económica ni política entre el sur de Córdoba y La Guajira, por ejemplo. Pero sí hay ese sustrato cultural y debemos fortalecerlo a través de las lecturas, de los referentes. Yo digo que la Costa llega hasta donde llega el vallenato, suena chiste pero es verdad.

La Silla Caribe: En un mundo tan globalizado, en el que además estamos es rompiendo fronteras, ¿por qué es importante crear región? ¿Cómo no caer en un regionalismo improductivo?

Adolfo Meisel: El regionalismo no es malo, su definición exacta es propender por los intereses de una región. En el caso particular del Caribe eso es muy importante porque somos una región con unos niveles muy altos de pobreza. Entonces, la idea es que sirva para acabar con ese gran problema. El día que se acabe la pobreza en el Caribe podemos decir: chévere ser costeño, pero ya no hay que hacer mucho más por la Costa, aunque siempre habrá cosas que hacer. Pero ese creo que es un gran motivo porque de verdad hay gente acá que está en una situación muy triste, con muchas necesidades, y que al nivel de desarrollo que tiene Colombia no tendrían por qué estar en esa situación. No tendría por qué haber hambre en nuestra región.

Uno de los pensadores que más admiro se llama John Rawls, un liberal, él habla de cómo debe ser la justicia en un modelo liberal, y su mensaje de fondo y sencillo es: siempre pensemos en los que están peor. Solucionemos el problema de la gente que está sin agua y desnutrida, después pensamos en cosas más sofisticadas.

La Silla Caribe: ¿Qué tipo de compromiso con la implementación de los Acuerdos de Paz va a impulsar desde la academia?

Adolfo Meisel: El papel desde la academia es el del análisis, participar en él, ilustrarlo con cifras, mostrar dónde están los problemas, visibilizarlos y hacer recomendaciones de política.

La Silla Caribe: Usted ha dicho que el Caribe debería tener más poder a nivel nacional. En ese sentido, ¿cómo le pareció el gabinete de Duque?

Adolfo Meisel: Tres ministros es una buena participación, me hubiera gustado ver un ministro de Hacienda costeño. Bueno, Jonathan Malagón (designado ministro de Vivienda) es un muchacho joven, con mucho potencial, ojalá algún día sea ministro de Hacienda.

La Silla Caribe: Usted iba a ser ministro de Hacienda si ganaba Sergio Fajardo, él lo dijo…

Adolfo Meisel: Pero ya tienen que venir las nuevas generaciones, la renovación del liderazgo.

La Silla Caribe: ¿Cuáles son su sueños para cuando deje la UniNorte y con Casa Grande?

Adolfo Meisel: Cuando me vaya de aquí, quiero que esta universidad sea una de las mejores del país, que esté en las primeras posiciones y sea la mejor en algunas áreas. Sobre Casa Grande, que avancemos en cerrar la brecha, este es un buen momento para la Costa, pero tenemos un rezago tan grande en capital humano que no va a ser fácil. El reto es subir el nivel de ese capital humano en todos los niveles y ojalá aquí en la universidad podamos lograr influir. Mi sueño personal es en algún momento parar de trabajar y sentarme a leer en una mecedora.

Adolfo Meisel. Foto: Laura Ardila
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En la ley de sometimiento de Santos no cabe Medellín

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La ley con la que el presidente Juan Manuel Santos cierra el mandato de la paz está hecha a la medida de la forma en que se puede someter el grupo armado que más dolores de cabeza le genera, el Clan del Golfo.

Pero para los combos, el principal dolor de cabeza de Medellín, que según la Alcaldía suman unos 5 mil jóvenes y han causado el 58 por ciento de los homicidios de este año según el Sistema de Información para la Seguridad y la Convivencia, esa ley no solo no les sirve, como dijo el Ministro de Defensa, sino que les cierra las puertas si se quieren someter por aparte, algo que también puede afectar a las bandas locales en otras ciudades, como ‘la Cordillera’ en Pereira, las oficinas de cobro en Cali o ‘Los Costeños’ en Barranquilla.

Un sometimiento a la medida de ‘Otoniel’

La llamada Ley de Sometimiento Colectivo, según le dijo a La Silla un alto funcionario del Ministerio de Defensa, salió de un diálogo ya avanzado entre el Gobierno y el Clan del Golfo.

Su cabeza, Dairo Antonio Úsuga alias Otoniel, pidió cacao hace casi un año para “acogerse a la justicia y suspender todas las actividades ilegales de la organización”. Lo hizo cuando ya estaba en marcha la operación Agamenón, exclusiva para combatirlos y que los ha reducido a la mitad de lo que eran hace cinco años.

El Gobierno espera, nos dijo esa alta fuente, que en los próximos días esa ley empiece a dar frutos. “La Fiscalía, el Inpec, la Fuerza Pública, los involucrados en el proceso estamos listos. Si se cumplen las condiciones, todos nos activamos”, explicó.

Santos impulsó la ley, que presentó en el Congreso para cumplir el punto 3.4.13 del Acuerdo Final de La Habana, en el que el Gobierno se compromete a “presentar un proyecto de ley para promover el sometimiento o acogimiento a la justicia de las organizaciones criminales”.

Lo que hace la ley es crear unas condiciones favorables para la rendición de grupos que el Consejo Nacional de Seguridad, del mismo Gobierno, clasifique como Grupos Armados Organizados. Entre esas condiciones están rebajas de penas entre un 30 y un 50 por ciento, reclusión en colonias penales agrícolas y programas especiales de reintegración, aunque en ningún caso impide la extradición.

Según la ley, solo son GAO los que tengan un mando claro y jerarquía, que controlen un territorio, y que hayan adquirido la capacidad de ejercer violencia frecuentemente contra el Estado y la población civil con incidencia nacional.

A esos requisitos, el Consejo de Seguridad Nacional, en el que se sientan el Presidente, cinco ministros, la Alta Consejería para el Posconflicto, el Departamento Administrativo de la Presidencia, el Ejército, la Dirección Nacional de Inteligencia y la Policía, ha adicionado que deben tener mínimo 15 miembros.

Por eso hoy caben grupos de uniforme y armas largas como las disidencias de las Farc, los Puntilleros en los Llanos Orientales, las disidencias del EPL en el Catatumbo, e incluso el ELN, si lo prefiere al proceso de paz que está andando.

Pero como el Gobierno cambiará en diez días, el nuevo presidente, Iván Duque, podría levantar ese requisito, que deja por fuera a pequeñas bandas como los más de 200 combos que azotan de Medellín. No sería raro que lo haga porque en su partido, en cabeza de la senadora Paola Holguín, lleva insistiendo más de un año en una ley en la que quepan esos combos.

La llamada Oficina de Envigado, que reúne la mayor parte de los combos de Medellín, no clasificaría porque, según cuatro expertos consultados por La Silla, es un conjunto de alrededor de 250 bandas y combos que no tienen un solo jefe -después de la extradición de don Berna- y se dedican a hacer trabajos sicariales, lavar plata, a distribuir, vender o incluso traficar droga y a monopolizar la venta de arepas o de gaseosa en territorios pequeños como cuadras, barrios o esquinas.

Como no tienen un mando central, se disputan el territorio para hacer esas ‘vueltas’ y se pelean nuevas jefaturas, lo que, como contamos, sería el principal motivo de que se esté desatando la violencia en Medellín hasta el punto de que, por ejemplo, ya van dos conductores de bus asesinados en un mes.

Algunas de esas bandas tienen vínculos con el Clan del Golfo en el occidente de la ciudad, pues son las que les guardan las armas, venden la droga que producen o cuidan las rutas urbanas, pero, según el sociólogo experto en crimen organizado, Hugo Acero, a las oficinas de cobro no las afectaría ese sometimiento, siempre y cuando sigan teniendo clientes y plazas para seguir activos pues, como explica el tanque de pensamiento de crimen organizado Insight Crime, la Oficina es “una red de proveedores de servicios y subcontratistas involucrados en todo, desde el lavado de dinero y el comercio internacional de cocaína, hasta la venta de drogas a nivel local y la microextorsión".

 

El problema es que incluso en ese caso, la ley pone en riesgo la forma en la que tradicionalmente se ha logrado negociar con bandas en la capital antioqueña, y no es claro que haya una alternativa.

Lo que había, en el limbo

Un abogado penalista que ha asesorado miembros de combos de Medellín le dijo a La Silla Paisa es que la principal duda frente a la nueva ley es que aunque hay bandas que quieren someterse, no tienen forma de hacerlo porque “los que defienden bandidos se pueden meter en líos”.

El problema son los intermediarios, porque la ley crea un nuevo delito, llamado Asesoramiento a Grupos Delictivos Organizados y Grupos Armados Organizados que temen que la justicia les termine aplicando a ellos.

El artículo dice “El que ofrezca, preste o facilite conocimientos jurídicos, contables, técnicos o científicos, ya sea de manera ocasional o permanente, remunerados o no, con el propósito de servir o contribuir a los fines ilícitos de Grupos Delictivos Organizados y Grupos Armados Organizados, incurrirá por esta sola conducta en prisión de seis (6) a diez (10) años e inhabilidad para el ejercicio de la profesión, arte, oficio, industria o comercio por veinte (20) años”. 

Aunque aclara que si es por defensa técnica (es decir, penalistas que los defiendan) no se aplica, el abogado debe demostrar que le pagaron con recursos lícitos. Eso, dice el penalista que los ha asesorado, mete en una zona gris a los asesores que han sido fundamentales en los procesos locales de entrega, como los que se han dado en Medellín con el municipio después de la desmovilización de los bloques paramilitares Cacique Nutibara y Héroes de Granada en 2005.

Por ejemplo, en 2010 -en el pico de la cifra de homicidios desde la desmovilización de las AUC por la disputa de las dos facciones de la Oficina, la de ‘Sebastián’ y ‘Valenciano’- un grupo de civiles llamados “los notables” se sentaron a conversar con representantes de bandas adscritas a la Oficina, y lograron una tregua temporal entre ellos. Otro caso se dio en 2016, cuando ocho integrantes de combos se entregaron a cambio de beneficios jurídicos con asesoría de abogados.

En esa preocupación coincide Jorge Gaviria, exasesor de Gustavo Villegas, el condenado secretario de Seguridad de la Alcaldía de Medellín que estaba planeando el sometimiento de integrantes de la Oficina, y quien también estuvo a cargo de la desmovilización de los 870 miembros de las AUC durante las alcaldías de Sergio Fajardo y Alonso Salazar. “La ley habla de que cualquier persona que preste asesoría podría estar inmersa. Es como si el Gobierno le estuviera diciendo a la gente: ‘No se meta. Esto yo lo hago solo’”, nos dijo Gaviria.

Según su experiencia, los asesores que han estado detrás de desvinculaciones de grupos armados en la ciudad no son solo abogados, sino líderes comunitarios, defensores de derechos humanos y la Iglesia.

Cuenta que son personas que conocen de toda la vida a los miembros de los grupos criminales. Se les acercan, conversan con ellos, y después de tejer una relación de mucho tiempo, los convencen de salirse y acogerse al Código Penal, que da beneficios por entregarse. Esa cercanía, según nuestras fuentes, funciona más que un delegado oficial del Gobierno a quien los integrantes de los combos no conocen.

Así lo explica un miembro del equipo de ‘notables’ que gestionó la tregua de 2010: “El trabajo para desmovilizar es de punto, cadeneta, punto. Con ellos hay que tomarse un tinto, llevarles regalitos, tutearlos, no ‘bandidizarlos’. Si uno llega como un oficial, queda marcado como un sapo”.

Nos contó que la tregua entre los grupos de ‘Valenciano’ y ‘Sebastián’ se desbarató justo cuando el alcalde de entonces, Alonso Salazar, reveló quiénes eran los que estaban conversando con los miembros de los combos. “Probablemente habríamos tenido sometimiento, sin necesidad de Ley de Sometimiento”, resume.

Si esos intermediarios sienten que la ley de sometimiento puede terminar con ellos en la cárcel, probablemente se queden quietos. Y por eso puede que el Clan del Golfo termine firmando el sometimiento, en grupos o en masa, e incluso con sus jefes extraditados, como permite la ley.

Pero en Medellín, por ahora, el sometimiento tiene las puertas cerradas.

Foto: Secretaría de Seguridad y Convivencia de Medellín.
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La cuesta arriba de la Consulta Anticorrupción

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A un mes para que la Consulta Anticorrupción se mida en las urnas, el apoyo de los partidos que la avalaron por unanimidad en el Senado no se ha visto y los 40 comités inscritos para hacerle campaña apenas arrancan.

Solo los congresistas de oposición (verdes, Polo y ‘Decentes’) están haciendo campaña para conseguir los más de 12 millones de votos que necesita para pasar el umbral, y de los otros partidos solo los conservadores y el Centro Democrático tienen la intención de moverse.

Eso pone un gran interrogante sobre la consulta pues para el plebiscito de hace dos años,  la campaña no solo la movieron 281 comités promotores durante tres semanas, sino que el Gobierno y la maquinaria de la mayoría de los partidos, además de muchos cacaos y medios de comunicación, llevaban más tiempo impulsándolo, y era sin duda el gran tema político del momento.

Con todo y eso, el Sí solo sacó 6.361.762 votos.

Por eso, los que la promueven confían en que todos los partidos le hagan campaña, que la iniciativa logre aglutinar a diferentes sectores políticos e ideológicos como sucedió en el Congreso y que la ciudadanía se apropie y mande un mandato contundente a la clase política contra la corrupción.

Para lograrlo, ya tienen todo listo para empezar su campaña, que será corta y hasta ahora va a empezar.

El despegue de los firmes

El Polo, Colombia Humana y el Partido Verde inscribieron comités nacionales para promover el Sí. Se están moviendo a través de sus estructuras en las regiones y ahora que se instaló el Congreso los parlamentarios saldrán a promover la Consulta en medios, en foros y en las calles.

Todos van para el mismo lado, pero están trabajando por bancadas.

Desde los verdes, la exsenadora Claudia López y la senadora Angélica Lozano lideran la campaña.

 

La movida se basará en el trabajo de voluntarios y se enfocará sobre todo en redes sociales. Para las acciones en calle, el volanteo y los foros, los comités promotores que vienen de estos partidos políticos se apalancarán de sus estructuras y la impulsarán con recursos propios.

López, que ya salió del Congreso, está a la cabeza de la campaña ciudadana. También está encargada de buscar líderes de opinión y de conseguir recursos para materiales y para promocionarla en medios de comunicación. De su equipo le contaron a La Silla que ha sido difícil encontrar financiación.

Mientras tanto ya hay grupos de voluntarios haciendo pedagogía sobre la consulta en diferentes departamentos, algunos con materiales que han llegado de la campaña central, otros hicieron vaca para imprimir las pancartas o han hecho a mano sus materiales.

“En la reunión de partido que tuvimos se dijo que esta será nuestra principal prioridad durante el próximo mes,” le dijo a La Silla la representante verde Juanita Goebertus.

“Estamos activando a las estructuras del partido, concejales, diputados y otros representantes a nivel municipal, departamental y nacional,” explicó el senador verde Antonio Sanguino, representante de uno de los comités de promotores.

“Hemos mantenido un diálogo con gobernadores y alcaldes y esperamos que la Procuraduría se pronuncie en la misma vía del Ministerio del Interior para que no tengan dudas de que los servidores públicos pueden participar en la campaña,” añadió.

Por su lado el senador del mismo partido Jorge Londoño le contó a La Silla que junto con otros parlamentarios de la bancada están planeando hacer una gira por universidades en Boyacá para moverla.

También harán campaña el movimiento de Sergio Fajardo, Compromiso Ciudadano, organizaciones sociales y sindicatos (solo un comité congrega una red de 500 organizaciones y a ellas se han sumado grandes sindicatos como Fecode y la CUT) y algunos de los liberales que se declararon en rebeldía con su partido como Juan Fernando Cristo, Luis Ernesto Gómez y Daniel Quintero.

Los del Polo están organizándose para salir a las calles, los ‘Decentes’ han hecho unas asambleas ciudadanas con voluntarios de la Colombia Humana en las que se están creando los comités de campaña y congresistas como David Racero que empezó desde hace una semana a hacer pedagogía en las calles para explicar los mandatos. Los de Compromiso Ciudadano, se están sumando a los comités de voluntarios en los diferentes municipios y seguirán con la estrategia de Fajardo de recorrer las calles y volantear.

El problema es que esos partidos son relativamente pequeños y los más grandes no están pasando del apoyo en el Congreso a hacer campaña.

De dientes para afuera

Para los senadores de otros partidos era alto el costo en opinión de votar en contra de que se hiciera la consulta, y por eso el 5 de junio las bancadas le dieron su aval por unanimidad, que era el paso previo a ir a las urnas.

Pero de ahí a hacerle campaña activa hay un gran paso, y los réditos políticos de hacerlo no parecen lo suficientemente atractivos. Eso se nota en que, por lo menos por ahora, todos los partidos dicen que la apoyan pero ninguno ha definido en qué se refleja ese respaldo.

Algunos congresistas a título personal han dicho que harán campaña, hacen parte de comités promotores o están pensando cómo la promoverán en sus regiones, como los liberales Guillermo García Realpe y Luis Fernando Velasco o Armando Benedetti, de La U, ni sus partidos ni Cambio Radical han hecho planes de cómo usar sus estructuras para buscar votos.

El Centro Democrático inscribió comité promotor por un acuerdo entre la senadora Paloma Valencia y la senadora Claudia López en el que los uribistas se comprometieron a hacerle campaña en las calles, pero todavía no han arrancado.

De hecho, un excongresista y una senadora uribista con los que hablamos para esta historia no sabían que el comité existía ni tenían claro si el partido iba o no a hacer campaña.

Otro congresista uribista le dijo a La Silla que a varios de sus compañeros no les suena la iniciativa y que no han definido si toda la bancada tendrá que hacer parte de una eventual campaña o si algunos podrán sacarle el cuerpo.  

Eso a pesar de que el presidente electo, Iván Duque, dijo el martes que va a apoyar la Consulta “Creemos que ese debe ser un mensaje para el país”, explicó.

Sin embargo, su mensaje no fue tan contundente pues avisó que se le va a anticipar presentando en el Congreso proyectos que aterricen tres de sus siete mandatos (limitar los periodos de elección de los congresistas, garantizar que haya mayor transparencia en la rendición de cuentas y ampliar los pliegos tipo a otros sectores para que no solo se apliquen a infraestructura), con lo que le quitaría parte del sentido de necesidad a la consulta, pues habría otro camino para lograr parte de sus objetivos.

Por el lado de los conservadores, dos senadores y un exsenador con los que hablamos dijeron que el partido apoyaba la consulta, que está pensando en hacer campaña y que incluso pensaron inscribir un comité promotor, aunque ya se vencieron los términos para hacerlo.

Hoy en reunión del renovado Directorio Nacional decidirán cómo y cuándo actuarán.

Por eso, el panorama del lado de los partidos de la coalición de Gobierno es que no habrá campaña, o muy poca. Y encima hay más nubes en el horizonte.

La cuesta arriba

Al umbral alto y la falta de campaña de los partidos de la coalición de gobierno se suma que el momento político no es el mejor.

Por un lado, no es fácil lograr que salga mucha gente a votar después de seis meses de campaña y tres votaciones. Por otro, la llegada del nuevo gobierno y la renuncia del expresidente Álvaro Uribe al Senado están llenando la agenda pública, lo que le da poco espacio a la consulta.

Además, aunque solo hay un comité inscrito contra la consulta (de un miembro del Partido Conservador de Yopal que apoya la abstención activa), la plata para hacer campaña es poca.

Por último, la contracampaña de los que dicen que no sirve para combatir a la corrupción, que la mayoría de las medidas ya existen, que vale mucho o que es una plataforma política para una eventual aspiración a la Alcaldía de Bogotá de la exsenadora Claudia López, se ha hecho sentir en redes sociales.

“Estamos haciendo pedagogía para responder a los que están haciendo campaña sucia en redes”,  le dijo a La Silla, José Luciano Sanín, representante de uno de los comités promotores y director de Viva la Ciudadanía. "Lo hacen en redes porque no son capaces de salir públicamente a decir que no van a combatir a la corrupción porque el costo político es muy alto.”

Hoy, para rematar, se anunció en medios que Yefferson Dueñas, ex magistrado auxiliar de la Corte Constitucional, demandó ante el Consejo de Estado la iniciativa, argumentando que uno de los mandatos, el de bajar el sueldo de los congresistas es inconstitucional y que las consultas populares no pueden modificar la Constitución.

Hasta ahora, la Consulta ha logrado superar las diferentes varas que ha encontrado, pero la cuesta está empinada.

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El gabinete de Duque visto con lupa

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Con la designación de Silvia Constaín como ministra de TIC, el presidente electo Iván Duque completó el gabinete con el que va a iniciar su gobierno.

Revisamos los perfiles de los directores de Presidencia, Planeación y Prosperidad Social, tres cargos importantes y de rango ministerial, y encontramos que Duque cumplió con la cuota de género que prometió pero no con la de edad, y que el gabinete no solo es poco político sino que incluye personas que trabajaron en cargos importantes con Juan Manuel Santos y que votaron por el Sí, dos puntos de honor para el uribismo. Además, solo nombró cuadro que son caracterizadamente uribista, como se ve en la imagen de arriba.

Con ellos Duque se la jugó sobre todo por personas que entienden la lógica empresarial.

Este es el gabinete:


1 Las mujeres

De los 19 cargos que estudiamos 10 son mujeres, una cifra que muestra que Duque cumplió con su promesa de tener un gabinete con tantas mujeres como hombres. En el gabinete estricto de ministros quedó justo, con 8 de 16.

Además, varias llegaron a cargos de mucho poder, especialmente las dos que son políticas de carrera: la ex congresista y ex presidente del Congreso, Nancy Patricia Gutiérrez, manejará en Interior las relaciones políticas, y la ex senadora uribista Susana Correa estará en el DPS, una entidad de rango ministerial, con un presupuesto abultado, muchos contratistas, presencia en las regiones y programas tan importantes para la política social como Más Familias en Acción.

La tercera con claro peso político, Alicia Arango, llega a Trabajo, una cartera que usualmente es menos poderosa pero que será fundamental para manejar las relaciones con los sindicatos, base tradicional de la izquierda. Eso, en un gobierno que pinta pro empresarios, puede ser una pieza fundamental.

Las demás mujeres del gabinete tienen un perfil más técnico y menos político, aunque curiosamente dos de ellas tenían un perfil muy fuerte para Comercio y terminaron en Transporte (Ángela María Orozco) y TIC (Silvia Constaín).

Otras cuatro en cambio, son reconocidas en los sectores que manejarán.

Es el caso de Gloria María Borrero, que tras manejar durante más de una década la Corporación Excelencia en la Justicia, uno de los más conocidos tanques de pensamiento del área, será Ministra del área; de María Victoria Angulo, que ha sido directora de Empresarios por la Educación y Secretaría de Educación de Bogotá y será Ministra del tema; de María Fernanda Suárez, que pasa de ser vicepresidente de Ecopetrol a ministra de Minas y Energía; y de Gloria Alonso, una técnica de cargos económicos que manejará Planeación.

La última es la designada ministra de Cultura, Carmen Vásquez, que ha sido la más criticada de las mujeres porque no tiene trayectoria en el área, tampoco peso político y no ha sido bienvenida por todos los afrocolombianos a los que se supone que representa, como contamos en su perfil.

2 Los menores de 45 años

Además de la paridad de género, Duque prometió que por lo menos medio gabinete sería de 45 años o menos. No pudo cumplir: solo tres tienen menos de esa edad. Son Jonathan Malagón, quien con solo 33 años estará encargado de Vivienda, María Fernanda Suárez en Minas y María Victoria Angulo en Educación.

Curiosamente solo el primero no viene del sector que manejará, aunque su trayectoria en estudios económicos puede ser útil en un ministerio que en buena medida se dedica a alinear los intereses y necesidades de los compradores de vivienda con las de los constructores.

3 Los que vienen de gremios

Uno de los rasgos comunes más llamativos del gabinete es que mientras hay apenas tres ministros que son políticos de carrera (Nancy Patricia Gutiérrez en Interior; Alicia Arango en Trabajo; y el Canciller, Carlos Holmes Trujillo), seis vienen directamente de trabajar en un gremio.

Eso incluyendo a Gutiérrez, que es las dos cosas, pues era la cabeza de Asomóvil desde 2014, con un breve interludio por su fallida campaña a la Gobernación de Cundinamarca de 2015.

Los otros son Andrés Valencia, que de la dirección del gremio de los avicultores - Fenavi- pasa al Ministerio de Agricultura; Ricardo Lozano, que renunció a dirigir el Centro Nacional del Agua de la Andi para ser ministro de Ambiente; Jonathan Malagón, quien pasa de ser vicepresidente de Asobancaria a ministro de Vivienda; y Guillermo Botero, quien tras dirigir Fenalco durante 15 años será ministro de Defensa; y Angela Orozco, que encabeza del gremio de productores de grasas y aceites -Acegrasas- y llega a Transporte.

Que más de un tercio de los ministros vengan directamente del mundo gremial, muestra que el gobierno probablemente estará atento a las preocupaciones de los empresarios.

Más porque hay otros cuatro (Silvia Constaín de TIC, Juan Pablo Uribe de Salud, María Fernanda Suárez de Minas, y Alberto Carrasquilla de Hacienda) que vienen directamente de cargos directivos empresariales.

4 Los que trabajaron con Andrés Pastrana o Marta Lucía Ramírez

Un dato llamativo, pues muestra una impronta política, es que seis trabajaron en el gobierno de Andrés Pastrana en cargos directivos, y de ellos tres lo hicieron con Marta Lucía Ramírez, la vicepresidente electa.

Esos tres son Ángela María Orozco, quien fue viceministra de Comercio de Ramírez, directora de Proexport y la reemplazó en la cartera en la recta final de gobierno; Andrés Valencia, quien delegado más de la Misión Permanente de Colombia ante la Organización Mundial del Comercio cuando Ramírez era ministra de Comercio, y luego fue coordinador de la negociación del Área de Libre Comercio de las Américas en los ministerios de Ramírez y Orozco; y Silvia Constaín, quien fue directora de inversión extranjera en el ministerio de Comercio con Ramírez y Orozco.

Los otros tres son Carlos Holmes Trujillo, quien fue embajador en Viena y en Moscú; Juan Pablo Uribe, quien fue viceministro de Salud; y el nuevo secretario general de Presidencia, Jorge Mario Eastman, a quien Pastrana tuvo como viceministro de Interior y comisionado de paz adjunto.

 

5 Los que trabajaron con Santos

Uno de los datos que más ha molestado a algunos uribistas es que Duque haya nombrado en su gabinete a personas que tuvieron cargos relevantes en el gobierno Santos. Aunque dos de ellos que no produce resquemores, por su conocido uribismo (Carlos Holmes Trujillo, embajador en Bruselas durante un año, y Alicia Arango, embajadora en Ginebra durante casi tres), los otros sí han dado pie a críticas.

Son Ricardo Lozano, quien fue director del Ideam de los primeros tres años del gobierno Santos; Gloria Alonso, directora de política macro en el ministerio de Hacienda en los primeros dos años (aunque estos dos llegaron a sus cargos en el gobierno Uribe y solo se mantuvieron en el de Santos); María Fernanda Suárez, quien fue directora de crédito público en los primeros años del gobierno Santos; y sobre todo Carmen Inés Vásquez, quien fue viceministra de participación de Juan Fernando Cristo entre 2014 y 2016.

6 Los que votaron Sí en el plebiscito (o dieron indicios de ello)

Además de que varios trabajaron el el gobierno del saliente presidente, un anatema mayor entre muchos uribistas es que algunos votaron Sí en el plebiscito. Eso es claro en los casos de Carmen Inés Vásquez, quien incluso estuvo en la ceremonia inicial de firma del acuerdo en Cartagena, dado su cargo de viceministra, y Jorge Mario Eastman.

También han criticado a Borrero, por su primer trino en la historia, un mes largo antes del plebiscito y aparentemente favorable al Sí; a José Manuel Restrepo, por haber hecho debates sobre el plebiscito en el Rosario, supuestamente haber perseguido a los del No, haber estado en la ceremonia de Cartagena y haber trinado después del plebiscito que Santos se merecía un reconocimiento por su luchar por la paz; a Ricardo Lozano por haber trinado una foto que lo muestra en las manifestaciones propaz después del plebiscito; y a Andrés Valencia por haber elogiado a Humberto de La Calle en la campaña al plebiscito.

Estos datos, y otros como las regiones de origen, las profesiones o las universidades por las que han pasado están en esta base de datos, que pueden revisar en detalle:

Instrucciones: haga clic en los filtros para seleccionar de la base de datos. Para eliminar un filtro, de clic en la x a su lado. 

 

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Jorge Mario Eastman Robledo

Jorge Mario Eastman Robledo

Secretario General de la Presidencia designado

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Detector de mentiras a #RetrocedeElPaís de Uribe

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El detector de La Silla Vacía revisó los trinos con los que el senador y ex presidente Álvaro Uribe criticó el discurso del saliente presidente, Juan Manuel Santos, en la última instalación del Congreso a la que asistió como presidente. 

Encontramos 81 afirmaciones verificables según nuestra metodología y de ellas 35 son ciertas (incluyendo 18 con salvedades significativas),  13 debatibles, 5 exageradas, 4 apresuradas, 5 inchequeables (no hay datos para decir si son ciertas o no), 10 engañosas y 9 falsas.

Acá puede ver las afirmaciones, su calificación y la explicación de éstas:

 
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Álvaro Uribe Vélez

Álvaro Uribe Vélez

Ex presidente de la República y Senador

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Este es el Secretario General de Presidencia de Duque

"Si Duque comprende que el conocimiento genera recursos, puede transformar el país"

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El primer trino del presidente electo Iván Duque después del anuncio del expresidente Uribe sobre su llamado a indagatoria por parte de la Corte Suprema y su renuncia al Senado, cuando los ojos de todo el país político estaban centrados en su reacción, fue para anunciar su apoyo a la ciencia, tecnología e innovación: “Esperamos reactivarel pronto el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, así como la ‘Misión de Sabios’ que se dio en los años noventa. También mi deseo de fortalecer los recursos con los que cuenta el país para invertir en ciencia, tecnología e innovación.

El anuncio se dio tras la reunión con la Academia Nacional de Ciencias que quiso hacer previo a su posesión.

Aunque Juan Manuel Santos también fue muy generoso con la ciencia en el discurso, y luego en la práctica tuvo muy poca atención, La Silla Académica aprovechó la oportunidad para entrevistar a la científica y profesora de la Universidad Javeriana Susana Fiorentino, miembro de esa Academia.

Fiorentino está detrás de la investigación del que sería el primer medicamento a base de plantas producido en el país para combatir el cáncer de mama y habló con ella sobre sus reacciones a dicha reunión, su evaluación de la situación actual de la ciencia en el país y su relación con el Estado y las implicaciones de que Colombia no base sus decisiones en la ciencia.

¿Por qué lo dice?

LSA: ¿Cómo se pone números a la ciencia?

Susana Fiorentino:Una de las primeras preguntas que hizo fue por qué Colciencias tuvo 8 directores en los últimos ocho años lo cual dice bastante del estado de la ciencia en el país.

Duque dijo, además, que el país va a retomar la Comisión de Sabios y la Comisión Asesora en Ciencia y Tecnología. Y dijo algo todavía más sabio: que no debía asesorar al Gobierno sólo en esos temas sino en economía, política, medio ambiente. Es decir que, si uno es optimista, yo era algo pesimista frente al nuevo gobierno, el Estado va a apoyarse en la ciencia para tomar decisiones acertadas.

Lo vimos con una actitud de conocer un poco más sobre la bioeconómica, que es la economía basada en el conocimiento biológico, es decir, en la transformación de la materia prima, de la biodiversidad, en bienes y servicios.

Sí Duque comprende que el conocimiento genera recursos tiene la oportunidad única de transformar el país a través de la generación de conocimiento para el desarrollo y de no tener más excusas alrededor de la guerra, gracias a que firmamos el Acuerdo de Paz.

Concretamente, este viernes, la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Academia se reúne para proponerle a Duque nombres para el nuevo director de Colciencias.

¿Qué va a pasar después? no se... se puede quedar en el papel, pero si por lo menos hay una Comisión de Seguimiento uno puede estar ahí presionando para que se haga algo.

Sí Duque comprende que el conocimiento genera recursos tiene la oportunidad única de transformar el país

Susana Fiorentino

LSA:Usted diferencia entre educación, ciencia y tecnología. De acuerdo con esto ¿Cómo ve el énfasis de Duque en que la educación esté orientada hacia el empleo?

S.F.:Se necesita formar técnicos y tecnólogos pero la clave no está ahí sino en la inversión en generación de conocimiento que dé lugar a patentes que son desarrolladas por empresas que son las que van a contratar a estos técnicos especializados. Si no, para qué sentido tiene formarlos.

Su apuesta es que el país tiene que ganar recursos a través de la economía naranja que se basa en los temas de creación artística para volverlos competitivos y objeto de comercialización.

En el mundo desarrollado todo esto viene como consecuencia del desarrollo.

Duque está un paso más allá respecto a muchos, pero sí no construye la escalera anterior se le va a caer la economía naranja.

Si nos enfocamos en apoyar el arte, la literatura, el deporte vamos a seguir siendo consumidores de ciencia y tecnología porque no vamos a tener capacidad de producirla.

Los artistas seguirán comprando los instrumentos por fuera del país -excepto por el tiple producido en Chiquinquirá-. Los deportistas de alto rendimiento como los nadadores tendrán que seguir esperando que los ingleses saquen el nuevo vestido de baño basado en las escamas de tiburón que genera menos resistencia al agua o, tendrán que seguir consumiendo suplementos nutricionales producidos en Francia o en Canadá para sobrepasar episodios de hipoglicemia.

LSA:Colombia destinó para ciencia, tecnología e innovación en 2018 el 0,67% (6.15 billones de pesos). Con tan poco apoyo estatal ¿Cómo lograron usted y los demás investigadores de la Javeriana, que USA les aprobara una patente para producir medicamentos derivados de plantas para tratar el cáncer de seno y en qué consiste esa invención?

S.F.:Mi conocimiento sobre el cáncer, sobre la química de las moléculas y sobre la forma como el cuerpo se protege del cáncer a través del proceso de la inflamación -previo al cáncer hay un proceso inflamatorio, me llevó a darme cuenta que si uno controla el proceso inflamatorio puede evitar otros problemas, incluido el cáncer.

La célula tumoral tiene muchas alteraciones por dentro y para cada una de ellas debería darse una molécula, además que interactúa con el resto del cuerpo y, por ende, hay que regularlo.

Esa visión holística de la enfermedad me llevó a trabajar con plantas para producir mezclas complejas de extractos que pudieran normalizar diferentes funciones del organismo o prevenirlo si se trata de una vacuna.

LSA:¿Cómo aporta esa investigación al desarrollo del país?

S.F.:La idea es trazar un camino para generar un producto de alto valor agregado que después nos abra el camino para producir fitomedicamentos contra las enfermedades metabólicas, para disminuir el colesterol, entre otros.

Fiorentino está detrás de la investigación del que sería el primer medicamento a base de plantas producido en el país para combatir el cáncer de mama y habló con ella sobre sus reacciones a dicha reunión, su evaluación de la situación actual de la ciencia en el país y su relación con el Estado y las implicaciones de que Colombia no base sus decisiones en la ciencia.

LSA:¿Cómo consiguió apoyo?

Sí Duque comprende que el conocimiento genera recursos tiene la oportunidad única de transformar el país

Susana Fiorentino

S.F.:Tenemos una disociación entre la ciencia y la economía. En mi proceso de conseguir apoyo ha sido importante saber construir un presupuesto y gestionarlo. Muchos científicos dicen que es obligación del Estado financiar sus proyectos pero también es su obligación saber pedir la plata.

El apoyo de la Javeriana ha sido fundamental y, al final de este Gobierno llegó la financiación de Colombia Científica para probar el medicamento en fase 1. Antes de salir al mercado debe pasar por tres fases.

LSA:¿Cómo están las universidades colombianas en materia de investigación?

Tenemos una disociación entre la ciencia y la economía.

Susana Fiorentino

S.F.:El Gobierno otorga una cantidad importante de becas para estudiar doctorados afuera a través de Colombia Científica, Colciencias, el Icetex, etc.

Esas personas que se van a estudiar al London College, a Harvard, a MIT, donde diseñaban un experimento, bajaban al sótano y tenían todas las herramientas para llevarlo a cabo, al regresar al país y peor aún a las regiones, porque muchas becas para el desarrollo regional lo exigen, se chocan con una realidad muy complicada.

LSA:Dénos un ejemplo

S.F.:Un investigador regresa y decide seguir trabajando en un plástico biodegradable. Al escribir el proyecto de investigación se encuentra con el primer obstáculo: necesita un equipo que vale 500 millones de pesos y el presupuesto de la convocatoria son 200 millones.

Decide restringirlo a estudiar cómo los microorganismo degradan el plástico y tiene que extraerlos del Páramo de Puracé para lo cual necesita un permiso de investigación del MinAmbiente. Ahí viene el segundo limitante. La Universidad tiene que tener un permiso marco que no ha tramitado previamente y para el cual el investigador necesita diligenciar múltiples documentos y la ayuda de un abogado.

En el mejor de los casos, logra superar las anteriores barreras y llega a la etapa de pedido de los reactivos, tubos, pipetas, frascos. La jefe de compras de la universidad le pide tres cotizaciones y, en el 99 por ciento de los casos hay que importarlos, entonces valen tres veces más y se demoran tres meses.

Esto pasa en la investigación en todas las ciencias experimentales: biológicas, de la salud, ingenierías, minería. Muchos becados terminan devolviéndose. Eso genera que sea muy difícil producir innovación en el país, pues la base está mal.

LSA:¿Eso pasa también en las universidades privadas?

S.F.:No necesariamente.

Hay varias universidades que a fuerza de investigadores testarudos y de no tener la presión estatal han salido del hueco. Yo viví todo lo que relato desde cero, desde tramitar permisos a título personal. Actualmente, en la Javeriana ya tenemos un convenio marco de investigación y acceso a recursos y si dispongo de 6 mil millones de dólares para investigar se que voy a poder ejecutarlos porque toda la institución está preparada para que sea así.

En las universidades públicas el panorama es desolador.

Las órdenes de compra de reactivos sólo se pueden hacer a principios de año, de manera que el investigador sólo se puede hacer preguntas inteligentes en ese período. Si le surge una a mitad de año, le toca esperar. Mientras tanto, otro investigador por fuera del país está haciendo la misma investigación. De esa forma es imposible que Colombia sea competitiva.

Y el reporte de la Unesco sobre generación de conocimiento en todos los países lo confirma. Señala que Colombia nunca tendrá una economía basada en el conocimiento en las condiciones actuales.

LSA:En medio de condiciones tan adversas para la producción de conocimiento ¿que la hizo querer ser científica y llegar dónde está?

S.F.:Desde pequeña me fascinaban las películas de ciencia ficción, uno nace con creatividad, pero el mundo no necesariamente la alimenta. Por eso a los niños les gusta y a los viejitos no, a menos que uno se tope con la historia del padre de la anestesiología en el país al que la ciencia ficción le gustó de principio a fin.

Yo leía los tres paticos y siempre me identificaba con Ciro Peraloca, que era el cinetífico

He podido llegar a este punto porque tuve la oportunidad de nutrirme de diferentes mundos, estudié en Colombia, pero también en Argentina porque mis papás me pudieron mandar y luego en Francia con una beca que me dio la Javeriana.

Quizá si hubiera arrancado a estudiar afuera habría estudiado algo más como matemáticas o química pero estudié bacteriología y hoy la veo como la mejor carrera para hacer investigación en ciencias biomédicas, por eso regaño a las que trabajan en laboratorios clínicos.

Adicionalmente, he tenido la oportunidad de ver cómo la ciencia se conecta con la empresa a través de la experiencia empresarial de mis papás y, sobre todo, de la empresa de mi esposo, que fue catalogada por Proexport como la mejor de exóticos. Discutíamos, por ejemplo, cómo debía ser el mecanismo de refrigeración del bananito.

Eso me ha hecho perseguir el sueño de crear empresa a partir de una investigación que sea propia del país de forma que no me den ganas de irme.

 

LSA:Una de las cinco locomotoras de Santos era Ciencia e Innovación. La Silla Vacía ha mostrado que la plata de regalías no se fue para eso pese a la gran reforma del sistema que hizo el Presidente en 2012. ¿Se equivocó Santos en dedicarse por completo a la paz y descuidar temas como la Ciencia y la Tecnología?

S.F.:Hay países que destinan el 7 por ciento del PIB. La inversión en investigación en Colombia no alcanza el 0.1 por ciento del PIB. Es una vergüenza, pese a que Santos había prometido llegar al final de su Gobierno con el uno por ciento de inversión.

Hay una diferencia fundamental entre hombres y mujeres. La capacidad de abstracción de los hombres es maravillosa, es decir, de concentrarse en un tema.

Mientras que las mujeres son por naturaleza multitasking, pueden establecer más fácilmente redes de conocimiento, extrapolarlas, lo que al mismo tiempo les dificulta llegar al fondo del conocimiento de un tema a menos que no tengan nada que hacer.

Si uno es consciente de sus limitaciones lo que requiere cierto grado de humildad, uno se asesora y se rodea de personas que llenen los vacíos. En eso creo que Santos falló.

Debió tener alguien que le dijera: usted debe dedicarse personalmente a la paz en un 60 por ciento y en un 40 por ciento a atender los principales problemas en educación, ciencia, seguridad, poniendo las personas idóneas en los cargos para que hicieran una supervisión adecuada de los temas, de forma que cuando firmara la paz ya se tuvieran solucionados el 50 por ciento de las causas que originaron el conflicto armado.

Claramente, ocho directores de Colciencias en los dos períodos de gobierno demuestran que eso no sucedió en materia de ciencia y tecnología.

El Plan Colombia es un claro ejemplo de ello. En Nariño la uchuva era maleza. Empezaron a domesticarla para exportación como una alternativa a los cultivos ilícitos. Cuando recogieron la producción no pudieron sacarla por falta de vías, esa es la desarticulación del Estado.

LSA:Uno de los legados de Santos es que Colombia ahora hace parte de la OECD y el promedio de inversión en ciencia, tecnología e innovación de los países que hacen parte de esa organización es 4 por ciento. ¿Cree que en ese sentido nos convendrá hacer parte de ese grupo para aumentar la inversión?

S.F.:Aunque entramos por la puerta de atrás, entramos. Y el desafío no es ese sino quedarnos.

Me parece positivo que por fin haya alguien externo que le tome la lección al país, de forma que Colombia pueda centrar su atención en los temas que son realmente importantes a nivel internacional como la generación de alimento, el control de natalidad, la renovación del agua y no siga dedicando una semana a temas tan pueblerinos como la renuncia del expresidente Uribe.

LSA:Está cursando un proyecto de ley en el Congreso para la creación de un ministerio para la ciencia y usted está detrás de la promoción del mismo. ¿Crear una cartera para eso hará la diferencia?

S.F.:La ciencia no está reconocida por el Estado. ¿Cómo se reconoce? Las diferentes áreas pelean un presupuesto en la mesa ministerial y, actualmente, no hay una conversación entre la ciencia y los demás organismos del Estado que la pongan al mismo nivel económico, jurídico y político, es un apéndice.

Su portavoz es la Ministra de Educación, lo cual me parece un desastre porque es como si tuvieras un hijo de la mano todo el tiempo.

No basta con una oficina que administre recursos como Colciencias, tiene que ser un ente que pueda funcionar con poca plata, porque debe tener una burocracia limitada, pero que esté en posibilidad de sentarse en la mesa con el resto.

Si la discusión es sobre problemas de conectividad y mejora de las 4G, el Ministerio de Ciencia y Tecnología debería intervenir para exponer: el trabajo que están haciendo los grupos de investigación en esa área financiados por el Estado, los temas que no se han desarrollado y que deben contratarse por fuera, y las áreas que aunque están incipientes se les quiere apostar, el presupuesto que se requiere para eso y el plazo en que se tendrán resultados.

LSA:Colciencias ha sido criticado, entre otras cosas, porque el énfasis de la inversión está en las ciencias exactas y no en las ciencias sociales ¿qué piensa de esto?

S.F.:Considero que la financiación debe ser para todos los tipos de ciencia. En un país con tantos problemas de comportamiento, en el que las personas actúan como islas, donde todavía hay que educar a los políticos, se necesita seguir invirtiendo en investigación en ciencias sociales.

LSA:Una de las razones que el gobierno Santos dio para hacer una APP con una empresa británica para rescatar el galeón San José es que el Estado no tiene la capacidad científica y tecnológica suficiente... Por el contrario la comunidad científica que está detrás de la suspensión del proceso, liderada por la Universidad Nacional y la de Antioquia, ha reclamado la intervención de investigadores nacionales ¿quién tiene la razón?

S.F.:El Estado no tienen ni idea de qué es hacer investigación en serio.

La siguiente anécdota ilustra la posición estatal frente a la ciencia en los últimos años lo que explica indirectamente la posición frente al rescate del Galeón.

Hago parte de la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales e Iván Duque es el primer presidente que manifiesta interés en conocer la comunidad científica en Colombia. El Gobierno colombiano no la ha conocido en los últimos años.

Lo hizo a través de Sergio Fajardo, y el pasado jueves, 19 de julio, Duque fue a la Academia, a la cual nunca había ido un Presidente.

Esto ocurre después de cuatro años de que hiciéramos mucho ruido en torno a los proyectos de ciencia y tecnología que debía financiar el Sistema de Regalías, al fortalecimiento de Colciencias, a la propuesta de creación de un Ministerio.

Por el contrario, en Estados Unidos, al menos hasta Obama, y en muchos países de Europa, los científicos hacen parte del grupo asesor del Presidente.

Corea, China, Tailandia, han salido de la pobreza a través de la ciencia y la tecnología.

Colombia es una país que siembra muchas semillas pero no recoge ningún fruto en ciencia.

Susana Fiorentino

LSA:¿Por qué lo dice?

S.F:Volviendo al caso del Galeón San José aunque, no es mi experticia, yo estoy segura que hay programas de investigación en recuperación de esas riquezas navieras o de antigüedades financiados por el Estado en la Universidad Nacional y en la de Antioquia, que desgraciadamente no han tenido continuidad.

Con seguridad hay gente formada y laboratorios. Se pueden hacer convenios con asesores internacionales para que vengan y para que investigadores nacionales puedan ir a trabajar en sus laboratorios, pero procurando que el conocimiento que se adquiera a través de este proceso de rescate del Galeón San José se quede en el país.

Sí el Ministro del Medio Ambiente o el de Hacienda, a quienes les debería interesar el tema, no tienen idea de cuáles son los microorganismos que pueden estar en un Galeón que lleva miles de años sumergido, cuál es la riqueza de los materiales que han estado en el fondo del mar transformados en esas condiciones medio ambientales y todo lo que se puede entender y conocer de eso, si ellos no entienden que el conocimiento tiene un valor y que los puede volver ricos, nunca vamos a avanzar

Todavía no se le ha podido poner números a la ciencia. En el presupuesto se ve como un gasto.

El Estado trata a los científicos como bichos raros, personas que no piensan en el país, cuyo trabajo no es pertinente. Eso no ocurre en un país desarrollado ni en uno que ha tomado la decisión de desarrollarse a través de la ciencia.

Me atrevo a decir que más del 50% de los principales personajes del Estado en diferentes niveles son abogados. Colombia es un país de leyes, Colombia no es un país que hace sino que legisla y de la forma que le parece.

Silla Académica
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