Juan Daniel Oviedo, director del Dane, presentó hoy la segunda entrega de los resultados del censo de este año (que no se hacía hace 13), ya con casi todo el país cubierto. El dato de que a mediados de este año vivían 45,5 millones de personas en Colombia, y no los casi 50 que proyectaba el mismo Dane, cambia toda la foto del país, en algunos puntos con un panorama más esperanzador y en otro con uno más oscuro.
Falta por conocer más detalles de lo que arroje el censo, como exactamente qué edades tienen los colombianos, cuánta gente hay en cada municipio o cuáles son las condiciones de las viviendas, además de que faltaba sumar los datos de 0,2 por ciento del territorio (y de que, por fechas, no va a alcanzar a mostrar el efecto de la inmigración venezolana).
La información más detallada puede arrojar nuevas conclusiones, pero con lo que hay por ahora y asumiendo que el censo acertó, se ven estos 10 grandes cambios:
Colombia es un país más rico
En los datos oficiales, Colombia en 2017 tuvo un PIB per cápita de 14.552 dólares, medidos teniendo en cuenta la capacidad adquisitiva del país. Esa cifra es el dato más básico para saber qué tan rico es un país y sale de dividir todos los bienes y servicios que se hacen en el país (el PIB) entre el número estimado de habitantes, que estaba estimado en 49.065.615 para ese año.
Con la población que muestra el censo, ese dato para es mismo año sería de unos 15.692 dólares, lo que haría de Colombia un país más rico que ocho países que hoy aparecen por encima, incluyendo a Brasil (15.483), Argelia (15.275), Serbia (15.090) o Líbano (14.675).
En los promedios del Banco Mundial, estaríamos más lejos del de los países de ingreso medio (12.111 dólares) y más cerca de los de medio alto (17.774 dólares).
Algo similar muestra el cálculo del Índice de Desarrollo Humano, un indicador internacional para medir qué tan bien vive la gente en cada país y que se calcula teniendo en cuenta datos de educación (que cambian), el PIB per cápita y la esperanza de vida al nacer.
Para este año el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo calculó que Colombia obtenía 0,747 sobre 1, y el aumento se acercaría el resultado al de Perú de 0,750.
Esos cambios pueden tener efectos positivos, como hacer más atractivo el mercado colombiano a los inversionistas porque hay más riqueza, o negativos, como alejar más a Colombia de la mira de la cooperación internacional por ser más rica.
Y tiene menos pobres (pero no necesariamente es menos pobre ni menos desigual)
Otro resultado del censo es que hay menos personas pobres en Colombia, pues el 26,9 por ciento de pobres por ingresos ya no son 13,2 millones de personas sino 12,2. El otro millón de pobres, según el censo, sencillamente era un error estadístico y no existía.
Medida con el mecanismo de pobreza multidimensional, que no solo tiene el cuenta ingresos sino condiciones de vida en aspectos como la vivienda o el acceso a educación o salud, la reducción es de 600 mil personas, de 8,3 a 7,7 millones.
Eso significa una buena noticia: hay menos colombianos en la pobreza. Pero no implica que la pobreza sea menor ni que haya menos diferencia de ingreso o de riqueza.
De los 16 municipios de Caquetá, las Farc reportaron sobre todo tierras en Solano (11.788 hectáreas), que es el municipio más grande y casi la mitad del departamento. Después San Vicente, donde reportaron 2605 hectáreas y Montañita (donde había zona veredal), donde tienen 1721. Esos tres municipios fueron por años las zonas con más presencia guerrillera.
También es un país más violento
Al tener menos habitantes de los proyectados, las tasas de los delitos, que se miden por cada 100 mil habitantes, crecen. Eso deja una foto más violenta.
Por ejemplo, los 11.718 homicidios que según la Fiscalía hubo el año pasado pasan de representar una tasa de 23,9 a una de 25,75. Algo similar ocurriría con otras tasas como las de extorsiones, hurto de celulares o lesiones personales.
El resultado no es que haya más delitos sino que la sociedad es más violenta, pues en porcentaje más personas fueron víctimas de los que ocurrieron.
La cobertura en salud es total, pero proporcionalmente hay más enfermos
Según las cifras del Ministerio de Salud, a diciembre del año pasado había 46.767.327 personas afiliadas al sistema de salud y para septiembre pasado eran 47.008.750. Eso significa que toda la población está cubierta, lo que es una muy buena noticia.
No lo es que aparezcan más afiliados que colombianos censados, pues significa que hay personas afiliadas dos veces, muertos que siguen en el sistema o que el censo se quedó corto, o una combinación de estos factores.
También significa que el país tiene una situación epidemiológica peor de la esperada, pues por ejemplo los casi 140 mil casos de cáncer en 2014 no fueron unos 3 mil por cada 100 mil habitantes sino más bien unos 3.200, y así en cada enfermedad.
La contracara es que también significa que las cifras de atención son mejores: por ejemplo, que en 2016 se hayan vacunado contra la gripa 1,7 millones de personas, implica que la cobertura de la vacuna fue mucho mayor.
Faltan menos casas
La cifra más reciente de personas por hogar que tenía el Estado, con la que trabaja, es de 3,3 personas, que vienen de la Encuesta de Calidad de Vida del Dane de 2016. En censo, en cambio, muestra que es de 3,9 personas.
Eso afecta toda la política de vivienda, pues una mayor población con hogares más pequeños, como la que se había proyectado, significaba que se necesitaban más viviendas nuevas.
La compensación por el IVA que propuso el Gobierno valdría menos y ayudaría menos
Una de las principales propuestas del Gobierno Duque en su reforma tributaria es dar un subsidio de 51.300 pesos al 30 por ciento de hogares más pobres del país. Calculó que son 4,2 millones de hogares, equivalentes a 13,2 millones de personas, y que por lo tanto la compensación costaría casi 2,4 billones de pesos al año.
Pero con los datos del censo, esa cifra debe bajar porque son menos hogares (se proyectaban alrededor de 14 millones y son 11,6), por lo que habría que pagarle los 51.300 pesos a unos 3,5 millones, lo que bajaría el costo a alrededor de 2,1 billones de pesos.
Faltan menos policías (ese no es el lío de seguridad)
Aunque por ahora no hay datos por municipio, al haber menos habitantes en general, lo más probable es que en muchos municipios haya menos personas. Y eso implica que la cantidad de policías que tienen no está tan lejos del estándar internacional de los 300 policías por cada 100 mil habitantes.
Por ejemplo, en Bogotá se calculaba en 221 policías, con una población de 8,1 millones de personas; si son 7 millones, la tasa sería de 254.
Eso bajaría la tensión a uno de los argumentos más usuales de los alcaldes y pondría el reto de pensar que el problema de seguridad puede tener otros motivos y otras soluciones.
La abstención en elecciones es un poco menor
Uno de los problemas más graves de la democracia colombiana es la alta abstención, que oficialmente fue del 47 por ciento de los electores en la reciente segunda vuelta presidencial, calculada a partir de un potencial de poco más de 36 millones de votantes.
Sin embargo, según el censo en Colombia hay entre 33 y 34 millones de personas en edad de votar, lo que significaría que el potencial electoral está inflado (es decir, que el censo electoral de la Registraduría tiene graves fallas) y que la abstención estuvo más por el lado del 42 por ciento.
Hay menos clientes por conquistar
Otra consecuencia del censo es que para las empresas quedan menos clientes nuevos por conquistar.
Por ejemplo, los 14,2 millones de vehículos registrados en el Runt no son 0,28 vehículos por persona sino 0,31; los 27,1 millones de personas que tenían productos financieros en 2017 ya no eran una tasa de penetración del 80,1 por ciento de los adultos sino sino del 84; y en general todas las tasas que muestran una posibilidad de crecimiento en Colombia, desde salas de cine hasta centros comerciales por cien mil habitantes, muestran menos margen para crecer.
La nutrición es mejor
Las cifras de consumo de alimentos muestran una mejor nutrición en el país. Por ejemplo, en lugar de 279 huevos al año, en promedio los colombianos se comen unos 300; en vez de 140 litros de leche, son 150; y el pescado no es de 8,4 kilos sino de 9.
Todas esas cifras muestran un mejor panorama, en general, de la nutrición en el país, una mayor seguridad alimentaria en promedio y un menor espacio para vender más alimentos.
